Eterno | KookV♡

｢Capítulo 29 ❃｣

—No quieras pasarte de listo conmigo, Lay. Si quieres conservar tu cabeza en su lugar, te recomiendo que te calles y permitas que yo haga mi trabajo.

—Suenas muy confiado para alguien que está en una posición tan vulnerable para negociar, Jungkook.

—¿Vulnerable? —Jungkook fijó su intensa mirada en los ojos rojos de Lay, que no dudaron en observarlo de la misma forma. — Podría acabar contigo en 2 malditos segundos si se me diera la gana.

—No dudo que el perfecto y honorable Eterno Jeon Jungkook, pudiera destruir mi miserable vida con apenas un chasquido de dejos. —Respondió de forma sarcástica y burlona. — Pero, no quieres tenerme como enemigo mientras estás ocultando en este lugar al mortal de Seokjin.

Jungkook se tensó ante sus palabras y, aunque mantuvo una postura neutra ocultando sus sentimientos, en el interior se sintió preocupado. Había olvidado que Lay Zhang tenía conocimiento de Taehyung, después de todo, era por su causa que él lo había traído a este lugar para protegerlo.

Sabía perfectamente que existía una amenaza implícita en todo esto, él mintió a la legión ocultando la existencia de Taehyung y su relación con Seokjin. Sin embargo, si Lay Zhang iba con La Corte para contarles de esa información, pronto un enviado de la legión estaría allí, vigilando sus pasos y probablemente llevándose al castaño con ellos.

—No es asunto tuyo, Lay. Te estoy dando la información que quieres sobre Seokjin, es lo único que debería importarte. —Respondió de forma seca y tomó asiento en la silla detrás de su escritorio, intentando parecer tranquilo.

—Vamos, Jungkook, ¿Crees que no sé que es de ese chico que has obtenido toda la información? —bufó y apoyó sus brazos en el escritorio para quedar más cerca del contrario. —¿No estás tomando demasiados riesgos por un niño sin importancia? Si La Corte te descubre, no importará quien sea tu madre, estarás muerto antes de que puedas hacer algo contra mí.

—Como dices, es un niño sin importancia, ¿Qué más da? Mejor vamos a concentrarnos en el asunto que nos compete. —Dijo de forma seca, no deseaba que Lay continuara ahondando en el tema de Taehyung, sin embargo, él no parecía conforme con su respuesta.

—Me da curiosidad por qué lo trajiste aquí... —Repasó con su mirada las reacciones del pelinegro frente a él, estaba buscando la forma de provocarlo para que hablara. — Aunque puedo imaginar una, no creas que yo no lo pensé al ver lo bonito que era, pero no te creí de esos, Jungkook, siempre me pareciste del tipo que desprecia a los mortales.

—¿Qué es lo que pretendes decir, Zhang?

—Bueno, no te niego que me molestó mucho que mi sirviente confundiera al niño con Seokjin, pero, ya que lo tuve de cerca, pensé en lo mucho que podría divertirme con él. —Pasó uno de sus dedos por su labio inferior y continuó hablando. — Imagino que es lo que has estado haciendo, un pobre e indefenso mortal que ha quedado al cuidado de un ser que parece de otro mundo. Seguro que te ha complacido tan bien que, por eso, te niegas a que La Corte sepa de tu juguetito. —una sonrisa maliciosa se formo en sus labios— Satisface mi curiosidad, Jungkook, ¿el niño es tan follable como lo parece?

Jungkook sintió la ira recorrer todo su sistema, sus ojos se tiñeron de un violeta oscuro y se levantó frenético del asiento, con sus manos alcanzó a Lay Zhang del otro lado del escritorio, y, sin importarle mantener las malditas apariencias, lo tomó del cuello con tanta fuerza que sintió que podría asfixiarlo en cualquier segundo.

—No voy a permitirte que hables así de él, imbécil. Me importa una mierda lo que tú hagas con los mortales, pero no todos somos la misma clase de escoria que tú. —Apretó con más fuerza su cuello e hizo que lo viera directamente a los ojos. — Puedes hacer lo que se te de la gana con la información que tienes, pero te advierto, sólo conmigo vas a tener la oportunidad de acercarte a Seokjin antes de que La Corte lo atrape. Así que, si en algo te importa tu asquerosa legión de rebeldes, será mejor que mantengas tu maldita boca callada y no me hagas enojar de nuevo.