Jungkook hace parte de los "Eternos", una legión secreta de seres con habilidades especiales. En medio de una misión conocerá a Taehyung, un joven y brillante estudiante que no sabe nada del mundo sobrenatural que lo rodea, pero terminará involucrad...
¡Hola! El capítulo de hoy estaba bastante largo, así que decidí dividirlo en dos. Tenía ganas de reservar el otro para mañana, pero como saben que yo me emociono más con esto que ustedes, decidí publicar los dos de una vez. Así que quiero ver sus comentarios, amo leerlas. — Liz❀
Jungkook se negaba a rendirse, incluso cuando sabía que la batalla estaba perdida. Sus heridas eran graves, su cuerpo se desangraba y sus músculos ya no respondían, sobrepasó todos sus límites al usar el máximo de su poder y le quedaba muy poco tiempo antes de desfallecer, pero hasta el último instante de vida sostendría su katana con orgullo y lo empuñaría contra sus enemigos.
Dispuesto a dejar su último aliento en el bosque de Brocéliande, sostuvo con fuerza su arma, sabiendo que sería el último ataque que podría contener. Justo cuando estaba dispuesto a permitir que la helada y fría muerte lo envolviera, una sensación cálida se instaló en su pecho. De repente, sus heridas no dolían, su pecho se llenaba de oxígeno y su alma estaba reconfortada. Se sentía bien después de todo.
Tal vez, pensó, es así como se siente morir: Un repentino alivio en medio de una dolorosa batalla.
Si así era la muerte, entonces ya no deseaba luchar más, quería aferrarse a esa sensación tranquilizante y cálida que cubría su cuerpo y lo hacía sentir con una fortaleza que no recordaba haber tenido jamás. Mantuvo sus ojos cerrados, tratando de despedir el mundo que lo retuvo encadenado por años, pero la fuente de dicha calma se había dispersado.
Al abrir los ojos, pudo ver que todas sus heridas habían sido curadas, y en su interior se sintió capaz de liberar un poder tan fuerte que podría acabar con todos sus enemigos en un instante. Y así lo hizo. Se puso de pie, aún con dudas sobre lo que había pasado y el por qué no había muerto en ese instante, pero, si el Universo le estaba dando una oportunidad para acabar con esos traidores, no la desperdiciaría.
Dejó que de su cuerpo fluyera un poder que nunca utilizó, y con un elegante movimiento en sus manos, lo llevó hasta envolver a cada uno de los hombres frente a él, que, a comparación de Jungkook, lucían lentos y totalmente débiles. Usando todo lo que su habilidad le permitía, los hizo desaparecer de esta realidad material, logrando que sus cuerpos se hicieran polvo que una ligera brisa dispersaría por todo el bosque.
Contra todo pronóstico, él había logrado vencer. No tenía idea de cómo, pero su cuerpo se sentía fuerte y estaba listo para ayudar a Namjoon. Ahora tenía una oportunidad de salvarlo.
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No era devoto de crear portales en el espacio, siempre requerían de mucho cuidado y energía, hacía parte de lo que podía lograr con sus habilidades por lo que aprendió a hacerlo en su entrenamiento de la legión, sin embargo, los evitaba, a excepción de aquellas situaciones donde eran verdaderamente necesarios.
Debido al critico estado de Namjoon, el factor del tiempo les estaba jugando en contra, así que ir corriendo no era una opción viable, y gracias a su repentino fortalecimiento interno, se sentía capaz de hacer cualquier cosa.
Cargó a su amigo en su espalda y utilizó su poder para generar un portal que atravesara el espacio entre Brocéliande y su casa en el centro de Ámsterdam.
—Resiste, voy a salvarte. —Murmuró suave a Namjoon antes de que ingresaran al portal.
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