「Capítulo 28 ❃」

2.3K 379 216
                                    

「+18」

Los rayos del sol que se filtraban por la ventana lo hicieron despertar con una sensación tan agradable, que le tomó un poco más de tiempo ser consciente de que se encontraba despierto. La imagen de Taehyung dormido en su pecho y sin ninguna prenda que lo cubriera, era de lejos lo más sublime que hubiera contemplado alguna vez.

La noche anterior fue simplemente maravillosa. La compañía de su bello Taehyung, los divertidos juegos, la música, el baile, y desde luego, la intimidad que compartieron, le regalaron uno de los momentos más preciosos de toda su vida. Jungkook tenía miedo de experimentar tan cerca la felicidad, porque era consciente de que su existencia no estaba diseñada para ello.

Había mantenido una barrera entre él y lo que consideraba bueno, porque no se creía capaz de probar el paraíso cuando estaba condenado a vivir en el infierno.

Pero aquella noche, nada importó, no existía la legión, no existía una constante guerra ni una misión que cumplir, frente a él estaba el ser más precioso del universo y si sólo tenía una oportunidad para disfrutar de él, no la desaprovecharía. Por una vez, se permitió ser verdaderamente feliz, y quizá, lo lamentaría cuando tuviera que dejarlo ir, pero no importaba, no mientras esa perfecta piel canela estuviera tan cerca de él.

—Tae...

Susurró bajito mientras enredaba sus manos entre los cabellos castaños de Taehyung, lo acarició con ternura y pudo sentir cómo se removía un poco ante el tacto, aún adormilado soltó unos pequeños quejidos que hicieron latir fuerte el corazón de Jungkook.

—Me gusta estar contigo, Tae. No sé qué me has hecho, pero siento que ya no podría sacarte de mi corazón ni, aunque quisiera. —Murmuró suave, diciéndolo más para él que para Taehyung.

Luego de un rato, el castaño se removió sobre el cuerpo de Jungkook y al sentir aquel aroma cítrico abrió los ojos de inmediato, temiendo que todo hubiera sido un sueño. Pero al encontrar su mirada, pudo soltar un profundo suspiro agradeciendo que, al despertar, él aún se encontrara a su lado.

—Buenos días, pequeño koala dormilón.

—Buenos días, Jung- ¿Me dijiste koala? —preguntó divertido.

—Te abrazas a mi cuerpo como uno. —respondió con una sonrisa amplia que Taehyung notó de inmediato.

—Creo que te gusta que lo haga, de seguro tu lado de Eterno protector se siente bien por poder sostenerme de esa forma.

—Es verdad, me gusta mucho tenerte así. —pasó sus brazos por la cintura del castaño y lo afirmó más contra su cuerpo. — Tú me gustas, Taehyung.

El mencionado sintió una fuerte emoción desde su estomago hasta su pecho. Las palabras que Jungkook le regaló la noche anterior fueron maravillosas, pero temía que sólo hubiera sido producto de las sensaciones del momento luego de haber tenido relaciones. Pero no era así, sus ojos lo veían con la misma adoración que horas atrás, y continuaba diciéndole cosas realmente bonitas.

Acercó su rostro al de Jungkook y comenzó a dejar pequeños besos desde su mejilla hasta la comisura de sus labios. Con sus manos acarició su cabello negro que estaba totalmente desordenado luego de la agitada noche que tuvieron y sin pensarlo mucho más, encontró su boca con la suya.

Lo besó de forma dulce, pasando ligeramente su lengua por el borde de sus labios y luego introduciéndola poco a poco hasta crear un beso profundo. Se mantuvieron así un largo rato hasta que Taehyung tiró de la sabana que cubría la desnudez de Jungkook y se sentó sobre su regazo.

El pelinegro se sentó también para unir sus torsos desnudos y que Taehyung le envolviera la cadera con sus piernas. Tomó su rostro entre sus manos y ladeo su cabeza para aumentar la intensidad del beso. Se agitaron sus respiraciones y llenos de necesidad, comenzaron a frotarse contra el otro.

Eterno | KookV♡Where stories live. Discover now