Eterno | KookV♡

｢Capítulo 3 ❃｣

La hierba húmeda y fría al contacto con su piel desnuda, le provocaba fuertes escalofríos que se extendían por todo su organismo, intentaba moverse para calmar aquellas sensaciones, pero le era imposible, por más que intentaba levantar su espalda, mover sus piernas y brazos, o abrir sus ojos, ninguna parte de su cuerpo parecía responder.

De repente, el frío que lo envolvía parecía ser cada vez más grande, una fuerte brisa lo golpeaba sin piedad hasta el punto de sentir que su piel se quebraba y sus huesos se helaban por completo. La oscuridad que percibía en su mente al no poder observar nada en realidad, parecía ser más sofocante ahora, como si se expandiera a través de la retina hasta tallar las profundidades de su cerebro.

Respirar le era cada vez más difícil en medio de ese remolino de sensaciones, se exigía a sí mismo inhalar y exhalar el poco aire que podía obtener en medio de aquella oscuridad, pero sus pulmones no querían responder a sus órdenes. Tenía miedo, el pánico comenzaba a apoderarse de cada fibra de su ser al no ser capaz de mover ninguna parte de su cuerpo.

Luchaba una y otra vez por reaccionar, por abrir sus ojos, por levantarse del frío suelo, por respirar, pero simplemente nada sucedía, estaba atrapado. En un intento desesperado por sobrevivir, concentró las fuerzas que le quedaban en su garganta, intentando emitir un grito, se presionó a sí mismo a abrir la boca y mover sus cuerdas vocales hasta emitir alguna clase de sonido.

Lo intentó hasta que la falta de oxígeno lo dejó casi inconsciente y expuesto ante aquella oscuridad que lo consumió por completo.

Y justo cuando creyó que moría, la sensación de unas firmes manos bajo su cuerpo lo trajo de vuelta, no podía ver nada, pero aquel tacto le transmitía una seguridad indescriptible, incluso si no podía mover ningún músculo de su cuerpo, sabía que estaba a salvo porque aquellas manos jamás lo soltarían.

❃❃❃

El sonido de la alarma retumbó fuertemente en sus oídos, haciéndolo levantarse de un sobresalto, un tanto confundido, Taehyung buscó sus pantuflas de oso para salir de la cama y caminar hasta el baño, talló brevemente sus ojos hasta lograr que la imagen frente a él volviera a ser clara y nítida.

Abrió el grifo y tomando algo de agua entre sus manos la dejó caer sobre su rostro hasta que se sintió despierto por completo. Observó su reflejo en el espejo frente a él mientras se cuestionaba por aquel extraño sueño que había tenido, no era la primera vez que soñaba con cosas tan escalofriantes como aquellas, las cuales siempre terminaban con él gritando como loco hasta que su madre llegaba hasta su habitación para tranquilizarlo.

La sensación de no poder respirar se sentía muy real, y eso siempre lo llenaba de pánico, especialmente cuando no podía mover su cuerpo para obligarse a despertar. Sin embargo, aquella era la primera vez que la pesadilla parecía resolverse sola, no tenía una clara imagen de lo que había sucedido, pero recordaba que algo le había devuelto la calma.

Agradecido por no haber despertado a su madre con los usuales gritos, entró a la ducha para tomar un baño y deshacerse de las sensaciones que el sueño había dejado en él. Hoy sería un día importante ya que luego de considerar la propuesta de Seokjin por dos semanas, estaba listo para dar una respuesta.