Cronicas Elementales: El alta...

By shoyii1

48.5K 2.3K 232

El mundo entero es una gran confusión... Ya no se quien soy... Si Francis dice que es el amor de mi vida... ¿... More

Cronicas Elementales: El altar del druida
Aviso
¿Donde estamos? (EDITADO)
Quitando la venda de mis ojos (EDITADO)
El nuevo despertar [EDITADO]
El chico de mis sueños [EDITADO]
Resolviendo incognitas [EDITADO]
Una serie de eventos extraños [EDITADO]
Mas confusion [EDITADO]
Momentos [EDITADO]
La verdad... O parte de ella [EDITADO]
En la locura vaga la verdad... [EDITADO]
ADELANTO!!!
Convirtiéndose en el enemigo [EDITADO]
La claridad de la locura [EDITADO]
El perdon no es facil de conseguir... [EDITADO]
El druida oscuro [EDITADO]
La nueva alianza [EDITADO]
Sentimientos encontrados
Los buenos malos y los malos buenos
El ritual del guardian
Caminos inesperados
Una ansiada tregua
Veneno
El claro destino
Despierta
El caos terrenal
Epilogo

Recuerdos [EDITADO]

1.1K 77 5
By shoyii1

Allí estaba. Todo lo que había olvidado, todo lo que había ocurrido, mi vida entera se encontraba ahora disponible para mí. El dolor golpeo con fuerza mi cuerpo, estalló en mí como una bomba que venía peligrosamente acercando su reloj al conteo final. Comencé a hiperventilar, el oxígeno simplemente no llegaba a mis pulmones con la velocidad necesaria. Vi como si estuviera ocurriendo en ese momento todo lo que había sucedido el día de mi cumpleaños. Todo.

Entendí finalmente que mi amnesia no tenía nada que ver con el hecho de renacer. No tenía que ver con dormir mis poderes ni nada por el estilo. Había sido yo, había sido mi mente que había decidido olvidar, guardar en el tiempo lo que había sucedido, porque el dolor era tan grande, tan basto y absoluto que era imposible de manejar. De lidiar. Era tan estridente, tan potente que cortaba el aire haciéndolo pesado e indigerible. Las lágrimas brotaban como si las hubiera contenido durante miles de años y ahora tuviesen vía libre. 

Y todo por culpa de él. De aquel a quien había amado, a quien me había entregado en más de una ocasión. En quien había confiado, en quien había puesto toda mi fe. Y él sólo me había traicionado.

Sean me miraba sorprendido y asustado, aún no sabía que había recuperado la memoria. Me incorpore de un salto queriendo destruir todo lo que había a mi alrededor. Como si eso pudiera traer un poco de alivio. Como si eso me devolviera un ápice de esperanza. Lo que él me había robado aquel día. 

Sin pensarlo ya estaba convertida. Ahora que sabía nuevamente de dónde provenía todo, podía saborearlo de otra manera. Podía doblegarlo a mi manera de sentir, de pensar. Podía hacer del fuego mi alma, mi mente. Mi piel. Ahora éramos uno, ahora sabía que debía hacer exactamente. 

-I... India... –pronunció mi nombre temiendo lo peor. Lo que ya sucedía. Sólo quería verlo arder, quería que sufriera como lo estaba haciendo yo por sus mentiras, como lo había hecho mi hermano, mi pequeño ángel. Estaba hambrienta de venganza, de odio y de desesperación.

Cerré las manos en puños, cerré mis ojos también. Su imagen tan solo me revolvía el estómago. Respire profundo durante algunos segundos, para encontrar mi eje. Para saberme en mí centro. Estar segura de lo que estaba a punto de hacer.

Abrí los ojos y con la firmeza que me daba la vida misma, arremetí contra él.

Lo que sucedió al segundo siguiente fue confuso.

Me encontré tirada en el piso de abajo, tumbada, mientras alguien presionaba su cuerpo fuertemente contra el mío.

-¡Sácalo de aquí, Nichi! ¡SÁCALO YA! -Su voz era inconfundible, y ahora que recordaba todo, me sentí una idiota al no pensar que mis planes se podrían estropear gracias a ellas. Tan moralistas siempre, no me permitirían llevar a cabo mi venganza. No al menos mientras yo fuera tan consciente de lo que quería hacer, con tanto ímpetu y desenfreno, aquello que haría que mis pensamientos se filtraran en sus cabezas.

-¡HAWA SUELTAME! -grité, sacando fuerza de donde no la había, empujándola contra la pared del otro extremo del cuarto. -¡ES MI PROBLEMA! ¡ÉL ES UN TRAIDOR, HIZO QUE MATARAN A MI HERMANO! 

Sentí como el aire cambiaba levemente, y entonces supe, ya se lo habían llevado. Me habían arrebatado mi momento.

-¡India cálmate! ¿Es que acaso quieres convertirte en una asesina? ¿Eso es lo que realmente quieres? ¿Acaso Noah estaría contigo nuevamente si matas a Sean?

-¡NO TE ATREVAS A DECIRME LO QUE NOAH QUERIA O NO QUERIA! -le grité con odio, lanzándole una bola de fuego que esquivo con facilidad y dio contra el teléfono derritiéndolo en segundos. -¡EL ERA MI NIÑO, MI HERMANO! ¡NO TENIA QUE PAGAR POR LO QUE SOY!

-¡No! ¡No tenía que hacerlo! Pero sucedió, India, sucedió. Debes aceptarlo, él ya no está, y por mucho que te duela, ¡matar a alguien no te lo devolverá!

-¡CALLATE! ¡TU NO SABES NADA! ¡TU ERES TAN MENTIROSA COMO EL! ¡SIEMPRE OCULTANDOME TODO, PORQUE TENIAS MIEDO A LO QUE SOY! ¡A LO QUE PUEDO SER! NO TE ME ACERQUES HAWA, PORQUE TE JURO, TE JURO QUE ME COBRARÉ AQUELLA PUÑALADA...

-¡Tú me pediste que lo hiciera! ¿O te olvidaste de eso?

No quise escuchar más. Tan solo necesitaba ir hacia algún lugar en el que no pudiera lastimar a nadie. En el que estuviera segura, incluso de mi misma. Salté ágilmente hacia el entrepiso, y me escapé por la ventana, como había hecho en muchas ocasiones para practicar, solo que esta vez esperaba desaparecer.

Comencé a saltar por los techos de las casas, hasta que me di cuenta que del ímpetu que ponía, estaba rompiendo todas las tejas que pisaba, así que decidí hacer camino por tierra firme. Atravesé las calles como una bala, ahora que había despertado, mi cuerpo se comportaba aún más diferente. Corría aún más rápido y casi no sentía el cansancio. Casi.

Me detuve ante una plaza pequeña, donde recordé haber traído a Noah ocasionalmente. Las lágrimas empañaban mi vista, era como sentirlo allí. Como si se estuviera escondiendo de mi a modo de juego, y en cualquier momento saldría y me asustaría. Reiríamos los dos y continuaríamos jugando. 

Pero debía aceptar que él ya no estaba. Caí de rodillas ante tan aplastante verdad... Noah había muerto, aun cuando su cuerpo estaba desaparecido, yo misma había visto como Aydan le enterraba una daga en su pecho. De eso no tenía salvación. Y yo había sido demasiado lenta para salvarlo.

Golpeé fuertemente el piso, tanto que partí una loza y la rosticé un poco. El suelo se encontraba cubierto de pequeños lunares oscuros provocados por mi llanto. El aire no me alcanzaba y ¿para que lo quería? Si ya nada importaba...

Sentí que alguien me observaba fijamente. Fue una sensación poderosa, imposible de ignorar. Mire a mi alrededor, pero no había nada, más que un par de ojos animales, observándome desde unos arbustos. Me tensé por completo, esperando. Podría ser un demonio quizás. 

Aguardé, impaciente, hasta que esos ojos fueron conscientes de mi alerta. Y entonces aquel lobo blanco que me perseguía desde el pueblo hizo acto de presencia, caminando pasivamente hasta mí, hasta llegar a colocar su rostro frente al mío...

 No hizo más que quedarse allí, mirándome, como si pudiera leer mis pensamientos. Estaba helada de la impresión, no quería moverme por miedo a espantarlo, pero algo debía hacer. Ese animal me había estado siguiendo durante quien sabe cuánto, algo raro había en él. 

-¿Hola? -dije, y sonó como una pregunta. Me sentía realmente estúpida hablándole a un lobo, pero, ¿que se suponía que debía hacer?

El animal no respondió, claramente, pero pareció revolear los ojos, como si lo exasperara mi reacción. Pego la vuelta y se fue al trote. Instintivamente lo seguí, quería saber si me llevaba hacia algún lugar, pero entonces, Hawa apareció frente a mí, tumbándome por segunda vez en el día.

-¿Qué demonios haces? - le dije levantándome del suelo. -¿Acaso no merezco ni cinco minutos de soledad? ¿Y cómo es que siempre te metes en mi cabeza cuando lo único que ansío es que no me vean?

-Tienes las emociones por el cielo, es como leer un libro de niños. -me respondió secamente. -Y si, mereces tiempo a solas, pero en este estado, prefiero ignorar ese derecho.

-¿Es que acaso piensas que voy a perder el control y a destruir todo lo que esté a mi paso? -le pregunte mordazmente, ella notó a que me refería.

-Mira India, debemos hablar. Y por más que tú no quieras en este momento, debemos hacerlo. Así que sígueme, no me gusta estar a plena vista.

Comenzó a correr sin darme tiempo a responder. Suspire con frustración pero la seguí, mi curiosidad por el lobo ya se había esfumado por haberlo perdido de vista, así que decidí concentrarme en ella. 

Iba aún más rápido que yo, pero le seguí el ritmo, incluso cuando fue saltando de árbol en árbol, a distancias enormes, impensadas para un humano común y corriente.  Pensé que nunca se detendría, que me haría cruzar el estado inclusive, hasta que llegamos a la playa. Allí se detuvo cerca de la orilla y se quedó petrificada observando el horizonte.

-Bueno… ¿Y...? –pregunté impaciente.

-Mira, sé que estas muy enojada. Dolida y llena de rencor. Sé que te culpas, pero lo que paso ese día fue algo… que no estaba previsto. Imaginamos que irían contra tu familia, pero creímos que habíamos cubierto esa parte. No pensamos en una emboscada como la que ocurrió. Y menos aún que matarían a tu hermano. Y créeme, he pensado en él y en ti cada día, desde hace dos años. Sentí tu muerte dentro de mí, India, al punto que creí que una parte de mi había muerto contigo. Y ni siquiera pude sentirme tranquila por la muerte de Aydan, porque Winter sigue suelta por ahí, tramando quien sabe que cosas. Pero nunca intenté desquitarme con nadie, ni siquiera con Sean. No es el camino y lo único que lograrás será perderte a ti misma.

Me hablaba pero no me miraba. Estaba perdida en sus pensamientos, estaba más allá del momento. Y por primera vez desde que me convertí en guardiana, pude ver un reflejo de lo que habitaba en su memoria.

Allí estaba yo, me veía desde otro cuerpo, la primera vez que nos vimos, en mi casa. Le gritaba a Nichi con verdadero odio, nunca me había visto así. Luego me vi en el tejado, convertida por primera vez, la confusión estaba escrita en mi rostro. Y por último, vi sangre en las manos de Hawa, que se veían como las mías, y yo yacía en el suelo, agonizante. Un sentimiento de culpa y dolor atravesó mi semblante, era tan fuerte que me corto el aliento.

La observe mientras pequeñas gotas se acumulaban en mis ojos. No  tenía idea de lo fuerte que era el sentimiento que ella sentía hacia mí. Me quería tanto como yo amaba a Noah, era difícil de explicar y comprender, tan solo estaba allí, presente e inmaculado, un amor que nada borraría, ni el mismo tiempo, ni la misma muerte.

-Yo… yo… lo-lo siento, no tenía idea… -comencé a explicarme, pero no sabía que decir.

-Claro que no sabías, ¿Cómo ibas a saberlo? Si siempre nos cerramos a ti…

En ese momento el aire cambio, y a nosotras se unió Nichi, que probablemente sabia de lo que estábamos hablando a través de nuestros pensamientos.

-La que siempre estuvo segura que estabas viva fue ella, India. Nichi siempre te sintió, mientras yo… -continuo Hawa, y la vi afligida realmente por primera vez desde que la conocía.

Nichi la abrazó sin decir palabra alguna, se veían como hermanas de sangre, y quizás el lazo que las unía era aún más fuerte que el designio genético. Quizás aún más importante.

Me uní a su abrazo sin saber realmente por qué, solo encontré la necesidad de hacerlo. Si bien aún tenía espacio para mi ira, quería sentirlas conmigo, hacerles saber que para mí también eran importantes, ahora aún más, ya que podía comenzar a entender lo que nos unía. Estábamos atadas por lo que nos tocaba vivir, unidas por algo más fuerte que el destino mismo. Y ese amor casi calmaba mis heridas abiertas.

-Bueno muchachas, ahora tenemos trabajo que hacer. Debemos averiguar porque Winter puso tanto empeño en ocultar a India. –dijo Nichi, que disimuladamente seco una lagrima que caía silenciosa por su rostro.

-Creo que tengo una teoría, pero es un poco descabellada, se le ocurrió a Ayla. –contesté, un poco más tranquila. –Ella cree que Winter quería que me embarazara, para crear otra guardiana de fuego, hacer conmigo lo que hizo con mi madre, y así poder criarla a su semejanza. Si fuera así, el quid aquí es saber para qué necesita a una guardiana de fuego esta vez…

-¿Por qué cree que quería que te embaraces? –pregunto Hawa.

-Porque estaba bastante insistente con el tema cuando yo no tenía memoria. Por no decir que estaba medio psicótica.

-Eso es extraño… Tendríamos que hablar con Xian, ella es la que sabe de rituales y leyendas de guardianas. Quizás ella sepa para que otra cosa necesite de ti o de tu descendencia. –respondió Nichi.

-Debe estar con mi padre, así que podemos hablar todas juntas. –sugerí, estaba casi segura que mi padre la traería a mi casa nuevamente en el día de hoy. –Además, estoy ansiosa por verlas sin el traje, ja ja ja.

-Ni creas, nosotras hasta dormimos así. –me dijo Hawa. –No fuimos criadas como tú, tenemos ya nuestros largos años. No hemos vuelto a ser “comunes” desde la primera vez que nos convertimos, ¡creo que ya no recuerdo como se hacía! –bromeó.

-Está bien, iremos “de civil”, al menos para no asustar a tu padre. ¿A las siete está bien? –se aventuró Nichi.

-Claro, las veo allí.

Desaparecieron al mismo tiempo, por lo que emprendí mi regreso a casa. Estaba tan tranquila gracias a ellas que casi me olvidaba de Sean. Pero no quería pensar en él ahora, no mientras tuviera que estar cerca de mi padre, no quería lastimarlo gracias a los sentimientos que ese desgraciado me provocaba. No valía la pena, pues ya pensaría en alguna manera de vengar la muerte de Noah. Ni él ni Winter quedarían impunes.

Antes de entrar, me trepé al techo para volver a mi estado natural. Me vestí nuevamente y decidí hacer parte a todos de mi “regreso”. Tomé el teléfono y llame a la primera persona que merecía saber la noticia.

-¿Hola? –Contestó Ayla, sorprendida una vez más por el llamado.

-Tengo a Joe Black esperando en el DVD de la sala para que vengas a verla con Bastian. –Le dije, sabiendo que con esa simple frase ella descubriría todo.

-¡Enseguida v…! –comenzó a decir, pero se cortó cuando comprendió. –Espera un momento… ¡INDIA! ¡RECUPERASTE LA MEMORIA! –terminó entusiasmada.

-Sí y quiero verlos, los he extrañado demasiado.

-Ya lo llamo a Bastian, no te preocupes, en menos de un segundo estaremos allí contigo.

Con eso terminó la llamada y entonces volví a marcar. Ahora le tocaba a mi padre.

-Nena, ¿te encuentras bien? –pregunto preocupado a través del teléfono.

-Si papi, ¿es que acaso no puedo llamarte?

-Claro que puedes, solo que pensé… No  importa, no me hagas caso.

-Escucha, quiero saber si vendrás a cenar.

-Claro.

-¿Puedes traer a Xian?

-Supongo que no va a haber problema. ¿Hay algún motivo en particular?

-No, solo quiero hablar con ella. Oye, ¿quieres que te prepare ñoquis con salsa blanca, gratinados?

Hubo al menos un minuto de silencio. Y luego un sonido débil, casi ahogado, algo así como un sollozo.

-India… tú… mi niña…

-Si papa, recuerdo todo. Todos y cada uno de los abrazos que me diste, todas y cada una de las veces que me arropaste cuando tenía miedo… Todo, papito… -le interrumpí, también al borde de las lágrimas. Él había sido el que más había sufrido y ahora que era consciente de ello, completamente consciente, solo sentía culpa por haberlo hecho pasar por ello.

-Mi vida… pensé que nunca volverías a recordar… ¡Me haces muy feliz! ¡Es una excelente noticia!

-Lo se Papá, lo sé. Tenemos que hablar de algunas cosas, creo que es necesario. Te veo luego, ¿sí? Te amo.

-Yo más pequeña, yo aún más.

Una vez que colgué el teléfono me tumbé sobre el sofá. Había sido un día completamente estresante, aún no me reponía del todo del golpe que fue el haber recordado todo. Me sentía realmente cansada. Y me faltaba más, debía esperar a Ayla y Bastian y recuperar algo del tiempo perdido. Debíamos hablar de muchas cosas, necesitaba saber que había pasado con todo en mi ausencia. Ponerme al día.

Estaba a punto de levantarme para ir a refrescarme un poco cuando sentí que detrás de mí, el aire cambiaba levemente. Me di la vuelta, extrañada, pensando que aún no era momento de ver a mis hermanas. Pero a quien vi no tenía nada que ver ni con Nichi ni con Hawa. Si no una de las dos personas que más odiaba en este maldito mundo.

Winter.

-------------------------------------------------------------------

Bueno chicas, aca esta el capitulo entero, no se si va a ser de su agrado, creo que les puse lo mas importante en el adelanto :P Pero bueno, espero q a la mayoria les guste y ya saben, toda sugerencia es bienvenida.

Gracias por estar siempre presentes, por seguirme y leerme. Y gracias por tenerle este aprecio a India, que es quien me da vida.

Voten y comenten!

Continue Reading

You'll Also Like

76.4K 10.1K 63
˚→ ˚→ ˚→ Ann Taylor una joven mexicana de 22 años, llena de sueños viaja por primera vez a Italia, en medio de su recorrido en las ruinas antigu...
9.9K 1.9K 35
El reloj sigue corriendo para Devon. A falta de pruebas que lo guíen a Phillipe Raynaud, le pedirá ayuda al único sangbìbier que posee información so...
1.8M 16.5K 8
Cuando has sufrido demasiado, lo único que te queda por hacer es cerrarte y ser más frío para evitar volver a salir lastimado. Adam sabe acerca de...
832K 92.5K 12
Tercer libro en la trilogía Almas Perdidas.