[-Aries, Daemon está aquí, ten cuidado-
-...¿Qué?, ¿cómo es eso posible?-
-No lo sé, cuídate. Yo tengo que encontrar a Géminis-]
Los ojos del rubio estallaron en lágrimas, una vez más los esfuerzos de mover sus manos fueron en vano.
-Muérete- escupió, apretando los dientes mientras sentía como su interior se desgarraba ante la intromisión de ese condenado imbécil.
-Shhhhh- sus gritos de impotencias fueron acallados por un fogozo beso.
-S-suéltame im...bécil- se sentía ¿cohibido?, nada podía hacer contra un tipo que le sacaba dos cabezas y le triplicaba la fuerza. Se sentía horrible, el no poder hacer nada. El no ser lo suficiente -B-BAS... TA- dolía como el infierno -SUÉL..., P-POR FA... VOR-
El moreno le sostuvo la cadera con fuerza y volvió a penetrarlo sintiendo los temblores que el pequeño rubio daba y repitiendo la acción con frenesí, sintiendo como su apetito sexual se encendía.
-Gracias por prepararlo para mí, hazte a un lado- una voz ronca se interpuso en la acción, y los gritos de Géminis quedaron opacados. Sin duda no se oía prometedor.
El moreno fue arrastrado hacia atrás con violencia y frente a los ojos del pequeño rubio una silueta se delineó en la tenue iluminación rosada del lugar.
-Hola princesa, para cuando esta noche termine serás de mi propiedad- extendió sus manos y acarició el largo del torzo del geminiano quien tembló aterrorizado -Vaya, tu piel es suave. Y eres casi portátil- murmuró.
Se paró y soltó los brazos de Géminis, que habían estado atados a la cabecera de la cama. Luego se incorporó y lo tomó en brazos, sentándolo sobre él. El rubio sentía las mejillas empapadas y a pesar de la fortaleza mental que había desarrollado a lo largo de su vida, en ese momento estaba totalmente en pánico.
《Aris》
《Sagi》
《Torito》
《Cabrita》
Necesitaba que alguien lo ayudara.
[Capricornio había hechado a correr por la amplia avenida hacía varios minutos atrás, los destrozos se extendían por el ancho barrio, al parecer su antiguo grupo -la santa inquisición- se había encaprichado con el lugar.
Las luces se veían cada vez más cercana, y el hedor a muerto aumentaba con ello. Eso no era buena señal, un grupo asesino estaba en medio de una fiesta y tenía que sacar a Géminis de allí.
Frenó súbitamente al ver una enorme horca alzada de forma precaria pero allí estaba, un imponente mástil de tres metros con un muerto y una pila de cadáveres a su lado.
Capricornio se acercó con lentitud y el olor lo chocó un poco, ya hacia varias horas desde que habían dejado aquella diversión. Continuó caminando con lentitud, esperando una emboscada.
Su corazón estaba desbocado, aquello se sentía horrible.]
-Mnghh- Géminis clavó las uñas en la espalda de aquél extraño chico. Su cabeza estaba en otro lado, ni siquiera estaba seguro de qué diablos sucedía, pero se sentía bien.
-¿Asi que te disfrazaste de angelito?- la voz ronca volvió a despertarlo un poquito.
Géminis se separó de su cuello y sintió la saliva que le caía despacio por el labio inferior. Hizo un ademán de limpiarse, pero en su lugar dio un fuerte gemido.
-a-ahí, mmmh- curvó su columna y tiró si cabeza hacia atrás -Y y-yo, SOY... u-un án-gel-.
Demetrio sonrió ampliamente, el mocoso era interesante. Y lindo.
Se pasó una mano por el cabello rubio, y lo tiró hacia atrás, se paró y recostó al niño sobre el ededrón, le tomó las piernas y las colocó a ambos lados de su cadera, y allí duplicó el vaivén de sus movimientos.
Géminis lanzó un pequeño gritito y Demetrio sintió como el niño le apretó la virilidad con su interior. De inmediato las delgaditas piernas le rodearon la cintura tratando de profundizar el contacto.
Demetrio se movió de a poco hasta que Géminis volvió a relajarse pemitiendole volver a la cadencia de estocadas inicial. Se inclinó sobre el pálido cuerpo y comenzó a besarle el abdomen y a dejar pequeños mordiscos mientras dejaba un sendero hasta llegar a sus pezones, allí se detuvo durante unos segundos más y se dedicó a hacerlo gritar del placer.
-No, a-allí... mnggh, no...- Géminis estiró sus manitas y le tomó el cabello rubio blanquecino para tratar de evitar aquella sensación tan profunda.
[Capricornio se detuvo por un instante, y recuperó el aire mientras su cabeza procesaba de manera rápida todo aquello que sucedía. Una enorme multitud se deslizaba y saltaba al ritmo de una música satánica, provocada por un guitarrista que tenía la cara vendada.
Un chico de la multitud se acercó hasta su lugar de escondite -detrás del carro que llevaba armas- sin percatarse de la figura que repentinamente lo tomó.
-¿Jonhy?- murmuró Capricornio inmovilizando al tal Jonhy con su cuerpo. Le colocó una mano en el mentón y la otra en la parte superior de la cabeza para luego girarlo hacia la derecha.
CRACK.
Cuello quebrado.
Capricornio no reparó en siquiera hecharle una mirada de lástima y le arrebató la máscara al tiempo en que se quitaba el disfraz y lo intercambiaba por la ropa del chico. Tal vez conseguiría llevar a cabo su cometido sin mayores problemas.]
-M-me ve..n...go- susurró el pequeño rubio arañando los hombros del más alto.
-Mmh- el blanquecino lo miro con cara de haber hallado un tesoro, satisfecho -Yo igual- contestó llenando el interior del pequeño.
Géminis sintió que su mente comenzaba a aclararse y se quedó recostado, estático. Sintió las manos del ajeno recorrerle el cuerpo y luego alzarlo para acomodarlo en la cama.
-Descansa, angelito- murmuró sobre el oído del menor dando por sentado que el rubio estaría destrozado por haber tenido tanta acción.
"Con un cuerpo tan pequeño..." pensó mientras sonreía en burla recordando la cara de Capricornio "lo hice antes que ese imbécil".
Y se dirigió al baño. Necesitaba una ducha.
Géminis se incorporó como si una descarga eléctrica le hubiera dado fuerza.
"¿Quién mierda se cree que soy?" estaba un poquito ofendido ante la idea de que creyera que se cansaba rápido, tenía más resistencia que muchos, pero estaba infinitamente agradecido por ello.
Abrió la cajonera con sumo cuidado y silencio, buscando algo de ultilidad mientras se cubría con la remera que Demetrio había dejado allí, al menos le quedaba bien -su traje de angelito había sido desgrarrado por completo por culpa del Don Nadie que lo tuvo primero- y tanteó con detenimiento, hasta que halló aquello que quería.
Lo palpó varias veces, asegurándose de que fuera algo por lo que valiera la pena arriesgarse. Y lo era. Y sin cavilar por un segundo más, lo arrancó.
CRACK.
La puerta del baño se abrió diez segundos después, para cuando Géminis ya estaba recostado de vuelta.
-¿Angelito?- la voz de Demetrio se oía llena de desconfianza y con un borde de enojo.
-¿Mngh?, ¿sí?- agudizó y "aniñó" su voz lo más posible, haciendo que sonara cargada de inocencia.
[Capricornio subió la escalera, había matado a siete personas ya, y apenas entraba. Estaba perdido, pero tenía la sensación de que las habitaciones estaban en la parte superior del antro.
Tomó la perilla de la primera puerta y la abrió con violencia. Nada, pero había una cama, tenía que estar allí.]
-¿Qué fue ese ruido?- Demetrio le miro, al menos eso intuyó Géminis, quien estaba de espaldas a él.
-La cama crujió cuando me moví- contestó estirando la tela de la remera para que viese la razón de su agitación.
Demetrio no dijo palabra pero el signo de aire sintió el hundimiento del costado de la cama, se estaba acostando. Se volteó y se acercó a él, como si buscase calor, fue inmeditamente recibido con un rodeo de brazos.
"Calor necesitará tu vieja con celulitis" pensó el niño.
[Capricornio comenzó a actuar con cautela, su de otro modo su frenético actuar desencadenaría en una situación que prefería evitar. Apoyó la oreja sobre la puerta y luego de percatarse de que las personas de su interior roncaban abrió con cuidado.
No había nadie que le interesara allí.
Solo quedaban dos puertas en el extremo izquierdo.]
-¿Cuál es tu nombre angelito?- murmuró Demetrio mientras miraba el potencial del cuerpo en cuestión, muy prostituible, pero sobre todo: hermoso para torturar. Se vería hermoso todo bañado en su propia sangre mientras lloraba pidiendo misericordia o que parase.
-Ángel- contestó Géminis incorporándose y colocándose sobre el abdomen del mayor -El purgador- solo fue un milisegundo lo que tardó en sacar la estaca de madera e incrustarla -EL PUTO DEPURADOR MÁS BUSCADO POR TODOS LOS VENGADORES- la risa le salió de las entrañas, como de una profundidad imposible y se instaló en la habitación -¿CREÍSTE QUE IBAS A PODER HACER LO QUE SE TE DIERA LA REGALADA GANA?, SORPRESA CARIÑO-.
La puerta se abrió, al instante en el que Demetrio tomaba fuerzas para imtentar ahorcar a Géminis en un último acto desesperado por salvar su vida, la cual se estaba esfumando como el humo.
-Ni sueñes- una tercera voz se abrió camino.
-AAAAAAAHG- Demetrio gritó, sumido en dolor. Todos sus dedos habían sido cortados a la vez, el machete estaba bañado en sangre y Capricornio lo miraba con ira contenida.
-Date por muerto- fue todo lo que atinó a decir antes de alzar a Géminis e irse de allí.
-¡Hermano, espéra!, por favor, perdóname-.
1553 palabras.
Y ustedes estarán tipo: ¿qué verga? :v
AJAJAJAJAJAJA. CEREBRO YA PARA CON LOS DESVARÍOS. XD
Amo este capitulo, se consagra como mi favorito hasta el momento.
LO SÉ, HACE MUY POCO PUBLIQUÉ, y este capítulo iba a salir hasta dentro de unos días, pero me ha agarrado la loca y bue :p, como sea, tengo algo que... "comentaros".
¿ACASO SE NOTA MUCHO MI CAMBIO CONSTANTE DE ESPAÑOL A CASTELLANO?
¡LO SIENTO MUCHO!, NO LO PUEDO EVITAR.
Y un último aviso: ESTE LIBRO ESTÁ POR LLEGAR A SU FIN, AMORES; HACE YA UN AÑO DESDE QUE PUBLIQUÉ EL PRIMER CAPÍTULO.
KYAAAAAAAAAAAA~!!!!!!!!!!!!