Capitulo 10/2

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8:45 p.m.:

Once horas y quince minutos para que finalice la purga:

-¿Escuchaste eso?- Libra atrapó el brazo de Leo.

-¿Eres imbécil o lo practicas?- Leo se dio vuelta -Hace...-consultó a su reloj -Trece minutos que estamos corriendo. Claro que lo escuché- recordó ante todo que estaba hablando con su mejor amigo y no debía asesinarlo.

-Bien ya cálmate, es solo que estoy muy nervioso- sacudió su cabello violeta y torturó a sus pobres dedos con varios apretones fuertes.

El león miró con sumo cuidado, el pasillo parecía despejado, pero ir por las escaleras externas le daban una mayor seguridad, seguro que los purgeros estaban en las internas aguardando por víctimas desprevenidas. Fuera cual fuera su elección debía ser inmediata, estar en el armario del conserje tampoco era seguro.

...

8:32 p.m.:

Estaban tranquilos mirando aquella serie de la cual ninguno recordaba el nombre. Cuando se oyó.

El golpe fue estruendoso y los sobresaltó a ambos. Los gritos invadieron el pacífico lugar y ambos supieron que debían correr.

Dieron un salto de la cama y salieron con dirección al mueble donde el arma aguardaba, lamentablemente el plan se fue al carajo cuando su propia puerta comenzó a ser golpeada. En un ataque de nervios Libra atrapó a Leo y lo arrastró de nuevo a la habitación donde lo obligó a meterse por los conductos de ventilación.

...

Presente:

Y allí estaban, sucios, sin haber sido encontrados pero en peligro.

-¿Aún guardas la llave del departamento de la señora Muchmon?- interrogó Leo.

-Sí - Libra le había agarrado ternura a una pequeña ancianita del piso inferior; y la mujer le había dado una copia de las llaves de su hogar: "Nunca se sabe" solía repetir.

Se quitó el collar de hilo y se lo tendió al rubio, quien lo tomó y cuando estuvo listo salió al trote con Libra detrás.

La puerta se abrió y se cerró; respiraron tranquilos. Tal vez tendrían suerte y no habría razón alguna por la cual seguir corriendo; tal vez a partir de ese momento podrían salir tranquilos e ir hasta alguna iglesia, y ya.

Pobres almas en desgracia, ignorantes y crédulas se hallaban a merced de la muerte.

El golpe se escuchó fuerte, justo por encima de sus cabezas, estaban en su piso.

-¡No están!- la voz sonó sorda, el timbre era opacado por los bloques de hormigón que separaban un cuarto del otro, eso no impidió que se oyera amenazadora y dura.

-¿Cómo que no están?, ¿Quiénes no están?- Libra había perdido los estribos, estaba asustado. Había comenzado a darse pequeños pellizcos a los costados de las piernas mientras hiperventilaba con fuerza.

-Shhh, respira un poco más tranquilo. Tenemos que salir ya mismo de acá - murmuró Leo; y tal vez fue cosa del destino o algo parecido cuando vio por la ventana una figura que reconoció al instante -Es Acuario- murmuró -Libra, ya, vamos. Es Acuario, nos va ayudar-.

-¿Qué?, espera ¿qué?- el chico de cabello violeta comenzó a ser tironeado hacia la ventana -Espera, espera-.

-Shhh- Leo abrió el vidrio y asomó la mitad de su cuerpo, comprobando que las escaleras de emergencias estaban desiertas y en buen estado, o al menos el suficiente para soportar su peso -Ya- lentamente, sin hacer ruido alguno, paso una pierna y luego la otra, parándose sobre la superficie de metal con forma de rejilla triangular.

Libra miró a Leo a los ojos, transmitiéndole en un segundo su postura: Era una decisión demasiado impulsiva y arriesgada, pero iría. Y sin más imitó a su mejor amigo.

-Cuidado con las macetas- murmuró el rubio, advirtiendo que las viejas se habían encargado de invadir todo el camino de emergencia con obstáculos.

Libra asintió y se adelantó con ligereza, haciendo caso omiso a los potentes gritos que provenían del interior del edificio y enfocándose en salir de ahí.

Iban por el cuarto piso, y Acuario ya se habría alejado unas diez cuadras cuando una de las ventanas se abrió.

-¡AY ESCALERAS EXTERNAS!, ¡SALGAN Y BÚSQUENLOS MALDITA SEA!- la voz era cavernosa y se oía agitada.

-Mierda. Vamos Libra-.

Múltiples vidrios comenzaron a romperse mientras los pasos hacían temblar la débil e inestable estructura.

-¡ABAJO ALGO SE MUEVE!- esa fue la única alerta que los dos chicos necesitaron para dejar atrás la cautela y usar toda la adrenalina que habían juntado.

-¡SON ELLOS!-.

Y tal y como era de esperarse, la escalera comenzó a desmembrarse. Primero la barandilla y algún escalón luego fueron los pequeños trechos de piso hasta que comenzó a derrumbarse de manera peligrosa.

-LEO A LA VENTANA- una de las tantas casas permanecía totalmente desprovista de seguridad y tenía la ventana abierta de par en par.

Fue solo un segundo, en el que ambos signos entraron y en el que todo se cayó llevándose consigo a las tantas personas que los perseguían y buscaban.

-Vamos Leo, hay que seguir- le aferró la mano, pero el problema surgió cuando el león trató de incorporarse.

-¡Ay!- chilló con dolor, mientras tocaba su tobillo con una expresión arrugada.

-¿Qué?-.

Tenía un corte, parecía bastante superficial, pero eso no quería decir que la sangre no emanara de forma descontrolada.

-Mierda, voy por algo para cubrirte-






...

864 palabras.

Doce Horas Para Sobrevivir [Zodíaco] {Yaoi}Where stories live. Discover now