7:30 p.m.:
Once horas y media para que finalice la purga:
-Me aburro- el signo de los gemelos ya se encontraba haciendo puchero, mientras se colgaba del mayor.
-Ya, suéltame- murmuró Capricornio, dispuesto a golpear al enano rubio.
-Córtenla, ambos. Vinimos a matar, no ha pelearnos entre nosotros- Aries se interpuso, y comenzó a dar órdenes.
Órdenes que nadie acataría, porque Géminis continuó insistiendo, y la cabra lo golpeó.
Ya hacía media hora que se habían dedicado a internarse en los suburbios de la ciudad. Y ahora que se encontraban allí, el panorama se veían perfecto.
Como de costumbre, los pobres eran asesinados, torturados y violados. No tenían forma de protección alguna, exceptuando las iglesias, a las cuales -de todas formas- se podía entrar sin ningún problema.
Ya habían saqueado varias casas, y se habían desecho de, al menos, unas nueve familias.
-Ca-pri-cor-nio- el pequeño angel continuó exigiendo atención, aún sabiendo de que sería golpeado otra vez.
-Cállate maldita sea-.
-Es que..., quiero ir a la juguetería- infló sus mejillas y un potente puchero se adueño de su rostro pálido.
-¿Juguetería?, Géminis, ¿no es hora de que crezcas y dejes eso?- Aries se posicionó delante de él, y trató de sonar los más comprensivo y dulce posible.
Sabían que para el signo de aire era complicado ese tema.
Géminis aún recordaba con dolor la traumática escena donde contemplaba aquel asesinato dado de manera brutal.
-Bien, si no quieren ir conmigo, iré solo. No me busquen- las pequeñas alitas se movieron con brusquedad ante el dramatismo de sus gesticulaciones.
-Espera, Géminis- Capricornio lo detuvo -¿Qué juguetería?-.
-La interactiva número tres- respondió con calma, mirándo hacia atrás, y a los lados, asegurándose de que ningún "valeroso" lo atacara por la espalda.
-¿La del barrio privado?, ¿los estiraditos?- Aries lucía atónito, a pesar de que estaba claro, que cada año Géminis atacaba jugueterías más caras, jamás imaginó que terminarían en un barrio privado.
7:45 p.m.:
(Atención, la narración continúa refiriéndose a Aries en estos párrafos, no se me confundan)
Y menos uno como ese. Por la cabeza se le cruzó la miles de veces que había renegado con las ratas, los pequeños monoambientes a los que se había tenido que adaptar, incluso su apartamento actual; y luego veía esos enormes caserones, llenos de pasillos, habitaciones, probablemente con mucha comida, y seguro que sin ratas.
Aries bufó en silencio, debía dejar de pensar, por un segundo, en lo que tenía y lo que no. Terminaría por agobiarse.
Géminis conducía al grupo, seguramente se había aprendido el mapa de memoria, igual que otras tantas veces; caminaban en silencio por calles secundarias, donde las casas mantenían las luces apagadas. A los lejos se oía con fuerza el pesado eco de la música.
De la nada, el furor cesó. Y varios gritos desesperados inundaron el ambiente.
-Hey, vengan- Capricornio se alejó de la calle y se metió en uno de los patios internos.
Rápidamente los otros dos signos le siguieron.
-¿Qué pasa?- el más pequeño de todos parecía no entender la situación, o al menos, no darle importancia suficiente como para detenerse a perder tiempo.
KAMU SEDANG MEMBACA
Doce Horas Para Sobrevivir [Zodíaco] {Yaoi}
HororEn un país azotado por la delincuencia y el desempleo, el gobierno aprueba un periodo anual de doce horas, durante el cual todo delito es legal. Nuestros doce favoritos serán nuestros protagonistas. Si en una noche cada año, se pudiera hacer lo des...