Doce Horas Para Sobrevivir [Zodíaco] {Yaoi}

25 bis

[-Y-ya Tau-ro. T-tu primo..., tenemos que en-contrarlo antes de que suene la alarma- Cáncer le frenó antes de que continuara.

-¿Que sucederá con él?-

-Se desorienta si no hay alguien con él-]

Virgo sonrió y miro al castaño, ese hijo de puta no le molestaría más.

El chico solo hiperventilaba mientras sentía su vida irse. El pálido se acercó a su cuerpo y lo despojó de ropa.

-Amo los cadáveres- le comentó antes de que muriera.

Folló aquel triste cadáver una y otra vez hasta que se aburrió de él y continuó errando viendo como el cielo comenzaba a aclarar encima suyo.

[-Cangrejito, ¿dónde estás?, llámame cuando lo oigas- Piscis colgó y fortaleció el amarre que tenía de Dannyel. Miro el celular y marcó otro número -¿Virgo?, tu sabes curar heridas, ¿no?-

-...-

-Necesito que me ayudes, ¿dónde estás?-

-...-

-Bueno, voy para allá-.]

Virgo sonrió, un cadáver más iba a verle.

[-Virgo puede estar en cualquier lugar, tal vez ni siquiera está ya en esta casa- Cáncer llevaba una cuchilla y Tauro un palo.

-La puerta está abierta, se debe haber ido-.

-Hay un cadáver desnudo afuera, definitivamente él ya no está aquí-.]

Virgo caminó en círculos y se recostó sobre el asfalto, miro el cielo rosado y cerró los ojos, estaba muy exahusto, habían sido..., ¿diecinueve personas?

Sonrió, hacía tanto tiempo desde que no se descargaba, necesitaba una pareja. Rápido. Aunque le parecía algo innecesario. Total podía salir todos los años a hacer eso.

-¿O no?- murmuró en voz alta arrugándo la frente, algo le estaba haciendo ruido.

Un recuerdo golpeó su cabeza.

[-Cariño- la mujer le miro feliz -Que lindo regalo que le hiciste a mami- su vecina estaba tirada en el suelo, incosciente -La perra de Lidya no va a molestarnos más- la mujer le tomó el rostro y se lo acarició -Eres el mejor niño del mundo- tenía un tono exageradamente infantil y una sonrisa irreal, producto de la demencia.

La mujer entreabrió los ojos y gritó al ver lugar.

-Amor, hay que callar a Lydia. Si no mami va a tener que irse- la mujer le guiñó.

Un Virgo de doce años asintió, serio y se sentó al lado de Lidya, abriéndole la boca a la fuerza y colocando una pelota de ping pong al costado de su boca, impidiendo que la cerrase.

-Irgo, Irgo, ¡o lo agas!, ¡i eé!, ¡engo u eé!, ¡or faor Irgo!- la joven mujer lloraba desconsolada aunque pocos segundos después no pudo rogar más. Su lengua estaba sobre la mano de Virgo.

Lidya lloraba y trataba de moverse en vano, todo su cuerpo, exeptuando su estómago, pecho y cabeza había sido hundido en asfalto.

-¿Qué tienes para decir ahora de nosotros perra?, sé que dormiste con mi esposo. Y luego te burlaste de mi bebé con tus amigas. Ahora, vas a morirte- la mujer se sentó al lado de la menor y comenzó a abrir su pecho con un fino cuchillo de mango blanco y extrañas inscripciones.

Virgo miro el perfil de su madre, era pálida y de ojos verdes, cabello rubio y anoréxica. Pero, era hermosa, y él la amaba con toda su vida.

Entonces ambos dueños de la casa fueron sorprendidos por un llanto distinto del de Lydia.

-¿Un bebé?- murmuró la rubia -Mira, Virgo, tienes un hermanito, ¿no es hermoso?- la mujer sacó el pequeño cuerpecito del interior de su madre y lo cargó con cuidado.

Virgo volvió a mirarle, embelesado. Estaba cubierta de sangre y cargaba con una criatura. Sonreía y le miraba con amor.

Él también lo hizo y se juntó a ella para darle la bienvenida a su hermanito.

-Se llamará Tauro- murmuró la mujer.]

-Se llamará Tauro...- repitió Virgo y vio una figura que se acercaba.

Piscis se acercaba con un suave trote y frenó descolocado al ver a uno de sus mejores amigos mirarle de esa forma. Había perdido la cordura de vuelta.

-Se llamará Tauro...-.

[-¿¡CUÁNTAS PERSONAS ASESINÓ!?- Tauro había perdido color y a cada paso le costaba más moverse.

-Muchas, cállate y sigamos- Cáncer le tironeó.]

-Se llamará Tauro...- Virgo se acercó a Piscis dispuesto a atacarlo y le sonrió.

-Cálmate, Virgo. Tengo a un niño conmigo- el pecesito rogó que frenase.

La luz era más fuerte y la sombra comenzaba a extinguirse.

-Se... llamará... Tauro...-.

[-Irgo- el pequeño de dos años le miraba sonriente.

-Vv. Virgo- el mayor le alzó, la campana había sonado hacía varias horas y ambos permanecían encerrados en la casa -Soy Virgo. Y te estoy cuidando bebé-.]

Piscis volteó y salió corriendo a una de las intersecciones del barrio, tratando de ocultarse de él.

-Se llamará Tauro...-.

[-Cáncer, ¿qué haremos cuando le encontremos?-.

-No lo sé-.]

Piscis tomó un tubo de acero y trató de alejar a Virgo de él, apenas podía moverse.

-BASTA VIRGO- rogó.

-Se llamará Tauro...-

[Cinco años ya.

-Que los cumplas, feliz- aplaudió Virgo, mientras le acariciaba la cabeza a su hermano y cortaba el pastel. Era algo incómodo hacerlo en un armario, pero los disparos de la calle hacía llorar a Tauro.

-Te quiero Virgo-.

-Yo igual-.]

-Se llamará Tauro...-

-¿¡Virgo!?-.

El signo vírgen volteó y se encontró de frente con un castaño bronceado que le miraba aturdido al ver la escena de amenaza a Piscis.

-¿Se llamará Tauro?- murmuró -¡TAURO!- el pálido soltó el cuchillo y atrapó a su hermanito -¡Feliz cumpleaños!-.

-¿He?- Cáncer le miro sorprendido. Y Piscis igual.

[...]

-¡Les dejo dos segundos y ambos se acuéstan con menores!, ¿a ustedes les parece este comportamiento?- Virgo se cruzó de brazos.

-¡Dannyel me ató!- protestó Piscis.

-Que marica- rió Cáncer -Tauro me estaba calentando, él tiene la culpa-.

-¡Da igual, son adultos!- les reprochó Virgo.

-Tsk, da igual, ¿hora?-

-6:54-

955 palabras

Bien, este capítulo no es largo, porque es un bis un agregadito.

Ya, Dios. Déjame casarme con Virgo. ¿Alguien más está enamorado de este wey?, ojalá existieses men.

Emmm..., casi me olvido de que tenía que actualizar, estaba con que ya había terminado de subir todo el libro 😅

Y estaba preocupado escribiendo los primeros capitulos del próximo :'v pinche estúpido.

Gente~, nos vemos en...., ¿un día o dos?, para subir el último. Agárrense porque este viaje está por acabar ~ 💜