Capitulo 4

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6:30 p.m.:

Treinta minutos antes:

-Realmente no hay de qué preoc...parse, de ver...dad, relájate. Est...rás seguro, es m...ás, si... qui...eres voy pa...ra a...llá- la comunicación cada vez era peor.

-No, me niego a que salgas de tu casa, ya me las ingeniaré yo solo. Falta solo media hora para que la sirena suene-.

-¿D...e verd...ad?, ¿...Stas seg...uro?-.

-Sí, por favor no salgas. No me importa que estés cerca-.

-B...en, per...o si algo pas...a, av...isame-.

-No te preocupes serás la primera persona a la que llame-.

-Bi...en, adi......-.

Cortó la comunicación, ya casi no se oía nada.

Estaba sentado en el suelo de su habitación, ya había recorrido su casa y se había asegurado de que todas las trabas estuvieran puestas.

Suspiró profundo y acarició a "Toribio".

-Ay, no sé qué haría sin ti, ¿Cómo está mi lindo Toribio?-.

-¡Miau!- gruñó, mientras tiraba un zarpaso.

Al chico le acarició detrás de la oreja, no había bestia salvaje que se resistiera a eso.

-¡¡Waaaa!!, mira como caes dominado, pequeño gatito- se burló.

Toribio pareció entenderle, porque se levantó y se alejó moviendo su cola blanca con indiferencia.

-Valla, que carácter-.

Se levantó y sacudió su ropa, no porque estuviera sucio, sino por mera costumbre.

El espejo de cuerpo completo lo enfrentó, y le devolvió en reflejo. Se sonrió, se quería a sí mismo, no era por ego, era por amor a sí mismo: "Love Yourself" dicen.

Era alto, siempre había sido bastante alto, pero el ganar masa muscular y conservarla de manera correcta, hacía que diera la sensación de que era más alto. Al menos, eso sentía él. Su cabello castaño caía con cientos de ondas, tapándole un poco los ojos. 

Bum.

Era casi un ruido sordo, pero llamó su atención. Se dirigió a la puerta y antes de irse tomó un bate de béisbol, siempre lo tenía cerca. Más aún luego de aquella vez.

Miró con atención su casa, casi que se maldecía por haber apagado todas las luces, el ocaso había absorbido casi toda su casa en la casa, y el resto estaba en penumbras.

Por un segundo recordó cuando de pequeño se largaba a llorar por las noches, y su cuerpo tembló.

"No" pensó "Esto es estúpido, ya no puedo temerle a algo tan insignificante".

Continuó avanzando, mientras corroboraba por sexta vez las trabas.

Entonces la luz prendida proveniente del baño llamó su atención.

-¿Hola?- levantó el bate, listo para descargarlo en quien fuese.

Nada, solo el silencio respondió.

-Responde, HOLA- ya comenzaba a enfadarse.

Nada, excepto un pequeño ruido más. Entró con enfado allí, y dio varios golpes al aire. Para percatarse de que allí solo estaba Toribio, quien había empujado varias cosas.

Sabía que su personalidad cada tanto se retorcía (especialmente ese día del año :v), y lo estaba tratando de controlar, pero en ese momento, solo pudo sonrojarse al imaginar lo estúpido que se veía.

-Ay, Tori, me asustaste, gato tonto- alzó a la pequeña bolita de algodón y lo acarició, mientras apagaba la luz del cuarto y se iba a el living.

Se acercó a el imponente equipo de música y automáticamente Little Poor Me comenzó a sonar.

 (Espejo, espejo en la pared)

  Mirror, mirror on the wall

 (Me aseguraré de que te rompas y caigas)  

   I'll make sure you crack and fall    

 (Hice progresos,no me llames dulce Caos.)

  I made strides don't call me sweet Chaos   

(Me organice)  

  organizes me  

Y a pesar de que tratara, la mente de Piscis no paraba la cuenta regresiva para que sonara la sirena, realmente estaba nervioso. 

"Totalmente solo" era las únicas palabras que resonaban. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Nada pasaría, nunca nada pasaba, además, a su lado vivían personas muy adineradas, seguro que todos estaban muy bien protegidos y había seguridad a diez kilómetros a la redonda, o al menos de eso quería auto convencerse.

Toc. Toc. Se oyó en la puerta. 

Pegó un salto por el susto y se acercó a la puerta dudando si abrir o no.

"Estúpido, aun no tocó la sirena" se dijo.

-¿Si?-.

-Piscis, hola-.

-Oh, hola. ¿cómo estás?-.

-Bien, algo paranoico...- se notaba a kilómetros de distancia que el recién llegado se estaba tragando algo, por vergüenza o por miedo. Probablemente era por vergüenza.

Piscis lo miró tratando de advertir lo que le diría, hasta que lo encontró, el chico estaba haciendo las mismas muecas que él solía repetir una y otra vez.

-Acua, el que tengas un poco de miedo no te hace más débil, a veces está bien. Además, yo estoy aterrado, ¿quieres pasar la noche en mi casa?-.

Acuario alzó sus ojos avellanados y sonrió, tenía un fuerte sonrojo. Piscis sintió que la cara le ardía, jamás había visto a Acuario asustado, sin embargo, siempre hay una primera vez para todo.

-¡Gracias Piscis!, eres el mejor-.

Al final no estaría tan solo como había creído.

....

797 palabras.

Acuario con algo de miedo me pareció encantador \(≧▽≦)/

Doce Horas Para Sobrevivir [Zodíaco] {Yaoi}Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz