-Que aburrido- esas fueron las palabras que Draco usó para acercarse a Delilah en Historia de la Magia.
Draco tomó su silla y la puso al lado de ella, sin importarle que estaban a la mitad de la clase, pero tampoco es como que alguien estuviera prestando atención.
Justin y Susan estaban a su otro lado pero estaban demasiado ocupados en ver cuantos libros podían balancear en la cabeza de Hannah, la cual se había quedado dormida.
Delilah se sorprendió por su acercamiento, compartían varias clases, pero las únicas en las que verdaderamente se sentaban juntos y convivían era en Herbología y Defensa contra las artes oscuras, primordialmente porque los amigos de Delilah no tomaban esas clases con ella. Pero en las demás, Draco solía ignorarla o simplemente la saludaba al inicio de la clase.
-Que milagro tenerte por mis rumbos- dijo Delilah recibiéndolo
Draco hizo una sonrisa falsa y volteó a ver al profesor.
-Tú fuiste quien ahora quería que fuéramos los mejores amigos para siempre - le recordó, recargando su rostro en su mano
-¿Somos mejores amigos para siempre?- preguntó Delilah con una emoción exagerada- Me hubieras dicho, nos hubiera hecho unos brazaletes- le sonrió
-Todavía tienes tiempo- dijo Draco
-¡Sí somos amigos!- dijo esta vez verdaderamente sorprendida- Hasta sigues mis bromas, dentro de poco te tendré sonriendo y siendo amable con todos- aseguró con confianza.
Se quedaron un rato en silencio, intentando seguir la lectura del profesor, pero estaba hablando tan lentamente que les estaba costando demasiado trabajo.
-Está clase es tan aburrida- repitió él con un gruñido
- En realidad, la encuentro muy interesante - justificó Delilah, la cual estaba tomando notas, pero increíblemente lento, ya que así era como hablaba el profesor, el cual, o no notaba que casi toda la clase lo estaba ignorando, o simplemente no le importaba.
Draco la miró con una ceja levantada, como si no le creyera.
-Ya sabes, como no fui criada en este mundo, no sé mucho sobre él, es muy satisfactorio poder aprender sobre la magia - sonrió Delilah, Draco y ella voltearon a ver al profesor el cual había tumbado su libro y ahora procedía a levantarlo lentamente- Pero, apreciaría si el maestro no fuera tan...-
- Aburrido - Draco le sonrió diciendo: te lo dije
Ambos rieron por el comentario pero lo hicieron en voz baja.
Draco la volteó a ver mientras ella seguía tomando notas, le gustaba su risa, nunca se lo diría, por supuesto, jamás podría salir de su insoportable ego si le diera un cumplido. Se reía escandalosamente, aun cuando intentaba reír en voz baja, siempre resonaba en su pecho. Se le cerraban los ojos cada vez que sonreía y se le hacía un hoyuelo en su mejilla derecha.
Draco había notado eso.
¿Por qué había notado eso?
-Amm- dijo Draco sacudiendo su cabeza un poco para olvidar lo que estaba pensando- Si de verdad te interesa saber sobre los orígenes de la magia, yo podría contarte más - sugirió
Delilah lo observó con una mirada inquisitiva.
-Gracias por olvidar la plática profunda que tuvimos hace unas semanas- reclamó Draco- Te dije que me gustaba leer sobre la historia de la magia- le recordó- Si en verdad quieres aprender tanto sobre la historia de la magia, podría prestarte unos libros- dijo recordando la conversación anterior.
Delilah lo miró brevemente.
-¿Sí?- preguntó Delilah aun tomando notas
-Sí, en casa tengo cientos de libros sobre los orígenes de ella. Podría mandar lechuzas para que los trajeran - ofreció
Delilah conocía la reputación de Draco, incluso la había visto en acción. Un sangre pura, de padres mortífagos, de la casa Slytherin, "la casa mala", la casa de Voldemort.
Pero Delilah se rehusaba a creer lo que la gente decía, ella más que nadie odiaba los prejuicios, no quería basarse en lo que la gente decía sobre él, quería verlo por sí misma; sin embargo, Draco parecía otra persona con ella, alguien diferente a lo que todos decían.
Delilah no sabía si Draco estaba poniendo un acto, o si la gente se había adelantado a juzgarlo.
- ¿Harías eso por mí? - pregunto Delilah sorprendida
-¿Por mi mejor amiga del alma? Por supuesto- bromeo Draco y Delilah sonrió
-Pues lo apreció mucho- admitió Delilah- Cuando te esfuerzas, en verdad puedes ser amigable. Mira lo lindo que eres conmigo- reflexionó ella
-No me estoy esforzando contigo, no es como que es difícil quererte- se encogió de hombros, las palabras salieron sin que él se diera cuenta, y en el momento en el que lo hicieron, se arrepintió.
Delilah dejo de escribir ante tal declaración, sintió como su cara se enrojecía y volteó a ver a Draco para comprobar que acababa de decir eso.
- No me mires así - Draco se acobardó ante la mirada de ella y quería ocultar su cara enrojecida.
Delilah sonrió y se acercó a él, Draco inmediatamente se hizo para atrás.
-Me quieres- dijo Delilah en voz baja
-Cállate- contestó el molesto pero Delilah lo veía con admiración.
Draco soltó la respiración que no sabía que estaba conteniendo y sonrió con timidez. Delilah le sonrió con ternura, para ella Draco Malfoy no era un monstruo, era algo más, algo mejor, alguien mejor.
-Deja de mirarme así- insistió Draco, su cara ardía y se sentía cada vez más tímido.
-De acuerdo, de acuerdo- se burló Delilah y fijo su vista en su cuaderno.
La clase siguió a su ritmo, pero se sintió más ligera una vez que Delilah tuvo con quien hablar por el resto de ella. Terminó la lección y todos comenzaron a recolectar sus cosas con rapidez, desesperados por salir de ahí.
-Hey, Delilah- dijo Justin levantándose de su silla
-Hola chicos- sonrió- ¿Cuál fue el número de hoy?- preguntó observando a Hannah que se sobaba la cabeza después de que los libros cayeran en ella.
-Cuatro libros y 2 libretas- sonrió Susan y le extendió su libro a Delilah- Gracias por tu contribución- sonrió
Justin miró por arriba de Delilah y sonrió.
-Nosotros vamos a la Sala Común...- se quedó callado- Supongo que te vas a quedar- su tono era inquisitivo, pero su rostro decía: quédate con Draco.
Delilah volteó a ver atrás de ella y notó que Draco estaba hablando con Pansy, unos chicos que creía eran Crabbe y Goyle. Susan notó de lo que hablaban e interrumpió inmediatamente.
-O tal vez vas a ir con Harry- le sugirió ella con una sonrisa
Se quedó pensando unos segundos.
-Creo que...- pero se detuvo al notar que los compañeros de él se fueron sin Draco, y él se quedó en el marco de la puerta, esperando la respuesta de Delilah.
- Entonces ¿Hufflepuff, Gryffindor o Slytherin?- le preguntó Hannah aún malhumorada.
Delilah observo a sus amigos y luego a Draco y luego a la ventana, la cual daba vista hacia la torre de Gryffindor.
- Los veo después chicos - Delilah se despidió de sus amigos y con una sonrisa llegó al lado de Draco y él le sonrió, salieron juntos del aula.
- Creo que tenemos un ganador - Justin se burló de Susan y empezó a hacer sonidos como de una campana de victoria.
- ¡S S S S Slytherin! - gritó Hannah, ya que no había nadie más que ellos.
Justin y Hannah se dieron cinco y bailaban en forma de celebración.
Si bien Justin, Hannah y Susan eran la vida y mensajería de todo lo que ocurría en Hogwarts, su nueva amiga parecía ser el único enigma que no podían responder. Sabían que ocurría algo con dos de los chicos más populares de la escuela, más negaba cualquier rumor que daba vueltas al rededor de ellos y sus amigos no estaban seguros de cuál era la verdad de sus sentimientos, pero por su puesto, tenían sus ofertas.
-¡Oh, vamos!- se quejó Susan- Eso no significa nada, Delilah pasa tiempo con muchas personas- insistió
-Lo sabemos, el asunto no es si Delilah pasa tiempo con él, el hecho es que Malfoy es quien quiere pasar tiempo con ella- recalcó Hannah
-Yo creo que va a terminar con Draco- dijo Justin
-Para nada, con Harry- dijo Susan
-Draco- dijo Hannah
-Harry- dijo Susan
-Draco- Justin
-Harry-
-Draco-
-Exacto, Draco es muy amargado y detesta a todos, pero sigue buscando a Delilah, es la típica historia del chico solitario que se enamora de la chica amable y social- señaló Justin
-Okay, pero- lo detuvo Susan- Harry y ella se conocen desde siempre, no hay nada más lindo que mejores amigos que se terminan enamorando- dijo con insistencia
Justin abrió la boca para agregar algo pero se detuvo al escuchar a Susan. Negó con la cabeza y sonrió con ternura.
Susan tragó saliva y se puso increíblemente roja.
-Me dan asco- dijo Hannah rompiendo el silencio- ¿Y por qué no quieres que esté con Draco?- le preguntó Hannah- Creí que te agradaba, nos agrada Draco-
-Sí me agrada- dijo Susan- Pero también me agrada Harry, es un gran chico y, no lo sé, siempre la mira tan lindo- suspiro- ¿Por qué ustedes no quieren que esté con Harry?- los interrogo
-No es que no queramos- dijo Hannah- Sólo que Draco es mi amigo, jugamos Quidditch juntos, me cae bien, creo que Delilah sería buena para él- explico
-Algo parecido aquí- dijo Justin- Me llevo más con Draco, es gracioso y jamás lo había visto tan ¿suave?- preguntó- Cuando está con Delilah se ve tan diferente- dijo- Creo que terminará con Draco- sonrió
- Harry - contestó Susan
- Draco- respondió Justin
- Harry -
- ¡Draco! -
- ¡Harry! -
- ¿Si? - los tres chicos voltearon un poco asustados a la puerta, que era de donde provenía la voz.
- Oh, Harry - Susan volteo a ver a sus amigos sin estar muy segura de que hacer.
- Estábamos buscando a Delilah - corto Ron el silencio que se había creado.
- Se fue - respondió Susan inmediatamente
- Con Draco - contestaron al unísono Justin y Hannah
La cara de Harry denotaba enojo y decepción, miró a Hermione y Ron con una mueca, pero sólo dio las gracias y se fue con ellos a su lado, reconfortándolo. Esperaré unos segundos después de que se fueron para seguir con su pelea.
- ¡Draco! - gritó Hannah mientras le daba un golpe a Susan en el hombro
- ¡Ouch! ¡Harry! - y con aún más fuerza le devolvió el golpe a Justin
- ¡Yo no te hice nada! - dijo Justin indignado
Y los tres salieron del salón aún gritándose.
-¿Entonces... vas a ir al viaje de Hogsmade?- le preguntó Draco.
Caminaban por los pasillos de la escuela, Draco estaba intentando seguirle el paso a Delilah, había cierta energía y emoción en su caminar, por lo cual aunque Draco tuviera piernas más largas, le estaba costando seguir su ritmo.
-No, creo que no- dijo Delilah con una mueca
-¿Por qué?- le preguntó él con curiosidad
Delilah se encogió de hombros.
-Obviamente, quiero ir, pero...- pensó en Harry- No lo sé- terminó
-¿No iras con tus amigos?- se encorvó un poco intentando encontrar el rostro de Delilah por lo cual ella rio.
-No sé exactamente de quien hablas- dijo Delilah extrañada
-Oh claro, es que eres Delilah Jolet y tienes demasiados amigos- el tono de Draco era sarcástico y juguetón pero notó como los hombros de Delilah cayeron ante el comentario- Era broma- dijo inmediatamente, por eso no le gustaba bromear con la gente.
Draco la miro con curiosidad y confusión, como su humor podía cambiar tan drásticamente, haciendo que sus facciones cambiarán el tono del lugar en el que estaban por completo.
-Está bien- dijo Delilah- Sólo, no sé- negó con la cabeza- Suena tan raro eso- admitió
Draco la miró confundido.
-¿Él que tú tenga amigos?- le preguntó- Me cuesta creer que eso sea extraño, eres como una brillante bola de luz- dijo con asco y Delilah sonrió.
-Jamás había tenido muchos amigos- explicó- Cuando iba a una escuela muggle, sí, mucha gente se juntaba conmigo pero, no por mí- aseguró- Sino por mis padrastros- río con amargura- Creían que era lo suficientemente tonta para no enterarme de que sus "papis" los mandaban a juntarse con la hija de los Jolet- mímico una voz aguda, burlándose de los comentarios, pero se podía notar que si le molestaban- Yo sabía que no eran mis amigos, pero, al mismo tiempo, no tenía a nadie más- suspiro.
-Bueno...-Draco no era bueno consolando a la gente y él más que nadie lo sabía- Eso era antes, ahora tienes a Potter y los otros dos y, por supuesto tienes a tus compañeros de Hufflepuff- intento animarla pero su comentario logro lo contrario.
-Es más complicado que eso- insistió Delilah
Draco la tomó del brazo y la detuvo de seguir caminando, a Delilah le sorprendió su contacto.
-Me gusta lo complicado- dijo él- Explícame- le pidió
Delilah suspiro y se dejó convencer por sus palabras, caminaron hacía una banca de piedra que daba hacia el exterior de la escuela.
-Harry es mi mejor amigo- fue lo primero que dijo- Fue mi primer amigo, es mi familia- dijo con una sonrisa- Pero las cosas ya no son las mismas. Él creó una vida aquí, con nuevas personas, nuevos amigos y nueva familia- explicó- Apreció que intenté incluirme en todo lo que hace, pero Hermione, Ron y él tuvieron sus propias aventuras, yo no puedo competir con eso y, siento, como si estuviera invadiendo su dinámica- admitió
-Me pasa algo similar con Susan, Hannah y Justin, se conocen desde el primer año y son muy lindos, me encanta estar con ellos, pero- negó con la cabeza- Me hubiera encantado tener la oportunidad de crear mis amistades de cero ¿Sabes?- le preguntó- No quiero ser una adhesión, un comodín o "la chica nueva del grupo que ya existía antes"- insistió- No lo sé, quería, tener la oportunidad de crear mi propio grupo desde cero, conocer a alguien, conocernos verdaderamente-tragaba saliva con una pesadez amarga y fría, quería dejar de hablar pero le era imposible, jamás le había dicho esto a nadie y sus palabras salían sin su permiso.
-Sé que sueno como una malagradecida, porque, no estoy sola, estoy rodeada de gente pero...-su cuerpo tembló, esto era algo que ella ya sabía, pero admitirlo en voz alta, eso le daba miedo- No puedo evitar sentirme sola- susurró
Se arrepintió de todo lo que había dicho, no porque no fuera real, sino porque sabía que no debía haberlo dicho, aparte, se lo había dicho a Draco.
Draco, aquel chico que acababa de conocer semanas atrás, pero en alguna forma, se sentía cómoda a su alrededor. Lo observó ligeramente temiendo de lo que él pudiera decirle.
Draco la miraba de una forma que ella no podía comprender, no era enojo, ni lástima, ni una mirada de desaprobación... era más... cálida.
-Me esfuerzo en todas mis clases, soy buena con todo el mundo, en verdad estoy intentando que esto funcione- continuó hablando, poniéndose más nerviosa cada vez- pero, siento que las cosas eran más fáciles antes de que viniera aquí. Y sé que llevo relativamente poco tiempo...-
-Delilah- la detuvo él, poniendo una mano en su rodilla- Está bien, no debes porque darme explicaciones- le sonrió- Más porque, entiendo lo que intentas decirme- asintió-Creo que, entre nosotros, entendemos lo que es querer pertenecer a un lugar que parece que no quiere que seamos parte de él- suspiró
Estaba vez Delilah fue la que lo miró con calidez.
-Mi padre me hablaba constantemente de Hogwarts pero, de una manera no agradable, fue mi madre la que creó esta inmensa necesidad de asistir- sonrió- Me contó sobre la selección de casas y las clases, la sala común, los maestros, el gran comedor y, sonaba como todo lo que siempre quise- suspiro, volteó a ver a Delilah, como si supiera que ella lo entendía- Irme lejos de casa, a un lugar donde no tuviera que llenar las expectativas de nadie-agregó
-Pero, llegue aquí, y, aunque lo intenté- tragó saliva con pesadez, Delilah entendió que se refería a Harry- Los hijos de los amigos de mis padres estaban aquí, e inmediatamente todos supieron quien era yo, y, me sentí traicionado. Se supone que era mi momento de decidir quien era yo y mi apellido me lo arrebato. Desde entonces- se detuvo a observar a los alumnos pasar-Es como si la magia de este lugar si hubiera ido- susurro
Draco volteo a ver a Delilah la cual había dejado de hablar y se incomodó al notar que ello lo veía como si quisiera entender lo que estaba pasando
-¿Por qué me miras así- pregunto Draco empezando a ponerse la cara roja.
Delilah estaba sonrojada, no podía entender como este chico que estaba sentado al lado de ella era el mismo chico que Harry odiaba, el mismo chico que todos hablaban tan mal de, creía que estaba loca o al contrario, creía que todos los demás estaban locos por haber juzgado a este chico tan rápido. Sentía un calor en su pecho, algo que no había sentido, y era porque nadie la había comprendido, nadie nunca la había entendido, y aquí estaba Draco, haciéndola sentirse más en casa que nunca.
-Estás empezando a asustarme- dijo Draco preocupado
-Draco- dijo Delilah-¿Te gustaría ir a Hogsmade conmigo?-pregunto
Draco la observo por unos segundos con sorpresa, pero finalmente y con una sonrisa contestó:
-Me encantaría-