4

12.9K 1.2K 562
                                    

La buena noticia: Harry no estaba expulsado

La mala: Un asesino estaba suelto y muy probablemente lo quería matar.

Pero al menos no fue expulsado.

Llegaron al Callejón Diaggon ya muy entrada la noche y fue casi inmediata a su llegada que fueron recibidos por Cornelius Fudge y tras calmar al chico que su futuro en la escuela no estaba en peligro, se les explicó brevemente que debían tener cuidado, ya que había un mago que había escapado de Azkaban y era muy peligroso.

Harry podía regresar con sus tíos muggles, puesto que todo recuerdo del incidente sería borrado para los no mágicos, pero ya no había nada que valiera la pena allá, cuando balanceaba sus opciones, podía regresar con sus tíos y primo o quedarse en el hostal con Delilah, algunas semanas antes del inicio de clases; y la respuesta era muy obvia.


-Te reto- dijo Delilah de nuevo- Te reto- insistió

-El hecho de que me retes no quiere decir que lo voy a hacer- negó Harry con la cabeza- Ya no soy tan susceptible Del- se burló

Delilah se le quedó viendo, sin decir nada y muy lentamente, le acercó la caja de golosinas.

-Te reto- repitió en un susurro y Harry estalló de risa.

-Okay, okay- dijo quitándole la caja de grageas de todos los sabores y se metió un puñado de ellas en la boca, estuvo masticando por unos segundos, el sabor no era agradable, pero tampoco era terrible, pero eso no duró mucho- ¡Mala idea!- dijo tomando el bote de basura y escupiendo los contenidos del dulce

Delilah se carcajeaba en la cama.

Aquellos últimos días habían sido un aire nuevo para Harry, Delilah llevaba ya varios meses viviendo por su cuenta en el mundo mágico, encajaba perfectamente y Harry no sabía como jamás llegó a pensar que una persona así de excéntrica obviamente sería una bruja.

Y así, como un día habían sido separados, otro habían vuelto a encontrarse. Si bien no eran los mismos niños que se conocieron una noche, la conexión que habían desarrollado había permanecido y parecía que el tiempo alejado solo los había unido más.

Delilah seguía riendo, tanto que empezaron a salir lágrimas de sus ojos y Harry la pateó en la espalda, haciéndola caer al piso.

Delilah se levantó enseguida y levantó la mano en un puño para regresar el golpe.

-¡En la cara no, tengo los lentes!- pidió Harry con rapidez

Delilah se encogió de hombros y le quitó sus lentes para poder golpearlo, pero se detuvo al observarlos en su mano.

-¿Solo tienes esto de aumento?- preguntó Delilah, sorprendida, se los puso en el rostro y dio vueltas con la cabeza para observar el panorama.

-¿Crees que es poco? Yo no veo sin ellos- se burló, Delilah se los quitó y se los puso a Harry en el rostro-¿Qué le pasó a tus lentes?- preguntó él

-Ahora uso lentes de contacto- dijo acercándose más a él para que pudiera verlos en sus ojos, pero Harry se distrajo contando las pecas de sus mejillas. Delilah se apartó- Pero aún tengo los lentes, siempre los cargo conmigo- se levantó de la cama, abrió el buró de la izquierda, y sacó sus lentes redondos y gruesos, se quedó viéndolos un rato.

-Tiene mucho que no los utilizo- susurro, regresando a la cama, como si se acabara de dar cuenta de ello.

-¿Puedo?- le preguntó tomando los lentes de su mano y con mucho cuidado los puso en el rostro de Delilah.

Delilah Jolet- 1 (Harry Potter & Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora