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-¡Auch!- exclamó un chico agachándose con dolor después de que Delilah pasará encima de su pie.

Camino con tanta prisa que olvido por completo la bolsa en donde estaban sus libros, pero en esos momentos, apenas si le importaba. Sentía su corazón rebotar en sus oídos, el único otro sonido presente para ella era su respiración entrecortada, a un ritmo que no le permitía concentrarse.

Estaba mareada y caminaba con pesadez aún con la velocidad a la que iba, choco varias veces con diferentes personas que apenas si lograba ver entre sus pupilas.

-¡Hey!- le reclamo alguien mientras ella seguía avanzando

Todos la habían visto, vieron como no pudo moverse ni hacer nada, vieron como no pudo defenderse, todos lo habían visto...

Se dio cuenta de que tenía que detenerse antes de que arrollará a la mitad de la escuela, a ese punto, no sabía ni donde estaba y tampoco le importaba. Recargo su espalda en una pared, estaba fría y le dio escalofríos, eso la ayudo a centrar su mente un poco.

Cerró sus ojos, quería concentrarse en el ritmo de su respiración, eso siempre le ayudaba, sus manos las hizo puños y supo en ese momento que la haría sentir mejor: Harry.

Harry siempre lograba calmarla cuando tenía un ataque, tomaba su mano y le hablaba con calma, le ayudaba a hacer ejercicios de respiración y siempre después la abrazaba y le aseguraba que todo estaba bien.

-¿Estás bien?- preguntó una chica acercándose a ella

Delilah quiso contestarle pero cuando abrió los ojos notó que había varias personas rodeándola, volvió a sentirse abrumada, quería que todos se fueran.

-¿Deberíamos llamar a Madame Pompfrey?- preguntó alguien

Delilah se tapó el rostro con desesperación y se deslizó en la pared para sentarse en el piso. Todos la estaban viendo, pero no podía hablar, no podía decirles que se fueran, que la dejaran, que llamarán a Harry...

-Largo- dijo una voz- ¡Largo, váyanse!- dijo empezando a empujar a la gente fuera del camino.

Delilah no quiso levantar la mirada, seguía intentando controlar su respiración para prestar atención a lo que pasaba alrededor de ella.

-Malfoy, estamos intentando ayudar- dijo alguien molesto

-No pregunte, Finnigan- contestó Draco con veneno- Fuera de aquí, ya, largo- insistió aún en contra de los reclamos de los demás, pero poco a poco todos fueron dejando la escena atrás.

Delilah estaba temblando en el piso y Draco la observó unos segundos, sin saber necesariamente que hacer. Finalmente, ella sintió como alguien se acomodaba a su lado, se dio una idea de quien era pero ni siquiera tenía fuerzas para empezar una pelea.

Draco comenzó a crear un ritmo con sus dedos, golpeándolos contra el piso.

-Soy hijo único- le dijo Draco después de unos minutos

Delilah seguía con su cabeza entre sus rodillas, apenas entiendo lo que le dijo.

-¿Qué?- preguntó en un suspiro

-Soy hijo único- repitió él- Mi padre se llama Lucius y mi madre Narcissa. Mi segundo nombre es Lucius en realidad, pero no me llames así, nadie lo hace- continuó su discurso ignorando el estado de Delilah, pero aun golpeando sus dedos contra el piso.

-Estoy en el equipo de Quidditch de mi casa, me gusta, es divertido- admitió- Me gusta leer, es lo que más hago cuando estoy en mi casa-

Delilah se sorprendió al escucharlo detenerse y levantó su cabeza para observarlo.

-¿Qué te gusta leer?- le preguntó en una exhalada de aire

Se encogió de hombros.

-Lo que sea, pero me gustan los libros de historia- le contestó- Me hace sentir que puedo entender por qué estamos en el mundo que vivimos ahora- la miró

Delilah se quedó viendo sus ojos grises claros.

-¿A ti te gusta leer?- le preguntó él, serio

Delilah asintió con la cabeza.

-Mi libro favorito es "Historia de la magia oscura y su efecto en el mundo mágico"- siguió hablando- No es mucha sorpresa que los libros de magia negra sean los que más hay en mi casa- dijo con una falsa sonrisa

-¿Por qué me cuentas esto?- le preguntó ella.

Draco la volteó a ver.

-Querías conocerme- le recordó Draco- Te veías en muy mal estado, supuse que una distracción sería bueno- levantando sus dedos en el aire-Sincronizaste tu respiración a mi ritmo- le dijo

Delilah miró sus dedos y fue así que se dio cuenta de que era verdad, estaba respirando ya con tranquilidad, al igual que el pensamiento de Draco leyendo libros en la comodidad de su cuarto era lo único que tenía en la mente ahora.

-Gracias- dijo Delilah cuando se sintió mejor-Gracias- repitió, ocultando su mirada.

Draco tan sólo asintió con su cabeza, limpió sus manos en sus pantalones y se levantó del piso. Extendió su mano hacía ella, la que no estaba lastimada.

Delilah lo miró con escepticismo, pero finalmente la tomo con su brazo sano y se levantó del piso aún sosteniendo su mano. Con su otro brazo, Draco le entregó su bolsa que dejo en el salón del profesor Lupin.

-Gracias- dijo ella de nuevo, con pena, tomando la bolsa. Se limpió las lágrimas de sus mejillas.

-Debo dejar de ser tan amable contigo- dijo Draco- La gente se hará una idea errónea de mí- dijo con una sonrisa y soltó su mano finalmente.

-No, creo que se eran una idea de como eres verdaderamente- contestó Delilah colgándose su bolsa.

Él siguió sonriendo pero negó con la cabeza.

-Nada ha cambiado desde ayer Jolet- le contestó- Sigues sin conocerme- le recordó

-En eso estoy- le aseguró ella y Draco intentó ocultar la pequeña sonrisa de su rostro.

Draco suspiró y observó los pasillos, muchos caminaban hacia el siguiente periodo, lo cual quería decir que tenía una clase a la que asistir.

-Herbología- dijo Draco

Delilah checó su horario y le sonrió.

-Herbología también- le mostró- Parece que no puedes deshacerte de mí- bromeó y Draco volteó los ojos, pero aun así sonrió. 

Delilah Jolet- 1 (Harry Potter & Draco Malfoy)Where stories live. Discover now