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La mejor forma de impresionar a un maestro en tu primer día es llegando temprano. Delilah llegó tarde.

Su siguiente clase era Transfiguraciones, y tomando en cuenta que estaba al otro lado del aula de Adivinación, llegaron tarde con la maestra McGonagall.

-Potter, Jolet- dijo en cuanto los vio entrar por la puerta- Llegaron 20 minutos tarde- les reclamó

-Una disculpa maestra, fue mi culpa, nos perdimos- mintió Delilah con una sonrisa.

-Esa excusa sería válida si sólo hubiera sido usted, al ser nueva, entiendo que pueda perderse- sin embargo, centró su mirada en Harry- Pero usted, joven Potter, es su tercer año aquí- le recordó.

-En mi defensa- dijo Harry- Las escaleras se mueven, aún me pierdo cuando quiero ir al baño- comentó

-Sólo siéntense- dijo la maestra regresando a su escritorio y ellos siguieron la orden. Cada quien sentándose con los de su casa.

-¿Cómo estás?- pregunto Susan en voz baja cuando Delilah tomo el asiento a su lado- Harry nos dijo que te sentías mal- hizo una mueca.

-Mucho mejor- le sonrió- Creo que fue tomar tanta infusión de té- bromeó y Susan sonrió.

Delilah volteó, buscando a Harry con la mirada y no se sorprendió al notar que él ya la estaba mirando. Se observaron por unos segundos, ella sonrió a medias y él también, finalmente, apartaron la mirada.

Ella confiaba en Harry, no había alguien en quien confiera más, pondría la mano sobre el fuego por él, pero acababa de compartirle algo increíblemente personal, algo que la hacía lucir como una persona desquiciada y temía que eso pudiera modificarla la manera en la que él la veía. Le dolería perderlo por algo que no podía controlar.

La clase surgió sin ningún tipo de incidente, lo cual fue bueno considerando el desastre de la anterior, pero Delilah se la pasó observando a Harry intentando encontrar una seña de que algo estuviera mal. Finalmente, la clase acabo y Delilah se levantó rápidamente para acercarse a Harry y él la miró con ternura.

-Hola ¿Podemos hablar?- le pregunto en un susurro pero la interrumpieron

-Srta. Jolet- la llamó Minerva- ¿Puedo hablar con usted un momento?- le pidió. Harry y Delilah se miraron confundidos pero finalmente él le sonrió y salió con el resto de los alumnos del aula.

-En serio lamento haber llegado tarde- se disculpó Delilah de nuevo.

-Intente no hacerlo de nuevo, pero no la llamé por eso- aseguró, se sentó en la silla detrás de su escritorio y Delilah tomó asiento en frente- No está en problemas, sólo quería hablar un poco con usted- la reconforto.

Delilah se tranquilizó al escuchar eso y puso su mejor sonrisa.

-Sé que no ha de ser fácil hacer el cambio que usted hizo y estamos al pendiente de la situación de sus padres- le comentó- Sabemos que está aquí sin el apoyo de ellos y, no ha de ser fácil no tener un apoyo familiar- dijo con delicadeza- Por eso, si necesita ayuda en lo que sea, puede pedir asistencia- le aseguró con calidez- Aun así, el director Dumbledore quiere hablar con usted- le comento

-Oh- dijo Delilah comenzando a preocuparse de nuevo

-No es nada malo, sólo quiere lo mismo que todos, asegurarnos que esté bien- insistió

-Pero... estoy bien- dijo Delilah con una sonrisa

-Lo sabemos, pero es para asegurarnos- comentó- Antes que vaya a su oficina ¿Cree que me podría hacer un favor?- dijo sacando algo de su escritorio, dudo en entregárselo pero al final tomo una decisión- ¿Conoce al profesor Snape?- le preguntó sin verla

Delilah Jolet- 1 (Harry Potter & Draco Malfoy)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu