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-Voy a romperles la nariz a esos ineptos- dijo Delilah entre dientes mientras caminaban debajo de la capa de invisibilidad.

Harry no agregó nada, aunque estaba de acuerdo con lo que ella acababa de decir. Si bien creían que podían confiar en que Malfoy no fuera a decir nada, sentían que dejar que Harry permaneciera afuera más tiempo tan sólo era tentar el destino sobre su escapada a Hogsmeade, sin mencionar que no estaban muy seguros sobre la lealtad de los otros dos Slytherin.

-No fue una buena idea- dijo Delilah de repente y Harry la observó confundido.

-Eventualmente, nos íbamos a encontrar a los Slytherin- dijo Harry restándole importancia.

-No, Harry- ella lo detuvo del hombro y lo apartó a una de las calles no tan concurridas del lugar- Ha habido dos avistamientos de Sirius Black en la escuela y salimos sin permiso, ningún maestro sabe donde estás, si pasará algo aquí, nadie podría ayudarnos- dijo entrando en cuenta de lo ridículamente peligroso esto había sido.

-Estoy bien, Del- la reconfortó- Si algo pasará, tengo la capa y tengo el mapa para tomar cualquier pasadizo- dijo intentando evadir su mirada.

Pero sentía la desaprobación de Delilah, ella lo conocía a la perfección para saber que estaba mintiendo. Harry no había tomado bien el descubrir el verdadero delito de Sirius Black, porque no sólo había asesinado muggles, sino que había traicionado a Lily y James Potter, resultando en su muerte.

Harry ya no le tenía miedo al asesino, al contrario, esperaba encontrárselo, porque así podría hacer algo respecto, vengar a sus padres; Delilah sabía perfectamente que si Sirius Black lo atacará, Harry no huiría, él pelearía.

-Sólo creo que estamos tomando riesgos innecesarios- terminó ella y con esa oración siguió caminando hacia la tienda de dulces para regresar al pasadizo que dirigía a Hogwarts.

Continuaron caminando en silencio, manos entrelazadas, eso les ayudaba a mantenerse lo suficientemente cerca para caber en la capa de invisibilidad, agregando el hecho que les gustaba estar tomados de la mano. Aunque Delilah tenía permiso para ir a Hogsmeade, todos los alumnos que quisieran ir debían anotarse en una lista, esto para asegurarse de que estudiantes debían cuidar estando fuera del castillo, pero como Delilah había insistido en salir con Harry con la capa, técnicamente también estaba infringiendo las reglas.

Se quitaron la capa y salieron de la estatua con cuidado, pero cuando esta logró cerrarse detrás de ellos, notaron a la persona que se acercaba a ellos con pesadez.

-¿Qué creen que están haciendo?- preguntó Snape viéndolos hacia abajo

Delilah se tensó por completo y cerró los ojos con preocupación.

-Oh, estamos tomándonos de la mano- dijo Harry mostrándole sus manos entrelazadas, intentando lucir incrédulo, pero eso no ayudo mucho a su caso.

Delilah se veía pálida, Harry sabía lo mucho que se moría por impresionar a Snape y podía darse una idea de lo aterrada que estaba en ese momento.

Snape los miró de arriba a abajo con desaprobación y finalmente habló.

-Vengan conmigo- se dio la vuelta y comenzó a caminar sin siquiera esperar que ellos lo pensarán.

Harry no soltó la mano de ella en ningún momento, podía sentirla temblar y en voz baja le aseguró que todo estaba bien y que él se encargaría de ello.

-Potter- le dijo Snape en cuanto llegaron a su oficina- Entra- le pidió en un tono crudo.

-¿No podemos entrar juntos?- le preguntó Harry no queriendo dejar a Delilah sola

Delilah Jolet- 1 (Harry Potter & Draco Malfoy)Where stories live. Discover now