The Guardian Queen. 1er Libro

By OdizaFan

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Elsa era una niña de tan sólo 5 años cuando apareció su querido guardián Jack Frost. Desde su encuentro han s... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Epílogo

Capítulo 14

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By OdizaFan

***Narradora***

-Dos semanas mi reina, sólo le pido y le dé una oportunidad más.

La voz del ministro estaba comenzando a darle más estrés a la Reina, nunca antes le había dado tal estado hasta este momento con los temas de la unión.

-Es que....-Liberó un suspiró – Ministro, no siento nada por el príncipe Hans, y me temo, que por más oportunidades le dé, no sentiré amor. No por él.

"No por él" La Reina se lo repitió en la mente para después meditar que era cierto, pues sus sentimientos habían sido aflorados hacia Jackson.

-Dos semanas, su majestad –Repitió el hombre del otro lado del gran escritorio de la Reina – Si en esas dos semanas no se presenta ni un indicio de matrimonio, perfecto, dejémoslos ir.

-¿Les avisará el tiempo que les resta en Arendelle?

-Sí mi reina, les dejaré el claro que usted será quien me avise para dar paso al casamiento, de no ser así no les tengo que avisar nada.

-¿Y el consejo?

-Ya habíamos llegado a ese tema mi reina, su descendencia pasará desde el momento que su hermana Anna conciba a un hijo, entonces será el destinado a la futura corona después de usted.

Los pulmones de la platinada liberaran un aire aliviando todos sus pensamientos y sobre todo su estado emocional. Ahora sólo tendría que aguantar dos semanas más.

Llegando a su gran alcoba, la reina presenció a Jack haber venido cuando miró la ventana abierta con las cortinas bailando con el viento.

Cayó agotada sobre su cama y de lo que restaba la noche.

Al día siguiente, la Reina procuró no hacer demasiado contacto con el príncipe Hans.

Se acompañaban para el desayuno y el almuerzo, pero fuera de esos lugares, no se volvía a encontrar. Dando más ideas al pelinaranja para atraer a la Reina.

La princesa Anna le había comunicado a la reina sobre una carrera de caballos que pensaban realizar, pero Elsa lo negó debido a que se expondrían al frío los animales y las personas quienes cabalgarían, dando por eliminado la actividad.

Ese día Jack no apareció en el castillo, lo cual no le había molestado a Elsa, pues se había ido a leer y firmar los productos del comercio de otros reinos.

Fue la noche siguiente en que Jack por fin apareció en el ventanal de su alcoba. Vestía pantalones negros, botillas de tobillo marrones y una camisa de lana Blanca, con una abertura en "v" sobre su pecho.

-Majestad – Jack dijo extendiéndole la mano.

-No pienso dejar que me lleves de nuevo en tus brazos –Elsa se negó a tomarla, mejor se dio vuelta para salir de la alcoba –Te espero en el jardín trasero ¿Si?

El peliblanco le sonrió e lado cuando ladeó la cabeza hacia la ventana. Minutos después se encontraron juntos.

-¿Por qué no sólo nos vamos por la entrada principal? – Murmura Jack.

-Porque no me pueden ver saliendo a mitad de la noche.

-¿Y planeas que te cargue ahora sí? Porque el agua rodea tu castillo.

Elsa caminó con una sonrisa confiada directo al arco que daba al fondo del jardín, donde se podía apreciar el comienzo de la orilla del mar. Elsa comenzó a avanzar directo a ella, congelando el agua bajo sus pies conforme avanzaba.

De igual manera, cuando la reina dejaba atrás el hielo sólido, comenzaba a deshacerse, ya que sólo se formaba para hacer pasar a la reina.

El peliblanco le sonrío con ternura y orgullo, comenzando a caminar con ella.

-Que creativa.

-Se le llama ingenio –Contestó la reina sin dejar de ver hacia el bosque.

Jack caminaba con ella, pero no congelando sus pasos, sino volando con un paso tras otro en el agua.

Ambos llegaron hasta la montaña del Norte, donde Elsa no aguantaba ya sus pies justo a la entrada de la cueva.

Dentro el gran lago estaba hermoso esa noche, justo con la luz de la Luna entrando desde el traga luz de ronca haciendo destellar los pocos cuarzos.

-Había olvidado lo hermoso que se veían las gamas de colores aquí –Murmura Elsa caminando al interior.

Jack sonrío de lado para dar un vuelo sobre el lado y llegar al otro lado, donde estaban los cuarzos más grandes.

-Piedra luna –Habló Jack posando su mano sobre una de ellas adheridas a las paredes – Podrías hacer un collar con esto y resaltaría junto a tu cabello.

-La ónix se ve hermosa también –Dijo Elsa tomando una gran piedra que cabían exactamente en ambas manos.

El lago estaba comenzando a hacer surgir una ligera capa de neblina debido a la baja temperatura de la noche, el lago estaba comenzando a entibiar el agua.

La reina dio unos cuantos pasos pero se quejó a causa del dolor de estos.

-¿Te duelen mucho? –Preguntó el peliblanco.

-Un poco.

Jack miró el lago y de nuevo a su reina.

-Ven, el agua relajará tus pies.

Jack le tomó de su mano con delicadeza para guiarla a la orilla y ayudar a sentarla.

La reina miró insegura el agua, no porque fuera a mojarse, sino porque no quería caer de sentón o resbalar. Se inclinó con lentitud para apartarse los pequeñas zapatillas de noche, pero su Guardián le interrumpió.

-Deja que te ayude.

Se hincó para tomar su tobillo y comenzar a apartar la zapatilla. Elsa disfruto el roce de la mano de Jack en su piel, y este lo hacía con suma delicadeza y cariño. Aprovechó de sus manos ella para apartarse su gran capa de noche.

Al introducir sus pies, Elsa sonrío con alivio.

-Está deliciosa el agua –Murmuró.

El ojo azul miró el lago aun hincado y se acercó a acariciar las aguas.

-¿Ya viste? –Dice sin quitar su mirada del agua – Debajo también hay cuarzos.

La reina miró en dirección a la piedra donde posaban sus pies, pero para ella todo estaba oscuro, el agua era un azul tan opaco que se podía confundir con el negro.

-No veo nada.

-El peliblanco voló sobre el centro del lago para continuar observando.

-Ahí –Apunta con su cayado – La luz de la Luna lo refleja bien.

Entonces se puso de pie la platinada, pero el agua sobre la piedra que sostenía sus pies, hizo resbalar a la reina cayendo completamente en el lago.

Jack se exaltó para volar con velocidad hasta ésta para ayudarla a salir.

-¿Estas bien?

-L-Lo estoy – Elsa dijo recuperándose del susto.

Entonces emanó una risa de diversión por parte del peliblanco. La platinada lo miró indignada y con una sonrisa de no creerse que ha sido la burla de su Guardián.

-¡No te burles! –Elsa soltó una palmada al agua para conseguir mojar al peliblanco, pero este se apartó aun riéndose.

-Debiste ver tu expresión –Ríe – No lo olvidaré.

-"No lo olvidaré" –Repite Elsa con un tono de voz torpe.

Jack recuperó el aliento después de terminar de disfrutar lo último de su risa. Volando acostado sobre los aires arriba del lago. Era demasiado grande, fácil tenía 10 metros de diámetro.

-Un segundo baño para su majestad.

-No me quejo –Habló la reina acariciando la superficie del agua –Está deliciosa.

Su gran cabellera quedó suelta y nadando sobre la superficie, mientras que lo demás seguía ligeramente seco.

Jack la miró, disfrutando la escena de su niña gozando del agua. Ésta alzó la mirada por lo que Jack apartó la suya de ella hacia la Luna.

Recordó cuando solía hablarle, pero no lo hacía, ya no más. No después de ocasionar tanto terror.

-Deberías entrar –Dijo la reina sacándolo de sus pensamientos – En serio está......-Elsa no terminó la oración debido a un suspiro que resbaló de sus labios disfrutando del agua.

-No gracias –Soltó – Aquí arriba estoy mejor.

-Va, como quieras –Contesta la reina dejando recargar su espalda en la roca.

Sus manos bajan hasta donde solía poner sus pies, entonces comenzó a palparla para conseguir sacar un pedazo de cuarzo.

-Mira –Elsa dijo emocionada - ¡Está bellísima!

Jack estaba admirando tanto esa escena que terminó por decidirse a ser parte de ella. Comenzó a quitarse sus botillas para colocarlas en la orilla, y junto a estas se apartó la camisa de lana de manga larga.

La reina levantó la mirada para verlo decidido a entrar, de ella sintió un calor posesionarse sobre sus mejillas. Ambas miradas se encontraron, Elsa sonriendo con ternura y Jack con cariño.

-Si piensas entrar para ver el cuarzo, ya no –Dijo escondiéndolo bajo en agua aun en sus manos.

-Puedo buscar más.

Jack comenzó a caminar sobre los aires empezando a descender para introducirse lentamente en el agua. Su torso estaba bien formado y sin ningún rastro de lo que había sucedido semanas atrás.

Terminó llegando de frente a Elsa con el agua a la altura debajo de su pecho, para él, pero para Elsa el agua llegaba a sus clavículas. Estiró su mano a las espaldas de Elsa para dejar a la orilla su cayado.

-¿Me lo enseñas? Por favor.

Elsa le negó la respuesta. Entonces Jack apretó sus labios en una sonrisa divertida por tomar las manos de Elsa para traerlas a la superficie y ver el cuarzo entre sus manos.

-Sí que es hermosa –Dijo mirando el cuarzo y de nuevo a Elsa – El cuarzo también lo es.

La reina lo miró con tanto cariño, estaba cayendo por él, por un sentimiento de amor que nunca había experimentado antes, no con su hermana y sus padres, sino con un hombre que quería compartirlo todo.

Elsa levantó su mano a la mejilla del peliblanco, haciendo que este cerrara los ojos disfrutando de su tacto. Jack llevó su mano sobre la de ella para que no la apartara.

-Dos semanas –Murmuró la mujer – Dos semanas y se marchará.

-Entonces el rey o reina después de ti serán ¿Los hijos de Anna?- Elsa asintió – Elsa.....¿No te gustaría formar una familia? Tener a tus hijos.

-Ya lo hablamos Jack, la familia a la que quiero pertenecer es junto a Anna y sobre todo, a ti.

Jack le sonríe rendido por la decisión de su niña, entonces baja su mano para llevar ambas a las piernas de la reina, atreviéndose a tocarlas para que Elsa las rodeara al torso de Jack.

El corazón de éstas comenzaba a palpitar con fuerza, disfrutando lo que estaba pasando entre ellos. Ella rodeó con sus manos en cuello de su Guardián.

-Hasta donde el destino me permita, te haré disfrutar cada día, mi niña.

-Sigue a mi lado y será suficiente.

Jack se acercó para atrapar los labios de Elsa con los suyos. Sus movimientos eran fluidos, Jack no soltaba las piernas de Elsa para continuar pegada a él, y Elsa comenzó a acariciar el cabello del peliblanco.

Jack apartó los besos de sus labios para continuar hasta la mejilla de la reinar y comenzar a bajar a su mentón y hasta su cuello. Provocando que unos suspiros salieran de los labios de Elsa.

Jackson seguía besando con lentitud la piel de su reina, haciendo que los labios de Elsa quedaran a las altura de los orejas de Jack, sintiendo éste el roce de ellas. Sus besos siguieron bajando hasta los hombros descubiertos de Elsa, gracias al diseño de su vestido de sueño.

Se apartó hacia atrás la reina para reiniciar de nuevo un beso entre sus labios.

La mano del peliblanco subió a la cadera baja de Elsa para empujarla hacia a él, sintiendo ambos sus cuerpos.

Continuó subiendo su mano hasta atrapar ahora el cabello platinada de Elsa, atrayéndola más a sus labios, ambos liberando pequeños jadeos a falta del aliento que se robaban.

-Quiero....- Elsa habló entre sus besos –Quiero que tú seas mi rey.

Jack finalizó el beso abriendo los ojos para verla al procesar lo que le había dicho. Ella levantó sus azulados ojos dándose cuenta de lo importante que había dicho.

-Sabes que no puedo.

-Mi reino, junto a otros, creerían en ti.

Jack dejó de tomar las piernas de Elsa, haciendo que esta quedara más baja de altura al tocar piso.

-Nunca dejaría de reinar, soy inmortal y......

-Podríamos ceder la corona al hijo de Anna cuando tenga edad.

-Pero si tendrías rey entonces deberías tener hijos.

Elsa alzó sus cejas haciendo caso de sus palabras, Jack cerró los ojos sonriendo con chiste dándose cuenta de lo que había dicho.

-¿Hablas de querer hijos conmigo? –Murmura con ternura.

Jack entristeció su mirada y sus labios fueron una línea recta, haciendo sentir mal a la Reina.

-Si pudiera, aceptaría ser tu rey y sobre todo el padre de tus hijos, pero.....

-No puedes –Se adelante Elsa bajando la mirada – Entiendo.

Jack toma entre sus manos el rostro de Elsa para que lo levante y mire a los ojos de él.

-Te quiero Elsa, y más de lo que he querido en los años que existo.

-Al igual que yo a ti, Jack.

Y de nuevo, unieron sus labios, bajo la luz de la luna y aun con el cuarzo en el puño de Elsa.

El cuarzo que continuó en su puño de regreso al castillo, ahora tenía un recuerdo con ella y quería mantenerla en un futuro collar que realizaría.

A su despedida, Jackson de nuevo besó los labios de Elsa, disfrutando tanto de tenerla cerca de él, de sentirla.

-Buenas noches, Elsa.

-Buenas noches, Ja.......-Un grito a las lejanías del castillo interrumpió con ellos.

Ambos giraron su vista hacia las orillas, esperando que el grito que esperaron escuchar se repitiera.

-¿Qué fue eso? –Preguntó la reina.

-No lo sé –Susurró Jack – Seguro fue.......-Pero de nuevo apareció, más intenso y de manera más desgarradora, proviniendo de una mujer. 

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