Debo Salvarte

Von Esteban-Walker

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Hunter es uno de los chicos más trabajadores que puedan existir. A sus 17 años ya ha tenido mas de 20 empleos... Mehr

Trailer + Playlist
Capítulo 1: Debes esforzarte aún más.
Capítulo 2: Estás siendo un problema muy grande
Capítulo 3: Mentiras y problemas
Capítulo 4: Pánico
Capítulo 5: ¿Acaso...?
Capítulo 6: Estacionado en los problemas
Capítulo 7: Peligro, peligro, peligro.
Capítulo 8: Francia
Capítulo 9: Medicina
Capítulo 10: Solicitud de amistad
Capítulo 11: Hermanos Beili
Capítulo 12: Lista de insultos
Capítulo 13: Actitud
Capítulo 14: Balbuceos
Capítulo 15: ¿Que edad tienes?
Capítulo 16: Silencio Hunter
Capítulo 17: El verdadero Jyaden Beili
Capítulo 18 - Pregúntaselo
Capítulo 19: Chronic
Capítulo 20 - Empeorando las cosas
Capítulo 21 - Notitas
Capítulo 22: Noticia sorpresa
Capítulo 23 - Instagram Boys
Capítulo 25 - Te lo advierto
Capítulo 26 - Rey de sal
Capítulo 27 - Función nocturna
Capítulo 28 - Agotamiento
Capítulo 29 - Besos y golpes en la mejilla
Capítulo 30 - ¿No vas a ver el atardecer?
Capítulo 31 - No puede ser verdad
Capítulo 32 - Preguntas de caramelo
Capítulo 33 - Solíamos ser prudentes.
Capítulo 34 - Mira el cielo un momento
Capítulo 35 - Abandonada
Capítulo 36 - Jyaden el insistente
Capítulo 37 - Tengo una idea
Capítulo 38 - Noche de chicas... y homosexuales
Capítulo 39 - Todo va a estar bien
Capítulo 40 - Los quizá y los quiero
Capítulo 41 - Se ha llevado a Hunter
Capítulo 42 - Cicatrices en común
Capítulo 43 - La fecha de los sueños
Capítulo 44 - Lamento mucho esto
Capítulo 45 - La última amenaza y el último regalo
Capítulo 46 - Siguiendo Caminos Nublados
Capítulo 47 - Hola
Capítulo 48 - Te Quiero Más
Capítulo 49 - Detente aquí
Epilogo + Agradecimientos

Capítulo 24: Hasta el viernes

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Von Esteban-Walker


El sonido de un vaso cayendo al piso me despierta, abro mis ojos confundido y veo que Jyaden empieza a despertar al mismo tiempo que yo.

—Buenos días —susurra él con una sonrisa.

—¿Qué hora es?

—Ni idea —dice él, levantando los hombros con dificultad y soltando un bostezo —Tu cabello es un desastre cuando despiertas —Finjo una mirada de enfado para luego escuchar como otro vaso se rompe al parecer en la cocina. Miro confundido a Jyaden y después la risita de Vee me indica que alguna cosa boba debe estar haciendo.

Me froto los ojos e intento levantarme, Jyaden me toma de la espalda y me lanza de nuevo a la cama. Con una sonrisa él me besa la mejilla y me abraza.

—¿A dónde vas?

—Debería irme a casa —río.

—¿Por qué? Mis padres no están.

—Pero el mío quizás si —Con Paul jamás se sabe.

Jyaden rodea la mirada y se niega a dejar que me levante. Paso su mano por su cabello y eso al parecer a él le gusta, comenzamos a besarnos de una forma lenta y pacífica para luego dejar que la velocidad se apodere de nuestro control. Jyaden se levanta ligeramente y deja su cuerpo encima del mío, toma mis manos y entrelazamos los dedos con fuerza para sentirnos más unidos uno con el otro.

—¡El desayuno! —Vee abre la puerta del cuarto lanzando un grito. Jyaden de inmediato se baja de encima de mí avergonzado y yo solo dejo caer la cabeza en la almohada mientras mis mejillas se mantienen rojas —Creí que estaban durmiendo aún, lo siento —Vee ríe de forma divertida y yo me muero un poquito de la vergüenza.

—Creo que ellos ya estaban desayunando —Dice Alexandre. Esto no podría ser más vergonzoso.

—No sé cuál de los dos es mas odioso —dice Jyaden enfadado —¿Vee por que no golpeas antes de entrar?

—Ya te dije, pensé que estaban durmiendo aún —Los hermanos pelean por unos segundos, Jyaden le dice que bajaremos a desayunar y con eso logra que Vee y Alex salgan del cuarto, pero obviamente nos lanzan muchas bromas antes de cerrar la puerta.

Tomo mi ropa y me levanto de la cama, me sacudo mi cabello y Jyaden solo deja caer una remera blanca sobre su cuerpo, se queda con el short que estaba usando y desliza sus pies en unas pantuflas que se ven bastante cómodas.

Bajamos al primer piso de la casa a desayunar, Alex nos dice que Vee rompió dos vasos y Jyaden la regaña por eso.

Los cuatro tomamos asiento y dejo que un café me entregue las energías suficientes para comenzar este día. Jyaden se queda a mi lado mientras come su cereal con frutas.

—Charlie se fue temprano ayer —dice Vee para hacer conversación mientras desayunamos —¿Sucedió algo que no se hablaron? —le pregunta a Jyaden.

—Nada importante —responde Jya de forma casual. Vee lo mira con algo de desconfianza pero ella solo sigue comiendo su emparedado —Ahora que hablas de Charlie, creo que necesito que alguien más me ayude con el tema de las fotografías para Instagram.

—¿Cuántos seguidores tienes ahora? —consulta Alexandre. Jyaden toma su teléfono, mira el número y luego deja el móvil sobre la mesa.

—79.117 seguidores —dice él como si no fuera importante.

—¡¿Qué?! —Pregunto sorprendido —Cuando te conocí tenías un poco más de 3.000 mil seguidores solamente.

—¿Pues qué quieres que te diga? —Dice —Las fotos de Charlie son buenas y soy de lo más guapo.

—¿Y por qué quieres que alguien más tome las fotos entonces? ¿Qué hay con el trabajo que realiza Charlie?

—¿No te cansas de hacerme preguntas todo el día, babosa? —Jyaden pone la mirada en blanco y perfora un trocito de naranja de su plato con el tenedor.

—No entiendo por qué te enfadas tanto —Ay no, drama.

—Sigamos desayunando ¿Si? —agrego para evitar una pelea entre ellos. Los chicos me hacen caso y el resto es historia. Al medio día Jyaden toma su auto y deja a Alex en su casa, luego me deja a mí en mi hogar y me despido para verlo de nuevo el lunes en el Colegio.

Nos besamos por última vez y creo que eso me da suerte ya que en el momento que entro a casa, no hay rastro de que mi Padre esté aquí.

* * *

Miércoles por la mañana, estoy demasiado ansioso puesto que ayer la maestra nos ha dicho que realizará un muy importante examen de inglés y como todo el mundo sabe, soy fatal en todo lo que tenga que ver con eso.

Pasé toda la tarde del martes estudiando con Alex que casi creo que ambos quedamos ciegos, solo espero que valga la pena ya que hasta mis pestañas se quemaron de tanto leer y leer.

Cuando el examen comienza, no entiendo ni siquiera la mitad de la página, levanto mi mirada cabreado con todo esto y creo que Jyaden se percata de eso, de un momento a otro me lanza una bola de papel la cual escondo de inmediato para que la maestra no la vea. Miro a Jyaden confundido y él solo con un movimiento de labios me indica que debo leer lo que ha escrito.

Nervioso bajo la mirada hacia mi examen y finjo estar leyendo cuando en realidad estoy sacando la bolita de papel desde mi bolsillo, asombrado veo que Jyaden me ha mandando las respuestas de las preguntas. Busco mi bolígrafo color azul para anotar todo pero entonces siento como la maestra me arrebata la bolita de papel y al mismo tiempo el examen.

—Fuera del salón, Hunter Stay —dice ella.

—Pero...

—¿Pero? ¿Tienes algo que decir después de esto que tengo en mis manos? —Me quedo en silencio ya que realmente no se me ocurre una forma de defenderme, presiono mis labios y empiezo a guardar mis cosas —El o la persona que escribió esto debe decir quien fue o toda la clase va a reprobar el examen —Todos en el salón se quejan en voz alta y me miran esperando a que delate a quien me ha mandando las respuestas. Yo me quedo en silencio y con eso la maestra dice que todos se pueden poner de pie y retirarse del salón, un montón de insultos me empiezan a llegar y es allí cuando Jyaden se levanta de su silla y dice que él ha hecho trampa enviándome las respuestas.. La maestra toma el examen de Jya y nos saca a los dos del salón.

Preocupado ya que esto bajará mi promedio en dicha asignatura, lanzo mi bolso a mi casillero con mucha rabia y Jyaden me pide disculpas por lo sucedido.

—Lo siento —dice —No pensé que...

—Tranquilo, es mi culpa por no haberme fijado que la maestra se había levantado de su escritorio.

—Prometo ayudarte para tu próximo examen ¿Si?

—De acuerdo —suspiro agotado y cierro la puerta del casillero —Aún quedan cuatro meses de exámenes, puedo recuperar esta mala calificación.

—Claro que si —Jyaden sonríe de forma tranquila y juntos caminamos hacia la biblioteca ya que quedamos con Alex para pasar la hora de estudio allí con él.

Pasamos cerca de media hora los dos solos hasta que el francés llega, lanza una botella de agua en su mochila y la deja allí sin razón.

—¿Qué vas a hacer después del Colegio? —Le pregunta Jyaden a Alex —Podríamos ir al cine, Vee quizás tampoco tiene algo que hacer.

—Quiero estudiar —digo.

—Tengo que cuidar a mi hermano pequeño —dice Alex —Debo llegar temprano a casa, lo siento.

—Entonces ¿Tal vez otro día? —Alex y yo le decimos a Jyaden que podríamos programar la salida al cine para el día viernes, él asiente y le manda mensajes a Vee para que ella no planee otra cosa.

Cuando el reloj marca las 6 de la tarde, finalmente suena el timbre que nos libera de este infierno y todos en la biblioteca nos ponemos de pie. Jyaden se ofrece para llevarnos a casa pero ni yo ni Alex aceptamos, me gusta caminar y por suerte él lo entiende. Me despido de él con una sonrisa y me siento algo vacío ya que no lo volveré a ver hasta mañana.

Con Alexandre tomamos un camino en el cual podemos ir juntos los dos por un par de calles hasta separarnos. Nuestras pisadas suenan en la acera mientras le narro a él todo lo que sucedió a la hora de dar el examen de inglés.

—Hunter —susurra —¿Te sientes feliz con Jyaden a tu lado?

—¿A qué te refieres con eso?

—Pues... eso de estar feliz con alguien a tu lado... ¿Existe, o es algo que inventa la gente?

—En realidad, sé que esto es real y me gusta ¿Entiendes? Pero sucede que Jyaden es... dulce y cariñoso conmigo, entonces como no había estando con nadie antes me cuesta creer aún que esto me esté sucediendo. Lo quiero y mucho, pero si quieres una respuesta a tu pregunta... creo que sí, solo que en mi caso aún creo que estoy soñando con los ojos abiertos.

—Entiendo... —susurra Alexandre —entiendo.

—¿Por qué me preguntas?

—Oh por nada —dice él con una sonrisa —Ya sabes, preguntas de un chico bobo de 16 años —Alex levanta sus hombros con resignación y luego de eso caminamos en silencio hasta que debemos despedirnos.

Alex empieza a caminar las cuadras que le faltan para llegar a su casa y yo mientras doy pasos largos al mismo tiempo que busco mis audífonos en los bolsillos de mi chaqueta. Al llegar a casa la luz del sol ya no me acompaña mucho ya que el cambio de horario hace que el anochecer llegue más temprano de lo normal. Saco mis llaves y abro la puerta de casa, enciendo la luz y de inmediato me asusto al ver a tres hombres desconocidos dentro de casa.

De forma muy violenta uno se me acerca y me lanza contra la pared.

—¿Dónde mierda está tu Padre? —me escupe él.

—¿Eh? No sé —digo asustado —¿Qué estás haciendo en mi casa?

—¡Dile a ese maldito de Paul que nos debe dinero! Si no nos paga él tendrás que hacerlo tu niñito.

—¿Dinero de qué?

—El auto.

—¿El auto? —pregunto indignado —Pero si le destruyeron el auto, ni siquiera sé donde lo dejó.

—Pues nos importa un cigarro —el hombre me toma de la chaqueta y se acerca mucho a mí —Dile a Paul que debe pagarnos y tiene plazo hasta el final de la próxima semana.

—¿Qué hay si no paga? —pregunto asustado. El hombre sonríe y me suelta, trato de ordenar un poco mi ropa pero entonces otro de los hombres más grandes me toma y me da un puñetazo en el rostro.

Alexandre

Camino hacia mi casa distraído con el sonido que hace un pajarito que creo me está siguiendo desde hace ya varias cuadras. Sonrío al escucharlo cantar y al momento de pasar por el parque, siento como alguien toca mi brazo y me volteo para ver quién es.

—Hey —dice Charlie con una sonrisa —¿Cómo estás?

—Creí que era una broma lo del otro día —digo de forma neutra.

—No, no era una broma —Charlie deja salir una risita algo nerviosa y yo solo suelto mi bolso de mi hombro y saco la botella de agua que él me dijo que le trajera.

—Aquí tienes —digo —Ya no te debo nada.

—Emm... okay esto contradice lo que acabo de decir; Francés, era una broma lo de la botella de agua, obvio no me la tienes que devolver.

—Pues ya la compré así que solo tómala ¿Si?

—Alex...

—Tómala —Charlie presiona sus labios con una mirada que me indica que está algo decepcionado por esto, finalmente él termina tomando la botella de agua—Bueno, nos vemos.

—¿No quieres ir por algo para comer conmigo? Aún es temprano.

—No puedo —digo con sinceridad —Mi hermano pequeño me está esperando en casa, además con esto del cambio de horario ahora oscurece más temprano y a él no le gusta mucho la oscuridad.

—Okay —dice Charlie —¿Qué hay del viernes?

—Charlie —susurro —No quiero salir contigo ¿Si? Lo siento mucho pero... —Mi teléfono empieza a sonar, al ver que es mi hermano le corto la llamada ya que probablemente quiere saber a qué hora llegaré a casa —Lo siento —continúo —En serio debo irme.

—¿Por qué no me das una oportunidad para intentar ser amigos?

—Charlie en serio yo... —Mi teléfono me vuelve a interrumpir, le tomo la llamada a mi hermano y de inmediato al escuchar su tono de voz siento que algo no anda bien.

—¿Alex? —Pregunta él —Alex apresúrate en llegar a casa.

—¿Hey Darrel sucede algo?

—Papá y Mamá no están en casa, estoy solo afuera por que han cortado la luz y no puedo encender nada. ¿Dónde estás?

—Ya voy ¿Si? Dame unos minutos.

—Apresúrate.

—Tranquilo, voy —Guardándome el teléfono y sintiéndome muy culpable por haberle cortado la llamada la primera vez, continúo con Charlie quien me mira preocupado y debo hacer esto lo más corto posible —Debo irme.

—¿Sucede algo malo?

—No, solo... nos vemos —Charlie asiente con algo de preocupación y yo me doy media vuelta para seguir caminando.

—¡Alex! —grita él, me volteo para ver que quiere y al estar a unos cinco metros de distancia, él solo me sonríe con resignación y con su mano se despide de forma lenta. Yo presiono mis labios y luego sigo caminando.

Al llegar a casa, noto que nos han cortado el suministro eléctrico, mi hermano me dice que cuando llegó a casa desde el Colegio la luz ya estaba cortada. Nervioso llamo a mi Madre pero ella no me responde.

Junto a Darrel entro a casa y busco la linterna que guardo en mi mesita de noche, en el momento que la encuentro y la enciendo la luz del comedor funciona y la electricidad regresa.

—¿Qué hiciste? —pregunta Darrel sorprendido.

—Nada —le respondo a mi hermano de 8 años —Solo... —Confundido escucho que la puerta de la entrada se abre y mi Madre algo agotada lanza las llaves y un par de papeles sobre la mesa —¿Mamá?

—Alexandre —susurra ella —¿Cómo estás?

—Mamá nos...

—Nos cortaron el suministro eléctrico, lo sé —me interrumpe ella —Vengo de la sucursal, he pagado un adelanto y nos han regresado el servicio al menos hasta el viernes.

—¿Y luego de eso?

—Pues si tu Padre o yo no conseguimos el dinero suficiente, nos quedaremos sin electricidad —Trato de hablar con ella y decirle que yo puedo ayudar, pero ella se niega a escucharme, solo dice que empezará a preparar la cena y que por favor la deje sola por al menos unos instantes.

Agotadísimo con la situación regreso a mi cuarto y me lanzo sobre la cama, cierro mis ojos pero algo me empieza a molestar, creo que traté algo mal a Charlie en el parque.

Un sentimiento de culpa se empieza a apoderar de mí, tomo el teléfono y busco los mensajes que él me envío el otro día. Me quedo un buen rato mirando su nombre hasta que me animo en empezar a escribirle algo, una vez que el mensaje me deja un poco satisfecho juego un poco con el botón de enviar ya que no se realmente si debería hablarlo, pero entonces junto al nombre de Charlie aparece de un momento a otro las palabras Disponible y con eso, sin querer envío el mensaje.

Alexandre: Lo siento por haber estado algo apresurado hoy, tuve un problema con mi hermano pequeño. No sé si me estuviste esperando mucho tiempo, pero aun así... lo siento.

Me quedo esperando a que Charlie escriba pero no lo hace, justo en el momento en que aquellos tres puntitos que indican que él está respondiendo aparecen, presiono mis labios y la espera se me hace demasiado larga.

Charlie: No te preocupes. No estuve tanto tiempo esperando, solo una media hora o tal vez cuarenta minutos. Pero todo está bien.

Oh cielos ¿Cuarenta minutos? ¿Es en serio? No sé qué hacer ahora, ¿Qué puedo decirle?... quizás...

Alexandre: Puedes lanzarme un helado a la cara si quieres. No te juzgaría.

Charlie: ¿Y si mejor te invito un helado? Conozco un lugar. ¿Viernes?

Alexandre: ... Bien. Pero un helado y ya. Luego de eso regreso a casa.

Charlie: Okay francés.

Charlie December te ha enviado una solicitud de amistad.

En el momento que recuerdo que él y yo estábamos hablando por mensaje pero no éramos realmente amigos, él me envía una solicitud y yo creyendo que era un mensaje... terminé aceptando.

Alexandre Lecomte ha aceptado la solicitud de amistad.

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