Soy hermano de una zorra | Tr...

By gatastroso

219K 12.2K 4.8K

¿Que pasaría si tu hermana fuera la zorra de tu nueva escuela?, ¿Si todos tus nuevos amigos y compañeros de c... More

Soy hermano de una zorra
1. Soy nuevo
2. Chocolate
3. Un juguete no muy agradable
4. Fofo, el gato gordo
5. Después de anoche
6. Detención
7. Party Hard
8. Ellos fueron
9. Nos vengaremos
10. La venganza no para
11. Leche solitaria
12. Hazel Tris Roth Spiegelman
13. De compras
14. La firma del amor
15. Colomba Ramírez. parte 1.
16. Colomba Ramírez. parte 2.
17. Noche de películas, con mucha baba.
18. Dicen que las zorras no duermen.
19. Promesas.
20. Dulces sueños
21. La verdad
22. Si hay fiesta, hay Troubles.
23. Zorras en casa
24. Vieja y toxica amistad
26. Hazlo por mí
27. Oveja Negra
28. La noche se acerca
29. Noche de primavera. Parte 1
30. Noche de primavera. Parte 2
31. Noche de primavera. Parte 3
32. Todo estará bien
33. Tú y yo
34. ¿Cómo te sientes?
35. Hasta luego, Troubles
36. No quedan lágrimas para llorar
Epílogo: "Nunca dejes de soñar"
Créditos
37. Especial: Quiero verte feliz
Nota de Autor
Sorpresa para el 2019

25. Él no es mi novio

504 34 1
By gatastroso


Alex's POV:

—No puedo creer que haya aceptado acompañarte —protestaba Nicolás apoyado en el vehículo con los brazos cruzados —¿Cuántas son las probabilidades de morir contigo?

—Tranquilízate, si todo sale bien, te llevaré a Sweet Cake's por ese postre de malvaviscos —dije relajado, el sol alumbraba más de lo normal, estaba siendo obvio que el tiempo frío se estaba apartando para dar paso a la primavera.

—Alex, ¿Cuántas veces has reprobado este examen? ¿Unas 10 veces? —de no ser porque traía puestos unos lentes de sol, Nicolás habría visto como ponía los ojos en blanco de lo exagerado.

—Cuando la séptima oportunidad falla, siempre puede haber una octava, ¿o no? —le sonreí.

—Y siempre habrá una novena, mientras no te mates intentando.

Era el día de mi nueva oportunidad de examen de conducir, y una vez fuera de clases, le pedí a Nicolás que me acompañara pues estaba un poco nervioso, pero ahora que él está aquí, siento confianza en mí mismo. Después de todo, durante el año, Nicolás se ha subido a mi jeep y ha vivido para contarlo.

—¿Por qué no le pediste a Catalina que viniese contigo?

—Porque con ella acá me daría más vergüenza dar el examen, contigo siempre hago algo que me deja en vergüenza, será más común si tu estas aquí.

—¿Don Alexander Pereira? —dijo el supervisor de la escuela de manejo.

—¿Cómo has estado, Pedro? —le dije abriéndole los brazos.

—Bien, creí que estarías en prisión, pequeño vándalo, me sorprende que la policía aún no te detenga —dijo ignorando el abrazo cogiendo mi mano para estrecharla fuertemente.

—Y yo creí que estarías bajo tierra —le sonreí y una vez que me soltó, me sobe la mano.

—¿Y quién es él? —Pedro se fijó en el chico a mi lado.

—Él es mi...

—Novio, soy su novio —me interrumpió Nicolás. Y místicamente me hizo sudar en frío rápidamente.

Pedro me miro, y le estiro la mano a Nicolás con mucha desconfianza, el cual muy amaneradamente se la recibió y sacudió.

—Pues, terminemos rápido, ya sé cómo terminara esto —dijo revisando las hojas que traía y abriéndose paso para subir al vehículo —, además ya llame a la policía por si atropellas a otro ciclista.

—¿Atropellaste a un ciclista? —me pregunto Nicolás por lo bajo, una vez arriba del auto.

—Pf... claro que no, solo... que yo estaba dando la prueba, y él se estaciono, en medio de la calle con el semáforo en rojo... —Pedro se aclaró la garganta, interrumpiéndome con una mirada de reojo —, bueno, probablemente no estaba estacionado, y yo no pise el freno, si no que el acelerador. Pero eso fue como en mi segunda vez.

—No, fue el año pasado, aquí lo tengo escrito —dijo Pedro sin conocer la privacidad. Nicolás soltó un pequeño quejido en la parte de atrás y sentí como se abrochaba un cinturón de seguridad, luego otro, y después otro.

Acomodé los espejos, encendí el auto y respiré profundo.

—Bien, salgamos del estacionamiento —ordeno el supervisor a mi lado.

Siguiendo las órdenes, me encamine por las calles, doblando y doblando, siguiendo las señales. Creo haber atropellado una tortuga, pero eso era lo de menos. Mientras que Nicolás ya a los 10 minutos solo usaba un cinturón debido a que parecía que tenía la situación domada.

La policía me hizo detenerme una vez, pero porque sabían que estaba dando el examen y querían asegurarse de que el supervisor no le diera un ataque de estrés como las últimas cuatro veces. Al llegar a la calle donde partimos, Pedro me ordeno estacionar el auto como última prueba, cosa que hice muy bien, de no ser porque le di un pequeño empujoncito a su auto el cual estaba detrás de donde estacione el coche de práctica.

—Bueno, un pequeño empujón es mil veces mejor que tenerlo en llamas como la quinta vez —suspiro aliviado mientras se bajaba del vehículo.

—O como cuando traje esa jauría de perros que le mordieron las ruedas... y a usted —sonreí nerviosamente al recordar ese tan poco cómico suceso mientras me bajaba, recibiendo una mirada fulminante de Nicolás.

—Lo recuerdo estuve en el hospital un mes.

—Y yo le lleve flores.

—Sí, Gladiolos, a los cuales soy alérgico —su tono se volvía más enigmático, ya no sabía si lo había hecho bien o no.

—¿Y Don Pedro? —dijo Nico abrazando mi brazo — ¿Qué tal lo ha hecho esta vez Alexibu?

—Pues... —dijo mirándolo raro, pero luego viendo su hoja de anotaciones —, del asco —ambos suspiramos derrotados —, pero lo suficientemente bien como para recibir tu licencia Alex, bien hecho —dicho esto de su bolsillo saco un sobre con mi licencia, la cual me entrego.

La vi, y la foto en ella era de hace 2 años pero que importa, era mi licencia. Nicolás me abrazo por el cuello chillando, como colegiala en celo. Ni Catalina se pondría así por este logro.

—Muchas gracias, Pedro —le di un abrazo y seguido de Nicolás, cruzamos la calle para subir a mi jeep.

—Sweet Cake's allá vamos —dijo Nicolás acomodándose en el asiento del copiloto.

Encendí el vehículo y prepare todo para empezar el camino, baje el vidrio y vi como Pedro me miraba orgulloso, mientras echaba a andar.

—Nos vemos —dije feliz por la ventana mientras avanzaba, mala idea, pues me subí a la vereda y atropellé una cerca de madera y unos gnomos de jardín —. Error mío —le sonreí, mientras movía el volante para volver a la calle.

—Solo vete, lo pasaré por alto. ¡Y no vuelvas!

—¡No lo haré, lo veré en el infierno! —le grite ya en el camino —¡Y él no es mi novio!

Con Nicolás ya en su casa y con su postre de malvaviscos, me dirigía a la casa de Catalina a verla, para proponerle algo y además contarle la noticia.

Al llegar, me estacione lo más rápido posible, y esta vez no derribé nada, creo que eso merece un reconocimiento. Camine hacia un lado de la casa, recordando cómo había entrado en ella a principios de año, y lo que no se quitaba de mi mente, era el divertido brasier que Catalina llevaba aquel día. Me encarame al árbol más cercano a su habitación, a duras penas lo logré.

—Más le vale que no esté con otro —me dije a mi mismo, mientras me estiraba para golpear suavemente la ventana.

No demoró mucho aparecer tras la ventana y aterrarse por verme ahí.

—Tranquila, si quieres te doy 5 minutos para que escondas al chico que tienes dentro —le dije mientras la castaña abría la ventana.

—Más que nada me asusto por lo simple que podría ser escalar hasta mi ventana para un ladrón—se cruzaba de hombro mientras yo entraba. Me percate que sobre su cama, había unos cuadernos y un computador —. ¿Catalina Montenegro estudiando un fin de semana? Ya lo he visto todo —le sonreí sentándome en un lado de la cama.

—Lo que yo creo que nunca has visto es una licencia de conducir propia en tus manos, Alex —dijo bordeándome y sentándose del otro lado.

—Ya que tocas el tema —me puse nuevamente de pie y bordeé la cama para colocarme en frente a ella —he tachado esa cosa, de mi "lista de cosas que nunca he visto", esta misma tarde —dije sacando de mi billetera y restregándosela en la cara.

—¿¡Cuánto has pagado por ella!? —me la quito de las manos y la observo detenidamente —. Joder, que hasta parece original.

—Y lo es —dije con el pecho inflado, a lo cual Catalina aun no creía —No he atropellado a nadie esta vez —colocó los ojos en blanco, pero aun así capte una pequeña sonrisa en sus labios.

—Te felicito —me sonrió y abrió sus brazos para enrollarlos en mi cuello —, sabía que podrías, de hecho te tenía fe como para dos pruebas más, así que le tendré que pagar Kevin.

—¿Apostaron mi persona?... además, ¿cómo sabían? No te conté ni a ti ni a él.

—Nicolás lo hizo mientras iban en camino a la prueba —solté un "hijodetumamita" por lo bajo.

Sí, así que me debes una salida a McDonald's —Una voz familiar sonó en la habitación.

—¿Qué diablos? —miré a todos lados, a lo cual Catalina rió.

—Es Kevin, estaba hablando con él por cámara —se sentó en la cama para voltear la laptop y dejar ver al castaño claro sonriendo ampliamente.

—Estoy súper feliz por ti, Alex. Hay que festejarlo —sonreía con los pulgares arriba —Con una salida a McDonald's que tu novia nos pagará.

—¡Sí! —grité eufórico, asustando a Catalina.

—¡Sí! —gritó Kevin através de la pantalla imitándome.

¡Sí! —gritó lo que pareció ser Nicolás através del chat —. Kevin me ha tenido através de su móvil todo el tiempo, espero con ansias esa salida al McDonald's.

—Sí, claro, suéñenlo —dijo cruzada de hombros y muy seria, mi princesa.

—¿Por qué no se pued...? —intento decir Kevin, pero lo interrumpí.

—Cállate. Hablando de sueños... —me arrodillé en frente de Catalina la cual estaba sentada con los hombros cruzados aun, pero al verme en esa posición, abrió por completo los ojos, descruzó sus brazos y abrió la boca en una O —Catalina, ¿Te gustaría ser mi novia, mi princesa, oficialmente?

Oí como Kevin y Nicolás soltaban un "Aww", mientras intentaban no llorar. Catalina me miraba confundida, y con algo de duda del porqué estaba así, como si estuviera pidiendo matrimonio.

—Dile que sí, weona —dijo Kevin, limpiándose la cara de lágrimas falsas con las mangas del poleron que llevaba puesto. Catalina lo miro y lo negó, en verdad se veía patético llorando por esto, aunque fuese falso.

—Dame luego una respuesta, porque en verdad, ni yo sé porque me arrodillé —le imploré.

—¡Sí, que más te puedo responder!

Dicho esto se abalanzó sobre mí, dándome besos por toda la cara, evitando la boca.

—No puedo creerlo, Calex es más real que nunca —escuché a Kevin sollozar a lo lejos, en verdad todos mis sentidos estaban pendientes en Catalina y lo pegados que estábamos tendidos en el suelo —Bueno, veo que tenéis para rato, en los besos, nosotros nos vamos. A Nicolás además se le está quemando el arroz. Adiós —dicho esto se escuchó como el video llamado finalizó.

—Te amo —dijo Catalina dejando de lado la calentura del momento.

—También te amo, princesa —le respondí para que ella dejará descansar su cabeza en mi pecho. Mientras yo sufría las incomodidades del suelo. ¿Qué no piensan en los hombres las mujeres de hoy?

No tardo mucho para que esta se levantará de mí, pues su teléfono empezó a sonar.

—¿Por qué tan apurada?

—Es el tono de llamada de Javiera —me miro mientras llevaba el celular a su oreja —. ¿Rubia teñida?

Hubo un silencio, mientras la cara de Catalina se deformaba por completo y parecía haber visto un fantasma, me levante del suelo, para hacer un gesto con la cara para saber que pasaba, a lo que ella me miró feo y me quito de su vista con la mano.

—Tranquila, voy a tu casa ahora —dicho esto colgó y me miro seriamente —llévame a la casa de Javiera, ahora, y sin atropellar a nadie.

Catalina's POV:

Ya en las calles, Alex no me decía nada, estaba molesto pues no lo dejé bajar para que saludará a mi mamá, alias actual suegra del rubio cabello de princesa, además, según él, le ordene que me llevará donde Javiera, sin decir: "Por favor" o "Amor". Y creo que me cobra más recelo por no utilizar esta última en cada frase que digo para referirme a él.

Por último, esta dramática rubia teñida, está molesta pues no le quiero decir que fue lo tan urgente que me hizo correr a Javiera. Y nos dicen a nosotras exageradas.

Al llegar, este se disponía a bajar, pero lo frene antes de que se quitara el cinturón de seguridad.

—Quédate, Javiera me necesita solo a mí.

Sin decir nada, coloco una cara de amorrado y se cruzó de brazos para quedarse ahí. Antes de bajarme, le di un beso en la mejilla, haciendo que me dedicará una sonrisa, que sin embargo contenía odio en ella.

—No te creas que con un mísero beso en la mejilla me calmaré.

—Pues abre el google incognito y ve una porno —coloqué los ojos en blanco y cerré la puerta. Para voltear a ver de frente a la casa de mi amiga.

No di ni un paso, y mi pecho se había llenado de una angustia increíble. El ambiente se sentía distinto, como tenso, y a cada paso que daba me aterraba aún más lo que a Javiera le hubiese sucedido. ¿Peleas con sus padres? Si era así, no me dejarían pasar y tendría que rodear la casa. ¿Alguna pelea con Kevin? Tengo a Alex y el jeep, para ir a moler a golpes a ese hermano de zorra. ¿Malas calificaciones? Créanlo o no, el año pasado, Javiera me llamo atacada pues había recibido la nota de biología, la cual era el promedio, pero aun así, me hizo un escándalo.

Llegué a la puerta y toque al timbre, no tardo mucho para que la puerta se abriera dejando ver a la madre de Javiera, asomando solo su cara la cual mostraba unos ojos algo sombríos y su cabello rubio algo despeinado.

—Catita, hola —dijo suavemente, dedicándome una sonrisa y saliendo detrás de la puerta mientras se cruzaba de brazos —veo que las noticias vuelan rápido.

—Hola, señora Urrejola —jugué con mis dedos esperando no incomodar a la señora con mi presencia —. Si, bueno, no sé qué es lo que ha ocurrido, pero Javiera me ha llamado y vine corriendo.

—Bueno, ella está en su habitación, ve —movió su cabeza suavemente para indicar que pasara mientras me abría el paso.

Le sonreí, mire por sobre mi hombro y vi el jeep aun estacionado en la calle, sin más volví a la casa y entre agradeciendo a la mamá de Javiera.

Subí las escaleras, las cuales se me hicieron eternas, al llegar arriba sentía que había hecho el ejercicio de la semana. Recuperado el aire, camine a la habitación de Javiera y ante de tocar, sentí como esta lloraba detrás de la puerta.

—Javiera, soy Catalina —dije tocando la puerta, pero apenas termine la frase la escuché decir adelante.

Al abrir la puerta, vi la habitación tan confortable que Javiera tenía, cubierta por unos pequeños rayos de sol que entraban por el ventanal. Sobre la cama, Javiera, quien estaba sentada como indio y que con su cabeza agacha miraba sus manos las cuales se entrelazaban.

—¿Qué sucede? —cerré la puerta y caminé a sentarme a su lado.

No alcance a sentarme y esta rompió en llanto, me apresuré y coloque mi mano sobre la suya. Sus llantos delicados, hacían que se ahogara de vez en cuando. Y secándose las lágrimas de la cara me miro.

—Me iré de la ciudad en 1 mes.

—¿Qué? —me tomo por sorpresa, la angustia que tenía en el pecho al bajarme del jeep aumento, y un nudo en mi garganta no me dejo preguntar algo al momento. Mi boca se mantuvo abierta, mientras Javiera se mordía el labio inferior y sus ojos se llenaban de lágrimas —¿Pero cómo? ¿Por qué? ¿Qué pasará con el baile de primavera? ¿Y con la escuela? ¿Te irás así sin más? Quedan 3 meses de clases aun.

—Mi padre me lo ha dicho hoy —desvió su mirada de mi hacia el ventanal y de perfil vi sus ojos inundados —La empresa está teniendo complicaciones, y tendrá que irse a España para poder manejarlos, es un problema que además de económico, es judicial, por lo que estará fuera del país por todo el año, y cree que es mejor que no vayamos con él.

—Pero tiene dinero, podría viajar seguido ¿no? —negó con la cabeza.

—Es una crisis muy grande la que está sufriendo la que es sufriendo la empresa, por lo que se tendrán que cerrar varias oficinas en varios países. Y la de Madrid, la casa central, será una de las 3 que quedarán en funcionamiento, de que ocurra lo peor, papá quedará en la bancarrota, y no podría volver al país.

—¿Qué pasará con el colegio? ¿El baile de primavera?... ¿Kevin? —tome su mano, no podía creer lo que me estaba diciendo.

—No lo sé, el baile es en dos semanas, asique dentro de todo será mi despedida y Kevin... no sé si sea bueno contarle, lo he llamado pero no me ha cogido el teléfono —se colocó sería, pero aun así, su expresión desprendía pena.

—Agh —gruñí intentando hacer que Javiera sonriera —¿Quieres hacer tus últimos días todo un cliché? Niña, estas en la vida real, no hagas esto una historia de amor que termine mal, porque algo que he aprendido de ti es que las segundas partes en las novelas románticas, siempre alguien termina mal.

—No es eso, es que estas semanas han sido tan lindas, entre él y yo, que no me gustaría que algo así nos amargase todo, y menos tan cerca del baile de primavera, al cual... aun no me ha invitado, pero siento que lo hará —volvió a mi colocando una mueca de dolor —. Pero es algo que deberé hacer en su momento, me iré de una u otra forma, papá y mamá ya lo decidieron —su mirada se vació de una forma fría —, bueno, más que nada papá, mamá lo va a seguir.

—Pero bueno, si le ves en lado positivo, no tendrás que aprender otro idioma —la tome del mentón y le sonreí.

—Además del alemán, el inglés, el francés, manejar un poco el hindi y haber olvidado gran parte del latín, sí, creo que seguir hablando español es un punto a favor, pero me harán falta ustedes —me miro con pena.

—Dímelo a mí, me hará falta mi amiga, la cual se irá a otro país y me dejará con un trio de mongólicos. Se irá la única persona con los pies en la tierra del grupo ¿Qué haré cuando nos graduemos? —sentí como mi corazón se apretaba con solo pensar en ese día.

—Te vendré a ver, lo prometo —me sonrió con lágrimas en los ojos —y vendré dos años después para ver a Alex graduarse —reímos al unísono suavemente.

—Te amo, amiga —la atraje hacia a mí, abrazándonos fuertemente, tal solo desearía que durara por siempre ese momento.

—También te amo —dijo entre sollozos.

Continue Reading

You'll Also Like

1M 94.2K 44
¿Y si por accidente te ganas el odio del cantante más famoso del país? *♫* Kale es el cantante juvenil más amado de la década, pero está cansado de s...
824K 50.1K 42
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
1K 123 7
Prólogo: "Nuestro deber es pretender que algo existe cuando no y viceversa, haciendo eso confundimos al enemigo y no permitimos que capturen la verda...
70.8K 3.9K 149
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...