Es lunes, papá se ha dado el tiempo de traernos en auto a Carolina y a mí a la escuela, el día estaba totalmente nublado, y como ya se me estaba haciendo costumbre, mi cuerpo rogaba un café, tome el móvil que estaba en el bolsillo del pantalón y entre al chat con Catalina
Kevin: Cata necesito un café, si ya estás en la escuela ve a conseguirme uno a la cafetería.
Deje mi móvil de lado y espere un rato, intentando pasar el rato concentrándome en la conversación de mi hermana que iba en el copiloto y mi padre que no despegaba la vista de enfrente. El móvil vibro y volví a cogerlo.
Catalina: Em, intentaré llegar a la escuela primero.
Mire extrañado el móvil y ante de poder responder, papá paro el auto. Nos despedimos de él y nos bajamos apenas. Carolina se acomodó su blusa a mi lado, y la mire de pies a cabeza seriamente, de lo cual ella se percató y me sonrió. Sin más comenzó a caminar y sin siquiera esperarme.
La seguí unos metros detrás, hasta que Daniel se cruzó golpeándome con su hombro y caminando hacia mi hermana, a la cual abrazo y beso sin detenerse. Suspiré pesadamente, y seguí mi camino detrás de ellos. Al entrar y caminar por los pasillos de CHS me encontré con Nicolás el cual estaba sacando algo de su casillero, chocamos los puños y lo espere a que cerrará este.
—¿Así que... estarás castigado? —dijo apartando sus dedos del candado.
—Pues sí, por ser un propenso adolescente alcohólico —empecé a caminar con él.
—Qué triste tu vida, creo que deberías acatar las órdenes de tu mamá, y si es necesario entrar a un convento —no se detuvo para verme, solo siguió.
—Lo tendré en mente, tanto como mi mamá tendrá en la mira a mi amiga alcohólica. Carolina le ha dicho que una castaña la ha vomitado, y se ha vuelto loca al saber que era Catalina —mire el techo, como esperando que todo fuese una broma.
Al bajar la vista, Alex estaba metiendo en su casillero los libros de química que ocupamos el fin de semana, a su lado, apoyada en las demás casillas, e intentando no morir, Catalina, la cual sostenía el libro de lenguaje el cual tendríamos prueba la siguiente semana.
—Hablando de la amiga ebria... —dijo Nicolás mientras nos acercábamos y se paraba al lado de esta.
—Sí, ¿Qué contigo? ¿Tanta resaca tienes? —la miré por un segundo, para luego tomar los libros de química que Alex había guardado —los necesitaremos, la prueba será mañana, así que tenlos a mano —dije entregándoselos, haciendo que este gruñera cabreado.
—Pues sí —dijo Catalina haciendo lo mejor posible para hablar y no vomitar en el intento—, creo que esas mesclas que bebí no eran de lo más sanas
—Pues déjame decirte, Princesa, que no era un tutifruti de frutos del bosque —dijo Alex una vez cerrado su casillero.
—Calla, cara de sapo.
—Me insultas, o eso creo, luego de que fuiste tú la que vomito mi cama a las 5 am —Alex achino los ojos y alzo una ceja, cosa que Cata ignoro dando le un pequeño cabezazo al casillero.
—Será mejor que vayamos a clases, ya estamos en la hora —dije empezando a caminar.
Mientras estábamos en camino al salón, le conté a Catalina lo que había sucedió luego de llegar a casa, y que Caro le conto a mi mamá que ella la había vomitado, y además que ahora la tendría entre ceja y ceja.
—Que se joda tu vieja —dijo terminado el relato, a lo cual la mire enojado—. Perdón es el alcohol que aún me hace efecto —dadas las disculpas, esta eructó, pero un eructo con un olor a pisco increíble.
—Esa es mi chica —sonrió orgulloso Alex mientras la abrazaba fuertemente.
En eso, el timbre sonó y Calderón apareció por el pasillo, haciendo que automáticamente, los cuatro entráramos para ir a sentarnos. Volví a tomar mi lugar al lado izquierdo de Nicolás de Nicolás, detrás de este, Javiera y luego Alex, mientras que detrás de mí, Catalina, la cual antes de que el profesor empezara la clase ya estaba durmiendo.
En lo que el profesor hablaba sobre el libro y como los amantes de este, representaban una armonía perfecta, Catalina empezó a roncar, haciendo que Nicolás volteara a darle un golpe seco en la cabeza, haciendo que esta respondiera con un pequeño quejido. Volteé para ver a Alex el cual solo prestaba atención, como nunca.
—Ps —intente llamar la atención de Alex, a lo cual muy tranquilo me miro— ¿Por qué sigue aun hecha mierda? —susurre.
—Pues pregúntale a ella, que se ha tomado la mitad de un pisco traído de Perú —dijo algo molesto—, joder que mi padre me ha castigado toda la semana pues me he tenido que inculpar a mi mismo.
Coloque una mueca de dolor y mire a catalina la cual soltó un pequeño eructo con el mismo olor etílico. Volví mi vista para intentar concentrarme en la clase, cosa que no duro mucho ya que Daniel entro rápidamente en la sala ya con 20 minutos de retraso. El chico llego con el cabello alborotado y alcance a notar una mancha de labial en el cuello.
—Este ha llegado tarde pues se ha ido por ahí con mi hermana —dije volteando hacia los chicos, y note como Alex lo fulminaba con la mirada, y volví mi vista a Daniel, el cual estaba terminando de pedir las disculpas por el retraso con el profesor, y en el camino a su lugar, me sonrió victorioso.
***
—¿Es que habéis visto como me ha mirado? —dije sentándome en la mesa de la cafetería, mientras intentaba que la bandeja con seis cafés no se diera vuelta.
Era el primer receso, y nos habían dicho que la profesora Figueroa llegaría tarde a la segunda clase del día, así que tendríamos unos 15 minutos extras de receso. Y como Alex aún tenía que estudiar y Catalina y yo necesitábamos un café, la cafetería era el mejor lugar para estar.
Alex intentaba resolver un ejerció de química junto con Javiera, mientras que Nicolás parecía revisar Instagram sin nada bueno que ver, y Catalina tenía toda un cabeza y cabellos esparcido por el resto de mesa. Le deje un café a Alex, uno a Nicolás, dos a catalina y los otros dos para mí.
—Sí, todos los hemos visto, así como cuando a principio de año tu hermana se encamo con él en su casa —baje la mirada, y tome un gran trago de café sin nada que decir.
Catalina levanto su vaso de cartón e hizo lo mismo, ya terminado el primer vaso, parecía reponerse un poco, al menos parecía prestar un poco más de atención a su alrededor. Me acerque a Alex para intentar hacer el ejercicio que no podía resolver y en la mitad de este, mi celular vibro lo levante de la mesa y lo desbloqueé para encontrarme con un mensaje de texto.
Carolina: Necesito verte en el baño, una vez que toquen el timbre.
No respondí, pero si iría a ver qué era lo que estaba ocurriendo. Una vez que con los chicos terminamos el ejercicio, Catalina y se había bebido su segundo vaso de café, y ahora intentaba robarle el vaso a Nicolás, el cual la golpeo en la cabeza con su móvil para detenerla.
Eran las 10am, así que me levante y fui al baño, al entrar vi a Carolina muy nerviosa.
—Creo que esto es el baño de chicos, y si vienes a buscar esas cosas de los hombres, déjame decirte que estás un poco más desesperada de lo que pensaba —asentí con la cabeza y giré para ir al urinario y orinar.
—No, Kevin, no vengo por pollas —bufó—, solo era para decirte que... —dijo acercándose, pero pareció perderse en su idea un vez cerca mío.
—Que... —intente hacer que siguiera la oración, aun con mi amiguito entre manos—, Carolina.
—Ah —dijo reaccionando, y tragando saliva—, Isabel irá a casa para terminar un trabajo para la profesora Harris —puso sus ojos en blanco.
—Ya, ¿y qué tengo que ver yo con ello? —dije aguardándome y caminando a lavarme las manos.
—Que no quiero que tengas a alguno de tus mongólicos o vomitolicos amigos en casa —sonrió forzadamente.
—¿Es en serio? ¿Crees que podré llevar a alguno de mis amigos a casa luego de todo lo que le has dicho a mamá? -honestamente me moleste mucho-. Yo debería decirle a mamá como te portas con todos los hombres de la escuela, que por poco más te coges al conserje
Carolina se puso roja y bajo la vista. Eso ya lo decía todo.
—No puede ser, ¿con él también? —me miro inocentemente y levanto los hombros — pero sabes, me molesta que hayas estado con Víctor, es como que si te importara nada lo que su amigo y él me hicieron el año pasado, por poco me matan.
—No seas tan dramático —rodo lo ojos.
—¿haber tenido que ir a parar al hospital es dramático? —suspiro hondamente.
—solo te pido que tus amigos no vayan a casa hoy.
—Tranquila, no irá nadie. Y ojalá a mí me diera igual lo que haces con tu vida sexual, pero como encuentro que acostarse con el conserje no es mucho, no te pido nada pues, no me importas ni te quiero como hermana —dicho esto la fulminé con la mirada y salí del baño, para toparme con Isabel que custodiaba el baño, y parecía más sorprendida de lo que creí, como si no supiera que Carolina iba a estar conmigo dentro.
La ignoré y volví al comedor, Catalina estaba mucho más repuesta, y los chicos ya habían dejado el libro de lado para ponerse a conversar.
—Calderón debería jubilar de una vez, al igual que Figueroa —resoplo Alex.
—Eso pasará cuando nosotros entremos a la universidad —dije sonriendo como si nada, mientras me sentaba.
—Si es que llegamos todos, que así como vamos, Alex tendrá suerte de graduarse —dijo Nico con la cara sostenida en su mano.
—Chistoso —le respondió el rubio y le lanzo la goma que había estado ocupando para borrar los errores de los ejercicios.
—¿Qué pasa Kevin? —la dulce y delicada voz de Javiera me saco de mis pensamientos, y creo que era imposible intentar decir que no ocurría nada, pues estaba lo suficientemente tenso como para que todos se dieran cuenta de mi malestar.
—Pues —intente pensar una respuesta coherente para decirles, y que claro, no fuese de que mi hermana no los quería en casa, pero después de todo, no pensé en nada bueno y además, que importaba si sabían —, mi hermana me ha hablado para que nos viéramos, y bueno, irá con Isabel a casa y no quiere que ustedes estén en ella cuando ellas vayan.
—Espera— dijo Alex achinando los ojos intentando pensar bien lo que iba a decir—. ¿Tu hermana no quiere que estemos en tu casa o en ella? —lo mire serio, y tanto Nicolás como Javiera voltearon a verlo rápidamente, justo para ver que Catalina le daba un codazo por debajo, a lo cual Alex mostro una cara de dolor.
—En la casa —le dije sonriendo sínicamente—, y pues eso, me ha dado rabia, después de lo que ella dijo sobre la fiesta de Fede, no se me ocurriría llevarlos a casa.
—¿Te avergüenzas de nosotros? –dijo ofendida Catalina.
—Y tú te sientes súper orgullosa de haberle vomitado a mi hermana sobre su blusa, mientras todo el mundo miraba —Javiera hablo por mí.
—Exacto –le apoye asintiendo con la mirada—. Joder, que recién te acabas de componer luego de 2 días.
Catalina se limitó a poner los ojos en blanco y luego concentrarse en su móvil.
—¿Y tienes algún plan? —me miro Nicolás, a lo cual lo mire extrañado—, ¿para tu hermana? ¿Nada? Esos típicos planes que hacemos para que no folle.
—Joder Nicolás, que solo llevará una amiga a casa, no ira por ahí a sociabilizar con esto —hablo catalina, haciendo un gesto con su mirada a su entrepierna.
—En verdad, nunca se sabe —dijo Alex, concentrado en la mesa, para luego pasar su mirada de mi a Catalina—, puede que ambas vayan a hacer cosas —dicho esto Alex se llevó otro codazo de la morena.
—No, solo la dejaré estar, ¿Qué sería lo peor que podría pasar? —eso me hizo pensar muchas posibilidades donde mi hermana terminaba en unas posiciones muy comprometedoras —, además es día de semana, no pasará en casa sin que mis padres se enteren.
—Y si llegan a armar una fiesta clandestina en tu casa, lo más probable es que más de uno se entere de ella —Alex lo dijo de una forma tan relajada que parecía algo poco.
Pero todos de igual forma asentimos, y nada pasaría en mi propia casa sin que yo me entere de ello, sería prácticamente imposible, ¿verdad?
***
Había decidido irme por mi propia cuenta a casa, aunque Catalina me insistió demasiadas veces para que me fuese con ella y Alex, pero le dije "No" demasiadas veces como para que dejará de insistir.
Camino a casa no dejaba de pensar en Carolina, y es que se me hacía imposible el no pensar en ella, y en lo ocurrido en la fiesta, con Víctor y el vómito de Catalina. ¿Debía de aceptar que mi hermana no era la persona que yo creía? ¿Era lo correcto dejar de hacer algo por ella? Porque es verdad, los meses que van del año me he dedicado a preocuparme por mi hermana y he dejado en segundo plano los estudios, pero fuera de eso, no me ha ido mal, pero... ¿debería aceptar que soy el hermano de una zorra?
Me había sumido tanto en mis pensamientos que no había notado lo helado que se había puesto, y empezaba a arrepentirme de haberme negado irme en auto con los chicos, el cielo estaba teniendo toda la pinta de lo que parecía ser un proxim...
No termine la idea cuando el cielo ya estaba llorando como mamá por Titanic, la lluvia no tardo tanto para volverse una verdadera tortura para alguien como yo, que no estaba preparado. Y es que me faltaba solo una cuadra para llegar y mi cabello estaba igual que en la ducha, mi velocidad de pasos se aceleró al recordar que en mi mochila tenía la fuente de importante de todos mis conocimientos, mis cuadernos y un libro de biología que me habían prestado en la biblioteca.
Al llegar a casa, lo primero que hice fue abrir mi mochila y sacar las cosas dentro de ella, dejándolas en el sofá, suspiré de alivio al ver que la semi-permeabilidad de la mochila los había protegido lo suficiente para llegar a casa.
Subí las escaleras destilando agua, y al pasar por enfrente de la habitación de Carolina logré escuchar unas voces agudas pertenecientes al par de zorras que estaban en casa. Pase a mi habitación me saque toda la ropa húmeda y con una toalla seca intente sacarme toda la humedad del cuerpo, me puse un buzo y aun secándome el pelo, salí de mi habitación para justo al pasar por la de Carolina, y toparme con Isabel que seguramente iba al baño.
Isabel alcanzo a dar un paso de la puerta y la cerro sin quitar sus ojos de mí. Hipnotizada, de mis ojos paso a mi pecho no lo suficiente musculoso, luego a mi abdomen donde se mordió el labio y siguió por mi camino de la felicidad a mi entrepierna, donde la detuve aclarando mi garganta, haciendo que volviera dignamente a mis ojos y con la frente en alto paso por mi lado, intentado ser una dama.
Justo cuando la puerta se cerró, la otra se abrió asomándose en ella la cabeza de mi hermana, la cual al igual de su amiga, me miro completamente hipnotizada hasta que se acordó de que era su hermano cuando me miro a los ojos.
—Cúbrete —dijo seria.
—¿Por qué debería? —pregunte con una pequeña sonrisa en mis labios, sabiendo que algo había causado en Isa.
—Porque así como sabes de mí, debes saber de Isa, y que digamos esa zorrita no aguantara mucho, tapate ahora —siguió seria y me lazo una playera negra sin mangas desde su habitación —, ponte eso, no quiero jugar a "Mi hermano es el playboy".
Coloque los ojos en blanco y bajé las escaleras, pero no iba en la mitad al darme cuenta que la playera era de quien sabe que fulano entro Carolina a casa. Me tragué el asco y el miedo a contraer alguna especie de enfermedad por contacto textil.
Al volver al segundo piso, me volví a topar con Isa, la cual se perdió nuevamente en mí y a duras penas logro entrar a la habitación de mi hermana. Y fue en ese momento en el cual se me ocurrió una macabra idea, que si bien no acabaría con el puterío de Caro, la pondría bien incomoda.
Carolina's POV:
—Oye —dijo Isabel entrado a la habitación toda emocionada —, tu hermano está bien bueno, déjame decirte.
La mire asqueada, como podía fijarse en un bebé como él. Es mi hermano menor. Y ella, toda una vieja experimentada.
—Te recuerdo que tiene 16, y es mi hermano —dije intentando parecer ofendida, pero no podía dejar de sentirme orgullosa de haber creado a este monstruo que tengo de amiga.
—Carolina, te recuerdo que le fuiste infiel a Daniel hace unas semanas en esa misma cama con un chico de 15 —sonrió pícaramente triunfadora.
—Agh, olvida a Daniel, sabes que es solo para tener a alguien amarrado no me interesa tener su amor o serle fiel —dije colocando los ojos en blanco y volviendo a la computadora —. Además. Sabes que por más que parezca muy enamorado, él no lo está, no creas que he visto como mira a otras chicas.
—Sí —dijo seriamente sentándose a mi lado—, chico sucio.
—pero debo decir que lo perdono por todo lo que me hace en...
No alcance a completar la frase pues la puerta se abrió de golpe, dejando ver en el umbral a Kevin con su pantalón de buzo puesto, pero sin la playera que le había entregado, dejando ver si bien no un cuerpo marcado como el del capitán del equipo de basquetbol, un cuerpo lo suficientemente bueno como para olvidar la genética.
—¿Qué hacen? —dijo acercándose a la cama en un caminar muy seguro. Lograba sentir como a Isa se le subió el calor a la cara pues soltó un pequeño suspiro de pubertad revolucionada.
—buscando cursos de modales en internet para que a mi hermano le enseñen a tocar la puerta —le dije sonriendo, sin apartar la vista de sus ojos por más que me costara.
Me miro y se encogió de hombros para luego sentarse al lado de Isabel y colocarse cerca de ella, sabía lo que este quería y no lo conseguiría, o probablemente sí, Isabel estaba lo suficientemente a gusto como para negarse a cualquier propuesta indecente. Y quien puede culparla.
Luego de unos minutos Kevin se marchó, dejando a mi amiga algo alborotada.
—Sorry amiga, tu hermano está muy candente —eso me hizo mirarla extrañada, debido a que al otro lado de la ciudad, Eduardo, su pololo, se encontraba probablemente con Daniel, y esta fijándose en mi hermano... Me encanta —. Y discúlpame, debo ir a beber agua, para refrescarme —dicho esto, salió de la habitación, abanicándose con su mano.
Kevin's POV:
Suspiré pesadamente al salir de la habitación, en verdad, no se me ocurrió mucho que hacer sin intentar no serle infiel a Javiera, siendo que aún no tenemos nada pero mi mente no se la saca de la cabeza.
Tome el pomo de mi puerta, mientras tomaba mi celular para textear a Nicolás. Esperando que la puerta se cerrará sola por el impulso la deje, pero esta se cerró si hacer gran ruido, y al voltearme a ver qué era lo que había pasado, Isabel se encontraba sonriendo sostenida en la puerta.
No alcance a decir nada antes de que me hiciera callar y me empujara hacia mi cama. Antes de poder reaccionar, esta ya se encontraba sin camisa y colocándose encima mío, tocaba mi pecho deseando cada parte de él. Y mi amigo claro, no aportaba nada poniéndose firme ante la situación. Con una respiración desesperada, Isabel intento besarme pero la alcance a esquivar para que me besara en la oreja, echándose para atrás y volviendo a repetir el proceso, besándome en la mejilla contraria.
Con mi manos la tome de la cintura y gire sobre ella para terminar arriba de ella y levantarme de la cama, con ella detrás de mí.
—Vamos, no te hagas el de rogar —dijo algo molesta por no poder besarme.
—¿Qué? ¿No quiero acostarme contigo?
—Tu bulto ahí no dice lo mismo —indico mi entrepierna y al bajar la vista y verla, esta estaba como un roble.
Antes de poder responder. Mi puerta se abrió, dejándome con la boca abierta, Isabel asustada se tapó los pechos con las manos y Carolina en la puerta más sorprendida que cuando yo me enteraba que ya no quedaba pizza.
Alex's POV:
—Recuérdenme porque tengo que acompañarlos a su junta con sus amigos de universidad, porque en verdad aun no entiendo por qué —les dije a mis padres que iban en la parte de adelante del coche. Mi padre al volante y mamá de copiloto. Iban de la típica forma que ellos iban a sus juntas causales de las tarde con sus amigos, vestidos formalmente. Me habían obligado a colocarme una camisa, y una corbata, pero me rehusé a ello, con la camisa bastaba.
—Alexander, sabes que son pocas las veces que podemos compartir juntos, ¿qué te cuesta acompañarnos? —mamá lograba maquillarse muy bien mientras esta se maquillaba sin ningún error.
—Además, ¿debo recordarte mi pisco peruano? —dijo papá sin mirarme, pero me hizo hundirme en el asiento de solo pensar en Catalina vomitando todo.
—Con Catalina pesábamos tener una noche de películas —dije cruzándome de brazos. Papá miro a mamá subiendo y bajando sus cejas, pensé que tal vez había recortado sus tiempos de adolescencia cuando tal vez fui procreado en medio de una película de indiana jones, pero era imposible, las películas no existían en la edad de piedra.
—¿Y porque no le dijiste que viniese con nosotros? Sabes que de lo poco que hemos visto a tu novia, nos agrada mucho, y demás que le agrada a...
—No, no es necesario. No habría querido.
Mamá me miro por el espejo y note su cara de preocupación ante mi reacción. Pero antes de poder preguntarme ya habíamos llegado a la casa de los amigos de papá, y al bajarme del vehículo no pude evitar recordar aquella noche de tanta dulce venganza.
Tocamos el timbre, y cuando la puerta se abrió de par en par, vimos a los Quijanes, de los cuales 3 nos miraban con una mirada amigable, mientras que uno no lo hacía así.
—Hola, Alex —me dirigió la palabra este.
—¿Qué hay de nuevo, Daniel?
Nota de Autor:
Buenas a todos, espero que les haya gustado, no crean que me he olvidado de la novela, solo me ha pasado que he entrado a la universidad, y me ha costado mucho, poder hacerme un horario para poder escribir, pero ya esta semana, me pondré las pilas con la novela, en verdad. Intentaré publicar cada viernes, y si eso se me hace muy complejo será en el fin de semana, pero intentaré de que haya un capitulo a la semana, para poder terminar la novela luego.
¿Y esto por qué?
Bueno, me he dado cuenta, que ya no muchos la están leyendo, y es obvia la razón, la he dejado de lado mucho tiempo, y el hilo se pierde, además de que los inicios están súper mal escritos y a cualquiera le corta las ganas de seguir leyendo luego de garrafales fallas. Cuento corto, a SHDUZ le irán quedando a lo mucho 10 capítulos, o 12, a lo mucho, puede que el final lo divida en 2 partes, o 3, o puede que agregue un capitulo para complementar la historia. Pero en si, ya tengo las fechas como programadas para seguirlas y intentar terminar la novela a mitad de año. Pero, como digo, intentar. Si me llego a ver muy complicado con la universidad, puede que corra fechas y demás. Pero la novela la termino este año si o si jajaj.
Y como dato; ha pasado tanto tiempo que me llego a imaginar a los personajes años luego de terminado la novela, y pierdo el hijo de lo actual, pero limitémonos a eso.
Intentaré editar los primeros capítulos cuando pueda y escribir cada semana, para que la historia de Kevin cierre su ciclo, y eso mis queridos, escasos pero fieles lectores, nos vemos. Muchas gracias por todo.