Mamá hace rato vino a despedirse. Le tocó salir del país, ya que con eso la podrían subir de puesto según me dijo ella.
Luego de que se fue a como pude terminé de arreglar las cosas para el viaje... Llevo una pequeña maleta. Solo lo esencial, al inicio iba a llevar dos maletas, pero luego lo reduje a una sola.
—¿Hermana puedo hablar contigo? Más bien, ¿podemos hablar contigo?, Adam está aquí. —Ryan se ve serio, pero a la vez veo que está un atisbo de ¿tristeza?
—Sí. Pero si es para decirme que no me vaya, pierden su tiempo. —ambos entran a mi cuarto y quedan frente a mi
—Ya entendimos que no te convenceremos para que no te
vayas. —habla Adam
—Pero —interviene Ryan, qué tramaran estos dos
—Si tratan de persuadirme déjenme decirles que igual pierden su tiempo.
—Déjame terminar Metzy —espeta Ryan —Irás solo si vamos contigo, ambos Adam y yo, e igual aunque no quieras y decides irte iremos contigo. Mejor dicho solo te queríamos avisar.
—¡¿Qué?! ¡no! No dejaré que corras peligro por mí, o más bien que corran peligro ambos...
Además Gideon no es de su agrado y lo sé.
—No está a discusión iremos y punto.. —habla Ryan
—Metzy solo queremos cuidar de ti, que no te pase nada malo —interviene Adam.
—No les ganaré, sé lo terco que es Ryan —digo a la vez que lo veo fijo. —lo sé porque yo soy igual. —él sonríe y asiente con la cabeza —Bien, solo déjenme avisarle a Steve, ¿vale?
...
Luego de avisarle a Steve, aunque él no esta tan convencido de que vayan, accedió. Dijo que igual me haría bien estar con mi hermano, aunque sigue sin aceptar la presencia de Adam, igual accedió a regañadientes.
Escucho que tocan el timbre. Bajo con mi maleta y abro la puerta.
—Hola Metzaly, ¿estás lista? —inquiere Steve
—Eso creo —Adam y Ryan aparecen a mi lado.
—Ustedes dos irán en el auto de atrás —anuncia Steve mientras Adam lo ve fijo.
—De ninguna manera, nuestro objetivo es estar cerca de Metzaly
—Adam cálmate ¿si? Y Steve, ¿podría alguno de los dos irse en el mismo auto que yo? —pregunto para tratar de apaciguar las cosas.
Todos salimos de la casa, y Steve sube la maleta al porta equipaje, Adam y Ryan siguen detrás de mi. Steve se dirige a nosotros.
—Está bien, Ryan puede ir con nosotros.
—Sí, me conformo con que él vaya contigo —Adam me da un beso en la cien, y luego se dirige al auto de atrás.
Ryan y yo nos subimos al coche, y antes de que yo termine de subir, Steve me toma del brazo.
—¿Metzy, podrías venir un momento fuera del coche? —yo asiento y salgo —Es que —rasca su nuca y se mueve de un lado a otro —se que no es el momento pero, ¿hablaste con Lotti? Ella, esa chica obstinada, me ha estado evitando, y me cree un abusivo. Pero solo quiero saber si está bien y si hay posibilidad de que me perdone, sus pensamientos son tan confusos, además trato de ya no entrar en su cabeza. Nos hace mal, a ella y a mi.
—Está en estado de shock por decir así, pero bien. Y tranquilízate, ella te perdonará. Está muy molesta pero ella no es de alimentar resentimientos, a parte puedo ver que te quiere mucho, sólo trata de llegar a ella y demostrarle que la quieres de verdad.—le guiño un ojo y entro al coche.
Dentro se encuentra Kiara con Ryan, y adelante va Keley.
Al entrar ambas me saludan.
—Metzaly, ¿estás bien? ¿todo bien verdad? —indaga Ryan
—Sí, cálmate.
...
El resto del camino Kiara y Ryan se la pasaron conversando plácidamente, al parecer tienen química, y podría decir que ambos se atraen.
Pero en fin, a veces nada es lo que crees.
Steve me saca de mis pensamientos, ¡Rayos! ¿será que escuchó lo que pensaba?
—El último rastreo para encontrar a Gideon fue hace unas horas, según eso se encuentra a muchos km de distancia... Así que debemos apresurarnos...
Dicho eso, al salir de la urbanización, sin esperar mi respuesta arrancó como alma que se lo lleva el diablo.
Luego de algunas horas de camino Steve decidió hacer una parada en un mercadito de algún pueblo. Todos bajamos del auto, y en el coche de atrás logro ver bajar a Owen, Mattias, Reik y su novia Louisa, por último Adam.
Éstos se acercan a nosotros, todos me saludan, y luego se retiran. Prácticamente Steve decidió parar por mi bienestar, pues tengo que comer, aunque la verdad no tengo apetito.
—Hola, ¿estás bien? —dice Adam acercándose a mí.
— Sí, eso creo.
—No me gusta verte tan circunspecta.
—Es que no tengo ánimos para nada. —respondo en tono monótono.
—¿Qué quieres comer? —indaga
—No quiero nada
—Debes de tener fuerzas, para el viaje. Y para el corto entrenamiento que te darán.
Adam se retira, y yo, bueno yo me quedo ahí observando el paisaje, este lugar no está mal. Es muy lindo de hecho, hay muchos árboles y las personas parecen ser muy amigables.
—Ten come esto —Adam aparece nuevamente en mi campo de visión y me tiende una taza con estofado, al parecer.
Él rodea su brazo en mi cintura y me guía hacia un asiento que en realidad es una especie de tronco, cortado estratégicamente para parecer un asiento.
—Quiero contarte, todo cual es desde el inicio —él suspira —solo necesito que me escuches —yo solo asiento con un movimiento de mi cabeza y decido probar el estofado —bien. Todo comenzó cuando te conocí en aquel lago del que tú seguramente recuerdas ¿no?
—Sí, lo recuerdo —digo con un ánimo taciturno, y tratando de recordar la vez que me mostró el lago.
—Bien, luego de que fueras mi novia, el consejo de ancianos se dió cuenta de tu existencia, y pareciste ser una amenaza por ser superior a nuestra raza. Y por ese motivo decidimos tu y yo —hace una pausa —o bueno Elizabeth y yo, que fueras a convivir con los humanos, donde conociste a Gideon, y fue ahí que te enamoraste de él en aquel entonces— Adam agacha la cabeza y continúa — y entonces los enviados por el consejo de ancianos, entre ellos Atenea, fue que acabaron... que acabaron contigo.
—Yo soy otra persona, no hables como si yo siguiera siendo esa misma mujer. —digo en tono serio, y tratando de procesar la información que me ha dado.
—Sí, disculpa. Pero a los que tú llamas sueños, son recuerdos, y eso no lo puedes negar.
—¿Qué raza era Elizabeth? —él me ve fijo —¡Qué! ¿acaso no era así su nombre?
—Sí así es, bien, pues no se sabe con exactitud el nombre de su raza, pero según tengo entendido existía una supuesta "profecía" que luego de mil años, iba a nacer una especie nueva, superior a los vampiros, y ésta sería la especie dominante, por sus grandes poderes de manipulación de algunos elementos, como el aire, o poder sobre algunas especies de la naturaleza. Según algunos, su poder provenía de la luna. Y bien, volviendo al otro tema, luego de que Elizabeth fuera atacada y yo no pudiera llegar a tiempo, tú, o más bien ella juró regresar. Y desde ahí fue una búsqueda incansable para mi, hasta encontrarte, y es porque de verdad Te quiero. Más bien Te amo mi "luz de luna" —dice acariciando mi mejilla
—Tú quieres a Elizabeth, no a mí—afirmo — Y ¿cómo que "luz de luna"?
—Yo te quiero a ti, tal cual eres, y si es cierto que no eres la misma, podría decir con seguridad que entonces me he vuelto a enamorar. —sus ojos azules lucen hermosos y brillantes. Él esboza una sonrisa y aparto la mirada —Y luz de luna, porque eso significa tu nombre "Metzaly", es un nombre poco común, pero con un significado realmente hermoso.
—No solo fue una búsqueda incansable para ti, Adam. —dice Steve interviniendo en la conversación y acercándose hasta donde estamos.
Adam aparta su mirada.
—¿Cómo así? —indago
Ambos quedan en silencio por un momento