TROUBLEMAKER - Harry Styles

By Candelis310

322K 11.5K 386

More

TROUBLEMAKER - Harry Styles
2) El mejor de la clase
3) El hijo de tu jefe
5)Porrista
6) 3º Beso
7)Se que no me lo dices, pero lo piensas.
8) Idiota de profesión
9) Alaric
10)Fabric
11) El estudio
12)Louis
13)Franchute
14)Another day
15)Marcas
16)Animadora Personal
17) Disconnected
18)La paga
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Penúltimo capítulo 56
Último capítulo 57
Epilogo

1) Nueva

19K 386 64
By Candelis310

El clima en la ciudad de Londres era húmedo, gris, pero más allá de eso, el clima era agradable. El mes de junio azotaba la gran metrópoli, y llegando del subterráneo, Charlotte se quedó observando el hermoso Palacio de Westminster que se exibía frente a sus ojos. Lo contempló un rato largo, mientras una sonrisa se colaba despreocupadamente en sus labios, mirando el imponente Big Ben, en todo su esplendor. La gente se presipitaba en las calles, todo era mucho más rápido de lo que era en la vieja ciudad de París. Todo mucho más... acelerado. Siguió caminando, hasta encontrarse con un imponente edificio, que ocupaba toda una manzana, de paredes blancas como la nieve, y tan altas y macisas como si fuera la Gran Muralla China.

Charlotte caminó, a paso firme hacia el edificio, donde, se encaminó hasta la oficina del director, el cual, no la pudo atender, y en cambio, un hombre de unos cuarenta y tantos de años la atendió.

—Buenos días, señorita...

—Charlotte. —contestó ella, sonriendo. —Charlotte Bachelard.

—Si, déjame ver. —dijo el hombre, buscando en unas carpetas color amarillo pálido, luego de unos momentos, tomó una y la hojéo. —Toma. —musitó este, estirándole hacia la muchacha unos papeles. —Allí están tus clases, horarios, mapa de la escuela, el listado de las actividades extraprogramáticas, la clave y número de tu casillero y... Eso es todo.

—Muchísimas gracias, Sr...

— Smith.

—Sr. Smith. Muchas gracias. —volvió a decir Charlotte, con una suave sonrisa. —Hasta luego.

—Que tengas un buen día. —acotó el hombre, correspondiendo a la dulce sonrisa de ella.

La escuela era más grande de lo que se veía por fuera, y pudo observar como todos los alumnos se encontraban ahora en el patio del recreo, el cual, como toda la arquitectura del lugar, se parecía a un castillo de la edad media. Las paredes de piedra caliza, el pizo de piedra oscura casi negra, y el pasto verde era lo que predominaba en aquel sitio, Charlotte no se detuvo a pensar un segundo, viniéndole a su mente solo una palabra: hermoso.

Un timbre burdo y estrepitoso, cortó con toda la mágia que aquel lugar proporcionaba, mientras todos los alumnos corrían a sus respectivas aulas. Ella, como era nueva, tomó su horario y fijó la vista en este: filosofía y ética.

Buscó el salón, y tardó un poco en encontrarlo, ya que, muy tonta de parte de ella, lo había leído a la inversa, y se fue, para el otro lado del edificio. Así que, casi corriendo, llegó a lo que sería el aula de dicha materia.

—Tarde.

—Lo sé, y lo siento mucho. —contestó apenada ella. —Es que soy nueva y me perdí, y...

—Pase, pase señorita. —dijo el hombre, de unos cincuenta y muchos años, de pelo canoso y mirada dura. — ¿Su nombre?

—Charlotte Bachelard.

— ¿No se habrá desvelado para asistir a mi clase, verdad? —indagó con ironía el docente.

— ¡Estaría dispuesto a desvelarme contigo, morocha! —gritó un muchacho, de uno de los últimos asientos. Las risas no tardaron en llegar, y la castaña buscó al responsable de ese grito, pero antes de poder decir algo, el profesor la interrumpió.

— ¡Cállese, señor Malik! —le gritó el docente, al muchacho de piel morena y ojos amarronados, el cual, los rodó, restándole importancia a las palabras del docente. —Siéntese, señorita Bachelard. —volvió a hablarle el catedrático, haciendo que la muchacha vaya a su nuevo asiento.

La clase, pasó lenta y abuerrida. Filosofía y ética no era su materia favorita, en ningun aspecto, y el estar encerrada allí, con gente que no conocía y un hombre bastante amargado no era una buena convinación.

Caminando por uno de los pasillos de la escuela, todas las miradas se posaban sobre ella nuevamente, cosa que, debía reconocer, le agradaba. Charlotte era una chica muy bonita. Piel blanca, cabello caoba, ojos ámbar, con una mirada suave y llena de alegría y prepotencia. Su cuerpo era menudito y de estatura promedio, casi baja. Su cuerpo era una escultura, ya que se pasaba horas haciendo actividad física y también adoraba bailar. Su caracter era como decirlo... Bastante pedante. El ser la mejor alumna de la escuela, la mejor voz del coro, la mejor deportista y la capitana de las animadoras de su escuela, no ayudaba a que su autoestima no fuera tan alta. Belleza, inteligencia, aptitud, eran unos de los pocos adjetivos que la describían, y con eso, podía ella solita, hacer girar al mundo.

Esa mañana, llevaba una remera básica color blanca  afianzado a su fina y escultural silueta, encima de esta su camisa favorita a cuadros de colores rojos y verdes viejos y por ultimo unas Vans negras, además de su mochila de jean donde solía llevar algunos de sus útiles ( http://www.polyvore.com/cgi/set?id=94374516&.locale=es )

— ¡¿Quiéres casarte conmigo?! —gritó un chico, creo que el mismo de la clase de filosofía y ética, haciendo reír a sus compañeros, pero Charlotte, que no era nada tímida, le contestó.

— ¿Vamos a Las Vegas? —indagó, haciendo reír a todos los presentes aún más.

— ¡Por supuesto! ¡Casamiento y luna de miel, todo en uno! —dijo el tal... Malik. Charlotte negó con la cabeza, para luego salir del lugar, pero el chico, se adelantó a ella.

— ¿No vas a presentarte?

— Estabas en mi clase...

— Charlotte. Bonito nombre, Charlie.

—No Charlie. Charlotte. —le corrigió ella, haciendo al muchacho, sonreír.

—Zayn Malik. —dijo el muchacho, tomando la mano de la chica, y besando esta en un gesto tan antiguo como el mismísimo colegio.

—Un placer, Zayn. Pero debo irme... ¡Hasta luego! —dijo ella, saliendo de allí en busca de su casillero. El 1945, era el que se encontraba justo al lado de la columna, allí, puso solo la muda de ropa que había llevado por si tenía gimnacia, ya que, todavía no tenía ningún libro. Luego de eso, se dirigió a su clase de Lenguaje, Lógica y Argumentación. Allí, se encontró con una mujer, joven, de cabello moreno y ojos castaños, la cual, le sonrió al verla.

— ¿Charlotte? ¿Eres nueva? —preguntó la docente, conociendo ya de por sí, la respuesta.

—Así es, profesora. —dijo, amablemente la castaña.

— ¿De qué escuela vienes? —indagó la docente, pero antes de que la morena pudiera contestar, un muchacho, de tez blanca decorada con pequeños lunares, una boca gruesa rosada, una pequeña nariz de botón y ojos como dos esmeraldas apareció en el lugar. Su cabello estaba alborotado en no muy definidos rulos castaños, contrastando con su perfecto atuendo de zapatos, pantalón de vestir, camisa, corbata, chaleco y saco.

— Harry Styles. Son pasados cinco minutos desde que la clase empezó.

— Recien llego, April. No te enojes. — le pidió el chico, con una sonrisa, dejando ver unos hermosos dientes tal cual teclas de piano.

— Vete a sentar, Styles. — le dijo la mujer, haciendo que el chico, tomara asiento, en el anteúltimo lugar de la clase.

— Chicos, chicos. — dijo la mujer, la joven mujer, con una sonrisa. — Es la primera estudiante nueva que tenemos, así que sean educados. — pidió la morena. — Dinos... ¿Cómo te llamas?

— ¡Charlotte Malik! — gritó el mismo chico, Zayn, de la clase pasada. Todos rieron, incluso Charlotte, aunque lo miró fijamente.

— Creo que ella sabe su nombre, Zayn.

— Soy Charlotte Bachelard. — contestó la muchacha, mirando al frente de la clase.

— ¿De qué escuela vienes, Charlotte?

—Del Lycée Henri VI.

— ¿No conozco ese colegio...? —dijo la profesora, esperando a que Charlotte prosiguiera.

—Es un Liceo en París, Francia. —contestó la chica.

— ¡Oh la la! ¡Me enamoré! —gritó un chico, en un acento francés, sentado al lado de Zayn, el cual, recibió un golpe de parte de este.

—Soy de allí, he ido toda mi vida a esa escuela. Pero, he sacado la calificación más alta en la rama de abogacía, y gané el traslado para esta escuela.

—Es una niña genio, Zayn. Está lejos de tu coheficiente intelectueal. —le dijo Harry, pero Charlotte pudo escucharlo, y frunció el ceño hacia él.

— ¿Y del tuyo? No me digas, ya llegaste a ser tan inteligente como un pato. Felicidades. —respondió amagramente la castaña. El muchacho, que no se esperaba aquella contestación, la miró fijamente.

— ¿Me estás hablando a mi?

—Disculpa, me equivoque... Creo que un pato es demasiado inteligente. Tal vez, una gallina.

— Mira francesita...

—Chicos. Por favor. —pidió April, la docente.

— ¿Mira qué, británico? —preguntó la castaña, desafiante.

— ¡Pelea! ¡Pelea! —gritaron dos chicos desde el fondo, los cuales, Charlotte no pudo dedicarles, ni una mirada, ya que la suya estaba pendiente del castaño.

—Mira esto. —dijo el muchacho, clavando sus labios tal cual espinas, en la boca de la chica, dejándola clavada al suelo. Luego de unos segundos, se separó, tomó su mochila, y salió del salón, dejando a todo el curso impactado ante tal reacción.

— Hola chica nueva.

—Emm... Hola.

—Soy Liam, el es Niall y a él ya lo conoces... Zayn. —Dijo señalando al muchacho.

Liam tenía el pelo castaño rubio, ojos miel y era de una estatura prominente y un cuerpo muy trabajado, y a pesar de tener la imagen de un "chico malo" tenía una mirada dulce y tierna, Niall, era rubio hasta la médula, con ojos celestes cielo y una sonrisa preciosa. Mucho más bajito que Liam y con muchísimas horas menos en el gimnacio que este.

—Entonces, Charlie. ¿Almuerzas con nosotros?

—Charlotte. —le corrigió esta, por segunda vez en el día, al moreno. —Y si claro, me encantaría.

Los cuatro fueron a sentarse a una mesa en el centro de la escuela. Las miradas se posaban en ella, algunas con deseo de su piel, y otras con odio punzante como jeringas. El almuerzo de Charlotte consistió en una ensalada con un agua y una manzana, mientras que el de los chicos eran hamburguesas, pollo, carne, carne y más carne.

— Y cuéntanos, Charlie. ¿Qué hace una francesita tan bonita, aquí en Londres?

—Charlotte. —volvió a corregir la castaña. —Ya lo dije, he venido porque tuve la posibilidad de obtener la mejor calificación en un examen y me dejaron elegir.

— ¿Elegir?

—Entre el Westminster School, aquí en Londres. Y unas escuelas de Alemania y España.

— ¿Tienes novio, bonita? —preguntó sin tapujos, Zayn.

—No. —contestó Charlotte un tanto avergonzada, pero sin bajar la mirada.

—Todavía. —dijo Zayn, con una sonrisa pícara invadiendo sus labios.

— ¡Harry! —gritó Liam, haciéndole una seña al castaño de la clase de la Srta. April. El muchacho, con un caminar ligero y tranquilo, se acercó con su bandeja repleta de comida, igual que los otros. El muchacho se sentó, junto a Niall. La observó a la muchacha detenidamente, tratando de examinarla, y a la vez intimidarla, pero como Charlotte, no era de esas. Le sostuvo la mirada fijamente, con odio, asco y un poco más. Hasta que la voz de uno de los chicos habló.

— ¿Vas a terminar el año acá?

—Eso espero... Planeo seguir la universidad aquí.

— ¿De verdad? Entonces nuestro futuro juntos se sigue planeando. —dijo el moreno, haciendo ponerse más roja a la chica, y riéndo ante su comentario.

— La Bella y la Bestia. —susurró Harry, haciendo reír a Liam y Niall, y probocando un ceño fruncido de parte de Zayn y Charlotte, la cual, no dejaba de mirarlo mal ni por un minuto.

— Cierra la boca, Styles. —susurró el muchacho, enojado.

Luego de esa disputa, siguieron almorzando "tranquilamente", o a lo que se podía llamar tranquilamente, con las bromas de Liam y Niall, hacia Charlotte y Zayn. El timbre sonó, dando por finalizado el almuerzo, y llevando a los alumnos a su siguiente clase: institución de derecho privado I.

Continue Reading

You'll Also Like

130K 5.9K 41
Un día, dos chicas se encuentran en el metro. Violeta, que acaba de ser abandonada, se está recuperando de un corazón roto, y Chiara está lidiando co...
326K 16.3K 74
Una adolescente se va a vivir un tiempo con su mejor amigo y desde ese día nada volvió a ser como antes. si te gustan las historias de amor y todo es...
1.6K 259 31
Richard Camacho es un chico soñador, su anhelo es ser reconocido artísticamente por el talento que lleva en sus cuerdas vocales. El camino para cumpl...
184K 17.2K 68
De encuentros furtivos, surgen amores perpetuos. Dos corazones anhelantes por un poco de sentir genuino. Las miradas se cruzaron. Los corazones se ac...