Sacaron una mesa al jardín, y sillas alrededor de esta, con dos o tres puff a los costados. La mesa estaba repleta de comidas y aperitivos, como de gaseosas, y más que nada, bebidas alcoholicas.
Todos se pusieron al día con sus vidas, mientras que Charlotte hablaba animadamente con Iris, cual resultó ser novia de Max. Iris, era de contextura grandota, y un poco rellenita, tenía el pelo colorado y unos ojos celestes como el mar. Era muy sencilla, y eso, la hacía ver muy bonita.
— ¿Qué hacen chicas preciosas? —preguntó Zayn, colgándose del hombro de Charlie y de Iris.
— ¿Estás ebrio, Malik? —indagó Charlotte, oliéndolo.
— ¿Yo? ¡Claro que no, francesita! —musitó, besando sonoramente, su mejilla.
—Estás ebrio. —comentó ella, haciendo reír a Iris. Y luego de ello, Zayn se fue, porque Henry lo estaba llamando para quién sabe qué.
— ¿Jugamos?
— ¿A qué? —indagó Max, mirando a Elle.
—Al poker, ¿trajiste dinero, rubio?
—Claro que si, venga, vamos. —comentó, mientras todos se sentaban alrededor de la mesa.
— ¿Sabes jugar, francesa? —indagó la rubia, despectivamente.
—Limítate a repartir. —contestó, haciendo que los varones, a excepción de Harry y Liam, gritaran un: uuuuh, general.
Comenzó el juego, luego de una barrida, Liam y Henry estaban fuera de juego, luego se retiró Niall. El monto era de quinientos treinta y tres libras, con veinte centavos, y cuando aumentó treinta libras más, Iris y Harry salieron del juego. Solo quedaban Max, Charlotte, Zayn y Elle, esta última, estaba intimamente compitiendo con la parisina.
—No quiero hacerte llorar, Francia. —comentó con desdén, la rubia.
—Que gracia. Eso mismo te iba a decir yo, británica. —soltó Charlotte, un tanto o más agresiva que ella. Zayn, lanzó un alarido, haciendo reír a los demás.
—Me retiro. —dijo Max, dejando sus cartas sobre la mesa.
— Vamos, Zayn. Gana por el honor masculino. —soltó Henry haciendo reír a todos.
—Sirve, vamos. —musitó el moreno, mientras Elle, repartía cartas.
—Me voy, preciosas. No se maten por mi amor. —comentó, haciendo reír a todos, a excepción de Elle.
— Muestra. —dijo ella, mientras la castaña levantaba una ceja.
—Tu primera. —le atinó, mientras la rubia reía con ímpetu.
—Escalera de color, linda. —soltó, socarronamente, la rubia.
—Escalera real, linda. —imitó la castaña, con unas copitas de más, mostrando sus cartas, y la incredulidad en los rostros de todos quedó marcada. —Creo que gano.
—Eres una puta con suerte. —comentó la rubia, mientras Charlotte, se levantaba de su lugar, pero, antes de atinar a hacer algo, los brazos de Liam, la rodiaron, haciéndola sentar en su lugar.
—Por favor, chicas. Es solo un juego. —dijo Harry, tratando de calmar las aguas.
—Lo mismo me dijiste a mí la última vez, ¿con ella también es un juego, Harry?
—Por favor, Elle. —comentó Niall, mientras Charlotte, se levantaba, y salía del gran patio de la casa de Niall.
Frente a esta, a una cuadra más o menos, se encontraba la playa, la cual, estaba desolada, debido a la hora en la que estaban, y también, porque era septiembre, y ningun turísta, se le ocurriría ir a la isla a estas alturas del año. Charlotte, comenzó a caminar por la blanquecina arena, y se quitó los zapatos de tacón, que se enterraban en la arena, y le impedían continuar.
