—Liam... ¿Podría hablar contigo, un minuto?
—Claro, Hazza. ¿Qué pasa? —preguntó, mientras se sentaba, luego de la clase de Marshall, en una de las mesas del patio.
—Bueno, mira... Lo que pasa es que Niall es un completo cerdo, Zayn es igual a mi, y por ende, yo, soy un desastre igual que ellos dos.
— No entiendo.
—Entonces, tu, eres lo mejorcito de nuestro grupo.
—Oh, muchas gracias. —dijo el chico alhagado, haciendo reír a Harry. —Pero... ¿qué pasa? ¿qué tienes?
—Hice llorar a una chica.
—Harry, haces llorar a miles de chicas. Siempre que terminas con ellas, al otro día. —le dijo Liam, sin entender al muchacho.
—No, no a "esas" chicas. Ella es otra. Es diferente.
— ¿Charlotte? —preguntó entre enojado y sorprendido.
— ¿Cómo sabes?
— ¿Cómo que la hiciste llorar? ¿Qué le has hecho? —indagó molesto, el muchacho.
—Es que, es una historia larga.
—Tienes quince minutos para explicarmela. —dijo el chico, refiriéndose al tiempo del recreo. Calmándose un poco y escuchando a su amigo. Este, le relató lo que sucedió en el bufete de su padre, luego en su casa y más tarde en la escuela, con respecto a Charlotte, la cual, desde ese entonces, ni la mirada le dirige.
—Eres un idiota.
—Lo sé, con eso no me estás ayudando. —contestó, enojado, el castaño.
— ¿Qué quieres que te diga? Ve, y pídele perdón.
—Ey, ey... No me voy a humillar tanto así con una chica. Tampoco estoy desesperado. Es hermosa, pero mi orgullo vale más.
—Vuelvo a decirlo, eres un idiota. —repitió, frunciendo el ceño el rubio. —No estoy hablando de la sexy chica que pudieras tener en tu cama, Harry. Te estoy hablando de la única amiga que tenemos, no sé si te has dado cuenta pero pasó toda la semana con nosotros, y parece que a Niall y a Zayn no les molesta, y a mi menos. ¿De verdad crees que es solo una chica así?
—Bueno, yo... —dijo, dudando, el castaño.
—No es por que sea hermosa, que le pides perdón, es porque sea lo que sea, de todas las idioteces que hiciste, hiciste algo que la ha herido, le tienes que pedir disculpas por eso.
— No va a perdonarme, ¿no la conoces? Recentida hasta la médula.
—Mira, está allí con Zayn y Niall. Pídele un momento, hablan y en Teoría del Estado, se sientan juntos.
—Pero... Está bien. —aceptó molesto, llendo hacia donde se encontraban los chicos y ella. Se acercó, entre confundido y molesto, ¿por qué él debería pedirle disculpas? Si ella fue la que lo trató mal y lo dejó allí, en su casa. ¿Por qué él debía humillarse ante ella, y pedirle perdón?
Y cuando la vió, todas esas preguntas simplemente desaparecieron de su mente, como si de un remolino se tratase, y solo pudo verla a ella, y recordó las lágrimas que cayeron de sus ojos por su culpa, y decidió ir hasta ella.
— ¿Charlotte? ¿Podríamos hablar? —le pidió el chico, un poco asustado, mirándola. Esta, miró a sus acompañantes, se puso de pie, pasó por al lado de él, y sin dedicarle si quiera una mirada, se fue de aquel lugar. El timbre sonó, por lo tanto, caminó hasta su aula, donde el profesor Kors, los esperaba.
