—No puedo creer que le hayas dicho eso.
—Yo no puedo creer que te hayas quedado calladita. Tu, contestadora compulsiva. —le dijo Harry, mientras esta le pegaba en el hombro.
—Es que, ¿sabes? La señora Donnavan me intimida.
—Esa mujer intimida a todo el mundo. —contestó, con una cara de miedo, graciosa. —Pero, no puede hablarte así. ¿Qué les pasa a ambos? ¿Están locos? —inquirió Harry, mientras caminaban por una de las calles principales, comiendo un helado.
—No lo sé, pero hasta Margot vino a mí para pararla. —le recordó la castaña al muchacho, mientras se sentaban en un banco.
—Esa Margot, un día de estos voy a olvidar que es mujer y...
— ¿Le pegarías a una mujer?
—Jamás. Pero ella, me pone de los nervios. —comentó el chico, haciendo reír a la castaña.
—Hoy te vi con Jennifer. —dijo ella mirándolo de reojo, mientras se llevaba una cucharada de helado de frutilla en su boca.
—Si, me estaba gritando. Por dejarla sola el otro día. Dijo: "¡Harry Edward Styles, jamás vuelvas a llamarme te odio con todo mi corazón!"—musitó el chico, imitando la voz chillona de Jennifer, y haciendo reír Charlotte. —Pero lo peor vino después.
— ¿Después?
—Es que le contesté, y ahí creo que quiso matarme.
— ¿Qué le has dicho?
—Le dije: "No te preocupes, yo jamás repito de chica, no iba a llamarte de cualquier manera". Y allí, me empezó a insultar, cosa que ignoré y caminé hasta la clase.
— ¿Cómo le has podido decir aquello? —indagó estupefacta la castaña.
—Solo fui sincero. Además, ella va a la escuela hace tiempo y me conoce. —comentó, guiñando un ojo, mientras que con su cuchara, tomaba un poco del helado de la chica.
— ¡Ey! ¡Come del tuyo!
—Es rico. —dijo, relamiéndose los labios. —Toma. —dijo el entregándole un poco de su helado de vainilla, ella tomó la cuchara, pero el, se la arrevató y suspendió el contenido el en aire, para darle de comer en la boca, ella rió y se acercó, mentiendo en su boca el helado.
—Rico, también. —musitó, mientras el chico sonreía y en un instante su sonrisa desapareció, mientras veía detrás de Charlotte algo extraño. — ¿Pasa algo? —le preguntó la muchacha, ya que el chico se había quedado completamente callado.
—Mira. —dijo él, mientras la muchacha se giraba, y veía detrás de ella, al coach Sullivan y a Donnavan discutiendo, la mujer, estampó su mano contra la mejilla de él hombre, y este la tomó de la muñeca mientras continuaban discutiendo: —Eso debió doler. —comentó Harry, con un gesto de dolor en su rostro, en cuanto los dos adultos seguían con su discución, hasta que Sullivan se acercó a la rubia, la tomó en sus brazos y la besó salvajemente.
—Eso es imposible. —soltó Charlotte, mirando estupefacta la escena. Ambos se separaron de aquel beso, se dijeron algo, que no lograron entender, se tomaron las manos, y caminaron, en dirección donde los dos muchachos estaban. Harry, que fue más rápido que los adultos, tomó a Charlotte por el cuello y la abrazó, escondiendo su rostro en el cuello de ella, y ella, en el hombro del chico, mientras que los entrenadores pasaban sin percatarse de la presencia de sus alumnos. Cuando estos se hubieron ido, los dos jovenes se separaron.
—Eso fue raro.
—Perturbador. —comentó Harry, haciendo reír a la castaña.
—Bastante.
