- ¿Es verdad?
- ¿De qué hablas?
- ¿Es verdad que Harry te pegó porque insultaste a sus padres?
- ¿Eso te dijo? -preguntó Louis, soltando una risa sarcástica.
-Si, y parecía bastante sincero cuando me lo dijo.
-Ese chico hasta cuando respira, miente. -soltó Louis, cerrando el libro que estaba leyendo para su siguiente clase de contabilidad.
- Ya no sé a quién creerle. Eres tan mentiroso como él, Louis.
-Charlotte, por favor. No puedes creerle más a él que a mí.
-Júrame que no le has dicho nada ofencivo a Harry.
-Te lo juro, Charlotte. Jamás hablé mal de sus padres, si ni siquiera los conozco.
-Está bien. -dijo la chica ahora con una sonrisa, aflojando sus duras facciones de antaño.
- ¿Quieres comer conmigo en el almuerzo?
-De acuerdo. -aceptó ella con una sonrisa. - Me voy, tengo que ir a buscar a Liam.
-Está bien, te veo luego Mon Amour. -soltó el chico, besando la mejilla de la castaña mientras que esta, iba en busca de Liam.
-Hola chicos. -soltó la muchacha, mientras saludaba a Niall, Zayn y al anteriormente mencionado. - ¿Y Harry?
- ¿Te preocupas por él? -preguntó, sorprendido Niall. -Creí que lo odiabas.
-Si, lo sigo odiando pero... Tampoco para no querer saber si sigue vivo o no.
-No lo sé, le mandé un mensaje pero parece que no va a aparecer tampoco para la segunda clase.
-Va a reprobar el semestre si sigue faltando.
-No, si no es que se queda libre. Harry falta a cada una de las clases, y termina sabiendo más que nosotros tres juntos.
-Es un suertudo. -comentó fastidiado, Zayn, mientras Liam reía.
- ¿Liam? ¿Puedo hablar contigo?
-Si, claro. Dime.
-A solas. -comentó la castaña, con una mirada de disculpa al moreno y al rubio.
-Claro, no problem baby. -dijo el moreno, besando la mejilla de la castaña, y Niall, pasaba por al lado, y también la saludaba.
- ¿Qué pasa, Charlie?
-Quiero que me cuentes... ¿Qué pasó con Clea?
- ¿Cle... Clea? -preguntó con un tartamudeo, haciendo reír a la chica.
-Si, ¿qué pasa con ella?
-No lo sé, es que es... Complicado.
- ¿Por?
- ¿Qué pasa si le parezco tonto? ¿O feo? ¿O un completo tarado? ¿Qué pasa si piensa que solo quiero jugar con ella? ¿O...?
-Basta, Liam. -lo interrumpió la castaña, con una sonrisa.-Eres el chico más bonito, dulce y menos tarado de toda la escuela. -le dijo ella, besando la mejilla del aludido.
-Pero... No lo sé.
-Cuando toque el timbre de dada finalizada la clase, ve y habla con ella.
-Pero...
-Nada de peros. Ve y habla con ella. Estoy segura que va a gustar de ti.
- ¿Qué sabes de él?
-Bueno... Su padre es un competidor bastante importante en el campo laboral. Tiene un estudio de abogados en París y siempre trata de robarnos clientes. Pero más allá de eso, no va.
- ¿Cómo sabe eso de mi madre?
-No lo sé, Harry. No sé que quieres que te diga. -le dijo Robert, sirviéndose un vaso de wisky y dándole un largo trago continuó. -Voy a averiguar acerca de ese tal Louis. No te preocupes.
-Gracias. -contestó el castaño, a regañadientes. Odiaba darle alguna clase de muestra de gratitud a su progenitor.
Luego de aquello, se subió a su vehículo para dirigirse a la escuela, donde ya había perdido sus clases de la mañana y solo iría por cuatro horas y tal vez, para el entrenamiento. Cuando estaba a unos quince minutos del Westminster School, su teléfono sonó despavilándolo de la ruta y lo colocó en el manos libres.
- ¿Si?
- ¿Harry Styles?
-Así es, ¿quién habla?
-Mi nombre es Ornella St. James, y soy una de las organizadoras del concurso de fotografía André Kertész. Quería informarle que ha sido un finalista y que sus trabajos serán expuestos el día sábado 23 de este mes, a las 20.30 horas en el National Portrait Gallery. Felicidades.
-Muchísimas gracias, Srta. St. James. -dijo Harry, luego de cortar la llamada una sonrisa se extendió por su rostro, apretando el acelerador para llegar antes a la escuela.
-Por fin te dignas a aparecer. Creí que habías muerto.
-Muy gracioso, Zayn.
- ¿Dónde estabas?
-Con mi padre... Cosas del bufete. -explicó Harry, sentándose en el típico lugar de siempre en la hora del almuerzo. - ¿Y Liam? ¿Y Charlie?
-Liam está con Clea. -contestó Niall, parpadeando con cara de idiota, asemejándose, supuestamente, a la mencionada. Harry solo río en respuesta.
-Y Charlie está con el franchute ese. Fueron a la cafetería.
-Uh, que lástima. Parece que voy a cagarle la velada al francecito. -comentó el castaño, llendo hasta la cafetería. Al entrar, algunas (o casi todas) las miradas se posaron en él, como usualmente sucedía en aquella escuela. Los alumnos ahora eran parte del público, del espectáculo que Harry estaba montando. Caminó hasta Charlotte y Louis, el segundo lo miró con asco, desprecio y odio, mirada corrspondida por el británico el cual, odiaba con todo su ser al muchacho.
-Lo lamento, querido amigo Louis. -dijo con clara ironía en su voz. -Debo llevarme a mi princesa de Mónaco. Ven. Camina. -comentó este, colocándole una mano en el brazo y otra en la cintura para arrastrarla fuera de la cafetería sin que ella rechistara.
- ¿Qué pasa? -indagó, una vez que se encontraban en el patio del colegio.
-No pareces muy molesta de que te haya arruinado la cita con tu príncipe.
-Deja de decir idioteces, ¿quieres? Y dime que quieres. -le dijo Charlotte, cruzándose de brazos.
-El sábado a las 20.30, estate lista, vestida de gala y sexy si se puede... Y sé que si. -comentó esto, acercándose a la muchacha.
- ¿Qué? ¿De qué diablos hablas?
- ¿Te acuerdas de mi hermosa modelito? -preguntó, mientras la castaña solo giraba los ojos en respuesta. -He ganado el concurso de fotografía, soy finalista para la exposición de las fotos en una galería de arte.
- ¿De verdad? -indagó Charlotte, impresionada. - ¡Eso es fabuloso! -dijo efuciva, abrazándolo por el cuello, el muchacho la tomó entre sus brazos con delicadeza, colocando sus manos en la espalda de la chica, para que esta no malentendiera (como siempre) sus intenciones para con ella. O tal vez no tan malentendidas intenciones. Ella, luego de un segundo de reacción ante lo que estaba haciendo se separó del castaño, mientras este aspiraba profundamente por la nariz, penetrando el dulzón aroma de la francesa.
- ¿Eso es que vienes?
-De acuerdo, si voy... Además quiero verme. Jamás me mostraste una foto. -dijo ella, frunciendo el ceño.
-Lo verás el sábado. Estate elegante y sexy.
-Si, Harry. Como digas. -comentó ella, riéndo.
