Narrador yo
Naruto observaba todos y cada uno de los cráteres que había en la zona de su entrenamiento. Había árboles arrancado de raíz, por efecto de su jutsu y sus cadenas.
Uchiha Mikoto, miraba con atención a su nuevo pupilo, el que es hijo de su difunta mejor amiga, Uzumaki Kushina.
Desde que se presentó en la puerta de su casa para pedirla ayuda, Mikoto se centró a ayudar al joven para que esté se adaptará a su doujutsu. Se había puesto por primera vez, desde hace mucho tiempo, el uniforme de Jounin que tenía guardado al fondo de su inmenso armario, y no había pensado en volver a usarlo; pero parece que con la llegada del Uzumaki, ese pensamiento se vio desterrado de su mente. Tampoco es que se sintiera muy incomoda con esto. Estaba disfrutando de las clases que le estaba dando al joven, y no solo para que esté controlará su doujutsu, si no para poder desarrollar todas sus habilidades o Kekkei Genkai que tuviera.
La mujer azabache sabía perfectamente como usaba Kushina sus cadenas, y creía que podría ayudarle en ese punto también. Tal vez no comprendiera como se invocaban, al menos no al cien por cien, pero sabía de todas las utilidades que podría darle el joven.
En toda la semana que pasó desde que apareció frente a ella pidiéndole ayuda, la Uchiha estudio detenidamente al chico. Para ella, era un joven incansable, y no solo por su resistencia, que le venían por parte de los genes Uzumaki, si no por su actitud cabezota.
El chico, cuando tenía algo en mente no lo soltaba, se aferraba a ello hasta que lo había completado. Y ahora el joven, tenía en mente perfeccionar su uso con sus dos Kekkei Genkai desbloqueados hasta el momento, los cuales eran las cadenas de chakra y el Rinnegan, aunque de este último solo habían desbloqueado la habilidad del Shinra Tensei. Sin ningún usuario en la aldea de este poderoso doujutsu, se les haría muy difícil la evolución de este.
Con las cadenas de chakra, era una cosa distinta. El chico ya podía invocar tres de estas a voluntad, pero si lo hacía quedaba muy agotado, y no era muy conveniente usarlas en una batalla. Pero lo más curioso, es que estás aparecían involuntariamente cuando su usuario estaba en un peligro real, llegando a poder invocarlas nueve de estas, las cuales actuaban bajo las órdenes del semi pelirrojo, y este no parecía cansado.
Cuando Mikoto le pregunto por esto, el chico le dijo que las veces que había usado las cadenas, había sido involuntariamente. Él no tenía ni idea de como pasaba; pero cuando dichas cadenas aparecían, no le afectaba para nada en su cuerpo, como le pasaba cuando las intentaba invocar a voluntad.
La Uchiha llegó a la conclusión de que el chico aún no estaba listo para usar el todo el poder de dicho Kekkei Genkai, y por eso este actuaba de esa forma tan rara. Pero era un punto a favor del Uzumaki. Sin el pretenderlo, invocará las nueve cadenas de chakra que parecía poseer para su protección cada vez que sufriera algún ataque que arriesgará su vida.
El chico en esa semana, había mejorado mucho, y eso se veía con claridad. El semi pelirrojo manejaba muy bien el Rinnegan, casi como si lo hubiera tenido desde que nació, pero solo le faltaba desarrollar el resto de poderes que estos ojos le otorgaban, ya que solo usando el Shinra Tensei, no los estaría aprovechando al máximo, pero para el comienzo estaba bien. Su manejo del Raiton mejoro de sobremanera, y gracias a que su nueva sensei era una Uchiha, por no decir que la mejor en opinión del genin, había aprendido algún que otro jutsu de Katon, así como crear los suyos propios de ambos elementos y reforzar los que ya tiene.
Ahí se encontraba, contemplando la destrucción que sus jutsus habían causado en su zona de entrenamiento, aunque a lo mejor debería preocuparse más por por cierta chica que consideraba esa zona muy especial para ella.
Sentía el cuerpo cansado, como si le hubieran quitado todo su chakra, a pesar de que tenía inmensas reservas y que le era imposible gastar toda esa gran cantidad en un simple entrenamiento; pero el joven Uzumaki aún no tenía el físico para aguantar durante mucho rato una pelea usando ese inmenso chakra. Le costaba controlarlo, y por eso su sensei le había obligado a hacer varios ejercicios para mejorar su control sobre este, cosa que agradecía, por qué ahora que poseía un mayor control, se le veía más fácil usar todas esas nuevas habilidades y jutsus que poseía. Lo único bueno, es que aún tenía mucho tiempo para que llegara su combate en las finales, el cual seguramente sería uno de los mejores, si no el mejor, de los que se verán.
Naruto ya sabía más o menos que tendría que hacer para que los jueces que hubiera por ahí, le consideraran para ascenderlo a chuunin, y eso se debía a su sensei.
Mikoto también le hablo sobre los inconvenientes de estas batallas. Los miembros del consejo, más los civiles que los clanes, estarían atentos para ver a quien usar como una máquina de cría o arma para la aldea y, esto según la Uchiha mayor, era sumamente peligroso.
El Uzumaki se encogió de hombros cuando se lo digo, y le informo a su sensei más reciente, de que si esos civiles le querían atar en corto, sus cabezas rodarían por los suelos. No por nada era el hijo del Yondaime Hokage y la princesa de Uzu. El les dejaría bien en claro, que con el no se juega y, que al juego del politiqueo y de controlar a personas, podían jugar dos.
Claramente, Naruto sabía que su piedra en el zapato sería Shimura Danzou, líder de Raíz y básicamente el que había logrado colar a esos civiles con ínfulas en el consejo. Para él, los únicos que merecían la pena en ese grupo, eran los de los clanes principales, por qué seguramente los clanes medios o bajos, serían igual de leales a la momia que los civiles.
Al joven no le gustaban esas cosas, pero como un Namikaze y Uzumaki, tendría que volver a colocar a sus clanes a donde corresponden, además de demostrar que Uchiha Sasuke no era ese ser invencible que creían que era. De eso, el Uzumaki se encargaría a su tiempo. Nadie le quitaría esa satisfacción, ni siquiera el viejo vendado.
Cuando Naruto y Mikoto iban a seguir con su sesión de entrenamiento, un ANBU con máscara de Jaguar hizo acto de presencia.
???:Uzumaki-sama, Sandaime-sama le espera en su despacho. Es urgente.
Con Hiruzen
Sarutobi Hiruzen, estaba sentado en su asiento, con el gesto serio y expulsando humo como una locomotora sin control.
Había llegado la hora, y necesitaba que su nieto adoptivo no rechazará lo que iba a pasar.
La puerta se abrió, y dejo a la vista a un rubio con mechas rojas que entraba jadeando en la estancia.
Naruto:¿qué ha pasado Jiji? Estaba entrenando.
El viejo Kage hace una serie de sellos, y una barrera de silencio cubre el lugar. Solo él, la persona que estaba sentada frente al Sandaime, los ANBUS hay presentes y Naruto deberían saber lo que iba a pasar.
Hiruzen no hubiera dejado a los ANBU hay, si no supiera que le heran totalmente leales a él.
Hiruzen:escucha Naruto, no hay tiempo para que hablemos o más bien para que tú hables–el chico asiente, intrigado–. Tras los exámenes chuunin, el consejo va ha hacer sus movimientos. Obligarán a Akeno a casarse con Sasuke, pondrán a Ryū a trabajar en Raíz y a ti por el momento te mantendrá vigilado. Bien, esa es la situación, pero...–el Kage saca una hoja y la pone en la mesa–. Ya tengo una solución para Akeno.
La persona sentada frente al Sandaime se quita la capucha, mostrando a la joven Uchiha de doce años.
Naruto se coloca a su lado, y pone su mano sobre su hombro.
Akeno:¿cuál es, Sandaime-sama? No quiero caer en las garras del consejo civil.
El Sandaime sonríe.
Hiruzen:se que es pronto y que a lo mejor no aceptáis, pero es la mejor opción–mira al semi pelirrojo con seriedad–. Tu, Naruto, eres en estos momentos el shinobi que más influencia, dinero y poder puede obtener. A Sasuke no le darán lo que le pertenece hasta que su madre muera o cumpla la mayoría de edad, eso nos da un margen de acción–el viejo suelta una bocanada de humo, y acerca el papel hacia ellos–. Este es mi plan. Primero:tú y Ryū tendrán que hacer una buena actuación. Ya tengo vuestro ascenso a chuunin listo. Ha sido aprobado y firmado secretamente por los líderes de los clanes. Solo los shinobis pueden tener voz y voto en esto, pero si lo hiciera con la cámara al completo, me fastidiaría Danzou y sus lame botas y eso no es factible para ti–acerca un poco más el papel, y sonríe–. Para lo de Akeno... simplemente cásate antes de la tercera fase, con este joven hiperactivo y el poder de los Uzumaki te protegerá.
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Capitulo listo mis genin. Espero que os guste. Nos vemos en el próximo capítulo 😊 ttebayo 😄