Narrador yo
El equipo 11 estaba en el campo 44, o más conocido como el Bosque de la Muerte. Anko les había dado la información para pasar la prueba, que era pasar cinco días en el bosque y sobrevivir en este. Para pasar se debía obtener el pergamino de la tierra o del cielo, según cual tuvieras e ir a una torre en el centro de este bosque, a diez kilómetros de la entrada.
Naruto tras recibir el pergamino, y para sorpresa de todos, les mostró a sus rivales que tenían el de la tierra y, quién quisiera, que fuera a por ellos a intentar quitárselo.
Por su culpa, ya habían tenido que lidiar con bastantes equipos, pero por lo menos ya tenían su pergamino y ahora estaban recorriendo el bosque, en busca de cualquier amenaza.
Naruto se sentía extraño, como si tuviera el cuerpo ardiendo por dentro, como si tuviera fuego dentro y este estuviera ardiendo cada vez con más y más intensidad. Los músculos le dolían; los ojos le ardían y sentía como si una gran energía se empezará a formar en su interior.
Cayó de rodillas en una rama y apoyo las manos en esta, quedando con la cabeza gacha y con ganas de vomitar o morir.
Tanto Akeno cómo Ryū, se detuvieron al ver a su amigo y compañero en esas condiciones tan lamentable. Los dos le estaban mirando con una sincera preocupación.
Akeno:¿Naruto que te pasa?
El rubio no contesto. Apretó los dientes y cerró los puños hasta hacerse sangre mientras aguantaba las ganas de gritar por todo ese dolor que estaba sintiendo en ese momento.
Ryū entrecerro su ojo visible. Algo le decía que su compañero estaba pasando por algo muy importante y que iba a cambiar todo, dando un giro de 360°. Gracias a ser sensor, sentía pequeñas fluctuaciones de chakra que aumentaban o disminuían y eso provenía de su compañero ahí tirado.
El pelirrojo miro a los alrededores con cierta precaución. Estando en ese lugar, en un examen y rodeados de enemigos, no le extrañaba que alguien aprovechará para atacarlos, aunque se llevaría una amarga sorpresa por los dos jóvenes que aún estaban de pie.
Volvió a centrar su atención en su compañero, y vio como grandes gotas de sudor caían de su rostro.
Naruto se levanto con cuidado, muy lentamente y sin precipitarse. Sentía como su chakra había disminuido en gran parte, aunque no entendía muy bien el por qué de esto. No había realizado ninguna acción que supusiera tanto gasto de chakra, y ahí estaba, con más del setenta y cinco por ciento de su chakra esfumado, evaporizado, sin dejar rastro. Pero por otro lado, sentía como si hubiera sufrido algún cambio que acabaría por descubrir más adelante.
Akeno:¿estas mejor?
El rubio abre los ojos y los posa en sus compañeros. Tienen en su rostro la preocupación reflejada.
Naruto:.....supongo. Me siento cansado y he perdido gran parte de mi chakra, aunque no entiendo el motivo de esto.
La joven frunce el ceño. ¿Cómo alguien podía perder su chakra así como si nada? Era lo más raro del mundo, pero nada podían hacer, solo esperar que no volviera a pasar; si no, tal vez el rubio estaba perdido.
Akeno:no se que rayos ha pasado, pero debemos marcharnos de aquí e ir a la torre. Si no tal vez te vuelva a pasar y quedemos a merced de los animales o de algún genin.
El rubio regulariza su respiración y va a contestar, pero de pronto siente como el dolor vuelve a su cuerpo y cae inconsciente sin que nadie pueda evitarlo.
Mente de Naruto
Naruto abre lentamente sus ojos, para encontrarse en una alcantarilla muy oscura, con el agua cayendo gota a gota en el agua a sus pies.
Por alguna razón, el agua visible no le puede mojar, ni siquiera la siente como tal.
El rubio deja de prestar atención a su entorno, y comienza a caminar hacia donde proviene el sonido de algún que otro gruñido. No entiende muy bien el motivo, pero va andando solo, sin que nadie haga algo, ni siquiera el mismo, para que sus piernas se muevan solas, ajenos a las órdenes del cerebro.
Termina frente a una enorme reja, con el kanji de sello. Tras esta reja, una figura se mueve hasta quedar visible para nuestro protagonista.
Kurama:ya veo. Así que ya es el momento.
El rubio mira al zorro sin comprender.
Naruto:¿que momento? ¿Sabes lo que está pasando, Kura-nii m
El enorme zorro de nueve colas, mira a su contenedor con sus impasibles ojos rojos, que parecen ver el alma y corazón del genin.
Kurama:si, y tú deberías saberlo, cabeza hueca. Los sellos de los genes Uzumaki, se están rompiendo, de hay que estés sufriendo un inmenso dolor y de la perdida de chakra.
Naruto asiente ligeramente, pero aún con dudas en su joven mente.
Naruto:¿por que pierdo chakra? Si sigo así, moriré sin poder demostrar que no soy débil.
Kurama muestra sus colmillos en lo que podría ser una sonrisa, al menos si se le pregunta al rubio de ojos azules.
Kurama:tranquilo, gaki. Yo te estoy proporcionando el chakra para que no pierdas tu vida en el proceso, algo que sería imposible, pero mejor prevenir que curar–le informa el imponente zorro–. El motivo por el que pierdes chakra, es por qué se está usando en romper los sellos y en adaptarte a ti a tus nuevos poderes. Es algo que llevara unas horas, pero no te preocupes. No quedarán secuelas físicas tras tu cambio....al menos, no muchas.
El rubio simplemente asintió. Ya tenía ganas de poder emplear sus genes Uzumaki para demostrar a todos quién es realmente. Pero esto traía un gran inconveniente, al menos en esos momentos. Estaban en medio de la segunda parte del examen, en medio de un bosque repleto de enemigos y potenciales depredadores. No podía darse el lujo de perder cinco días en adaptarse a su nuevo aspecto, y eso lo tenía que saber su inquilino.
Naruto:Oe, Kurama. Sabes que en estos momentos estoy en una situación delicada, ¿no?
Kurama:¿y que?
En la cabeza del rubio, aparece una vena.
Naruto:y no has pensado que, ¿PODRÍA PALMARLA SI ESTOY PERDIENDO CHAKRA Y CON DOLOR DE CUERPO TODO EL RATO?
El bijuu río con nerviosismo. En realidad, esa idea no se le había pasado por la cabeza hasta que la acababa de decir el rubio ahí presente, el cual miraba al zorro con gesto serio. Pero como era el Kyubi, siempre tenía un plan B.
Kurama:vale vale, deja de gritar de una vez–responde el zorro demonio con cansancio–. Bien tengo un plan B Naruto, pero hay consecuencias.
El rubio mira a su amigo.
Naruto:¿cuáles?
Kurama mira fijamente a su contenedor, por si ve vacilación en sus ojos, pero no. En sus ojos azules como zafiros, brilla la determinación.
Kurama:usaré mi chakra para bloquear los sellos, pero no podrás disponer de mi poder y chakra. Solo tendrás el tuyo propio. Si accedes a mi chakra, es posible que cuando acabes de usarlo, todos los sellos de genes se rompan, llevando a tu cuerpo a tal punto, que podrías morir sin que yo o alguien más pueda hacer algo.
El Jinchuriki mira a su compañero. Desde la vuelta de Nami, desde que conoció al que se suponía que es el demonio más poderoso de los nueve bijuus, nunca lo vio como arma o algo que pudiera usar como si no tuviera sentimientos. De echo, esa fue la principal razón por la que quería entrenar y volverse mucho más fuerte, para no depender de su bijuu. Ahora, durante la segunda etapa del examen, tenía esa oportunidad. Si no la tomaba, tal vez acabaría siendo presa del dolor por la liberación de sus genes.
El rubio Uzumaki suelta un enorme suspiro, con la decisión ya tomada.
Naruto:hazlo, nii-san.
Con Karin
Uzumaki Karin, una genin de Kusa de once años, casi doce, se encontraba totalmente aterrada. A su lado, se encontraban sus compañeros con la cabeza separada de su cuerpo, y con dos enormes charcos de sangre.
La chica de gafas, estaba muy aterrada, con varios cortes por todo el cuerpo. Las manchas de sangre, estaban esparcidas por su ropa y rostro. Lo peor de la situación, es que la joven no podía mover un músculo aunque quisiera. Su cuerpo no le respondía.
Por más que intenta levantarse, vuelve a caer al suelo, con el terror reflejado en su cara. Sus ojos rojos brillaban con el temor que sentía en estos momentos.
Frente a la niña pelirroja, tres genins de Amegakure no Sato, con respiradores de buzo y trajes amarillos, estaban frente a ella, con la sangre cayendo de sus kunais.
???:bueno bueno bueno. Ya que tenemos no tenéis el pergamino de la tierra que necesitamos, y tus amigos ya están muertos, nos divertiremos contigo.
Los tres se van acercando, haciendo que la genin de Kusa, se vaya arrastrando hacia atrás, pero no puede ir más atrás. Choca con un árbol. Ve con terror como se van acercando a ella, lentamente.
???:sempai. Esos están molestando a Pelirroja-sempai y Ryū cree que debemos intervenir.
Los genins de Amegakure, se giran y se encuentran con el Uzumaki pelirrojo del equipo 11, junto a la azabache del mismo equipo. Tienen la vista fija en los tres de Ame, que no los habían notado.
Cuando el líder de este trío vuelve a mirar a la pelirroja, se encuentra con un rubio cargándola en su espalda. En su rostro se puede ver un ligero sonrojo, que oculta con sus mechones rojos.
???:¿cómo osais interferir?
Antes de que los de Ame puedan hacer algo, Uchiha Akeno, veloz como el rayo, les hace diversos cortes por el cuerpo a cada uno de ellos y paralizandolos en el proceso gracias al líquido que vertió sobre su espada corta.
Esto deja frustrados a los genin de la hierba, y ven como el equipo 11 se aleja de ahí, con Uzumaki Karin en la espalda del rubio.
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Hasta aquí este hermoso capítulo.
Espero que os guste. Quería deciros que cuando empiecen los combates, seguramente los jutsus de Sai los pondré mal ya que no me los sé en español y menos en japonés xD.
Nos vemos en el próximo capítulo 😊 ttebayo 😄