Al día siguiente las cosas fueron tan... secas que ya debería acostumbrarme. Dayana junto con Alexander del brazo, sonriendo estúpidamente y como no, si es más que obvio que se besaron. En cambio Chris se portó muy amable y lindo como de costumbre y aunque se preocupó por mi repentina desaparición de la fiesta, no dije otra cosa más que "me sentía un poco cansada y solo quería dormir".
Lo dudó un poco, pero luego lo convencí con cosquillas y juegos bruscos. Platiqué el fin de semana con Dasha, Chris y Max. Sharon y Karyme se fueron después de la fiesta, pues sus padres ya ansiaban tenerlas en casa.
Hoy parte mi vuelo, así que Chris se ofreció amablemente en llevarme al aeropuerto. Cuando le dije a mi familia y amigos que iría se pusieron súper contentos, solo a Andrew le dije el día exacto en el que volvería para darle una sorpresa a mis padres y hermano al igual que los otros.
—Vas a regresar ¿verdad traviesa? —dice Chris alborotando mi cabello—recuerda que, aunque ese idiota no nos hable, yo sí que voy a extrañarte
—Cuando regrese espero que pueda hacer algún cambio, no merece-
—Eh, eh, eh, basta linda, tus palabras me harán llorar y suficiente aquella vez—esboza una sonrisa—de cualquier manera, voy a esperar ansioso por ti
—Odio las despedidas, me entristecen mucho—digo bajando lentamente la mirada, de verdad que decir adiós sin quererlo duele
—Bombón—tomó de mi barbilla y me obligó a que lo mirara—este no es un adiós, es un hasta pronto ¿vale? Ve y diviértete con tu familia y amigos, creo que mis padres vendrán de sus negocios a visitarme, estoy más ansioso si es que, como dicen, mi hermano también vendrá, así que ¡Ánimo! No todo está tan jodido como parece ja, ja, ja
—Tú siempre tan positivo
—Es lo que queda en situaciones así... ve y que no se te olvide mandarme mensajes y fotos, yo extraño mi tierra natal así que deslúmbrame con buenas imágenes
—Ja, ja, ja, eso haré
—Me alegra
Chris se inclinó y me brindó un cálido beso en la frente mientras sujetaba mi rostro con ambas manos. Era tan abrazante el olor de su perfume, nos apartamos, nos miramos por un prolongado momento y sonreímos. Entraré a ese avión y espero que cuando vuelva las cosas sean distintas.
Claro, hablo de eso como si fuera un simple truco de magia.
—Te quiero Evangeline—me dice en un hilo de voz, pegando su frente a la mía y dejándome sentir su cálido aliento—pero tengo que decirte adiós
—¿Cómo? —respondí nerviosa
—Se te va el avión —responde de manera traviesa y me altero de inmediato— ¡JA, JA, JA! Es broma bombón, pero es mejor que ya subas antes de que literalmente se te vaya
—¡Ay Chris! —le di un golpe en el pecho—conste, un día vendrá el karma
—Un día pero hoy no
Me separé por completo de él con una enorme sonrisa y nos despedimos a distancia.
***
Revisé mi celular por última vez antes de ponerlo en modo avión, era tan temprano que aún tenía mucho sueño, pienso que no sería mala idea dormir hasta llegar a mi destino. Cuando giré hacia la ventanilla me percaté de muchas personas corriendo como locas tras alguien que no pude distinguir desde esa distancia, incluso Chris que me miraba desde la enorme ventana miró extrañado a sus espaldas.
La señorita dio algunos anuncios, hizo una reverencia y dijo que disfrutáramos el vuelo. Sea lo que sea que esté pasando en el aeropuerto debe ser muy emocionante para que la gente se altere, como sea, me hundí en mi asiento y cerré mis ojos, suspiré en mis adentros ansiosa por llegar a Londres.
***
"Jamás, pero jamás dejes que Dayana se acerque a Melenkov... jamás permitas que te haga sentir mal ni que te manipule, ni ella ni..." esa maldita frase que no deja de sonar en mi cabeza. Puedo ver a Alexander frente a mí tomado de la mano con Dayana, besándose apasionadamente. ¡Basta! No estoy celosa, pero duele, ¡basta! Es como si contemplara una nueva historia de amor entre él y ella, sujetando a un niño de la mano mientras caminan alegremente por las calles de Moscú.
Ella voltea a verme y esboza una maliciosa sonrisa.
"Él es y siempre será mío maldita inglesa"
"El precio de amores no correspondidos..." dice una voz muy familiar, pero ¿de quién?
Desperté de golpe, con mis ojos algo empañados y sumamente confusa ¿Qué? ¿Qué clase de sueño era ese? Meneé la cabeza y tallé mis ojos, el vuelo no fue tan tardado como creí, de hecho, cuando desperté ya estaban dando instrucciones de lo que pasaría una vez que el avión volviera a la tierra. Encendí mi celular y llamé a Andrew para verlo en la entrada del avión. Respiré aliviada sabiendo que eso solo era un mal sueño, un muy mal sueño de terrible gusto y que pronto vería a mis amigos.
Aunque, ¿Qué clase de significado tiene aquella frase?
"El precio de amores no correspondidos"
***
Volteaba a todas partes para encontrar los lentes de mi compañero o al menos sus cabellos marrones traviesos, pero por más que volteaba una y otra vez no veía rastro de él.
—Demonios—digo entre dientes—¿Debería llamarle de nuevo?
—No si me tienes detrás de ti, Evabuba
Giré de inmediato, se encontraba vestido casualmente sin perder su toque de elegancia, con una inigualable sonrisa y mirada tan tierna como la de un borrego.
—¡Andrew! —salté a sus brazos y él inmediatamente me dio vueltas en el aire mientras me estrujaba con fuerza y reía a carcajadas—¡Oh Andrew! ¡Cómo te extrañé!
—¡Yo más! ¡Mucho, mucho, mucho! —se detuvo en seco conmigo en brazos y sonrió de oreja a oreja—¿Qué has hecho? ¿Cómo has estado? ¿¡Cómo es Moscú!? ¡Dimeeee!
—Espera, espera ¡JA, JA, JA! Vamos a nuestro amado café y te contaré todo lo que desees saber
—Bien dicho—se agachó para sujetar una de mis maletas y se la colocó en el hombro—¿Sabes? Todos van a quedar fascinados cuando te vean
—Eso espero, dime, ¿qué tal te fue a ti y a Sebastián con sus exámenes?
Él suspira pesadamente.
—Mal, Sebastián pasó por milagro, juntó setenta puntos de cien y yo pfff, ¡noventa y nueve!
Lo miré con el ceño fruncido.
—¿Y eso es malo? Caramba, yo de milagro junto setenta u ochenta puntos en exámenes así y t-
—Evangeline, solo un punto y alcanzaba los cien ¡Date cuenta! Es una tragedia
—Bah, si tú lo dices...
—Todo por el maldito signo negativo... ah, recordarlo hasta me da tristeza
Liberé carcajadas, casi ahogándome con mi saliva.
—No te burles, es serio
—Lo que digas Andrew borreguito—recuperé el aliento y sequé mis lágrimas de la risa
—Evabuba, dejaste de decirme así en preparatoria
—De vez en cuando quiero revivir los viejos tiempos
—Ah, ¡Ven acá! —me rodeó con su brazo mi cuello y comenzó a tironear de mí con fuerza, es increíble cómo puede alzarme los ánimos con acciones tan simples como estas.
***
—¿Y bien? ¿Ya vas a decirme de lo maravilloso que es Moscú?
—Pues, el clima es como este solo que las calles son mucho más extensas y algunas personas más serias que otras, te sorprendería saber que en la academia en la que estoy hay muchos extranjeros, de hecho, tengo un súper amigo que proviene de estas tierras ja, ja, ja
Arqueó la ceja y bebió de su café.
—¿Un súper amigo?
—Sí, mira—saqué mi celular y le mostré una foto de Chris
—Ah... —dice malhumorado—¿y es pelirrojo natural o...
—Ja, ja, ja, no te pongas celoso, tú eres mi mejor amigo, pero él ha sido muy amable conmigo
—No estoy celoso—rueda los ojos como canicas—¿Él es el chico de aquella incómoda vez?
—¿Eh? Ah no, ese... em...
—¿Ese... qué?
Suspiré profundamente.
—Es él...—busqué en mi celular alguna foto de Alexander y miré aquella que nos tomamos en un principio cuando se la mandé a mi madre, se la mostré a Andrew quien frunció el ceño
—¿Él?
—Sí ¿Por qué?
—Cuando fui a visitar a tus padres, tu madre me mostró esa foto... no pensé que...
—Pero ahora ya no nos hablamos... creo que mi infortunio en el amor es que siempre termine todo tan mal
—¿Por qué lo dices? —bajó con delicadeza la taza y la colocó con cuidado sobre la mesa
—Ah, la cosa es... que todo iba muy bien hasta que pensó que su mejor amigo y yo nos habíamos besado
—¿Su mejor amigo?
—El chico pelirrojo que te acabo de mostrar
—¿De verdad?
—Si te cuento todo, ¿prometes no enfadarte ni regañarme? Suficientes gritos me he puesto a mí misma por todo lo que hago mal...
—Pues...—me miró confuso y frunció el ceño—no prometo nada, pero estoy aquí para escucharte...
—Bien...
En breve, le diré como ocurrieron las cosas, no sé si deba contarle aquella noche en la que me expuse por completo a Alexander, le tengo confianza, pero seguro se va a alterar y me dirá "de verdad que la cagaste" algo así. Digamos que dije todo, todo ¡todo! Excepto esa parte. Me daba pánico que no hiciera ningún gesto ni dijera nada para interrumpirme, ¿pensará que de verdad metí la pata?
—Y ya...—digo jugando con mis pulgares sobre la mesa y una clara expresión de nerviosismo
—Así que... me dices que estás con un famoso ruso, te persiguieron, fingieron un romance falso... después sucedieron cosas con el mejor amigo, tanto que el romance falso no era falso y cuando te vio besándote con Chris... se enojó... y los tíos y su padre... su vida... Dios Evangeline, justo cuando creí que no podías empeorar tu gusto por chicos con problemas vienes y vuelves a sorprenderme
—Oye, no exageres
—En secundaria tu "crush" tenía tendencias suicidas, en preparatoria Mark tenía fetiches tan extraños y pervertidos que aún recordarlos me da escalofríos, no mencionemos ni a Anthony en esto porque uff, se lleva el premio, Collin también tenía problemas con su temperamento y su vida en general, ¡Caramba! creo que tú mientras más ves a un chico con cara de "problemas" vas y dices "¡Ay sí, te amo"
—Gracioso—digo seria
—Ja, ja, ja, es broma Evabuba, cada quién tiene su vida y por lo que me cuentas de verdad que la suya está jodida ¿pero entonces por qué se enojó tanto? Quiero decir, si él dijo que era falso el romance entre tú y él frente a su mejor amigo y este de pronto te besa sin saber nada respecto a que el romance falso ya no es falso... no creo que sea suficiente motivo para enfadarse y dejarte de hablarte
—¿De verdad?
—Exacto, culpa suya por no aclarar sus emociones, además... su amigo no era consciente del sentir del otro, tampoco es como que debas leer la mente de alguien para saber cómo se siente
—Ya veo...—di otro sorbo, un tanto confusa
—Aunque—arrastra las palabras con seriedad—siento que me ocultas algo
Casi me ahogo con el café, sentí como un escalofrío me invadía de pies a cabeza apenas dijo eso, no es por nada, pero Andrew me da más miedo que mis propios padres cuando sospechan algo de mí.
—¿Eh?
—Sí, no creo que sea solo eso lo que lo hizo enojar, digamos que... si hubiera sido un beso muy sencillo, el chico se hubiera puesto firme y decirle a su amigo que eras su novia de verdad, verdad. Así no hubiera habido mal entendidos y claro que todo estaría bien... pero, ¿hay algo más que quieras decirme?
—Yo...—coloqué la taza sobre mis labios intentando hacerme tonta para ignorar eso
—No puedo entenderlo hasta que me digas todo... y todo es TODO—dio otro sorbo a su café con cuidado
Tosí incómoda, bajé un poco la taza y lo miré un poco apenada.
—Hipotéticamente... ¿qué siente un hombre en su primera vez?
Literalmente se atragantó cuando hice esa pregunta, abrió los ojos como platos.
—¡No! ¡No! ¡No! ¡Calma Andrew, dije hipotéticamente!
—Maldición Evangeline, ¡Me vas a matar!
—Vamos, es una pregunta sencilla, no tienes que avergonzarte
—¡Ahhh! —menea la cabeza sonrojado— No entiendo porque cambias un tema tan tranquilo por uno sexual, ¡Ah! Tenías que ser tú—acaricia sus sienes nervioso—y no es que me avergüence pero de pronto una imagen mental se me vino a la cabeza...
—¿Eh?
—Nada, nada, a lo que voy es... que es como el de la mujer...
—¿O sea...?
—Mira—pausa un momento como si analizara lo que va a decirme, por Dios Andrew, no soy una niña como para no entender términos de "adultos"— un chico que se entrega por primera vez, aunque parezca muy seguro de sí mismo no lo está, digamos que es pura apariencia para no asustar a la chica, segundo... no es cualquier cosa. A veces se tiene sexo y otras se hace el amor, existen los mujeriegos como Sebastián, pero bien sabes tú que después de que Mary le rompiera el corazón no volvió a ser el mismo, cuando él me dijo de su primera vez...
—Sí, lo recuerdo...
—¿Lo recuerdas? —me mira confuso
Rodé los ojos como canicas, cuando hace eso es porque sospecha que Sebastián me da malas influencias con temas como este.
—Él me contó antes que a ti y no lo hizo de manera vulgar
—Lo siento, es solo que... A veces no me gusta que se cuenten cosas sin mí y menos si son temas tan abiertos como estos
Sonreí.
—No sé si nos ves como niños o eres muy celoso ja, ja, ja, pero es como a ti, él te cuenta temas sin mí... Es inevitable
—Ya sé, ya sé... En fin, ¿Qué te dijo?
—Dijo... Dijo que sintió bonito...
—Pues... Sí, como te digo, no es una simple conexión de cuerpos, sino de verdadero cariño
—Y... ¿qué pasa entonces... si la chica no despierta junto a él?
—Si a él le diera igual seguiría durmiendo, pero si la chica de verdad lo trae loco entonces sentirá una desilusión pensando que no fue suficiente para ella, despertar con quien amas después de eso es un regalo... pero, si ella se marcha deja un hueco en el pecho, es como si tú despertaras esperando un beso de ese chico y no hay nada...
—¿De verdad?
—Sí...—me miró directamente a los ojos—y si ve a la chica a la que se entregó en cuerpo y alma besándose con su mejor amigo es lógico que estalle de tristeza y rabia...
Tragué saliva con dificultad, casi apretando la taza entre mis manos.
—Evangeline...
—No jugué con él—aseguré apenada—cuando él llegó Chris me besó, intenté que se detuviera y habláramos, pero...
—Te alejó ¿no es así?
—Sí... Andrew, de verdad que me importa... de verdad que quiero estar con él, pero si él ya no lo desea yo ya no puedo hacer nada
—¿Es por eso que viniste? ¿Por qué no quisiste afrontar ese problema?
—No es que no quisiera afrontarlo, solo quería alejarme y esperar a que algo cambiara
—Las cosas no van a cambiar si no haces nada para que lo hagan, las flores no se mueven si no hay viento que las haga bailar y tú no puedes repararlo si ni siquiera lo intentas...
—Andrew...
—Evangeline, jamás te conviertas en la persona que rompió tu corazón
—¿Por qué lo dices?
—Porque estás haciendo lo mismo que Collin te hizo... huir en un avión, dejando atrás el problema, pero no reparándolo
Se me hizo un nudo en la garganta, de pronto un dolor agudo se hizo presente en mi pecho y me tragué esa melancolía con pesadez. Me mantuve cabizbaja ante tal comentario.
—¿Qué me sugieres entonces?
—Que hagas lo que dicte tu razonamiento—dio otro sorbo a su café, hablar con él y desahogarme me hace sentir bien, realmente... amo a mi mejor amigo, tanto que no hay palabras para describir lo mucho que significa para mí —Solo así las cosas cambiarán
***
Nos pasamos la mayor parte del día en esa cafetería que me traía muchos recuerdos, en especial porque es el lugar al donde solo venir con ellos y con eso me refiero a... también con Clark. Nos sentábamos en el mismo sitio desde hace cinco o seis años atrás, en el segundo piso de la cafetería junto a la ventana más grande con cortinas color celeste, la señora que atiende esta cafetería incluso colocaba las tazas de café en nuestros lugares y nos esperaba a la hora de nuestra salida de escuela. Las arrugas de sus manos solo demuestran cómo pasa el tiempo y como nosotros nos hemos acabado junto a él. Andrew por su parte citó a Sebastián sin decirle que yo estaba ahí solo para sorprenderlo.
—¡Imbécil! —grita Sebastián, abriéndose paso entre las meseras, alegre sin percatarse de mi presencia
—Tarado—responde Andrew de igual manera, ambos chocan los puños
—¿Sabes? Dejé mi partida solo por venir a tomar café en este sitio
—Me alegra que hayas venido, pensé que ver a una persona te haría feliz
—¿A ti? —dice burlón—Pero si te veo todos los días en la escuela
—Mira a tu lado... está sentada...
—¿Qui—gira su vista hacia mí y me mira con mucha sorpresa, inmediatamente enarca una sonrisa de oreja a oreja
—¡EVABUBA! —se abalanza sobre mí, casi derramando el café en mis piernas
—¡Sebastián me asfixias!
—¡OHHHHH TE EXTRAÑÉ COMO LOCO! —se aparta de golpe y me da un golpe en el hombro
—¡Auch! ¿¡Qué demonios!?
—Te dije que tenías que verme primero, no a Andrew, grosera
—Pero acabo de llegar, él ya-
—Evidentemente soy su mejor amigo—sonríe con elegancia y como respuesta Sebastián frunce el ceño
—Yo los quiero a ambos, no hay porque pelear
—Jódete Andrew, el mejor amigo soy yo
—Quisieras...
—¡Qué si!
Comencé a reír, capturando la vista de ambos.
—Los quiero a ambos por igual y estoy muy feliz de tenerlos aquí conmigo, mejor cuéntenme las buenas nuevas
—Pues...—dicen ambos al unísono, mirándose entre ellos y debatiendo por quién hablará primero, me causa gracia, bebo el resto de mi café con una extendida sonrisa
***
—¡Querida! —exclama Alison extendiendo ambos brazos junto a un ligero rubor en sus mejillas—¡Ven a mí ahora mismo!
Sin pensarlo me abalancé sobre ella, me sorprendí cuando la vi en mi casa conversando con mis padres, mi hermano llegará hasta la tarde.
—¿Qué haces aquí? —digo estrujándola con fuerza
—Mi mami me dijo que le diera a tu mami un poco de café que trajeron mis abuelos
—¿En verdad?
—¿No quieres un poco? ¡No me tardo en prepararlo!
—Pues—me aparté lentamente, mirándola con una tierna sonrisa
—Vas a hacer que se muera por algo en sus riñones—dice Sebastián dejando una de mis maletas en la entrada de la puerta—acabamos de regresar de n-
—Bla, bla, bla, otra taza no hace daño—Alison lo mira fríamente, a lo cual él solo frunce el ceño
—Está bien—digo asintiendo, interrumpiendo su incómoda atmósfera de asesina y víctima—no te preocupes Sebastián, puedes estar conmigo para asegurarte de que no me exceda—digo traviesa mientras le saco la lengua
Alison me tomó de la muñeca y me llevó al comedor, me sentó de inmediato y ella se dirigió a la cocina a hervir el agua. Mientras tanto Sebastián se dirigió a la sala para encender la televisión, se desplomó de inmediato en el sillón grande, peludo y rojo principal, en cambio Andrew se sentó junto a mí, cruzando las piernas y viendo su celular.
—¿Cómo has estado querida? ¿Qué tal ha estado tu estancia en Moscú?
—Fascinante, de verdad que me emocioné con todo lo que vi
Ella simplemente esboza una sonrisa, dejando al descubierto sus regordetes cachetes.
—¿Sabes? Seguro Paola estará emocionadísima si le cuentas de los chicos rusos
—¿Tú crees? —sonreí—¿Dónde está ella?
—Quizá en casa, la llamaremos esta noche para una noche de chicas ¿qué dices?
—Típica reunión pinky —añade Sebastián sin apartar la vista de la tele y Andrew ríe en voz baja
—Aish, mejor cállate que es lo mismo con ustedes "noche de machos" —dice mientras prepara con cuidado el café sin ver a Sebastián—¿Qué dices Evy? Llamaré a Pao y te contaré del chico que entró y está ufff, para chuparse los dedos —suelta un par de risas traviesas—Qué triste que acabando las vacaciones tengas que irte de nuevo
—De hecho...um, estoy pensando en regresar en navidad o antes
—¿Cómo? —dice Alison sorprendida, Andrew levanta la mirada de su celular y Sebastián inmediatamente gira su mirada hacia mí
Es solo que, ya me encuentro bien y...
—Ajá—dice Andrew con evidente sarcasmo
—Oh vaya—Sebastián dice con emoción, esbozando una sonrisa de oreja a oreja—¡Eso suena genial! será increíble graduarnos contigo, solo un año y bum nena, adiós estrés y lloriqueos en la noche por los malditos proyectos
—Ni digas, a veces me hago bolita—contesta Alison entre risas—y yo decía que en preparatoria podía con doce materias y sería ridículo no poder con nueve en universidad ¡ah! Que ingenua, pero será genial que sigas estudiando aquí
—Yo creo que deberías terminar el último año en Moscú—dice Andrew con seriedad—hay cosas que debes arreglar ¿no?
—Claro... solo que...—pasé nerviosa mi mano por detrás de mi nuca, alborotando mi cabello y esbozando una sonrisa nerviosa
—Quizá cuando termines tus asuntos podrás venir con más calma... es un simple comentario mío
—Vamos Andrew, tú y tus comentarios son tan secos que hasta suenan como si fueran regaños—Sebastián le mira un tanto molesto—Si ella quiere venirse con nosotros pues, ningún problema, todo flow...
—Bah, lo digo porque quiero protegerla, acuérdate que ese imbécil de Clark sigue merodeando la universidad
—Idiota—responde Sebastián—no es como que le dejara que siquiera le hablara
—Pero sigue ahí
—Podemos escoltarla
—Basta —interrumpe Alison un tanto malhumorada—dejen de hablar de él, Evy recién llega y le hablan de ese tonto
—Tú tranquila—interrumpí— realmente hablar de él ya me da igual...
—Aun así—se acercó para brindarme el café en las manos—estás con nosotros, esos asuntos viejos ya quedaron en el olvido, así que da un buen trago a esta deliciosa bebida y cambiemos de tema
—Gracias—di un trago y apenas mis labios y lengua entraron en contacto con el clásico café de Alison, mis ojos brillaron e incluso mis mejillas se sonrojaron—¡AHHHH! ¡AMO ESTE CAFÉ!
—Disfrútalo querida, todo tuyo—Alison comenzó a reír
—Hey, ¡yo también quiero! —exclama Sebastián, poniéndose de pie para acercarse a ella
—Pues sírvetelo tú—responde sacándole la lengua
—Eres malvada
—Solo un poco ¡Ja, ja, ja!
Mi hermano llegó y como dije, se emocionó al punto de brincarme encima y tirarme, Paola llegó más tarde con pizzas en mano, feliz y dando brincos de emoción. Toda la tarde estuve con mi familia y amigos tal como quise, sin embargo, pronto un sentimiento de inquietud comenzó a invadirme, pero lo pasé de largo, lo que menos quería era sentirme mal.
La noche estuvo infestada de chismes y más chismes entre Paola, yo y Alison, incluso los chicos estuvieron con nosotras hasta la madrugada, debatiendo incluso con nosotras sobre algunas personas que nos caen mal, y después de horas y horas de plática ellos se desplomaron quedando profundamente dormidos en la sala. Mi hermano no resiste tanto tiempo despierto así que cayó de inmediato, mucho antes que Sebastián y Andrew.