Me permití lanzarle una mirada triunfante al director y rápidamente entré en la enfermería.
¡Kian! –exclamé preocupada cuando lo vi acostado en una camilla con la pierna vendada- ¿Qué ha pasado? ¿Cómo estas?
Kian abrío los ojos de repente y sus ojos se suavizaron al verme.
- ¿Por qué tardaste tanto? –me dijo sonriendo un poco-
- Nadie me dejaba pasar, allí afuera es una locura, parece que varios jugadores terminaron heridos y la mitad están peleándose. ¿Cómo ha pasado todo eso?
Kian cerró los puños con fuerza antes de contestarme.
Todos estamos muy compenetrados en el juego, todos están esperando que ganemos este partido pero los del otro equipo son muy buenos, el referí no esta siendo justo y la mayoría de nosotros odiamos a los del instituto Saint Clare, todo eso más la frustración que sentíamos se convirtió en una gran pelea. Yo mismo mataré a alguien de ese estúpido equipo –espetó con la mirada llena de ira- juro que esta vez lo mataré.
- Tienes que tranquilizarte –le dije tomándolo de la mano- no sirve de nada que te enojes ahora mismo ¿Qué te dijeron de la pierna?
Kian apretó los dientes al acordarse de la pierna.
- Tengo el tendón de la rodilla lesionado, me dieron unos analgésicos pero me dijeron que se me va a inflamar y que me va a doler jodidamente mañana y tengo que ir al médico para ver como esta.
Trato de mover la pierna pero jadeó e hizo una mueca de dolor.
- Tienes que quedarte quieto, no muevas la pierna.
- No, necesito jugar, tengo que jugar.
- ¿Estas loco? –le pregunté mirándolo boquiabierta- no puedes jugar, ¡mira como estas! No puedes ni mover la pierna ¿Piensas que vas a poder correr como si nada hubiese pasado?
- Tengo que hacerlo –se quejó, su mal humor aumentaba cada vez más-
- Deja de decir tonterías Denovan –le dijo el entrenador con el ceño fruncido- la enfermera dijo que no vas poder jugar por mínimo un mes, eres uno de mis mejores jugadores, no dejaré que te lastimes tanto para tener que amputarte la pierna.
Lo miré disgustada, y él me devolvió la mirada sin entender porque lo miraba así.
- ¿Hace falta que le diga eso? No va a tener que amputarse la pierna, Dios mio.
- Claro que no –dijo el entrenador mirando a Kian- porque si no no va a poder jugar en toda la temporada y vamos a caer en picada y me van a despedir ¿Quieres eso Denovan?
- No, quiero jugar y no estar en esta estúpida camilla. Acaba de empezar la temporada, no puedo parar de jugar.
- No solo puedes hacerlo si no que lo harás, y antes de que te des cuenta vas a volver a jugar en el equipo. No se de que te quejas si vas a poder pasar más tiempo con tu novia.
Fruncí el ceño hasta que me di cuenta que el entrenador se refería a mi.-
- No soy su novia –aclaré-
- Seguro, y yo me le tiro al director –se burló y se fue-
Volví mi vista a Kian quien ya me estaba mirando desanimado.
- Hey, no pongas esa cara, estoy segura que se las arreglaran sin ti.
- Gracias –dijo sarcásticamente- pero estoy furioso por otra cosa.
- ¿Por qué?
- Porque lo único que necesito es moler a golpes al imbécil de.. –negó con la cabeza- ni siquiera puedo decir su nombre –escupió-
- Mason.
Kian me miró mal.
- Suena muchísimo peor en tus labios.
Lo miré avergonzada.
- ¡Pero Dios mio! ¡Las cosas que hay que hacer para ver un muerto! –se quejó James tratando de pasar por la puerta de la enfermería- ¿Quién piensa que esta ahí? ¿El papa?
- ¡Es nuestro mejor amigo! –se quejó Anne- ¡Tenemos derecho a pasar!
- ¿Qué pasa si le están sacando una pierna en este momento?
Puse los ojos en blanco, al parecer todos nos habíamos contagiado de las estúpidas teorías de Kian.
Escuché la voz furiosa del director desde el otro lado.
- ¿Qué le pasa a todos ustedes? ¿Salieron de una telenovela mexicana? ¡Dejen de exagerar las cosas! Me pone furioso.
Me dirigí a abrir la puerta.
- Director, la enfermera dijo que deja pasar a James y Anne ya que son mejores amigos de Kian.
El director me fulminó con la mirada mientras James y Anne entraban.
- Juro que voy a expulsar a esta chica –oí que murmuró por lo bajo-
- ¿Cómo estas hermano? –le preguntó James haciendo una mueca al ver la pierna de Kian-
- Con ganas de asesinar a alguien.
James miro a Anne y luego me miró a mi.
- ¿A cual de las dos? –le preguntó-
Anne le pegó en el brazo y se dirigió a Kian.
- ¿Has visto quien te ha empujado?
Los músculos de los hombros se le tensaron.
- Era todo una locura pero creo que tengo una idea bastante segura de quien pudo ser –dijo secamente-
- ¿Sebastian, no? –preguntó James-
Anne fue la única que sonrió ante su chiste.
- Encima no voy a poder ir a la fiesta de hoy –dijo agarrándose la cabeza con las manos-
- No es para tanto, tampoco va a ser la gran fiesta.
- Sabemos que lo va a ser –contestó Kian-
- Podemos quedarnos contigo –se ofreció Anne- no nos molesta para nada.
Kian negó con la cabeza.
- Gracias Anne pero no quiero que se pierdan la fiesta por mi, además me va a hacer bien descansar –le respondió Kian aunque se le veía en el rostro que estaba decepcionado-
En ese momento el entrenador volvió a entrar en la enfermería.
- Chicos ya tienen que irse a la cancha, esta por empezar el segundo tiempo, y no puede haber nadie en la enfermería.
Anne y James asintieron con la cabeza, se despidieron de Kian y se fueron.
- ¿Puedo quedarme? –le pedí al entrenador cuando me miró para que saliera-
- No.
- Por favor.
- No.
- ¿Cinco minutos?
El entrenador rodeó los ojos y asintió con la cabeza.
- Aspen, voy a estar bien –me dijo Kian con una sonrisa en sus labios- deja de preocuparte tanto.
- Odio que tengas que estar aquí mientras nosotros estamos allí y odio que no me dejen quedarme –protesté cruzando los brazos-
- Eres incluso más hermosa cuando te enfadas.
Sentí rápidamente el calor en mis mejillas.
- Y no dejes que empiece en lo hermosa que eres cuando te sonrojas.
Mi corazón comenzó a latir con fuerza.
- Para.
- ¿Te pone nerviosa? –dijo mirándome divertido-
Lo miré directo a los ojos sin pestañar.
- Para nada.
- ¡Bien! Estas aprendiendo a mentir –me felicitó poniendo la mano para que le choque los cinco-
Me reí y choqué mi mano contra la suya pero antes de que pudiera alejarla me la agarró y me tiró hacia él hasta quedar casi encima de él.
- Creo que eres la única persona que me puede poner de buen humor.
- Me alegro que se te haya ido el mal humor.
- Va a volver cuando te vayas –me dijo mirándome fijamente los ojos-
El sonido de la puerta hizo que me alejara de golpe.
- ¡Dije cinco minutos para que hablaran no para que convirtieran la sala de enfermería en un telo! –se quejó el entrenador mirándonos mal-
- Solo estábamos hablando –le dijo Kian esbozando una sonrisa-
- Si, en la boca del otro. Tú, señorita –dijo señalándome- fuera de la enfermería.
Caminé rápidamente hacia la puerta y le lancé una ultima mirada a Kian, y lo saludé con la mano, él me guiñó el ojo antes de que cerrara la puerta.
El partido se me tornó lento una vez que empezó, los dos equipos se habían calmado aunque todavía se podía notar la tensión en el ambiente.
Mason también se veía más mal humorado que antes y dos veces se dio vuelta para mirarme, yo no sabía como reaccionar, no sabía si Mason era el que lo había empujado a Kian, el que había empezado la pelea o no tenía nada que ver.
El partido finalmente terminó. Afortunadamente fue un empate, aunque los dos equipos seguían con ganas de seguir jugando para el desempate, el referí dio por terminado el juego.
Anne, James y yo nos dirigimos nuevamente a la enfermería pero el director nos dijo que la madre de Kian lo había ido a recoger y ya se había ido a su casa. Mi humor decayó sabiendo que no iba a poder ver a Kian hasta el lunes.
Cuando llegamos a la fiesta busqué un lugar para sentarme, la verdad era que no tenía ganas de bailar ni de hablar con nadie, pero Logan insistió en acompañarme con un vaso de cerveza en la mano.
- Hey, no pongas esa cara, tampoco nos fue tan mal –me dijo Logan empujándome suavemente-
- No es por eso, me da pena que Kian no pueda estar aquí.
Logan suspiró.
- Supongo que Mason no tuvo que haberle dicho lo que le dijo.
Alcé la cabeza bruscamente.
- ¿Qué le dijo?
Logan abrió mucho los ojos dándose cuenta que no sabía nada, hizo una mueca.
- No creo que tenga que decirtelo si—
- ¡Logan! Por favor, quiero saber lo que pasó.
Él me miró un momento antes de contestar.
- Bueno, pero no lo escuchaste de mi boca.. por lo que yo observé, Kian te estaba mirando cada vez que anotaba un gol, y Mason le dijo algo así como que no le iba a servir que tratara de impresionarte con eso y que ni siquiera tratara de intentarlo, a lo que Kian le respondió que mierda sabía él sobre ti, a lo que él respondió.. –se quedó unos segundos sin hablar-
- ¿Qué respondió? –pregunté impaciente-
- No me acuerdo –dijo tras pensarlo y le dio un sorbo a su cerveza-
- ¡Logan! –exclamé irritada- ¿Cómo que no te acuerdas?
- ¡No me acuerdo! ¿Qué quieres que haga? Creo que no escuché esa parte, lo que sea, lo último que vi fue a Kian lanzarse contra Mason y ahí empezó el caos.
Suspiré sin saber que decir ni que pensar. Me sobresalté al escuchar una voz detrás de mi.
- ¡Pequeñaaaa! –gritó Mason poniéndome las manos en los hombros- ¿Qué haces? ¿Aquí?
Logan lo miró con las cejas alzadas y luego me miró a mi.
- Solo estoy descansado –le dije- ¿Has tomado mucho?
- ¿Mucho? Mmm un poco. ¿Tú –balbuceó señalando a Logan mientras se sentaba- puedes dejarme unos minutitos con la pequeña?
Logan me miró preguntándome con la mirada si se iba o no, asentí con la cabeza.
- Estaré por aquí –le aviso a Mason lanzándole una mirada de advertencia-
- No confía en mi ¿no? –me preguntó frunciendo el ceño- ¿Por qué no confía en mi?
- ¿Por lo que paso con Kian, tal vez? –le dije con animo de sacar el tema-
Su mandíbula se tensó.
- Yo creo que no pude.. no pudimos evitarlo –me contestó perdido en sus pensamientos-
- ¿Por qué?
- Los dos lo sabemos, ninguno de los dos lo vio venir, ninguno de los dos quiso que las cosas terminaran.. terminaran así
- ¿Qué cosas?
- Todo estaba tan bien.. y luego todo tan mal –siguió sin responder mi pregunta- si pudiera volver el tiempo atrás lo hubiera –se quedó callado unos segundos- ¿prevenido? y ahora ninguno de los dos puede evitarlo. El odio, digo, aunque más él que yo.. lo mío no es odio, no fue su culpa.. aunque tampoco mía o si en cierto sentido, pero no.
- ¿Por qué él te odia tanto?
- Le recuerdo mucho a su pasado.
Al fin una respuesta clara pensé, aunque seguía sin explicármelo.
- ¿Y eso es malo por que..?
-Todavía no lo superó.
- ¿Y tú lo superaste?
Se encogió de hombros o por lo menos trato de hacerlo.
- Fue más fácil para mi, yo no lo tengo que ver todos los días de mi vida.
- ¿Y eso que significa?
- Es lo que es –dijo y se acercó más a mi sonriendo- ¿te acuerdas cuando hacíamos muñecos de barro y yo te tire el tuyo y no me hablaste por todo el día?
Fruncí el ceño ante el cambio abrupto de tema y el hecho de que no había entendido nada de lo que me había dicho.
- ¿Y eso que tiene que ver?
- Todo, nada, ¿no te gustaría volver a ser chica de nuevo? Te correría por todo el jardín.. apuesto que puedo seguir ganándote.
Sonreí.
- No lo creo.
Mason se puso serio de repente.
- ¿Sabes que hay algunas cosas que quise hacer de chico que nunca hice?
- ¿Cosas como qué?
- ¿Lo preguntas en serio?
Lo miré extrañada y él se acercó a mí. Sus ojos estaban clavados en mis labios y yo no sabía qué hacer. Miré sus ojos aceitunados y luego observé cómo esbozaba lentamente una sonrisa. Puso una mano en el costado de mi cuello y otra en mi cintura, acercándome más hacia él. Me besó y le devolví el beso por unos segundos hasta que algo dentro de mí me advirtió de que no tendría que estar haciendo eso. Me alejé de él marcando distancia entre los dos.
- ¿Qué pasa? –murmuró él-
- Has tomado de más.
- Pequeña Alisson, me imaginé un beso tuyo hasta en sueños ¿Piensas que me voy a arrepentir cuando este sobrio? –dijo burlándose de mi-
No sabía que decir, así que me quedé callada, mirándolo a los ojos. Justo cuando él abrió la boca para decir algo Anne apareció al lado mío.
- ¡Alisson! Te he buscado por todas partes –dijo alzando más la voz de lo necesario-
- He estado aquí todo este tiempo con Logan y luego con Mason.
Anne miró a mi y luego a Mason.
- ¿Te importa si me la llevo por un rato?
Mason me siguió mirando a mi cuando contestó.
- Para nada, mientras mañana nos veamos.
- ¿Mañana? –le pregunté sorprendida-
- Todavía me debes ese helado.
Anne me miró impaciente.
- Te llamaré mañana ¿esta bien?
Mason lo pensó por un momento y pareció conformarse con mi respuesta. Asintió con la cabeza y Anne me agarró de la mano, alejándome de él y llevándome a la pista de baile.
- ¿Qué pasa? –le pregunté mientras me arrastraba entre el gentío-
- Nada, solo creo que necesitas unos minutos sin preocuparte y lejos de chicos. Necesitas divertirte –me contestó bailando y obligándome a que me mueva al ritmo de la música-
Me concentré en bailar y no pensar en todo lo que había pasado hoy. Me fue difícil al principio pero Anne siempre supo como hacerme olvidar de mis problemas. Bailé hasta que los pies me dolieron y tuve que parar. Le dije a Anne que iba a tomar un poco de aire fresco y me preguntó si quería que me acompañara, negué con la cabeza y me dirigí hacia la salida.
Me senté en los peldaños de una casa y me quede allí en silencio. Saqué mi celular para ver que hora era, y me di cuenta que tenía una llamada perdida de mi madre y un whatsapp. Era de Kian.
< Kian a la 1.00 am >
No pude decirte adiós cuando me fui. Espero que la pases bien en la fiesta, Aspen.
Suspiré. Me lo había mandado hacía dos horas, y seguramente estaba durmiendo en este momento. De repente me agarraron unas ganas inexplicables de volver a ver a Kian. Me debatí entre si hacer una locura o no. Finalmente, mi necesidad de verlo le ganó a la cordura y me levanté. Le mandé un mensaje a Anne diciendo que me había ido de la fiesta y que mañana la llamaba.
Me saqué los zapatos y empecé a correr. No paré hasta llegar a la casa de Kian. Mi corazón latía con fuerza y antes de que pudiera arrepentirme, llamé a Kian quien respondió al tercer timbre.
- ¿Aspen? –preguntó con voz ronca- ¿Qué hora es? ¿Estas bien?
Tome una bocanada de aire antes de responderle.
- Si, si, estoy bien. No ha pasado nada ¿estabas durmiendo?
- Algo así, estaba tratando de dormir.
- ¿Qué dirías si te dijera que estoy en frente de tu casa en este momento?
Kian se quedó callado y me imaginaba que estaba sonriendo.
- Te diría que estas completamente loca.. y que te adoro por eso.
Sonreí.
- ¿Vas a salir o no?
- Estoy aquí –dijo abriendo la puerta-
Tenía el pelo revuelto, y llevaba solamente unos pantalones de dormir. Parecía que sus ojos no podían creer lo que veían y su sonrisa era de oreja a oreja.
- Vaya eso ha sido rápido –le dije guardando mi celular- y más para ti que tienes lastimada la pierna.
Negó con la cabeza como diciendo que no le importaba
- ¿Qué haces aquí?
- Necesitaba verte –murmuré-
Kian miró al cielo y luego a mi.
- ¿Sabes? Algunas veces creo que me lees el pensamiento –dijo abriendo sus brazos para que me funda en ellos-