Percy no supo exactamente qué había pasado, ni cómo, ni por qué. Pero justo ahora su casa estaba llena. Primero fueron por Frank y volvieron con él y con Hazel. No importaba, a él le caía bien la hermana de Nico. Luego Will había llegado, tampoco importaba, había sido idea de Percy invitarlo, después de todo. Al final, entre Hazel y Leo llamaron a Calipso para que llegara y de un momento a otro, Annabeth, Piper, Reyna, un chico llamado Steven, Thalia y Luke, se habían unido también a la tarde de películas. Esto era completamente asombroso. Percy amaba tener su casa llena de gente.
Todos los sillones de la sala quedaron ocupados y aun así tuvieron que colocar muchas almohadas en el suelo para quedar cómodos. Percy sonrío maliciosamente al notar que Nico se había sentado junto a Will. Volteó hacia sus otros amigos para compartir una mirada conspiratoria pero ninguno estaba pendiente. Leo estaba muy ocupado enseñándole a Calipso su más reciente creación, que era un avión a control remoto 100% elaborado a mano.
Jason estaba haciendo un intento de coquetear con Piper, lo cual solo estaba causando que la morena se pusiera de mal humor y colocara varias almohadas en medio de ambos para mantenerlo alejado. Percy no tenía ni idea de desde cuando su amigo estaba interesado en ella, pero pensándolo un poco tal vez harían buena pareja. Aunque dudaba mucho que la chica estuviera interesada.
Frank había tomado una ducha y ahora estaba en la cocina, junto con Hazel, a quien ya no le dolía el tobillo. Ellos se habían ofrecido voluntarios a preparar bocadillos para todos los presentes. A decir verdad ya se habían tardado bastante. ¿Qué tanto estarán haciendo?-pensó el ojiverde.
Justo cuando Percy iba a ir a buscarlos para ofrecerles ayuda, ambos aparecieron, cargados de un montón de comida chatarra: palomitas, dulces, chocolates, bebidas gaseosas. Frank estaba un poco sonrojado. ¿Se sentiría bien? Tal vez había pescado un resfriado o algo así.
Después de discutir durante aproximadamente una hora sobre qué película verían, eligieron Man in Black. Un clásico, y nadie estaba particularmente molesto, al parecer a todos les gustaba.
Percy se acercó al sofá en el que se encontraba Annabeth y se sentó junto a ella, levantó un brazo y lo pasó por sobre los hombros de la chica. Ella no se alejó ni se molestó, simplemente lo miró con el ceño fruncido durante unos segundos y después se concentró en la película. ¡Oh Dios, iba a ser una muy buena tarde!
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Frank solo podía pensar en tres cosas en ese momento: 1. Odiaba los deportes extremos. 2. Hazel estaba loca. 3. Bendito sea Will Solace.
Demasiado tarde, había descubierto que por más que su novia amara los chocolates, era una muy mala idea dejarla comer tantos. La morena se había puesto sumamente hiperactiva. La buena noticia, era que el dolor de su tobillo había quedado olvidado por completo; la mala noticia es que se había puesto a jugar con fuego. A cada segundo lo besaba. Cuando fueron a la cocina por los bocadillos, se le había colgado del cuello y lo había besado como nunca antes en la vida.
¿Esto debería ser bueno? Sí. Si no fuera por el hecho de que Nico estaba ahí, a unos cuantos metros de distancia. Frank sentía su adrenalina al máximo, y la morena no tenía el más mínimo cuidado ni discreción. El chico nunca había saltado en bungee, pero estaba seguro de que debía sentirse algo semejante a lo que él sentía en estos momentos.
Estaba seguro de que su cuñado ya los habría descubierto si no fuera por el hecho de que él estaba demasiado ocupado hablando con Will. Lo repitió nuevamente Bendito sea Will Solace.
No era que Frank le tuviera miedo a Nico ni nada por el estilo... Ok, sí, le tenía miedo a él y a la forma en la que reaccionaría cuando se enterara de que estaba saliendo con su hermana. Tenía miedo de que se enojara con Hazel, tenía miedo de que dejara de hablarle a cualquiera de los dos.
Cuando la película empezó, Hazel se acurrucó contra él, mientras comía otra chocolatina. ¿De dónde había sacado tantas? Frank dirigió su mirada hacia Nico, esperaba que no los estuviera viendo. No, de hecho les daba la espalda... estaba concentrado en la película, de vez en cuando hacía alguno que otro comentario en voz baja, principalmente dirigidos a Will. Pero aun así era peligroso que alguien los viera. Estaban completamente rodeados de gente.
De pronto la morena se lanzó sobre él, abrazándolo por el cuello y sentándose en su regazo. "Oh Dios", fue lo único que le dio tiempo de pensar a Frank antes de que su novia juntara los labios con los de él. Durante un momento, él intentó resistirse, solo durante un momento. Digamos que la fuerza de voluntad de Frank en lo que respecta a Hazel, no era muy fuerte. Terminó regresándole el beso.
Y como todas las veces en las que la besaba, terminó olvidándose del mundo. Se fundió en ella, en su sabor, en su olor, en su textura. Colocó una mano en la cintura de ella para sostenerla y con la otra le sujetó la cabeza, la introdujo en su espeso cabello. Amaba hacer eso, era como tocar una ovejita; y, al parecer, a ella le gustaba que lo hiciera, porque se apretó más contra él.
Dios, Hazel tal vez estaba un poco loca, pero él se estaba volviendo completamente loco por ella.
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"Día número dos del plan de conquista- pensó Jason- el poema aún no está terminado (en realidad ni lo he empezado) ¿Eso sonó en rima? Bien, vamos progresando."
"El objetivo, alias Piper, está sentada a mi lado. Me he tenido que cambiar de posición cuatro veces para poder seguir junto a ella, algo me dice que no está muy feliz, pero al menos ya dejó de moverse por toda la sala."
"Es momento de iniciar un plan improvisado debido a la situación emergente, lo llamaremos Paso 3: Coquetear. ¿De qué le hablo?"
Jason volteo a mirar al resto de sus amigos, tomaría ideas acerca de los temas que ellos hablaban para inspirarse y poder iniciar con el Paso 3. Thalia y Luke se decían secretos al oído y reían, el brazo de él estaba rodeando el cuerpo de ella. Jason hizo una mueca, odiaba a ese chico. ¿Por qué, si lo único que hacía era hacer feliz a su hermana? Porque sí, porque no lo soportaba y listo, no había otra razón. Desvió la mirada, no conseguiría mucha inspiración si se quedaba ahí.
Reyna estaba muy cerca de Steven, tampoco escuchaba lo que ellos decían. Leo se reía de algo que él mismo había dicho, Calipso lo regañaba, pero a la vez sonreía. Jason miró a Piper, quien tenía cara de querer matar a alguien. Decidió que contarle un chiste probablemente no era lo mejor que podría hacer.
Percy cabeceaba en el hombro de Annabeth y ella estaba concentrada leyendo un libro (sí, ella había traído su propio libro). Hazel estaba acurrucada junto a Frank, comiendo chocolatinas... Nico y Will eran los únicos que parecían estar prestando atención a la película, de acuerdo, solo Nico, para ser sinceros, el rubio estaba descaradamente mirando a Di Angelo.
-Entonces...- inició Jason mirando a Piper- ¿Te gusta el pan?
Ella lo miró con una expresión que decía claramente "¿En serio, imbécil?"
-¿No?- continuó él, el agente J no se daría por vencido tan fácilmente- A mí me gusta el pan de canela que prepara la tía Hestia en Sweet Love, y las galletas de coco, son las mejores del mundo.
-Sí lo sé- intervino la chica de mala gana, pero al menos ya le estaba hablando- Trabajo ahí, siempre pides lo mismo.
- ¡Te acuerdas de mi pedido!- dijo él con voz más ensoñadora de lo que esperaba.
-Vas todos los días, tengo qué- contestó ella haciendo una mueca y colocando más almohadas en medio de ambos.
Luego silencio, Jason se quedó en blanco, ya no se le ocurría nada más que agregar con respecto a la cafetería, y Piper no iba a poner de su parte. Era momento de cambiar de tema. ¿Qué le digo?- pensó, y su subconsciente le contestó: Alágala.
-Tienes una voz muy linda, ¿Sabías?- ella lo miró con expresión cansada, como si fuera un verdadero dolor de cabeza escucharlo, pero luego su mirada se dirigió hacia un punto atrás de la cabeza de Jason, y sus ojos se salieron de sus orbitas.
-Oh Dios- exclamó ella horrorizada. Jason no pudo evitarlo y volteo hacia donde ella miraba, y se sorprendió por lo que vio, pero a la vez se sintió feliz. Frank y Hazel estaban básicamente comiéndose a besos. Ambos se veían bien juntos.
-Genial- dijo él, y de verdad lo sentía. Le gustaba que sus amigos fueran felices.
-¿Estas demente?- susurró-gritó Piper- Nico...
Y entonces Jason entendió. Di Angelo iba a matar a Frank si se enteraba, Hazel no iba a salir muy bien parada tampoco; y el chico estaba relativamente cerca de ellos ¿En que diablos estaban pensando? Fácil, probablemente No estaban pensando del todo.
-Oh Dios- imitó a Piper.
-Hay que hacer algo- dijo ella.
-Que Will lo entretenga mientras los hacemos entrar en razón- propuso él.
-Buen plan..., pero ¿Cómo hacemos que Will se de cuenta de que necesita entretenerlo?
Ambos se miraron, y por primera vez en la vida tuvieron una idea juntos, y actuaron juntos. Comenzaron a hacerle señas a Will, levantando ambos brazos y moviéndolos, pero en silencio, para intentar llamar la atención del Rubio, pero sin que Nico se enterara.
Terminaron llamando la atención de todos(exceptuando a Frank y Hazel) menos de Solace. El chico estaba demasiado concentrado en lo que fuera que Nico le estaba diciendo acerca de la película.
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Will veía los labios de Nico moviéndose y sus ojos brillando, estaba emocionado por la película y él en serio quería ponerle atención, pero no lo conseguía, se distraía en su rostro, con el tono de su voz. No podía evitar recordar el tono de voz que había utilizado ese mismo día en la mañana. Lo imaginaba hablando en italiano, diciendo todas esas cosas maravillosas que le había dicho por teléfono.
Sí, había sido todo parte de una mentira, pero al menos dentro de su mente podía permitirse fantasear ¿no? Y Nico era tan perfecto, y la forma en que habló fue tan... tierna, romántica... perfecto se quedaba corto a decir verdad.
Un movimiento captó su atención y desvió la mirada por un segundo de Nico. Jason, Piper, Leo, Calipso, Percy y Annabeth le estaban haciendo señas. ¿Por qué le estaban haciendo señas? ¿Y por qué lo hacían de forma tan silenciosa? ¿Señalaban algo? Levantó una ceja demostrandoles que no entendía que rayos trataban de decirle. Ellos señalaron con más entusiasmo, todos hacia la misma dirección.
Will volteo a mirar hacia donde todos le señalaban y se encontró con Hazel y Frank, quienes se besaban como si el mundo fuera a terminarse, pero no de una forma extremadamente apasionada ni asquerosa, a decir verdad se veían bastante tiernos juntos. El rubio recordó cuando pensaba que la morena era la novia de Nico, había sido mu tonto entonces.
Volteo nuevamente y notó que todos seguían haciéndole señales. ¿Que rayos? Sí, se veían lindos juntos. ¿Qué querían que hiciera? ¿Que preparara una fiesta y lanzara fuegos artificiales?
Pero ahora ellos no señalaban a la pareja de enamorados, señalaban en su dirección¿Lo estaban señalando a él? No entendía. ¿Qué tenía él que ver en todo el asunto?
- Me encanta la interpretación de él- Nico habló, viéndolo a él- Hace un muy buen papel de alienígena cucaracha.
Will sonrió. Era realmente tierno que nadie a excepción de Nico estuviera prestando atención a la película y él ni siquiera se percatara de eso...
El cerebro de Will al fin entró en funcionamiento: Hazel y Frank se estaban besando. Hazel era la hermana de Nico. Frank era uno de los mejores amigos de Nico. Si Nico se enteraba habrían problemas, muchos problemas. Ese era el mensaje que intentaban transmitirle: No dejes que Di Angelo voltee.
¿Había mencionado antes que Will era muy malo mintiendo? Bueno, pues lo era, y también era muy malo en disimular. Se quedó más tiempo de la cuenta viendo en la dirección en que Frank y Hazel estaban y Di Angelo lo notó.
Todo pasó muy rápido, el pelinegro intentó voltear la mirada hacia la dirección en que el rubio había estado observando, y Will no tuvo tiempo de pensar en nada, ni siquiera en las consecuencias que sus actos tendrían. Se lanzo inmediatamente contra Nico y lo cubrió en un abrazo.
El chico que quedó paralizado, Solace pudo sentir como su cuerpo se tensaba inmediatamente debido al contacto físico.
Mierda- pensó Will- Estoy muerto.
Cerró los ojos esperando el momento en que Di Angelo lo empujara, lo golpeara y lo sacara de la casa a patadas para no volver a recibirlo nunca más. Pero lo que pasó fue distinto.
Lentamente el cuerpo del pelinegro se fue relajando, no correspondió el abrazo, pero tampoco lo alejó. En un caso normal, Will se habría preocupado por buscarle significados al gesto, pero justo ahora, estaba más preocupado observando como entre Calipso y Piper intentaban separar a Hazel de Frank, pero la morena no ponía de su parte.
Nico inició a alejar su cuerpo unos centímetros del de Will, cuando estuvieron cara a cara habló, en voz muy baja.
-¿Y eso por qué fue?- preguntó, Will notó que estaba ligeramente ruborizado.
-No te agradecí lo suficiente por lo de hoy en la mañana- en buena teoría no era una mentira, sí estaba muy agradecido.
- Ya te dije que no fue nada- contestó él. Sus ojos conectados durante unos segundos, sus rostros cerca, podía sentir la respiración de él. Pero el rubio rompió el contacto visual, fue solo una fracción de segundo, pero miró nuevamente al lugar donde Piper seguía luchando por alejar a la morena del asiático.
Nico nuevamente hizo intento de voltear a mirar. Will no supo de dónde sacó el movimiento pero con ambas manos tomó el rostro de Nico, para mantener su mirada fija en él. Mala idea, ahora estaban cerca, sus miradas entrelazadas, sus rostros sonrojados y los suaves y tentadores labios de Di Angelo a solo centímetros de distancia.
Un movimiento, un simple movimiento era necesario para acortar la distancia y besarlo. Notó como Nico tragaba saliva, pero no hacía ningún intento de alejarse de él. El aire comenzó a faltarle de repente, se estaba mareando un poco también de hecho, la temperatura de la habitación había subido tremendamente.
Un movimiento llamó su atención nuevamente, desvió la mirada y vio como Percy, Jason y Piper le mostraban los pulgares en señal de aprobación. Habían logrado separar a los enamorados y sentaron a Leo y Calipso en medio de ellos. Frank estaba sonrojado, Hazel se mostraba de muy mal humor.
-¿Que diablos estás viendo?- preguntó Nico devolviéndolo a la realidad, aun sostenía su rostro entre las manos.
-Nada...- se apresuró a contestar- Oh mira es la parte en que la cucaracha alien explota. Dijiste que era tu favorita...
Lo soltó y se alejó unos cuantos centímetros de él, Nico se removió con incomodidad, pero no dijo nada y continuó viendo la película como si nada hubiera pasado.
Las cosas que hago en nombre el amor- pensó Will- Eso estuvo cerca, muy cerca.
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Sentí unos pequeños golpecitos contra mi hombro, alguien estaba intentando llamar mi atención, despertarme. En algún momento después de que separamos a Hazel de Frank, me había quedado dormido. Lentamente abrí los ojos, Annabeth estaba mirándome. Era tan bella, sus ojos eran mágicos, profundos y preciosos, simplemente hipnotizantes. Por su expresión descubrí que era ella quien me había despertado. Me miraba fijamente, nuestros rostros estaban cerca.
-Babeas cuando duermes- me dijo. Eso terminó de despertarme por completo, me acomodé en el sillón y estiré mis brazos y mi espalda. Giré la cabeza y provoqué que algunos huesitos sonaran.
-No hagas eso- se quejó ella- Te lastimarás. ¿Podemos ir a tu habitación?
-Claro, cuando quieras, nena- contesté, mirándola de forma, según yo, seductora, pero solo lo hice para molestarla. Ella se sonrojo. Oh Dios, se veía tan tierna sonrojada.
-No me refería a...
-Ya sé que no- la interrumpí, miré a mi al rededor, todo el mundo estaba dormido. Leo, tenía medio cuerpo sobre Frank, supongo que para mantenerlo alejado de Hazel, aunque Valdez se movía mucho dormido, puede ser que ni siquiera fuera intencional - Debió haber estado muy interesante la película- añadí sarcástico. Annabeth sonrío.
Caminamos esquivando todas las almohadas y cuerpos que habían en el suelo y nos dirigimos hacia mi habitación. Una vez que estuvimos ahí, ella cerró la puerta.
-Tenemos que crear una historia- dijo mirándome- en caso de que alguien pregunte. ¿Cómo nos hicimos novios? ¿Cómo me lo pediste? Incluso tenemos que conocer las cosas que le gustan al otro, será más creíble.
-Sí- contesté yo- Supongo que tienes razón- me senté en mi cama. No estaba especialmente entusiasmado en inventar una historia. Odiaba estar fingiendo, odiaba que nada de esto fuera real. Y sí, sé que fue mi idea desde un principio, pero yo tengo muy malas ideas a veces ¿ok? - ¿Tienes algo planeado?
-Pues estaba pensando, que podemos simplemente torcer un poco la verdad- ella se sentó junto a mí- Podemos decir que me pediste ser tu novia después de la fiesta de disfraces.
-Sí... Diremos que me dí cuenta que estaba enamorado de ti ese día en la biblioteca ¿recuerdas?- inicié a hablar y de pronto no pude detenerme- Diremos que tu fuiste tan amable y tan buena que me hiciste creer en mi nuevamente. Me hiciste ver en mi más de lo que hay en el exterior, me enseñaste que si me esfuerzo puedo conseguir lo que quiera, ya sea una calificación perfecta o cualquier otra cosa. Me enseñaste que no soy tan tonto como creí que era. Así me enamoré de ti, y no pude soportar lo que Drew te hizo en mi fiesta. Sentí ganas de protegerte y te pedí entonces que fueras mi novia.
-Y yo acepté- intervino ella- porque contigo puedo ser yo misma, no importa que tan irritante sea con respecto a los estudios, o que tan sabelotodo me comporte, tu no lo encuentras mal. De hecho te gusta, me haces sentir normal, en casa, en mi hogar. Me haces sentir que pertenezco a un lugar... permanente.
Intenté sonreír, pero no pude hacerlo. Si tan solo eso que ella acababa de decir fuera real, tal y como lo que yo le dije. Si tan solo ella sintiera por mí lo mismo que yo siento por ella. Pero no, para ella todo esto era simplemente un plan, una mentira, que la ayudaría a estar con Robert en algún momento.
Nos habíamos quedado mirándonos, directamente a los ojos. Amaba esos ojos, podía verlos pensar en un millón de cosas mientras me miraba. Y de pronto me pregunté como sería ser como ella, tan inteligente, con tantas cosas en la cabeza. Nunca lo sabría, pero lo que sí podía hacer era amarla, tal y como ella había dicho, amarla tal y como ella era, amar incluso lo que ella consideraba sus defectos, pero que yo consideraba maravillas.
-Debes... debes saber que esta... es... la forma... en la que me gusta... que me besen...- susurré mientras me acercaba a ella, y unía mis labios con los suyos. Contra sus labios, añadí- en caso de que te pregunten...
Y luego no hablamos más, me deje llevar, y ella se dejó llevar conmigo. Me gustaría poder describir el beso físicamente, poder mencionar el momento en que nuestros labios se tocaron, cuando lo profundizamos, cómo la abracé y cómo ella me acercó a su cuerpo, pero la verdad es que no lo recuerdo.
En ese momento, en ese único momento, nuestros cuerpos ya no existían, yo no era un hombre y ella no era una mujer. Ella no era rubia y mi cabello no era color azabache. Solo eramos dos almas, dos seres que se juntaron y se fusionaron en uno solo. Dos almas que entre sí sanaron las heridas que la otra tenía, que se complementaron, y en silencio se prometieron una vida infinita, en la cual ambos eran perfectos, porque estaban juntos.
En ese momento Annabeth me convirtió en una versión completa y perfecta de mi mismo, y yo comprendí que solo podría mantenerme de tal forma si ella estaba a mi lado; y que cuando ella se alejara, yo quedaría destrozado.
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Hola, Hola bellezas de mi corazón. Espero que les haya gustado el nuevo capítulo. Tal y como lo prometí, Will abrazó a Nico sin importar las consecuencias. Gracias a las que comentaron la frase mágica "Sol, sol dame tu calor".
Dejen sus comentarios. ¿Qué les pareció? ¿Qué tal Frazel? ¿Qué tal Percabeth? ¿Creen que el agente J consiga conquistar su objetivo?
Una pista-adelanto del próximo capítulo: Leo haría cualquier cosa por ayudar a sus amigos ¿No creen?
¡¡¡Las quiero!!! Besitos a la distancia, nos leemos pronto.