Will se bajó del vehículo muchísimo más confundido de lo que estaba en la mañana, y su mal humor se había cuadruplicado, lo cual en realidad no se notaba. Tenía el talento natural de mantener su sonrisa aun cuando por dentro quería llorar, patalear o incluso matar a alguien (justo en este momento quería matar a la guapa morena para sacarla del camino). Se reprendió mentalmente por pensar en eso, ella no tenía la culpa de nada.
Se detuvo a mirar a sus acompañantes, Jason comentaba acerca de salir con una chica llamada Rachel y Percy compartía sus experiencias de cuando había salido con ella. Leo intervenía de vez en cuando con algún chiste tonto y Frank se mantenía en silencio, aunque se notaba que prestaba atención a la conversación.
-Te acostumbras a su estupidez después de un tiempo- dijo Nico a su lado, lo cual lo hizo dar un saltito ¿Cómo se había acercado tanto sin que se diera cuenta? Se sonrojó un poco. ¿Estaba empezando a hacer calor?
- Son geniales- dijo, no se le ocurrió nada mejor que decir, su acompañante tampoco dijo nada, así que continuó- ¿En serio Percy ha hecho todo lo que dice?
-Nah, ni en sus sueños- dijo Di Ángelo, había un rastro de burla en su voz- O al menos eso creo, no es como si...
Se interrumpió al casi ser derribado por su guapa novia morena, quien se le lanzó encima casi tirándolos a ambos al suelo.
-¡Diablos Hazel compórtate!- se quejó molesto, aunque a decir verdad no se veía muy molesto cargándola y con las piernas de ella enrolladas en su cintura.
-Tiene una reputación que mantener ¿Sabes?- dijo Percy acercándose- No toques a Nico di Ángelo si no quieres ganarte una patada en...-se calló al ver la expresión de odio profundo que le lanzó el aludido, Hazel rio.
-Bueno entonces voy a crearme la reputación de ser la única que puede tocar al gran Nico Di Ángelo- dijo la morena poniendo sus pies nuevamente en el piso pero manteniendo el abrazo.
-Hazel vamos- una chica rubia gruñó- No tienes permitido hablar con ellos, solo con Di Ángelo y por obvias razones, que se salen de nuestras manos.
-Tú deberías hacer lo mismo- le dijo una chica morena que Will reconoció de la cafetería, Piper si no recordaba mal.- Créeme son mala influencia- le puso una mano en el hombro y le sonrío. Will le devolvió la sonrisa.
-Si bueno, será mejor que entremos al Campus antes de que se nos pegue lo arrogantes- dijo Jason- Y si fuera tú, Will, quemaría esa camiseta que ella acaba de tocar.
La morena le lanzó una mirada de resentimiento y luego habló- Vamos, chicas.
-Esperen- Leo casi dio un grito, para luego comenzar a balbucear- Yo...ayer... no fue... en serio... pero...
-Oh Calipso, ven acá- intervino Hazel salvándolo- Leo quiere disculparse por caerte encima, ¿Cierto?
-Sí- contestó Valdez, parecía bastante aliviado.
-Espera no haberte lastimado- continuó la morena.
-Exacto...
-Y lamenta también la discusión de ayer.
-sí... ahora explícale lo del motor- le susurro a la morena en el oído, aunque todos los demás pudieron escuchar. Ella sonrió y se volvió hacia él.
-No sé qué quisiste decir con que su cara parecía un motor- susurro ella de vuelta, Will intentaba no reírse. ¿Por qué tenía que ser esta chica tan adorable? Así no podría odiarla.
-Solo dile que no era un insulto...
-Ok esto es patético- intervino Calipso- Olvídalo, ni siquiera he pensado dos veces en lo mismo, ni siquiera he pensado dos veces en ti. Y estamos tarde, vamos chicas.
O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O
Frank observó cómo las chicas se alejaban, Hazel aún se mantenía junto a Leo. Era su oportunidad, tenía que hablarle tenía que hacerlo, pero Nico estaba ahí...y también sus amigos, y si decía algo estúpido se lo recordarían por el resto de su vida. Además existía la posibilidad de que la chica ni siquiera lo recordara del zoológico. Era obvio que no lo recordaba. ¿Por qué lo haría? Se había comportado como un idiota ese día. Hablarle de Aníbal el elefante ¿En que estaba pensando?
Sus amigos iniciaron a caminar hacia el Campus, incluso Nico besó a Hazel en la frente y se alejó. Él se quedó atrás, aun indeciso, si se quedaba mucho tiempo se pondría en evidencia. Utilizando toda su fuerza de voluntad dio un paso para seguir a sus amigos, pero algo lo detuvo. Una mano, una diminuta mano sujetó la suya. No es que hubiera mucha fuerza física en el gesto, sin embargo se detuvo como si de pronto estuviera amarrado al piso. Se volteo para mirar a la guapa morena.
-Quería...quería agradecerte- dijo ella con voz tímida- Por lo del otro día en el zoológico.
Frank quería contestar, pero su corazón latía a mil kilómetros por hora, no podía decidir si su cuerpo estaba quemándose o congelándose, su lengua estaba dormida y su mente necesitaba una descarga eléctrica para reaccionar.
-Estaba perdida- continuó ella- y tú fuiste el único que quiso ayudarme, espero no haberte causado demasiados problemas.
-Yo...si... no fue nada- contestó él en tono muy bajo, aún estaban tomados de la mano. Él iniciaba a tener taquicardia.
-Bueno ya... me voy- dijo ella alejándose un par de pasos pero sin soltar su mano.
-Si... adiós...
-Nos vemos...
-Nos vemos...
-Si...
-HAZEL- Annabeth gritó desde la entrada del instituto, la morena lo soltó y se alejó de él lentamente, caminando hacia atrás y sin dejar de mirarlo.
Inconscientemente Frank hizo lo mismo, pero tropezó y casi cae. Se maldijo mentalmente ¿Cómo podía ser tan estúpido? Probablemente Hazel se reiría de él más tarde cuando les contara a sus amigas. Bajó la mirada y se giró. Entró al Campus sin mirar atrás, no lo necesitaba: había grabado la cara de la morena en su memoria, podía verla cada vez que cerrara los ojos.
O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O
****Dos semanas después del último acontecimiento****
Martes. Percy odiaba los martes. ¿Por qué? Por múltiples razones. Para empezar, aun no se recuperaba del lunes, tenía las clases de geografía, matemática e historia seguidas y el profesor Callahan lo obligaba a sentarse lo más lejos posible de sus amigos, incluso les había asignado lugares fijos, Jason tenía que sentarse a la derecha al frente, Frank a la derecha, atrás; Leo a la izquierda, atrás; y Percy tenía que sentarse a la derecha al frente junto al detestable Octavian. El ojiverde incluso le suplicó al profesor que lo dejara sentarse junto a Will la primera vez que él llegó, pero Callahan lo ubicó junto a Cecil.
¿Qué era lo que más odiaba de Octavian? Todo, pero principalmente las burlas del rubio cuando se equivocaba o reprobaba algún examen. Justo en este momento el profesor Callahan estaba entregando los resultados de la prueba de ayer sobre geografía mundial. Percy tenía miedo, si reprobaba este examen estaría un paso más cerca de tener que mudarse junto a su madre. Amaba a su mamá, pero también amaba su libertad y a sus amigos, no quería que todo lo que había construido se fuera al caño.
-Jason Grace- llamó Callahan. Tenía que mantener la calma, todo saldría bien, había estudiado con el resumen de Annabeth- Leo Valdez- lo había memorizado de arriba abajo- Octavian- Diablos iba a entrar en crisis nerviosa- Zhang- Eso era todo, iba a morir de un infarto antes de enterarse del resultado. El timbre que indicaba el fin del día escolar sonó- señor Jackson, quédese un momento por favor, necesito discutir algo con usted. El resto puede retirarse.
Percy vio como sus amigos se alejaban apesadumbrados. Sabían que estaba en problemas, él mismo lo sabía, sin embargo no tenía idea de que había hecho mal esta vez. ¿Habría sido tan baja su calificación? Y si se había sacado un cero.
-¿Cree que soy estúpido señor Jackson?- dijo Callahan- ¿Cree que puede salirse con la suya sin que nadie se entere?
-Mmmmm... ¿Señor?- Percy no tenía idea de que estaba pasando.
-¿Piensa que voy a creerlo capaz de obtener una calificación perfecta? Sobre todo después de haber tenido que soportar su ineficiencia durante todos estos años y haberlo visto casi reprobar todos mis exámenes. Yo no soy estúpido señor Jackson y cuando alguien hace trampa en mis pruebas, merece un castigo. Puede estar seguro de que sugeriré su expulsión inmediata.
-¿Qué? Pero yo no hice trampa... yo... Espere, ¿dijo calificación perfecta?- Percy se hubiera puesto a saltar si no fuera porque sabía que Callahan nunca le creería.
-¡Oh! no hizo trampa...- dijo el profesor escéptico- Entonces señor Jackson, ¿puede decirme el nombre de la capital de Rusia?
- Moscú- Se sorprendió a sí mismo al responder tan rápido, pero aún recordaba a la perfección el resumen de Annabeth, si cerraba los ojos aún podía ver la pulida y bien trazada letra de ella.
- ¿La de Alemania?
-Berlín.
-¿Nepal?
-Katmandú
-¿Zimbabue?
-Harare- Está ni siquiera él mismo podía creer que se la hubiera aprendido.
-Bien, se ha salvado, señor Jackson- dijo entregándole la prueba (con calificación Perfecta)- Pero si llego a enterarme que ha hecho trampa de algún modo, se arrepentirá, y mucho.
Percy tomó la hoja de papel y salió corriendo del salón. Jason, Leo y Frank que estaban esperándolo en la puerta corrieron detrás de él, preguntándose qué rayos había pasado. Cuando estaban fuera del Campus Percy inició a gritar y golpearse el pecho como Tarzán. Luego se lanzó sobre Jason, lo abrazó y lo besó en ambas mejillas, repitió lo mismo con Frank y Leo. El último se puso a festejar con Percy sin saber por qué.
-¿Qué está pasando?- preguntó Jason intentando no reír. Percy iba a contestar, pero justo en ese momento vio a Annabeth salir del NR. Sin pensarlo se lanzó hacia ella, la levantó en el aire tomándola por la cintura y comenzó a dar vueltas.
-¡Bájame maldito Sesos de Alga!- fue el grito que, Percy apostó, se escuchó en toda la ciudad, pero no le importó, dio un par de vueltas más y luego la colocó de nuevo en el suelo.
-¿Qué Diablos te pasa, idiota? La próxima vez que...- Annabeth se interrumpió porque Percy le tendió el examen frente a la cara- ¿Qué es eso?- Durante un par de segundos la chica frunció el ceño, y luego abrió los ojos y relajó todo el rostro- Aprobaste...
-No solo aprobé- saltó Percy- Calificación perfecta.
-Wow ¿En serio?- Jason interrumpió.
-Pues hay que celebrar- dijo Leo a su lado.
Percy tuvo una idea en ese momento, y de inmediato supo que la pondría en acción.
-Fiesta de Disfraces- dijo- viernes, en casa. Todo el mundo está invitado.
Leo y él chocaron los cinco. Sería una gran fiesta, estaba seguro de ello.
O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O
El sol empezaba a ocultarse cuando Will salió del hospital. Había aprendido mucho durante las dos semanas que llevaba haciendo voluntariado, todo era perfecto, le gustaba el hospital, ahora estaba completamente decidido a estudiar medicina. Incluso le agradaban todas las personas que había conocido ahí, bueno, casi todas. Había un chico en específico, Dave, el hijo del Doctor McRoman, que le daba mala espina. El Doctor Mac, como a él le gustaba que lo llamaran, era un hombre extremadamente amable, todos en el hospital lo querían, sin embargo su hijo, quien también hacía voluntariado, era un poco pesado. Le había dirigido la palabra una única vez, pero esa frase se mantenía grabada en su mente no podía dejar de darle vueltas. Él había dicho: "Ten cuidado por donde vas, mariposa, no vayas a perderte".
Había sido un comentario estúpido, ni siquiera tenía sentido, pero el tono en que se lo había dicho, acercándose a su oído más de lo necesario, simplemente era escalofriante.
Will estaba casi llegando a su casa cuando vio un cachorro intentando cruzar la calle. Todo pasó tan rápido que no le dio tiempo de reaccionar. El cachorro avanzó al tiempo que un auto doblaba, no venía demasiado rápido, pero si lo suficiente como para arrollar al perro, Will pudo preverlo, pero sabía que no podía evitarlo. Quiso cerrar los ojos, pero estaba paralizado. Justo unos segundos antes de que la tragedia pasara, una sombra negra se lanzó frente al auto. Hubo un ruido estruendoso, la bocina del auto, sin embargo este no se detuvo.
Pasaron unos cuantos segundos antes de que Will pudiera entender lo que había pasado. Nico di Angelo estaba en el suelo, en mitad de la calle, en sus brazos reposaba el cachorro, lamiéndole la cara. El rubio caminó hacia el chico y lo ayudo a levantarse, ni siquiera lo pensó y lo tomó por el brazo.
-¿En qué demonios estabas pensando?- se escuchó a sí mismo gritando- ¿Cómo se te ocurre lanzarte frente a un carro en movimiento? Pudiste haber muerto.
El pelinegro lo observaba resentido, no estaba seguro si era porque lo había tocado o por qué le había gritado. Sus pantalones negros se habían roto y Will estaba seguro de que tenía las rodillas raspadas, además la parte de sus antebrazos que quedaba descubierta estaba casi en carne viva, sangrando y cubierta por pequeñas piedritas.
-No es tu problema, Solace- le contestó en voz baja y con un tono que pretendía zanjar el asunto. Pero el perrito decidió ese momento exacto para lamerle la cara, lo cual hizo que el efecto se minimizara.
-Estas sangrando. Tienes que ir a un hospital- dijo Will.
-Estoy bien- contestó Nico caminando hacia su casa.
-No, no lo estas, sé que te debe estar doliendo como el infierno, pero eres demasiado orgulloso como para aceptarlo, además si eso se infecta te dolerá aún más.
Nico no contestó, siguió caminando, Will lo siguió y comenzó a citar todas las enfermedades que podía contraer si no iba a revisarse. Está bien, tal vez estaba exagerando, pero estaba enojado, y comenzaba a utilizar términos médicos cuando se enojaba (deberían escuchar sus insultos) y tal vez también estaba un poco preocupado. ¿A quién quería engañar? Estaba temblando de miedo, casi había visto morir a su crush.
-Bien- dijo tomándolo por los hombros para que se detuviera- si no vas a ir a un hospital déjame al menos limpiarte las heridas en mi apartamento- Nico lo miró con cara de odio- Prometo no tocarte más de lo necesario si es lo que te preocupa.- El pareció pensárselo un poco, miró el suelo, donde un par de gotas de sangre habían caído.
-Bien...- dijo resignado, pero solo a tu apartamento. Will puso su mano en su espalda para dirigirlo hacia el edificio, pero Nico se apartó inmediatamente.
-Segundo Piso. Séptima puerta.
En recepción no hicieron muy buena cara cuando vieron al perrito, pero los dejaron pasar después de que Will les asegurara que no se quedaría durante mucho tiempo. Más tarde, en su apartamento se enteraron de que era una cachorrita.
El rubio inició a limpiar los brazos de Nico como había aprendido, sabía que probablemente le estaba doliendo, pero no escuchó ninguna queja de él. Luego los vendó.
-Quítate los pantalones- dijo.
-¿Qué?- Nico básicamente gritó.
-Necesito curarte las rodillas y si los subes te vas a lastimar, así que quítatelos.- Era idea suya o el chico se había sonrojado- ¿En serio?- el rubio comenzó a reír- Te ví medio desnudo a punto de tener sexo con tu novia y ahora dejas salir tu lado pudoroso.
-Que...yo... no...- Di Ángelo inicio a balbucear, pero se recuperó rápido- Mis rodillas no están rotas, estoy bien gracias.
Luego de esto salió prácticamente corriendo, Will podía notar que aún estaba sonrojado. El chico oscuro tomó al animal y salió por la puerta. El rubio tardo unos segundos en reaccionar.
-Hey, no espera- gritó, mientras corría tras él- Solo estaba bromeando. Vuelve.
Lo alcanzó frente al edificio.
-En serio necesito revisarte las rodillas.
-Ya te dije que estoy bien, déjame en paz.
-No lo estas.
-Que sí.
-Que no.
-NICO- Percy salió de la casa corriendo con los brazos extendidos. Will sabía que el chico no era estúpido, pero a veces no controlaba sus impulsos, como por ejemplo cuando estaba muy feliz por algo, como ahora.
Di Angelo, anticipó lo que pasaría, no es que fuera muy difícil de anticipar: Jackson corría hacia él como si fuera una enamorada que no había visto durante mucho tiempo y era el momento del reencuentro. Él se refugió detrás de Will, lo que hizo que Percy se detuviera a unos cuantos centímetros con cara resentida y que el rubio casi soltara una carcajada.
El ojiverde se recuperó rápido del rechazo y continuó.
-Saque A+ en Geografía- le dijo extremadamente feliz, Nico solo levanto una ceja- Haremos una fiesta de disfraces el viernes para celebrar. ¿Por cierto donde te metiste durante todo el día? Nah no importa. Hay que hablar de la fiesta. ¿Y no me vas a felicitar por mi calificación?
En los ojos de Percy se notaba felicidad genuina, por el contrario en los de Nico se notaba algo parecido a la preocupación.
-No me voy a disfrazar- dijo Di Angelo- Ni lo sueñes Jackson.- Percy iba a iniciar a protestar pero el chico continuo- Pero, ten. Este es mi regalo por tu tan asombrosa calificación.
Di Angelo le acercó a la perrita y Percy se quedó observándola por un momento, luego sonrío y la tomó en brazos.
-Siempre quise una mascota- dijo- ¿Eres niña? ¿Sí? Te llamarás señorita O'leary.
Will entendió de inmediato el juego de Nico, no quería deshacerse de la cachorra, pero tampoco quería mantenerla para él. Y el rubio supuso que también quería hacer que su amigo se mantuviera feliz.
O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O-O
Hola Hola. ¿Quien quiere fiesta? Se dice que el 99% de las relaciones más románticas inician en fiestas. Nah, no es cierto, me lo acabo de inventar, pero les anticipo que las moiras me dijeron que esa fiesta va a estar buena.
Dejen sus comentarios. ¿De que se disfrazaran los chicos? ¿De que se disfrazaran las chicas? ¿Se juntará alguna pareja por fin en la fiesta? ¿Cual?
Nos leemos luego. Besitos.