IMPORTANTE: leer la nota de autora del final
El lugar estaba lleno de gente. Había cámaras por todas partes y reporteros contando qué era lo que estaba pasando.
Hank, Logan, Charles e Iris tuvieron que pasar por un detector de metales para poder llegar a donde iba a suceder la exposición. Una vez allí, dejaron sus cosas y luego los de seguridad les pidieron sus identificaciones para poder entrar a aquel evento. Obviamente, ninguno de ellos tenía nada de eso.
Sin embargo, Charles usó su poder y pudieron entrar sin problema. Iris, quien iba delante de Logan, se giró cuando vio que éste se había parado, mirando el detector de metales extrañado.
—¿Logan? —le preguntó, haciendo que la mirase—. ¿Vamos?
Él asintió y cogió sus gafas de sol para andar hasta donde estaba Iris. Los cuatro miraron desde donde se encontraban a todas las personas, pero ninguna era Raven. Aunque claro, ellos sabían que ella no se dejaría ver aquí con su aspecto real ni tampoco con el aspecto que solía tener y con el que todos la habían conocido. Por lo que cualquier persona de las que estaban allí podría ser ella.
Iris bajó la mirada hacia Charles, quien tenía sus dedos en la frente y buscaba entre las mentes de todas las personas para encontrar la de Raven. Iris se mordió el labio, ansiosa. Si no se daban prisa y no conseguían encontrarla antes de que fuese demasiado tarde, todo se iría a la mierda.
Delante de ellos, en el gran escenario frente a todas aquellas personas, apareció un hombre trajeado, el cual cogió el micrófono con entusiasmo. Alzando la voz, dio paso al presidente de Estados Unidos y todo el mundo se levantó de sus asientos, aplaudiendo y gritando. Cada vez tenían menos tiempo.
Entre todas aquellas personas que se encontraban de pie en el escenario, Iris fue capaz de reconocer a Trask, quien estaba junto al hombre que electrocutó a Raven el día que la encontraron y varias personas más.
El presidente saludó a todas las personas que habían allí y luego se acercó al micrófono para poder hablar.
—Compatriotas —empezó diciendo—, hoy nos enfrentamos a la amenaza más seria de la historia: los mutantes —Iris giró la cabeza y miró a Logan—. Estamos preparados para esa amenaza. Según las inmortales palabras de Robert Oppenheimer, lo veréis, el mundo nunca volverá a ser el mismo.
Señaló detrás de él, donde la lona gigante que había empezó a caer, dando una completa y clara visión de los centinelas. Iris cogió aire y miró a Logan, quien tenía una expresión que ella no fue capaz de descifrar. ¿Qué se sentiría al ver la causa de lo que tiempo después te causaría tanto dolor?
Ella no lo había vivido personalmente, pero había sentido el dolor, el miedo, la impotencia que aquellas máquinas habían provocado en todos los mutantes. El simple hecho de poder observar desde tan cerca lo que en un futuro acabaría con su raza hizo que Iris se estremeciese y que tuviese que apartar la mirada.
Todos volvieron a aplaudir y a levantarse de sus asientos e Iris aprovechó ese momento para empezar a andar. No podía seguir allí esperando a que Charles la encontrase. Debía hacer algo para ir más rápido.
Ando hasta que estuvo muy cerca del escenario, pero uno de los guardias la paró.
—Lo siento, señorita, pero no puede pasar de aquí —ella hizo una mueca con la boca.
—Oh, lo siento, he perdido a mi marido y estaba buscándolo —contestó.
—Hágalo por allí —señaló detrás de ella.
—Claro, gracias —sonrió y fue a darse la vuelta,pero entonces sus pies se enredaron y cayó hacia delante, justo donde estaba aquel guardia.
Él la sostuvo entre sus brazos y ella aprovechó ese momento para, con rapidez, subir sus manos a su cara y posarlas en su mejilla. Él la miró extrañado, pero no le dio tiempo a más. Sus ojos se volvieron lilas a la par que lo hacían también los de Iris y, al instante, ella se coló en el interior de su mente.
Le ordenó que la ayudase a incorporarse y así lo hizo, casi sin pestañear.
Ella le sonrió, actuando aún por si alguien los miraba. Siguiendo las órdenes que Iris le daba mentalmente, él también sonrió y se alejó de ella. Iris ya estaba dentro de él, así que no tenía que estar cerca suya.
Además, ahora tenía el control total el cuerpo del guardia, así que podía hacer que él se moviese de la manera en la que ella le ordenaba y ver a través de sus ojos, que era lo más importante en ese momento.
En ese momento, la visión de la realidad de Iris no era la que ella tenía delante, sino la que el guardia podía ver. De ese modo, ella podía ver el escenario cada vez más cerca.
Le ordenó que andase hasta ponerse al lado del escenario de cara a todas las personas. Las examinó a todas, una por una, buscando el más mínimo detalle que pudiese relacionarlos con Raven.
Tras mirar a todas las personas de aquel lugar varias veces, Iris llegó a sentir que no encontraría a Raven por más que lo intentase. Estuvo a punto de dejar libre al guardia y ayudar a Charles de cualquier otra forma. Sin embargo, algo llamó su atención.
Entre todas aquellas personas, vio a un hombre que se abría paso con rapidez mientras sacaba de su bolsillo una pistola. Luego, observó que sus ojos se tornaban amarillentos.
La tenía.
Por unos segundos, dejó libre al guardia. Tenía que avisar a Charles de que había encontrado a Raven, pero si iba hacia él andando perdería mucho tiempo que no tenía y sabía que sería imposible conectar con él mentalmente mientras estaba aún dentro del guardia.
Así que, con rapidez, buscó la mente de Charles entre todas aquellas personas y luego entró.
No era fácil entrar en la mente de un telépata. Era como si te empujase hacia atrás y, por más que intentases avanzar, una gruesa y resistente pared de piedra te lo impidiese. Era frustrante y doloroso.
Nunca antes había entrado en la mente de Charles. Aunque él si lo había hecho con ella varias veces, Iris nunca se había atrevido a hacerlo. Ni siquiera cuando fue a el futuro y necesitó con urgencia algún ancla.
Así que, la sensación que Iris sintió al entrar en su mente, la extrañó. Era calidez, tranquilidad. Era reconfortante; embriagante. Fueron unas emociones tan fuertes que por un momento se le olvidó por completo lo que estaba haciendo allí. Sin embargo, cuando consiguió recobrar la conciencia, simplemente pudo decir cortas frases.
—La he encontrado. Es el hombre que está acercándose al escenario. Va a disparar a Trask.
Y, tras decir eso, salió de su mente y volvió a entrar en la del guardia con rapidez.
Vio cómo alguien cogía a Raven por el brazo y la paraba, mientras hablaba con ella. Desde la distancia a la que el guardia se encontraba, no era capaz de escuchar lo que estaban hablando. Aun así, no tenía la menor duda de lo que estaba pasando. Charles estaba hablando con ella.
En esos momentos, Iris se encontraba entre el mundo que ella veía y el que el guardia veía. Lo hacía sin romper la conexión con él, ya que no podía permitirse algo así. Además, tenía que estar atenta también a lo que pasaba a su alrededor.
Iris giró la cabeza cuando vio que los centinelas se estaban activando y respiró hondo. Se elevaron en el aire y todos volvieron a aplaudir. Si solo supiesen qué pasaría con el mundo si todo esto se llevaba a cabo...
—¡Iris! —oyó que la llamaba Logan y giró la cabeza para mirarle. Vio cómo los ojos de Logan se abrían más a cada segundo, mientras mantenía la mirada fija detrás de ella.
Esos ojos... ella ya había visto esa mirada antes. Ya había sentido aquello antes.
Justo al mismo tiempo en el que ella se giraba, los centinelas levantaron su brazo hacia delante y empezaron a disparar. Iris abrió los ojos con sorpresa y a la vez confundida. Si lo que Trask quería era que todo aquello se llevase hacia delante, ¿por qué iba a hacer algo así? ¿Por qué les iba a enseñar a los humanos que los centinelas no eran buenos? No tenía nada de sentido.
Sin perder más tiempo, corrió a esconderse cuando dispararon muy cerca de ella y tuvo que parar varias balas que casi le daban.
Una vez escondida tras una mesa, mientras escuchaba a todo el mundo gritar y correr de un lado hacia otro, se dio cuenta de lo que estaba pasando. Y su respiración se cortó al instante.
Erik estaba allí. La sensación que había recorrido el cuerpo de Iris en aquel momento se lo confirmó. Ella no era capaz de verlo por ninguna parte, pero sabía que él de alguna manera estaba allí. Y que todo aquello era obra suya.
Se sintió entonces desolada. No había conseguido detenerlo y había llevado a cabo su plan. Pero de la peor manera posible. Tanto Charles como Iris, las personas en las que él depositaba el único afecto que podía ofrecer, le habían defraudado. A los ojos de él, le habían dejado solo. No habían creído en él y ahora lo haría a su manera.
Iris tragó saliva. Sacó la cabeza del lugar donde estaba escondida y vio a un grupo de personas corriendo y a un montón de balas acercándose a ellos. Maldijo y corrió hacia allí lo más rápido que pudo, poniéndose delante de todos ellos.
Un campo de fuerza lila apareció en el aire, haciendo que ninguna de las balas le diese a nadie y que rebotasen, cayendo al suelo justo a sus pies. Cuando ya no hubo ninguna más, el campo de fuerza desapareció e Iris se giró, viendo cómo todas aquellas personas le miraban sorprendidas, agradecidas, pero también asustadas.
Iris dio un paso hacia ellos y éstos retrocedieron de inmediato, mirándola con los ojos muy abiertos pensando que les haría daño. Trask se había encargado de lavar el cerebro de los humanos para que pensasen que todos los mutantes eran unos asesinos.
Iris suspiró.
—Salid de aquí —les ordenó—. Antes de que vuelvan a disparar aquellos que os iban a proteger.
Ellos se fueron sin esperar ni un segundo más. Iris los vio alejarse y luego se giró, buscando entre las pocas personas que quedaban allí a Raven. Pero no estaba por ninguna parte y los centinelas seguían destrozando todo lo que encontraban a su paso.
Maldijo y cogió aire.
Ahora empezaba la guerra que ella tanto temía.
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Pffff, queda tan poco que me duele :s
#prayfortheguard jajajajajaja
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¡Os leo en comentarios! <3