Narrador omnisciente.
—Ella, no puede ser la Kanade que conocemos —anunció Sakura con determinación, sabiendo perfectamente que su mejor amiga no sería capaz de rendirse tan fácil y mucho menos, de someterse a tal forma sin siquiera pelear.
La última vez que vio a Kanade, fue cuando regreso con ellos a Konoha luego de la reunión de los cinco kages. Después de ese día se aseguró a sí misma que su amiga no volvería a intentar traicionarlos sin importar qué y a pesar de que había alguien idéntica a ella en la cabeza del Jūbi, debía de haber alguna explicación lógica que la hiciera inocente.
— ¡¿Qué quieres decir con eso Sakura?! ¡Es imposible que haya dos personas idénticas! —gritó Kiba con histeria y Sakura no pudo evitar mirar de nuevo en dirección hacia Kanade.
—Estoy segura de que esa no es mi amiga, así que cálmate, Kiba —declaró con seguridad y este gruñó con fastidio.
Muchos de los que estaban ahí comenzaron a cuestionar la mentalidad de Sakura y su manera de justificar cada una de las acciones de Kanade, tal y como Naruto lo hacía con Sasuke.
—Tenemos que detener a esas personas y averiguar porque alguien se hace pasar por Kanade... —comentó el rubio mirando a todos los del escuadrón de alianza.
— ¡Acabaremos con Kanade una vez que baje la guardia! —comentó Kiba todavía furioso y Sakura negó con la cabeza.
Fue justo en ese momento, que Sasuke y Kanade decidieron saltar hacia sus antiguos compañeros. Era el momento indicado de defender a la aldea y de redimir todo el daño que alguna vez le causaron a sus antiguos compañeros de equipo, Kanade, comprendía que Sasuke no debía ni una sola explicación a los demás ya que el secreto del clan Uchiha tenía que permanecer intacto por la memoria de quienes se sacrificaron para protegerla.
Todos los miraban sorprendidos por su repentina aparición y no podían culparlos después de todo lo que hicieron al traicionarlos por primera vez cuando desertaron de la aldea en sus tiempos de academia. Y sin importar qué Kanade regreso con ellos, eso no borraba su pasado y las decisiones que tomó encontra de todos.
— ¡Les llevo bastante! ¡Kanade, Sasuke! —gritó el rubio con alegría, al ver que la suposición de que la azabache que estaba con Madara no era la chica que conocía era cierta.
La nombrada reconoció la voz de Naruto quien no había podido dejar de mirarla y esta, miró en su dirección encontrándose con Sakura y Naruto agachados mientras que la pelirrosa curaba al rubio y este miraba a los ojos de la Uchiha.
— ¿Cómo llegaron aquí? o más bien, ¿qué los hizo llegar aquí? —preguntó confundida Sakura.
Kanade suspiró al escuchar aquella pregunta, ni podía dar una explicación de la razón en concreto de lo que les hizo cambiar de opinión, pero al menos, podría decirle a Sakura el objetivo por el que llegaron a la guerra.
— ¿Sasuke – kun? —preguntó Ino algo emocionada.
La rubia corrió en su dirección, pero fue detenida por los de su equipo y justo delante de ellos se colocó Kiba dispuesto a dar la cara por todos los que alguna vez se sintieron traicionados por ellos.
— Ino no te acerques. Son peligrosos —habló Shikamaru, mirando a ambos Uchiha con determinación y dispuesto a pelear con ellos si intentaban algo encontra de su compañera.
—Ya basta chicos, ellos están aquí debemos de tranquilizarnos —ordenó Sakura, sin apartarse de Naruto.
—Desgraciados, como siempre, Kanade volvió a los brazos de Sasuke en cuanto se fastidió de la aldea —gruñó Kiba con rabia—. No me extraña verlos juntos como de costumbre, parecía de traidores.
— ¡Kiba, ya es suficiente! —gritó con impotencia Sakura, sintiéndose incapaz de golpearlo al tener las manos ocupadas.
—Basta, Kiba ‐ kun... —murmuró Hinata, intentando controlar la situacion para que de esa manera Sakura se concentrará en aliviar a Naruto.
—Kanade, puedes decirme... ¿A que han venido? —preguntó Sakura, con más calma al ver como todos permanecieron en silencio.
—Pasaron muchas cosas, ahora ambos defenderemos Konoha... —dijo Sasuke, antes de que Kanade pudiera responder la pregunta.
—Al menos podrían explicar que está sucediendo, a todos nos parece extraño ver a dos personas idénticas una ayudándonos y otra atacándonos. ¿Qué sucede, Kanade...? —la azabache miró a Naruto a los ojos, dándose cuenta de que él estaba realmente preocupado por ella.
—Hace mucho tiempo Madara colocó un sello de maldición en mí, yo no sabía quién era él y la verdad no me importo. Bushido – sama me explicó que investigo mas sobre ese sello averiguando que es uno diferente al de todos los demás, esta maldición almacena mi chakra para que cuando el creador lo necesite me la extraiga, es capaz de crear a una persona idéntica a la otra con una gran concentración de chakra. No estoy muerta porque el sabio Yorokobikakin protegió mi chakra para que ni me lo robaran —la azabache suspiró—. Mi objetivo en este momento es llegar a ella para poder sellarla de nuevo en mi interior y así recuperar mi chakra de una vez por todas.
—Tenemos que sellarla de nuevo en el cuerpo de Kanade, para que Madara no la siga manipulando a su antojo, porque para mala suerte de Kanade, si esa chica muere a manos de otra persona que no sea ella. Ambas mueren, porque estan enlazadas —explicó Sasuke mirando a Naruto.
—Pero... —murmuró Naruto preocupado.
—La mejor opción que tengo es sellarla en mi interior —interrumpió Kanade a Naruto—. Bushido – sama me explicó que tengo que convencerla de que entre a mi cuerpo y nos volvamos una o sino, tengo que matarla con mis propias manos para reclamar el chakra que me ha robado —se detuvo y tragó saliva—. Para mi mala suerte, se encuentra a la merced de Madara, así que si trato de corromperla, será asesinada antes de que pueda lograrlo y eso también acabará conmigo.
Kanade, nunca se imaginó que tendría que someterse a ese tipo de peligro, en su cabeza no existía la posibilidad de que su otra parte estuviese encadenada como una esclava, ella creyó que estaba libre luchando contra los demás y apoyando a los enemigos de otra manera. Debido a la situación, sus planes dieron un giro completo en otra dirección y no había posibilidad de hablar con su otra parte en aquel campo de batalla.
Tendría que enfrentarse a otra prueba difícil.
—Kanade... —susurró Sakura algo entristecida por lo que la Uchiha acababa de admitir—. ¿Cómo lograremos que no la asesinen en cuanto se acerque? —preguntó ahora, levantándose de su lugar. Sin dejar de brindarle curación a Naruto.
—No te preocupes, tengo un plan con bushido - sama —indicó.
—Pero...
—Kanade confió en el tercer Sannin como tú confiarías en la cuarta Sannin Sakura, él es su sensei... —interrumpió Sasuke, con su típica frialdad.
—Déjanos esto, uno de nosotros dos será el Hokage —admitió Kanade con una media sonrisa.
— ¡¿Qué?! —gritaron todos al unísono al procesar bien lo que había dicho la Uchiha.
— ¡Se la pasan huyendo siempre! ¡¿Ahora llegan y creen que pueden hacer este tipo de bromas?! —preguntó Kiba con rabia.
— ¿Al menos saben que significa ser Hokage? —les preguntó Shikamaru.
— ¿Creen que pueden borrar lo que hicieron? —preguntó Shino. Los azabaches miraron hacia los monstruos que había mandado el Jūbi.
—Sé que no podemos borrar lo que hice, pero no se trata únicamente de ser siempre el shinobi perfecto... —respondió Kanade a la pregunta de Shino.
—Los kages me trajeron hasta esta situación y es por eso que me convertiré en Hokage, para cambiar la aldea —terminó Sasuke.
La mano de Sasuke tomó la de Kanade y esta sintió como los dedos del zabache se entrelazaban con los de ella. Así que sin más preámbulo examinó por todos lados esperando a que nadie se lanzara a atacarlos, pero al parecer seguían impresionados. Lo único que pudo escuchar fueron los pasos de alguien acercándose, hasta detenerse a su lado, por el rabillo del ojo pudo ver a Naruto quien estaba en una pose que demostraba determinación. La azabache no pudo evitar, tomar la mano del rubio para entrelazarlas al igual que lo hizo el azabache.
—Lo siento, pero yo seré el Hokage —les dice con seguridad —Gracias por curarme Sakura, ahora te toca descansar —la azabache pudo sentir sus ojos del rubio sobre ella—. ¡Vamos, Kanade, Sasuke! —gritó y en ese instante los tres saltaron.
Los tres se colocaron en posición de batalla, pero todos se enfocaron en la dirección del sonido de alguien aterrizando en el otro extremo, dándose cuenta de que la pelirrosa estaba ahí con una mirada que reflejaba determinación por lo que la Uchiha no pudo evitar mostrar una leve sonrisa al caer en la cuenta de que Sakura no se daría por vencida.
— ¿No te ibas a perder la diversión, Sakura? —preguntó la azabache.
—Sakura... —murmuró Naruto viéndola a un lado de ellos. Era claro que la pelirrosa iba a demostrar su fortaleza no solo a Kanade sino también a los otros dos chicos que estaban mirándola.
— ¿Creen que no estoy al nivel de Kanade? ¿Qué soy una mujer débil? Déjenme decirles que Tsunade – sama entrena bien a sus discípulos como cualquiera de los Sannin. Mi chakra ya casi está listo, para que así demuestre todo mi poder, yo también soy parte del equipo siete y discípula de un legendario Sannin —explicó Sakura.
Todos miran hacía los enemigos y Naruto gritó—: ¡Bien! ¡El equipo siete renace aquí y ahora! ¡Vamos, Sasuke, Kanade, Sakura!
Y fue justo en ese momento. Cuando todos se lanzaron contra los enemigos, esquivando y contraatacando.
La batalla comenzó, todos los equipos y los ninjas de las demás aldeas comenzaron a combatir, esperando resultado y siendo apoyados por los hokages revividos. Sasuke, Kanade y Naruto comenzaron a moverse con destreza y habilidad, mientras esquivaban y defendían a los que lo necesitaban. Sasuke ayudaba a Kanade, Kanade a Naruto y Naruto a Sasuke, apoyándose como un verdadero equipo.
Pero atrás, se encontraba Sakura, observando todo como estaba acostumbrada. Su fortaleza comenzó a crecer increíblemente al sentir la determinación de que su equipo viera su capacidad, quería demostrar lo que había madurado y mostrarle a todo el mundo lo que la cuarta Sannin había logrado.
Desde que era Genin siempre me considere una excelente konoichi, pero siempre estuve a las espaldas de los tres. Como si fuera una damisela en apuros, los tres para mi eran inalcanzables, yo siempre lloraba y pensaba que todo cambiaría, me quedaba parada viendo como todos maduraban y yo me quedaba ahí, sin darme cuenta. Le deje toda la carga a Naruto y le dije que la próxima vez yo iría con él. Me juré a mi misma que ellos verían esta vez mi espalda y ahora, es momento de demostrárselo.
En ese momento, toda la fuerza de Sakura se liberó, demostrando toda su fortaleza contra el enemigo que había intentado golpearla. Dio un gran salto y cayó sobre varios enemigos, impactando su puño en el suelo provocando que un quiebre se hiciera en este. Lo cual sorprendió por completo no solo a su equipo, sino también a los demás, Kanade, no pudo evitar sonreír ante aquel hecho tan sorprendente y Sasuke, se mantuvo serio, sin una pizca de expresión. Sakura se distrajo y Sasuke le mandó una señal a Kanade y esta activó su mangekyou Sharingan.
— ¡Enton Kagotsuchi!
— ¡Futon Rasenshuriken! —gritaron Sasuke y Naruto al unísono.
Kanade lanzó una enorme lanza de madera que se unió junto al ataque de los chicos el cual cayó frente a Sakura y dio justo al enemigo que estaba a punto de golpearla.
El Futon de Naruto se junto con el Enton de Sasuke y el Mokuton de Kanade. Cuando el ataque impacto, el Mokuton se expandió partiendo el cuerpo del enemigo, creando así una enorme explosión y luego una rama enorme que comenzó a desaparecer gracias al Amaterasu, para que no quedara ninguna esencia y estorbara en el camino. Fueron treinta segundos los que pasaron cuando la gran rama, desapareció. Eso sorprendió al primer Hokage
—Se ve que ese equipo siempre ha trabajado junto —dijo Hashirama en el momento que vio como los Uchiha se acomodaban en su lugar con orgullo.
—Es increíble la fuerza de la nueva generación —admitió Minato, mirando el perfil de la azabache con una sonrisa ya que pudo ver a su hijo a un lado de ella.
—Creo que esa técnica la practicaron cuando Sasuke aprendió a controlar el Amaterasu, por que Kanade siempre ha tenido el Mokuton —explicó Hiruzen mirando a su nieta orgulloso—. Puedo estar seguro que ese equipo siempre ha estado conectado —explicó, viendo como el equipo siete se colocaba en línea, demostrando que estaban a la par en habilidades.
El equipo siete se miró con determinación, observando cada detalle y Sakura no pudo evitar llamarlos—: ¡Kanade! ¡Sasuke –kun! —a lo que el rubio hizo una mueca de disgusto.
—Sakura – chan, yo también estoy aquí... —dijo lo obvio.
—Solo no nos estorbes, perdedor —advirtió el azabache. Lo cual por sorpresa hizo que Naruto sonriera.
—Deja de sermonear, Naruto. Que de ese modo yo me quedare con el puesto de Hokage —dijo la pelirrosa con una sonrisa. Naruto negó con la cabeza, porque todos querían lo que él había querido toda su vida.
Todos los equipos comenzaron a hacer sus técnicas las cuales demostraban que no solo el equipo siete estaba aumentando en fuerza. Todos combatieron sin ningún problema y enseñaron algo impresionante, era casi una competencia de que equipo había incrementado en poder. Sai, intentó atacar por el cielo, pero al ser atacado, Naruto tuvo que ayudarlo a salir del lugar, trayéndolo a su lado y diciéndole que tuviera mas cuidado.
—Sin el chakra de Naruto, no podremos llegar a él y seremos gravemente heridos... —explicó sai.
De pronto, el equipo siete hizo el ritual de invocación.
—Derribarlos y superarlos no hay problema alguno... —habló el azabache.
—Además de acercarse de un salto, la fuerza de éste rechazará los ataques que darán. —dijo el rubio con una sonrisa.
—Su fuerza y velocidad, me permitirán atacar desde el cielo y la tierra. Además de que hará un excelente trabajo con Susanoo —explicó la azabache.
—En mi estado actual podré curar cualquier herida aun mientras que no éste a su lado —dijo la pelirrosa con una sonrisa llena de orgullo.
— ¡Kuchiyose no jutsu! —gritan los cuatro al unísono.
Al llamar a sus invocaciones, una enorme nube de humo se formo. Ocultando lo que habían hecho, los que habían visto esto, no pudieron evitar que una sonrisa se formase en sus labios. Hacía bastante tiempo que no veían la formación cuádruple punto muerto literal, sobre todo porque Bushido había abandonado la aldea unos pocos enfrentamientos después de que se denominaran "sannin".
La enorme águila ayudaba a la serpiente a cruzar, porque así fue como Orochimaru lo ordenó, pero no estaban seguros de que Sasuke y Kanade así lo dispondrían. Ellos trabajaban juntos, pero no en todo lo que hacían, cada quien tiene su propio ego como para ser siempre "Los Uchiha"
La gigante babosa, el gran sapo, la enorme serpiente y el enorme ave lucían asombrosos desde el punto de vista de los ninjas que se encontraban atrás. Lo más sorprendente era la manera en la que se colocaban en posición para empezar y en poco segundos sucedió.
— ¡Vamos, Aoda! —grito Sasuke.
— ¡Despega, Raiko! —grito Kanade.
— ¡Por favor! ¡Divídase ahora, Katsuyu – sama! —grito Sakura.
— ¡Salta, Gamakichi! —grito Naruto preparando su ataque.
— ¡Como ordene! —gritaron todos al unísono.
El sapo dio un gran salto, la serpiente comenzó a arrastrarse, el águila despegó y la babosa se dividió. Todos a una velocidad increíble, en el águila se formó un susano, quien montaba al ave mientras giraba la cadena de su hoz para que agarre alcance. Al igual que el chico uchiha, que avanzaba con su Susanoo defendiendo, mientras que Naruto y gamakichi atacaban al igual que se iban acercando.
— ¡Cuidado, Gamakichi! —advirtió el rubio en el momento que uno de los pequeños Juubi corrió para atacarlo por la espalda, pero en el momento que la rana se volteo, algo ya se había llevado al enemigo que estaba apunto de atacarlo—. ¡Gracias, Kanade! —gritó con una sonrisa en el momento que vio al águila sosteniendo entre sus patas a aquel enemigo que los iba a golpear.
— ¡No vuelvas a distraerte, perdedor! —gritó la azabache con una sonrisa provocando que una gota bajara por la cien de Naruto, ya que recordaba que ella era competitiva en ese tipo de aspecto.
Kanade abrió el portal y Raiko lanzó al enemigo entre sus patas hacía aquel lugar, para que de inmediato la Uchiha cerrara el portal. La Uchiha sintió un dolor en el ojo y gruñó levemente.
— ¡¿Se encuentra bien, Kanade – chan?! —preguntó Raiko asustado, ya que usar mucho el jutsu espacio y tiempo le afectaba la vista a Kanade, ambos estaban consciente de que no podía tener la misma capacidad que solía tener sin la otra parte de su sharingan—. No debe de usar ese Jutsu para acabar con enemigos de esa magnitud. Bushido – sama se lo ordenó.
Kanade comenzó a darle órdenes a Susano, para que atacase—. Tranquilo Raiko, la presencia de mi otra parte esta cerca, pero ya no lo volveré a usarl... —Kanade se detuvo al ver como la persona idéntica a ella sacaba a mas Juubis y lo que más sorprendió a la Uchiha fue ver como ella disfrutaba hacer daño a los de la alianza.
Era tan escalofriante.
— ¡Kanade! —miró al que la llamo y vio como le gritaba algunas otras palabras las cuales no entendía bien. Así que se concentró en mirar a su otra mitad.
Sin seguir perdiendo tiempo Raiko avanzó pasando de largo a la mayor parte de los enemigos. Sasuke estaba unos cuantos metros más adelante y observó como Kanade se acercaba a su otra parte por lo que gruñó al caer en la cuenta de que no podría ayudarla por culpa de las bestias que lo atacaban.
— ¡Sasuke! —gritó el rubio para que este se diera cuenta de que Kanade iba a hacerlo por si sola y ninguno de los dos lo quería, era peligroso para ella.
En ese preciso momento, alguien la llamó y pudo suponer de quien se trataba, la única con esa voz chillona y que se daba el lujo de entrar al pensamiento de las demás personas era Ino, sintió como la voz comenzaba a sonar dentro de su cabeza así que la dejo entrar.
"Detendré al que está junto a tu otra parte para que no exista el riesgo de que la asesinen" sus palabras fueron precisas y entendibles, Kanade asintió a lo que Ino le dijo y se preparó.
Analizó cada pequeño movimiento en Obito, dispuesta a darse cuenta del momento exacto en el que Ino tomara posesión de su mente. Quizá Raiko sabía lo que ella quería hacer, porque comenzó a elevarse para que la pelinegra no se moviese demasiado. Ella observó a Obito quedarse quieto.
— ¡Ahora raiko! —gritó al ver como su gemela se quedaba tiesa por culpa de algo.
La uchiha saltó y Raiko hizo una corriente de aire con sus alas, provocando que Kanade fuese en dirección de su otra mitad con demasiada rapidez y violencia. La pelinegra activo su sharingan y antes de que la otra lograse reaccionar, la tomó de la muñeca y con destreza se absorbió a si misma junto con ella a la otra dimensión.
— ¡Kanade! —gritó el equipo siete al ver como la azabache era absorbida por su propio portal.
El Uchiha apretó los puños cuando el cuerpo de ambas mujeres desapareció delante de él. El rubio lo observaba a corta distancia entendiendo lo que sucedía. La chica que ambos querían estaba en peligro y ninguno de los dos podían ayudarla.
Cuando ambas traspasaron el portal, Kanade la soltó lanzándola a varios metros de distancia, pero debido a que no controlaba bien el portal ella igual impacto contra el suelo con violencia provocándole un ardor en la espalda y piernas. La Uchiha sonrió con desdén al darse cuenta de que el portal no le había hecho daño a su vista ya que al transportar también a su otra parte, está completo el sharingan al igual que el chakra para utilizarlo.
La otra chica comenzó a reír al verse atrapada en la otra dimensión, sabia a la perfección que ninguna de las dos podía volver al otro lado sin la otra. Estaban conectadas a pesar de ser completamente diferentes.
Sus miradas chocaron y sintieron que al fin, podían decirse lo que siempre quisieron. Tenían que hacerlo ya que nadie podría interrumpirlas de ahora en adelante en su encuentro final.
- - -
♡