Brave | niall horan

By niallsfluorescence

53.7K 3.9K 659

"Correr detrás de ti es como querer alcanzar las nubes." Fears #3 More

Brave
c e r o
u n o
d o s
t r e s
c u a t r o
c i n c o
s e i s
s i e t e
o c h o
n u e v e
d i e z
o n c e
d o c e
t r e c e
c a t o r c e
q u i n c e
d i e c i s é i s
d i e c i s i e t e
d i e c i o c h o
d i e c i n u e v e
v e i n t e
v e i n t i d ó s
v e i n t i t r é s
v e i n t i c u a t r o
v e i n t i c i n c o
v e i n t i s é i s
v e i n t i s i e t e
v e i n t i o c h o
v e i n t i n u e v e
t r e i n t a
t r e i n t a i u n o
t r e i n t a i d ó s
t r e i n t a i t r é s
t r e i n t a i c u a t r o
e p í l o g o
n o t a

v e i n t i u n o

869 91 32
By niallsfluorescence

La noticia de la chica que ha estado involucrada en un aparatoso accidente automovilístico no tarda mucho en llegar a los tableros de noticias amarillistas y a los oídos de los rectores de la universidad de Maiah, y, finalmente a sus conocidos.

El médico me ha hecho el favor de avisarme a la más mínima señal de la aparición de Julia Collins, pero por el momento, ella no se ha acercado.

Debe saber que estoy al tanto de todo y que me encargaré de llegar hasta el fondo de su relación con Joe Reid.

Miro a mis manos y estoy conforme porque el temblor ha desaparecido. Bebo un profundo trago de café negro que Will se ha tomado la molestia de comprar para mí, mientras que ambos esperamos en la cafetería a que la hora de visitas llegue una vez más.

Debo admitir que me siento nervioso por estar lejos de Maiah, pero estoy bien con el hecho de que mis superiores me negaron mi dimisión y conservo mi empleo, que me da el beneficio de permanecer más tiempo del que podría en la habitación de hospital, porque he recibido el cargo de seguridad. Sin embargo, en estos momentos he sido reemplazado por el equipo de médicos que se encargan de hacer la revisión de mi chica, para notar si hay alguna mejora o si todo va de mal en peor.

—Niall, esa chica es caliente y viene hacia nosotros. Te mataré si coquetea contigo, porque Maiah no merece que-

—Tranquilo. —le interrumpo y dejo de jugar con el sándwich que estoy obligado a tomar como desayuno. La comida de la cafetería de los hospitales no es de mi agrado. —No tengo mente para nadie más.

Ni ahora, ni nunca.

Elevo la vista para encontrarme a la misma chica con la que Maiah habló por última vez, el día del accidente. Han pasado tres días desde entonces.

Ella se apresura al percatarse de que en efecto se trata de mí y un poco avergonzada, toma una silla de otra mesa y la coloca en la nuestra, de dos plazas.

La chica rubia no retira sus gafas oscuras, pero sé que ha estado llorando porque sus mejillas se encuentran enrojecidas.

—Necesito buenas noticias hombre, he estado comiéndome las uñas de la preocupación. —ella eleva sus manos y me muestra la prueba. Guau, pensé que era el único que hacía eso cuando estaba nervioso. — ¿Ella está bien?

No puedo pedirle que se tranquilice, porque sé cómo termina eso, así que decido darle el resumen que el médico ha estado dándome cada vez que sale de la habitación de Maiah.

—Tiene costillas rotas y distintas lesiones a través del cuerpo, no hay daño en las cervicales, pero perdió mucha sangre porque un metal del asiento atravesó su torso... ella- Maiah no- —el nudo se forma en mi garganta y miro abajo, en el oscuro líquido de mi vaso de papel.

No puedo seguir con esto.

Pierdo la calma que había logrado capturar hace poco tiempo y un sollozo escapa de mis labios.

Otra vez no.

—Maiah está inconsciente, su cabeza golpeó fuerte contra el cristal. Los médicos siguen revisando para encontrar algún tipo de traumatismo que con seguridad se presentará, sigue inconsciente y ellos creen que será necesario inducirla al coma si no despierta pronto. —Will habla, encontrando la tranquilidad que yo perdí, la rubia pone toda su atención en él y luego lleva las manos a su rostro.

— ¿Qué clase de persona provoca un accidente a propósito? —ella pregunta con pesar, evitando echarse a llorar y Will y yo compartimos una mirada de complicidad.

Oh chica rubia, más te conviene no saberlo.

—Espera, ¿cómo sabes eso? —Will cuestiona.

—Está en todas las noticias. Y se revisaron las cámaras de tránsito y de las tiendas de la zona, es claro que fue provocado. Y luego, ¿de qué otra manera explicarías el hecho de que no estaba en el lugar el auto que impactó contra su camioneta? —suena ofendida.

—Oye, no tienes porqué exaltarte, amiga. —responde Will, riéndose para aligerar la situación. —Mi nombre es William, pero tienes toda la libertad de llamarme Will.

Oh, pero por supuesto no iba a perder la oportunidad de coquetear con ella.

—Daisy Aylwin. —añade cortamente y luego me mira. — ¿Ellos han hablado de las posibilidades?

Le frunzo el ceño. —No sé qué quieres decir con ello.

—Sí, el tiempo en que ella despertará y esas cosas. —explica, moviendo sus manos nerviosamente, nota que me fijo en ello y baja sus manos, avergonzada. —Lo siento, no puedo evitarlo. Estoy bastante ansiosa y todo eso.

—Dijiste... ¿Aylwin? —pregunto, porque ver sus manos moviéndose nerviosamente fueron lo que logró que mi cerebro hiciera clic.

—Sí.

—Cómo... ¿Audrey Aylwin? —insisto y la mirada de Will cambia ante la mención del nombre.

—No entiendo qué tiene que ver mi desagradable hermana en esto.

— ¿Audrey Aylwin es tu hermana? —pregunta Will esta ocasión.

—Sí, pero es como si no lo fuera. Mis padres se mudaron con ella a Estados Unidos cuando yo tenía solo cuatro años, me dejaron a cargo de mi abuela paterna y después no supe nada de ellos. No es como si me interesara, después de haber sido abandonada aquí. Yo siempre supe que no fui querida, quiero decir, era una niña, pero te das cuenta de esas cosas. Todo era siempre para Audrey, la mayor era el oro a los ojos de mis padres y quizá por ello, mi abuela decidió aceptar quedarse conmigo, en secreto los repudiaba tanto como yo lo hago. ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?

—Absolutamente nada... espero. —murmuro y me pongo de pie, dejando medio sándwich y tomando el vaso de papel conmigo. Me termino el contenido y tiro el envase en la papelera más cercana.


(...)


—Nunca fui una amiga celosa, pero ahora realmente estoy celosa de ella. —Marcie llega y habla detrás de mí. Me encuentro de brazos cruzados, mirando a través de la pequeña ventanita de la puerta hacia el interior de la habitación donde Maiah ha pasado los últimos cinco días. No hay avances, no hay nada. Así que los médicos han decidido que las visitas no harán daño, ni beneficiarán y eso es porqué Daisy se encuentra dentro, sentada en una silla, cerca de Maiah, mientras dice quién sabe qué cosas.

Al menos sé que no soy el único que deja que las palabras se pierdan en la habitación. En la nada, porque Maiah no puede recibirlas.

Suelto un suspiro. —Tranquila, Maiah te aprecia más de lo que aparenta... siempre le ha costado trabajo aceptarlo, pero te quiere.

La pelirroja se ríe. —Somos amigas de toda la vida, hay un punto en el que el cariño se vuelve costumbre, Niall.

— ¿Podrías dejar de comportarte como la novia celosa? Vaya, no pensé que diría esto... pero me apiado de tu novio cuando lo encuentras en situaciones torcidas y comprometedoras. —ella golpea mi hombro y suelto una pequeña risa, la primera en muchos días.

—Para tu información, mi primer comentario fue una broma y un intento por abrir la conversación, en segundo lugar, mi novio no me haría algo así... podría llegar a cortarle las pelotas si se le ocurre hacerme algo así. —ruedo los ojos y ella vuelve a golpearme.

—Ellos podrían correrte del hospital si se enteran que golpeas a los clientes. Además, ¿Qué estás haciendo aquí? Se supone que tus guardias son solo en las noches.

—Neh, es domingo. Hoy puedo estar aquí todo el día, pero solo vengo a visitar a Maiah un rato porque tengo que volver a Galway porque mañana tengo clase. Mis guardias son una semana, dos de descanso, luego otra semana y así consecutivamente. ¿O qué crees que iba a estar viajando dos horas y media para venir, y otras dos horas y media para regresarme? ¡No puedo permitirme viajes de tanto tiempo!

—Calmada. —digo, riéndome un poco más. Toda su actitud es bastante hilarante.

—Me alegro que estés sonriendo. Estaba a punto de propinarte un buen golpe para sacudirte la preocupación. Estar preocupado y amargado todo el tiempo no ayuda en nada, ¡levanta ese ánimo! Maiah necesita buenas vibras rodeándole y no un montón de Magdalenas.

—Hola. —saluda Daisy interrumpiéndonos. Habla fuerte y decidida y sé lo que debe estar pasando por su mente, pero no es mi obligación desmentirle cosas que en primer lugar no debería pensar porque ni siquiera son de su incumbencia.

—Supongo que es mi turno de entrar, ¿vas a quedarte aquí, como de costumbre? —Marcie pregunta, haciendo un gran trabajo en ignorar a la rubia que nos mira expectantes.

Asiento y me encojo de hombros. —Ya sabes que mi lugar siempre va a ser a su lado.

—Sí, pues necesitas dormir. —menciona entre dientes y se interna en la habitación, para hablar con Maiah, como todos estamos haciendo.

Daisy y yo permanecemos en el pasillo, un silencio incómodo y en el fondo puede oírse el ruido del ajetreo normal en un hospital. Carraspeo y Daisy da un par de pasos lejos de mí, incómoda.

—Tengo que ir a casa, mañana debo presentar un examen. Hablé con los profesores de Maiah ayer, ellos entienden la situación pero esperan que entiendas que no pueden esperar toda la vida, las materias de Maiah van a congelarse, pero perderá la matricula del semestre. Podrá empezar, pero tendrá que ser desde cero.

—Lo entiendo, gracias por intentar ayudarla.

—Oye, es mi amiga y... bueno, había pasado tanto tiempo desde que yo hacía amigas. —se ríe, como si ese fuera un chiste personal. Quizás lo es. —Bueno, debo marcharme. Mañana pasaré después de la universidad. ¿Podrías avisarme si algo importante ocurre? —muevo mi cabeza en afirmación, la rubia asiente, me da una última mirada de pies a cabeza y camina por el pasillo, chocando en la esquina, con Will. Observo con diversión la escena y no dudo que en un tiempo, ellos dos terminen juntos.


(...)


Son más de las dos de la mañana cuando un ruido me saca del sueño que apenas lograba conciliar. Me remuevo incómodo en el sofá de dos plazas dentro de la habitación y luego busco mi teléfono, para utilizarlo como linterna. Parpadeo en repetidas ocasiones, intentando adaptar mis ojos a la oscuridad, y, entonces, el ruido vuelve a escucharse, pero ahora soy más consciente.

Sé que proviene de la cama.

Y me percato de inmediato que es Maiah quien lo provoca. Está despierta, asustada, tratando de quitarse la mascarilla que antes le ayudaba a respirar, pero ahora no hace más que molestarla.

Estoy pasmado, no sé qué hacer.

Tanto quiero acercarme y quitarle todo el enredijo de cables para abrazarla, besar su frente y susurrarle que todo va a estar bien, como quiero llamar a los médicos, porque estoy asustado hasta la mierda de que ella se lastime a cabo.

Una pequeña alarma se hace escuchar y las luces de la habitación se encienden automáticamente, cegándonos a ambos. Después, un remolino de médicos y enfermeras entran en la habitación y revisan a Maiah como si fuera un raro espécimen.

Ni siquiera prestan atención a mi presencia.

De cualquier manera, no estorbo. Me siento impotente por no poder hacer algo para tranquilizar a Maiah cuando pequeños gritos asustados abandonan su garganta, lastimando sus cuerdas vocales que habían permanecido mucho tiempo sin uso.

Maiah ha despertado, después de casi siete días inconsciente.


Continue Reading

You'll Also Like

269K 23.8K 55
Louis es una omega pequeño y tímido, que lleva años mirando y sufriendo por su vecino de al lado, un alfa. Lo único que sabe de él es que es hermoso...
998K 91.7K 37
«-Harry tu rebalsas virginidad. -¿Quien dice que soy virgen, eh?. -Los penes que NO han estado en tu trasero me lo dicen. -¡LOUIS!» . Donde L...
1.2M 99.7K 31
Louis y Harry son enemigos pero en una noche de borrachera ambos tiene sexo Louis queda embarazado y ahora tendrán que lidiar con éso y con su odio. ...