En cualquier otra circunstancia, estoy cien por ciento segura de que Niall hubiera ido detrás de Joe y no le hubiera dejado escapar con tanta facilidad como lo ha hecho esta ocasión. Súbitamente la atmosfera en la sala es tan pesada como la combinación del sudor y el grueso humo del tabaco en una discoteca. Mi cabeza palpita por las palabras de Joe, de la misma manera que lo haría con la música en decibeles más allá de lo aceptado. Sin embargo, Niall se mantiene ahí, mirando con rabia a la puerta que ha sido cerrada con fuerza tras, notos sus músculos tensarse por debajo de la camiseta blanca que ha elegido ponerse este día, su pecho sube y baja notablemente con su pesada respiración y sobre todo, puedo notar lo difícil que está siendo para él este momento. Él no quiere mirarme, él no quiere pensar que estoy aquí, aguardando por su explicación.
—Niall. ¿Qué fue lo que quiso decir con eso? —decido que las palabras abandonen mis labios en un volumen casi imperceptible. Un susurro que espero sea suficiente, viendo la situación. —Niall- —intento de nuevo, pero me veo interrumpida.
—No, olvídalo. No tiene importancia.
¿Cómo demonios no va a tener importancia?
¿Por qué te pondrías tan mal por algo que "no tiene importancia"?
—Sabes que no voy a dejarlo ir con facilidad, Niall. Lo mejor es que me expliques ahora qué era lo que esa caja contenía y por qué la quería. Pero no sin antes decirme qué trató de decir con "tu actuación".
Presiento que él va a salir de la casa para dejarme aquí, sola, con muchas más preguntas en mi mente que se añaden a la que parece ser una lista interminable de cuestiones que manejan mi vida a su antojo. Pero no, el rubio solo deja que sus hombros caigan, en rendición y luego va hacia las escaleras, para sentarse en las primeras y después tomar su cabeza entre sus manos, mientras que sus dedos se enredan en su cabello sedoso y tiran de las hebras con desesperación.
—Antes que comience a decirte todo, Maiah, necesito que me creas. Quiero que estés completamente segura de que lo que siento por ti en estos momentos es tan real como todos los momentos que hemos pasado como pareja, juntos. Nena, necesito que me creas cuando te digo que te amo, porque de lo contrario, me volveré loco. Necesito que estés al tanto de que cada vez que te digo que te quiero, es porque es así. ¿Estás escuchándome, Maiah? —mis ojos se fijan en él y toda mi atención le pertenece, asiento y hago mi intento por acercarme y colocarme a un lado de él, sentada en las escaleras, pero prefiero no hacerlo. Necesito ver sus facciones mientras habla, será la única manera que va a quedarme para determinar la veracidad de sus palabras.
No sé cuánto tiempo exactamente transcurre hasta que lo escucho soltar una gran bocanada de aire y comenzar a hablar:
—Joe sacó todo de contexto, Maiah. No se supone que haya "actuado" antes, pero... no mentía cuando dijo que Julia me pagó...
Creo que debí haberme sentado antes.
Doy un par de pasos hacia atrás, hasta que siento la superficie fría y lisa que es la pared estando contra mi espalda, después me dejo deslizar sobre ella hasta que mi trasero llega al suelo y puedo sentarme, llevando mis piernas contra mi pecho. Las abrazo y miro a Niall con atención, no voy a interrumpirle hasta que termine de decirme todo.
—... Julia me encontró una tarde mientras yo salía de la universidad, ella había estado buscándome por un largo tiempo. Era amiga de mis padres y estaba al tanto de todo lo que estaba sucediendo en mi enredada vida, me explicó de la situación con Joe, el hecho de que él estaba buscando vengarse y que lo más probable es que fuera contra ti.
Pequeños retrocesos en el tiempo llegan a mi mente. Trozos de escenas pasadas donde nos vemos en una situación en la cual él intenta asegurarme que sus sentimientos son verdaderos. El día que me confesó lo que era realmente; un chico que había perdido a sus padres y que había tomado una misión en su vida, cosa que había cambiado al conocerme y también por el hecho de que fue mi madre quien lo buscó para encomendarme a él.
« [...], mi principal misión era internarme en su mundo y obtener información. Pero lo decliné, porque le juré a mis padres que sería una buena persona. Que me encargaría de quién había terminado con sus vidas de una manera correcta. Y cuando te conocí a ti fue cuando tomé esa decisión. Tú me hiciste cambiar de opinión y luego Julia me dijo que Joe iría tras de ti, por una venganza sobre el pasado. Así que mi misión personal cambió. Te alejaría de ese mundo a toda costa, pero fallé. Fallé miserablemente. Es un milagro que estemos aquí, ahora. »
Entonces, frunzo el ceño y miro a mis pulgares. —Espera, esto ya me lo habías dicho antes. ¿Por qué entonces Joe lo mencionó como si fuera un factor determinante para nosotros? ¿Por qué has reaccionado a sus palabras de tal manera?
Niall suelta un gran suspiro.
—A Joe le gustan este tipo de juegos mentales, Maiah... y... lo que te conté antes no era del todo cierto. Yo- Julia me pagó para que me acercara a ti, sí, pero solo era protección. Y era como un 2x1 en mi empleo, de cierta manera, estaba ganando al proteger a una niña de un peligro que era inminente y podía investigar sobre Joe. Yo no actué cada vez que nos besamos, ni cuando te dije que te amaba, jamás jugué con tus sentimientos y con el paso del tiempo le pedí a Julia que dejara de darme dinero por estar a tu lado-
—Detente, por favor.
Quizá esté exagerando, porque de alguna manera lo veía venir y me prometí que no le prestaría importancia, pero no puedo dejar de hacerlo. Sin importar que Niall siga diciendo que todos sus sentimientos siempre fueron puros.
—Me enamoré de ti, Maiah. Y yo no necesitaba dinero o cualquier otro motivo para estar a tu lado, para protegerte. —añade Niall y esta vez siento como se acerca pero evita tocarme. Acción inteligente de su parte, pues de lo contrario me hubiera echado a llorar. —Yo sé cómo suena todo esto, sé que es un embrollo, pero puede ser mucho más fácil de lo que crees si me dejas terminar.
—Adelante, entonces. —no quiero que mi voz suene tan rencorosa como lo ha hecho.
—No, hasta que me mires, Maiah. Nena, necesito que me veas a los ojos y me digas que me quieres porque ahora mismo imagino lo que debes estar pensando y me siento como un maldito bastardo si tú no me aseguras que me quieres a pesar de todo.
¿Por qué otra razón estaría aquí?
Me cuestiono y necesito que la pregunta salga de mis labios, pero no hayo la manera de hacerlo. Solo miro a sus grandes orbes azules llenos de miedo de que los sentimientos no sean mutuos. Sus ojos reflejan los míos y pronto sus labios se posan sobre los míos en un beso pausado, cuidadoso y lleno de emoción.
Su frente se pega en la mía cuando deja de besarme y puedo sentir que está aliviado.
— ¿Aún quieres saberlo todo?
—Eso no es algo que deberías preguntar, Niall. —respondo con un poco de humor y él solo deja que en su rostro se forme una sonrisa torcida.
—Debí suponerlo. —suelto una risita, ahora que la presión que sentía antes ha disminuido. No me siento preocupada y mucho menos va a importarme si a Niall le pagaron para que se acercara antes a mí o no. Y eso, contradice a mi obstinación por saber sobre los hechos del pasado. —Pero primero tenemos que irnos de aquí, antes de que Joe vuelva por nosotros cuando encuentre que se ha llevado la caja equivocada.
— ¿Qué?
—Nena, yo voy un paso adelante. Siempre. —se pone de pie y después me ayuda a levantarme. Sacudo el polvo de mi pantalón y lo sigo, pensando que va a salir de la casa, pero solo me guía hasta la cocina y de ahí a la pequeña habitación que funciona como alacena. No entro, porque el espacio apenas permite a una persona de pie. Solo lo miro tomar cerca una pequeña escalera que le ayuda a quitar algunas cosas de la parte superior de uno de los estantes y después de unas cuantas maldiciones porque hay cosas que caen en el suelo, logra alcanzar lo que era su propósito localizar: otra caja.
Otra jodida caja.
La tomo cuando él me pide que lo haga. Mis manos se llenan de polvo y comienzo a estornudar en repetidas ocasiones debido a las partículas que se internan en mis fosas nasales.
—Niall, espero que haya un momento en que mi vida deje de estar lleno de cajas polvorientas y notas sin sentido que me llevan a internarme más en este laberinto que parece nunca tener salida. —menciono. Él llega a mí y toma la caja fuera de mis manos, después la eleva un poco antes de hablar:
—Espero que esto te dé las respuestas que necesitas para encontrar la salida.
(. . .)
La lluvia repiquetea contra la ventana y los truenos llegan segundos después de que el rayo ilumina por completo la habitación. Me estremezco cada vez que eso sucede, odio las tormentas eléctricas, tengo un miedo irracional contra ellas y me fastidia la manera en que me remontan a mi niñez y los malos tiempos que mis hermanos se hicieron cargo de hacerme pasar utilizando mi miedo a los estruendos causados por el impacto de los rayos en la tierra.
—Nena, ¿Qué sucede? —Niall llega a mí, depositando el vaso con jugo que ha traído para mí sobre el suelo para acercarse. Supongo que me he perdido en mis pensamientos.
—Recordé un par de cosas. —admito. Y es así como el tema se cierra, porque quizá mi rostro es tan transparente que Niall puede darse cuenta de mis cavilaciones. Después me da el jugo y le sonrío con agradecimiento.
— ¿No crees que sería más cómodo hacer esto sentada en el sofá y no aquí, en medio de la habitación sobre el frío suelo?
Me encojo de hombros. En realidad soy demasiado quisquillosa como para permitirme dejar todo el polvo sobre el sofá.
—Neh, estoy bien aquí. —palmeo a mi lado el suelo y después de quejarse por su rodilla lastimada, se deja caer a mi lado, arrastrando la caja para tomar fuera algunos documentos. Está buscando uno en específico y no tarda en encontrarlo para mí.
—Deberías comenzar por este. La mayor parte de lo que hay aquí es la investigación que mis padres hacían sobre el negocio torcido de Joe. Esta es la verdadera caja que él buscaba, voy a encargarme de hacer una copia digital de todo y luego ya encontraré la manera de deshacerme de esto, antes de que Joe lo haga. La policía de Seattle le dio libertad condicional porque no encontraron pruebas para detenerlo, tonterías, hay alguien de su clan dentro que se interpuso en el proceso. —suelta lo último con rabia y finalmente presiona sus labios, notando mi intensa mirada en sus acciones, hace un puchero y casi me río por la veloz capacidad de cambiar lo que su rostro dice. — ¿Quieres que te deje sola para que lo leas?
Afirmo con mi cabeza. —Te llamaré si necesito ayuda.
—Bravo, en ese caso, estaré en la sala mirando el partido. —se acerca para besarme rápidamente. —No dejes que las acciones de los demás en el pasado afecten tu forma de ver el presente, Maiah.