Brave | niall horan

By niallsfluorescence

52.8K 3.8K 657

"Correr detrás de ti es como querer alcanzar las nubes." Fears #3 More

Brave
c e r o
u n o
d o s
t r e s
c u a t r o
c i n c o
s e i s
s i e t e
o c h o
n u e v e
d i e z
o n c e
t r e c e
c a t o r c e
q u i n c e
d i e c i s é i s
d i e c i s i e t e
d i e c i o c h o
d i e c i n u e v e
v e i n t e
v e i n t i u n o
v e i n t i d ó s
v e i n t i t r é s
v e i n t i c u a t r o
v e i n t i c i n c o
v e i n t i s é i s
v e i n t i s i e t e
v e i n t i o c h o
v e i n t i n u e v e
t r e i n t a
t r e i n t a i u n o
t r e i n t a i d ó s
t r e i n t a i t r é s
t r e i n t a i c u a t r o
e p í l o g o
n o t a

d o c e

1.2K 95 8
By niallsfluorescence


Las palabras de Niall se repiten una y otra vez en mi mente, martillean con fuerza, obstinadas por no permitirme pensar en otra cosa. Trato de prestar atención al profesor, pero no me es posible entender sus palabras. Es tan frustrante. Justo ahora tengo mi mente en tantas cosas que temo volverme loca en poco tiempo.

Pienso en la preocupación constante de Niall por mí, todos sus consejos y sus disculpas por no haberme dicho antes que Joe estaba fuera de prisión. Y su más grande excusa es el hecho de que no quería causar el lío mental que tengo en estos momentos. Así que no me molesté con él, simplemente lo abracé por la cintura fuerte y sollocé silenciosamente hasta quedarme.

Estuve en un pequeño ataque de histeria interno, aunque solo pude depurarlo con ese llanto que sé de antemano a Niall le lastima tanto.

— ¿Señorita Collins? ¿Puede repetir lo último que he dicho?

Parpadeo, dándome cuenta de lo aterradora que pude lucir con la mirada perdida en un punto cercano a la pizarra, pero a la vez tan lejano a ella. Me siento recta y miro al profesor, que espera con molestia a mi respuesta.

—Bien, eso creí. ¿Recuerda lo que le dije antes? Sigue en pie, no me hace falta en clase. —habla duramente, yo miro abajo a mi cuaderno que en lugar de apuntes tiene un montón de garabatos y algunas notas sobre mis sospechas. Suelto un suspiro y medito antes de marcharme. Ya no estoy en la secundaria, el profesor no debería echarme de la clase, pero bueno, no son mis reglas.

Salgo del aula y voy directo a la salida. Ya no quiero estar aquí. No creo poder alcanzar la capacidad de prestar atención y no necesito que el incidente de mi clase de sociología se repita en las demás.

— ¿Maiah? ¿A dónde vas? —Daisy se apresura a espaldas mías, el tacón de sus zapatos hace bastante ruido y me detengo para esperarla.

—A casa, no me siento muy bien, a decir verdad. —digo haciendo una mueca de disculpa y encogiéndome de hombros a la vez.

—Oh. ¿Quieres que te lleve a casa? —ofrece amablemente y me sonríe.

—No, estoy bien. Gracias. Tengo un auto provisional. —sí, porque Niall ni loco iba a dejarme tomar el transporte público después de decirme el riesgo que estoy corriendo.

—Puedo acompañarte de todas maneras. —sugiere.

—Pero... ¿Qué hay de tu auto? No puedes dejarlo aquí. —insisto, pero sé que he perdido esto cuando una brillante sonrisa se dibuja en sus labios color rosa chicle.

—Zach podría recogerlo por mí. Me debe un par de favores, y bueno... a él le encanta conducir mi auto. No creo que se niegue. —se encoge de hombros y me mira, esperando una respuesta afirmativa.

Cierro los ojos y suelto un suspiro.

—De verdad, Daisy. Creo que estaré mejor por mi cuenta, ¿nos vemos mañana? —tajo de inmediato sus esperanzas, quizá no de la mejor manera en que podría haberlo hecho. Después, no espero a que ella me dé una respuesta y comienzo a caminar hacia el exterior. Miro a mis manos, el barniz de uñas gris que puse el otro día está cayéndose poco a poco, las mismas uñas están mordidas debido a mi nerviosismo y en general, luzco tan descuidada que me pregunto por qué Niall se esfuerza tanto por quererme cuando le causo tantos problemas.

Es algo que no debería cuestionarme, tal vez. Al final del día, tú amas a quien amas y no hay manera de dar vuelta atrás o preguntarte por qué eso sucede.

Suelto un suspiro y me subo a la camioneta de Niall, un poco desconcertada al momento en que tengo que conducir. Enciendo la radio y la coloco al volumen mínimo, solo la necesito para no sentirme sola y embargada por todos mis pensamientos porque eso es lo último que quiero en estos momentos.

Después de un rato en el mismo lugar en el estacionamiento, sin moverme ni un centímetro, suelto el volante y dejo caer mi cabeza contra el respaldo del asiento y después llevo mis manos a mi rostro. Me siento desesperada e impotente. No tengo miedo porque Joe apareció, ni tampoco temo al hecho de que debe estar detrás de mí, buscando vengarse. No siento otra cosa más que frustración al no poder dar vuelta a la página de este capítulo de mi vida para ir a uno mejor; uno donde no tenga que huir, ni preguntarme todo el tiempo en quién debo confiar y en quién no. Un momento de mi vida en el que pueda preocuparme por ser yo y que nada más importe.

Tomo mi pequeño y viejo aparato que funciona de teléfono celular sustituto y busco el número entre mis contactos.

Cruzo los dedos porque pueda alcanzar señal para realizar la llamada. El timbre continuo me dice que está ocupado y espero un minuto antes de volver a marcar, esta vez, la suerte está de mi lado y pronto escucho un ruido sordo.

—Mierda, ¿Quién llama a las... um... no sé qué hora es... pero es temprano aún para esto. —Will habla somnoliento y me golpeo mentalmente por no recordar que en Seattle aún es de madrugada. Carraspeo.

—Lo siento, olvido las zonas horarias.

— ¿Maiah? —el tono somnoliento desaparece y pronto suena realmente interesado por mi repentina llamada. En realidad, yo no había tenido noticias de Will desde el momento en que se despidió de mí en el aeropuerto. — ¿Cómo va todo? ¿Pasa algo malo?

Y por supuesto, que yo iba a esperar a que ocurriera algo importante para llamarlo.

Exhalo sonoramente. —No- yo... lo lamento, ni siquiera sé por qué llamé.

—Claro que lo sabes. —acusa. —Sé que Joe está fuera... y de alguna manera, sospecho que ha vuelto a Dublín. ¿Por eso es que me llamas, no?

Sacudo la cabeza, a pesar de que no puede verme.

—Yo- Will, estoy tan frustrada y confundida y por inercia te llamé a ti porque algo me dice que tú sabes más de lo que yo sé y quizá tú puedas ayudarme a llenar los espacios en blanco. —comienzo. —Necesito hablar con alguien que sepa de mi situación. Y mamá no va a decirme la verdad, mucho menos va a hacerlo Niall. Y... el otro día mi madre dijo algo que no hizo más que aflorar dudas. Will, sé que esto que voy a pedirte de alguna manera es la cosa más loca que podría pedirte, pero quiero saber que puedo confiar en ti antes que nada.

Él se ríe nervioso. Puedo imaginarlo tirando de su cabello en estos momentos.

—Maiah, yo no puedo ayudarte. —dice después de un silencio prolongado. Sé que miente.

— ¡Claro que puedes! —exclamo, dejando la desesperación filtrarse en mi voz. —Maldita sea, Will. Eres la única persona que tiene la versión de los hechos que podría contarme. ¿Qué es lo que todos se empeñan en esconderme todo el tiempo? ¿Por qué creen que yo necesito ser protegida de manera tan extrema? ¡No soy una niña!

Bueno, estoy sonando como una niña caprichosa, pero no me importa.

—Tranquila, Maiah- yo no...

—No. —digo antes de que pueda terminar su oración. —Olvídalo, no debí llamar. Gracias William.

Termino la llamada y apago el teléfono, sintiendo el nudo en la garganta surgir. ¿Por qué me siento de esta manera? ¿Por qué es tan complicado obtener respuestas? ¿Qué diablos es lo que quiero saber, para empezar?


(...)


—Hija, que sorpresa. ¿Qué haces por aquí? —una voz cariñosa me sorprende cuando trato de entrar en el despacho de papá. Me tenso y después lo enfrento con una sonrisa tímida en la cara.

—Buscaba un libro, ya sabes, tu hija está estudiando derecho y necesita algo de apoyo didáctico. —dejo escapar como mentira, y parece funcionar cuando la sonrisa orgullosa de papá aparece.

—Entonces, adelante. Mi biblioteca es tu biblioteca. Tengo que volver al restaurante antes de que tu madre se vuelva loca. —asiento y creo que va a irse, pero vuelve a hablar. —Y, ¿Maiah? Me gustaría que ustedes dos hablaran un poco, ella se siente terriblemente mal por todo lo que dijo el otro día y no puede recordar, no sé qué fue lo que exactamente te dijo, pero... no la castigues de esta manera, es tu madre.

—Iré un día de estos a verlos. —menciono cortamente y eso parece ser suficiente para el hombre que quiere evitar a toda costa un problema de mujeres.

—Perfecto, nos vemos luego Maiah y si necesitas ayuda, solo llámame.

Afirmo con la cabeza y me interno en el despacho cuando escucho la puerta principal cerrarse y el auto de papá marchase de enfrente de la casa.

Una vez dentro del espacio tapizado con libros de cocina internacional, derecho y álbumes de fotografías, tomo una profunda respiración y miro hacia el frente al escritorio que raramente se encuentra limpio de papeles como en esta ocasión, recorro los estantes, mirando cuidadosamente el lomo de cada libro, las letras doradas fijadas elegantemente y demostrando el título de la publicación. Veo las fotos de mi familia: mis hermanos, mis padres y yo sonreímos alegremente a la cámara en la fiesta de cumpleaños de mis hermanos que se marcharon a Estados Unidos a estudiar hace ya cuatro años. Nunca los menciono, pero es porque nunca fui muy apegada a ellos, Rebecca es mi hermana mayor y es quizá a la única hermana que me podré referir siempre.

"La carcasa menos pensada contendrá la respuesta a todas tus preguntas."

Fue el mensaje que Will envió justo antes de que tuviera la oportunidad de apagar mi teléfono y el primer lugar en el que se me ocurrió buscar fue en casa de mis padres.

Recorro con la mirada cada uno de los estantes, leo cada uno de los títulos de los libros y suspiro con nostalgia ante cada fotografía. Después de dos horas, me dejo caer sobre el sofá de imitación de piel y me coloco sobre el de manera que mi cabeza está colgando del sofá. Veo todo de manera invertida y dejo que la sangre vaya a mi cabeza hasta que pasan dos cosas:

Primero, siento el mareo y el dolor característico después de un rato de estar de cabeza y luego, noto una compuerta muy bien oculta en la pared formada por el librero y que está prácticamente pegada al suelo, por lo que nadie jamás la vería a menos de estar en la posición que estuve yo... o alguien que gateara por ahí, buscando algo.

Me tambaleo al ponerme de pie y luego me acerco hasta el lugar, con mis dedos puedo notar a la perfección el rectángulo de madera que no encaja. Quiero encontrar un pequeño orificio que me indique que debe haber una llave para abrir, pero no hay nada. Presiono con todas mis fuerzas, esperando a que algo interesante suceda... algo como que uno de los libreros se desplace y me lleve a un pasadizo secreto o algo por el estilo, pero nada sucede. Quizá solo fue producto de mi atarantada mente. Me pongo de pie, por poco dándome por vencida y me golpeo con un libro que sobresale del margen de la pared. Este cae y me agacho para tomarlo, pero resbala de mis dedos torpes y cae abierto.

Casi lloro al notar un pequeño papel salir de él. Es la caligrafía de mamá. El trozo de papel es pequeño y viejo, se desgasta por las orillas, pero gracias al cielo, está completo.

"habitación de Becca"

No tiene sentido alguno. ¿Por qué mamá creyó que apuntar eso y luego esconderlo en medio de un libro era importante?

Sin embargo, coloco todo donde estaba antes de que yo irrumpiera en la habitación y voy a la planta superior para revisar lo que antes era la vieja habitación de Rebecca y que ahora funciona como una habitación de huéspedes, que, por lo general, mi hermana sigue utilizando cada vez que nos visita.

La cama está hecha y todo está pulcramente acomodado. Registro debajo de la cama pero solo encuentro polvo, los cajones y el armario están vacíos. Me siento sobre la cama, esta cruje ante mi peso y después algo se me ocurre. Levanto el colchón que parece pesar el doble de mi peso corporal y es lo suficiente para notar un sobre viejo. Lo tomo y dejo caer el colchón, la lámpara que estaba sobre la mesita de noche cae y no me preocupo por ello. Tomo el sobre conmigo, sintiendo que es lo que había estado buscando todo este tiempo.

Acomodo todo y me aseguro de que no se note mi presencia en la habitación y que por consecuente tampoco se note la ausencia del sobre.

Bajo las escaleras de dos en dos, tomo mi mochila para introducir el sobre y la coloco sobre mis hombros. Después le envío a Niall un mensaje de que pronto estaré en casa y le pregunto si desea que compre algo de comida preparada para cenar, pero él responde diciendo que se encargará de ello esta noche y que llegará a casa alrededor de las ocho.

Me encargo de revisar la hora, apenas son las seis de la tarde y no puedo creer que pasé tanto tiempo revisando cada libro. Con razón me duelen las piernas y la espalda.

Conduzco, tomando una ruta diferente en esta ocasión.

Voy bastante concentrada en el camino, cuando un objeto rojo llama mi atención.

Es mi auto.

Parpadeo en esa dirección y noto cuando está alejándose. Inmediatamente, freno y doy la vuelta, cambiando mi camino. Estoy decidida a descubrir quien tomó mi auto.






bueno, aquí comienza a ponerse confuso todo, pero es algo que no puede faltar en esta historia... pero no se preocupen, habrá todas las respuestas que han necesitado desde fears pronto

Continue Reading

You'll Also Like

46.4K 1.8K 107
Las circunstancias de la vida hacen que _____ conozca al que ella cree es el amor de su vida aunque lo de ellos no fue a primera vista, las adversid...
470K 56.3K 73
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...
168K 10.6K 54
La novela pasa en West Ham un pequeño pueblo en le estado de Connecticut, allí vivia Madison, o como le gustaba que la llamaran Maddie, meses atrás p...
90.9K 5.1K 15
⤿ Devil Eyes. ❪ Fanfic Culpa Mía. ❫ ⠀ ❝ Nick Leister x Alyssa Hidalgo. - en proceso. ❞ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀@isibook_ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀16.06.2023