Brave | niall horan

By niallsfluorescence

52.9K 3.8K 657

"Correr detrás de ti es como querer alcanzar las nubes." Fears #3 More

Brave
c e r o
u n o
d o s
t r e s
c u a t r o
c i n c o
s e i s
s i e t e
n u e v e
d i e z
o n c e
d o c e
t r e c e
c a t o r c e
q u i n c e
d i e c i s é i s
d i e c i s i e t e
d i e c i o c h o
d i e c i n u e v e
v e i n t e
v e i n t i u n o
v e i n t i d ó s
v e i n t i t r é s
v e i n t i c u a t r o
v e i n t i c i n c o
v e i n t i s é i s
v e i n t i s i e t e
v e i n t i o c h o
v e i n t i n u e v e
t r e i n t a
t r e i n t a i u n o
t r e i n t a i d ó s
t r e i n t a i t r é s
t r e i n t a i c u a t r o
e p í l o g o
n o t a

o c h o

1.1K 107 20
By niallsfluorescence

Hago todo lo posible por no mirar fijamente al frente por largos periodos de tiempo y darle a conocer a mis profesores mi rostro que claramente indica lo mucho que bebí la noche anterior y lo poco que he dormido, así que finjo tomar apuntes todo el tiempo, velozmente doy pequeñas miradas al frente para lucir más casual. Nadie escribe tanto como yo lo hago y tengo que disminuir la velocidad con la que muevo todo.

Mi mañana fue un absoluto desastre, me levanté apenas a tiempo y vomité fuera todo mi alimento y me abstuve de tomar el desayuno para no tener que estar corriendo al baño de la universidad, también me duele la cabeza y siento que el sol está quemándome y va a dejarme hecha cenizas, pero no puedo utilizar gafas oscuras dentro del aula.

Salgo de la clase para mi turno del almuerzo y siento el aparato vibrar en el fondo de mi mochila. Lo tomo, ya no me siento avergonzada por cargarlo conmigo en público y leo el mensaje, que, para mi sorpresa, es de Daisy.

Daisy: "No puedo creer que vine a la universidad después de lo de anoche. Voy a morir, me marcharía a casa de no ser por mi examen de francés que no he podido aprobar. Maldición, voy a morirme aquí."

Leo el mensaje que llega fragmentado en seis partes debido a la pulgada de pantalla que tengo. Suspiro y aprieto el gordo aparato en mis manos, tomando la decisión de comprar un jugo y un chocolate de alguna de las máquinas expendedoras. No me siento con las ganas de fingir que no vi que estaba tragándose a Zayn anoche. Pero es probable que ella no tenga ni la menor idea de que el tipo a quien besó es novio de mi mejor amiga. Ni siquiera debe saber que tiene pareja.

El teléfono recibe dos mensajes más.

Daisy: "¿Por qué si quiero un título en psicología necesito un curso de francés? Es absurdo, no iré a Francia."

Daisy: "¿Maiah?, ¿siquiera has venido a la universidad?"

Estoy a punto de apagar el aparato infernal cuando el nombre de Niall aparece con el ícono de mensaje. Sin esperarlo, una sonrisa surca mis facciones y me siento culpable en lugar de sentirme contenta. Estoy feliz, pero no plenamente feliz.

Niall: "Hola preciosa ;)"

Comienzo a picar furiosamente las teclas para escribir, pero fallo horriblemente en el intento y el llamado a mis espaldas me hace detenerme, para después reanudar mi paso, fingiendo que no es a mí a quien llaman. Maiah no es un nombre común irlandés, pero nadie tiene que saber que es a mí a quien Daisy llama a unos metros detrás.

—Maiah. —repite por décima vez, alcanzando mi hombro para detenerme. Me giro bruscamente y si pensé que la rubia frente a mí podría lucir perfectamente sin importar que sucediera, me equivoqué garrafalmente.

El cabello rubio de Daisy está recogido en un moño desordenado por encima de su cabeza. Viste unos jeans comunes y un suéter con el estampado de la universidad en él que le queda grande y que por supuesto debe haberle pertenecido antes a un chico. Sus labios están pálidos y agrietados y en su rostro no hay ni una pisca de maquillaje que le ayude a disimular la resaca que debe estar aquejándole. Detrás de esos lentes negros de sol debe haber unas grandes ojeras y ojos rojos.

Siquiera yo hice mi intento por lucir más normal.

Pero siempre fallo, aunque para todos debe ser cosa de todos los días verme cansada mientras me arrastro de clase en clase y hago mi mayor esfuerzo por poner atención.

—Hey. —mascullo, tratando de no sonar molesta. Mi cabeza comienza a palpitar fuertemente una vez más.

—Pensé que no habías acudido, pero es una suerte haberte encontrado. ¡Vaya que noche tuvimos! —sin embargo, Daisy no pierde su jovialidad. Su agudo tono hace que el dolor sea peor. Mi mueca lo dice todo. —Debimos quedarnos en casa, ¿no lo crees?

Asiento y retomo mi camino anterior hacia la máquina expendedora. Necesito azúcar en mi cuerpo para animarme para las tres horas que me restan.

No puedo llamarle infierno a la universidad, porque es el camino que yo misma he elegido. No me queda más que adaptarme y ponerle empeño para no arrepentirme al cabo de unos años de mi elección.

—Maiah, ¿sucede algo? Quiero decir... sé cómo debes sentirte por la resaca y esas cosas, pero... Zach tampoco ha respondido a mis mensajes y estoy segura de que ignoró mis llamadas todo este tiempo. ¿Pasó algo que no me enteré...o...?

Sacudo la cabeza y la encaro. —Daisy no estoy de humor ahora, así que te pido de la manera más amable que me des un respiro. El dolor de mi cabeza es suficiente para atormentarme.

—Pero... —ella comienza y vuelvo a sacudir mi cabeza, esta vez con fastidio evidente.

— ¿No vas a dejarlo, verdad? —me río amargamente.

Ella presiona sus labios resecos con confusión y cierta tristeza por el tono duro que estoy usando al hablar. El timbre suena y maldigo entre dientes porque perdí mi oportunidad para colocar algo en mi estómago.

—Tengo que irme, debo presentar una prueba. —la esquivo y camino en dirección contraria a la que me dirigía. Me pregunto si fui muy cruel con ella, Daisy no hace otra cosa más que tratar de formar una amistad conmigo y yo lo único que hago es ser hostil con ella.

Pero, de no ser por su culpa, yo no tuviera esta resaca y los remordimientos por el beso en que Zach me entrometió la noche anterior. Tampoco estaría cuestionándome sobre si soy una mala persona o no.

Yo no necesitaba este tipo de mierda de amistad en mi vida. Suficiente con todo lo que había antes de ello.


(...)


Me siento inexplicablemente libre al momento en que abandono mi última clase del día. Soy la primera en salir del salón y avanzo a grandes zancadas hasta el exterior del edificio. El olor del césped húmedo entra en mis fosas nasales y mi cara se arrisca al entrar en contacto con los rayos solares. La sensación es horrible, siento que estoy en una cámara donde hay una gran fogata y yo estoy en llamas.

Doy media vuelta hacia la sombra para buscar mis lentes de sol en mi mochila. Yo, definitivamente no voy a hacer mi largo camino a casa sin cubrirme un poco del sol para evitar ser convertida en cenizas a medio camino.

Un suspiro de alivio y agradecimiento abandona mis labios cuando las encuentro, pero maldigo entre dientes al ver a Daisy dirigiéndose directa y decidida en mi dirección. Levanta su mano, para llamar su atención y en el momento en que yo la veo llegar, es demasiado tarde para ignorarla.

—Hola de nuevo, ¿todo mejor? —dice con un hilo de voz. —Lamento que mi tono de voz haya empeorado tu dolor de cabeza. No puedo evitar sonar tan jovial todo el tiempo.

Ante su lamento, inhalo profundamente y luego dejo escapar todo el aire.

—Está bien.

Una pequeña sonrisa se forma en sus labios antes de abrir la boca y cerrarla una vez más.

— ¿Quieres que te lleve a casa? —ofrece. —Estoy en mis cinco sentidos esta ocasión.

Presiono mis labios y después frunzo el ceño, totalmente confundida.

— ¿Cuándo obtuviste tu auto de vuelta? Si mal no recuerdo, Zach se lo llevó anoche... —mi voz suena extraña al pronunciar su nombre y espero que ella no lo note.

—Él pasó temprano por mi casa y me despertó. Por su culpa estoy aquí, podría haber presentado mi examen de francés en un par de meses de cualquier manera. —explica y le doy un pequeño asentimiento. Luego, comienzo a caminar, preparada mentalmente para recibir los rayos sobre mi cuerpo cansado. Escucho el pequeño quejido de la rubia cuando estamos fuera. — ¿Eso es un sí para mi ofrecimiento o para mi explicación?

—Tal vez podría tomar el autobús para no molestarte, no voy al restaurante el día de hoy. —respondo.

—Oh. Entonces podría llamar a Zach y explicarle que primero te llevaré a casa y luego llegaré al trabajo con unos minutos de retraso. —vuelve a intentar y contengo las ganas de decirle algo feo.

Ella solo intenta ser tu amiga, por eso es amable. Repito sin cansancio como un mantra.

No le respondo, sin embargo. Miro a mis pies al caminar, sin importarme estar en peligro de chocar con alguien. Daisy no habla y profundamente estoy agradecida con ella porque no habla sin parar por primera vez en todo el tiempo que llevo de conocerla. Pero de nuevo, pienso que ella debe estar peor que yo de cansada.

Su codo conecta con mi costado y le frunzo el ceño inmediatamente.

— ¡¿Qué diablos, Daisy?! —mascullo enojada. Su vista está posada en la distancia y muerde su labio inferior.

—Mira a ese bombón, Maiah. No hay de esos por aquí ni en todo el campus, en ningún semestre. —le frunzo el ceño. Debí haberlo esperado. —Él podría hacerme lo que quisiera. —añade. La jovialidad desaparece y está reemplazada por otra manera de hablar, es como si ella estuviera practicando su voz sexy que utiliza –seguramente– cuando trata de ligar chicos. —Maiah, no puedes decirme que es guapísimo.

Caigo en todas sus palabras y me obligo a mirar en su dirección. Mi boca cae abierta y de repente solo quiero lanzar a Daisy a un lado para que caiga sobre el césped.

Niall está recargado sobre su camioneta negra. Gafas oscuras cubren sus ojos azules pero sé que está mirando en mi dirección. Su rostro es una máscara de seriedad pero sonríe cuando se da cuenta que me he percatado de su presencia en su lugar.

Pero bueno, ¿Quién no lo haría?

Apuesto que la mirada de todas las chicas están en él con pensamientos indecentes sobre lo malditamente bien que luce.

Ha pasado una larga semana sin verlo que me siento como si no hubiera bebido agua en días y él fuera la primera gota de agua que está a mi alcance.

¿Qué diablos, Maiah? Mi mente me regaña cuando los tontos pensamientos llegan.

Daisy y yo estamos caminando lentamente, aún no me dirijo hacia él, porque quiero tomar un vistazo mayor. Viste completamente de negro. Su playera se ciñe a la perfección a su trabajado torso y sus brazos están cruzados sobre su pecho, uno de sus pies recargados contra la llanta del vehículo.

—Mierda, mierda, mierda. ¿Ves esos brazos? Joder. —la rubia susurra, como si fuera a desmayarse de un momento a otro.

Son mis pensamientos de todos los días. Pienso y asiento a las palabras de Daisy.

—Y... ¿nos está sonriendo? Dios mío, está sonriéndonos definitivamente. —ella masculla a punto del colapso y quiero soltar grandes carcajadas ante cada palabra que sale de su boca.

Entonces, decido divertirme un poco con la situación. Voy a aprovecharme de esto, porque la pequeña perra interna en mí quiere algo de entretenimiento. Así que sonrío radiante hacia Niall y elevo mi mano en saludo en su dirección, dejando a Daisy boquiabierta cuando la sonrisa del rubio se ensancha.

—No. Puede. Ser. ¿Lo conoces? —su boca está abierta y no lucha por no lucir sorprendida. Me encojo de hombros.

—Salgo con él. —disfruto de la conversión de su rostro. Primero palidece, luego luce sorprendida y entonces avergonzada. Entonces, suelto una pequeña risita y comienzo a cambiar mi dirección hacia él.

—Yo, uh- Maiah. Lamento mis palabras de antes, no tenía idea de ello. —balbucea con su rostro rojo por la vergüenza. No le digo que no se preocupe. Daisy es atractiva y si ya se ha besado con Zayn cuando él tiene novia, en un futuro podría llegar por mi espalda y hacer lo mismo con Niall. Y yo no voy a permitirlo.

Pienso que ella va a quedarse detrás y dirigirse directamente a su auto para maldecir por mi suerte. Pero me sigue, temblando notablemente.

—Hola nena, no tienes idea de lo mucho que te extrañé. La semana más larga de toda mi vida. —dice y veo que eleva una ceja. —Hola a ti también.

—Ho-hola. Yo- uh, Maiah. ¿Nos vemos mañana? —afirmo con mi cabeza sin siquiera mirarla. Toda mi atención está en Niall y en su rostro divertido por las acciones de Daisy.

—Una amiga, ¿huh? —él se burla cuando ella desaparece de nuestro campo de visión. Asiento y me acerco para colocar mis brazos por detrás de su cuello. De repente el dolor de cabeza y todos mis malestares de la resaca han desaparecido. Beso sus labios cortamente.

—Hola. —saludo finalmente, haciéndolo reír. — ¿Vamos a casa?

— ¿No han encontrado tu auto? —niego lentamente y algo en sus facciones cambia. Vuelvo a besarlo, esta vez me tomo el tiempo de mordisquear primero su labio inferior, arrancándole un sonido gutural. —Pudiste haber tomado mi viejo auto del cobertizo.

—No. Sé que es una joya para ti. No me sentiría cómoda llevándolo fuera.

Niall rueda sus ojos debajo de sus lentes. —Maiah, para mí es mucho más importante tu seguridad que el estado de un viejo auto.

Sonríe cariñosamente y trata de tomar mis lentes oscuros fuera, pero soy hábil moviendo mi cabeza para evitarlo y a la vez un mareo me toma por sorpresa. Estoy agradecida de que Niall me sostenga fuertemente por la cintura.

—Bebiendo entre semana cuando tienes clase el día siguiente, ¿Qué tan bien la has pasado en mi ausencia? —pregunta y no puedo descartar el tono acusador serio que utiliza.

Bien, él definitivamente no acaba de llegar a la ciudad. Debe saber algo.

Continue Reading

You'll Also Like

9.6K 353 25
TERMINADA Diana Mendes siempre fue una chica decidida... Un alma libre, pasional, divertida y astuta. Sabía lo que quería y cómo obtenerlo. Con un e...
168K 6.9K 15
Élite Season two. Gabriela xx. Leer antes La corona- ÉLITE Season one. La bella portada esta hecha por: @svnfranciscx ♡
46.5K 1.8K 107
Las circunstancias de la vida hacen que _____ conozca al que ella cree es el amor de su vida aunque lo de ellos no fue a primera vista, las adversid...
99.5K 8.2K 26
"Nunca supe tu nombre, chico de la cafetería."