Cronicas Elementales: El alta...

By shoyii1

48.5K 2.3K 232

El mundo entero es una gran confusión... Ya no se quien soy... Si Francis dice que es el amor de mi vida... ¿... More

Cronicas Elementales: El altar del druida
Aviso
¿Donde estamos? (EDITADO)
Quitando la venda de mis ojos (EDITADO)
El nuevo despertar [EDITADO]
El chico de mis sueños [EDITADO]
Resolviendo incognitas [EDITADO]
Una serie de eventos extraños [EDITADO]
Mas confusion [EDITADO]
Momentos [EDITADO]
La verdad... O parte de ella [EDITADO]
En la locura vaga la verdad... [EDITADO]
ADELANTO!!!
Recuerdos [EDITADO]
Convirtiéndose en el enemigo [EDITADO]
La claridad de la locura [EDITADO]
El perdon no es facil de conseguir... [EDITADO]
El druida oscuro [EDITADO]
La nueva alianza [EDITADO]
Sentimientos encontrados
Los buenos malos y los malos buenos
El ritual del guardian
Caminos inesperados
Una ansiada tregua
Veneno
El claro destino
El caos terrenal
Epilogo

Despierta

979 85 13
By shoyii1

La medianoche cayó, de la misma manera que lo hicieron mis fuerzas. Ya el cuerpo no quería más, estaba demasiado cansada. Ni siquiera podía apreciar el claro cómo se veía en esos momentos, lleno de luciérnagas volando tranquilamente por doquier, con la luz de la luna bañando cada centímetro cuadrado. Para mí, ya no existía belleza en el mundo, me faltaban dos grandes razones para la felicidad, y lo peor, las tres personas que habían perecido, lo habían hecho por mi culpa. Creo que gracias al dolor que estaba sintiendo, el veneno logro fundirse con mi traje, tiñéndolo con trazos negros, una mezcla que daba la sensación de oscuridad y luz enfrentándose.

Cuando la luna se encontró justo sobre el claro, mi lobo se envaro. Volvió a su posición entre las rocas blancas, donde comenzó a aullar suavemente, ante la mirada expectante de todos los presentes. El espíritu del bosque se unió a él con ese sonido tan particular y hermoso, dando vueltas alrededor de él, generando su propia luz, desprendiéndose lentamente, convirtiéndose en parte del entorno. El lobo empezó a cambiar, empapándose en el brillo que lo rodeaba, aumentando su tamaño hasta alcanzar el de un hombre adulto. La visión era magnánima, perfecta, llena de una magia digna de cuento de hadas. Una vez que el espíritu del bosque termino de unirse con la noche, el guardián del altar se encontraba personificado ante nosotros.

Me acerque como pude hasta el, contemplándolo. Ya lo conocía, claro, era aquel que Ney me había mostrado tiempo atrás, cuando quiso que conociera la inmortalidad. Solo que ahora parecía más joven, su pelo era negro intenso, sus ojos de un color como el chocolate que recordaba precisamente a este momento: invierno. Era alto y fornido, eso no se había perdido. Creí que estaría desnudo, como cuando yo misma vuelvo a la normalidad, pero no. Iba cubierto por una túnica blanca, tan blanca como el pelaje de lobo.

Nos quedamos pasmados ante semejante sorpresa, creo que nadie esperaba ver un espectáculo así.

-Mi nombre es Elder, druida blanco, guardián del altar del tiempo. –se presentó con voz potente y segura. –Ha llegado el momento en el que mi labor llegara a mi fin.

Clavo sus ojos en mi con expresión de dulzura y con un gesto me indico que me acercara.

-Eres igual a ella… -dijo en un susurro apenas audible. –Lo que debo hacer va en contra de mis deseos, pero toda esta eternidad que me ha tocado vivir me ha enseñado que el equilibrio siempre debe ser respetado. Lamento mucho tu sufrimiento, pues, he intentado por todos los medios que tu alma no conozca ese sentimiento… Pero el destino es lo que es, y tarde o temprano, llega a cumplir con su trabajo.

-¿Es consciente de que ella no es Ney? –pregunto Winter simulando hablar bajo.

-Tengo entendido que desean usar el altar para salvar a un niño llamado Noah. –continuo el druida. –Mi labor es asegurarme que nadie, absolutamente nadie que no sea digno, utilice este sagrado artefacto. Por eso, han de superar la única prueba ineludible que existe para pasar a través del portal.

Extendió una mano en alto y un fuerte ¡crack! sonó proveniente del roble. Un báculo como el que llevaba Xian, quien presenciaba todo atónita, salió volando hasta llegar al guardián.

-India Queen, guardiana de fuego, serás tú, reencarnación de Ney, la que deba pasar la prueba. –me dijo. –Acércate, por favor.

Hice lo que me pidió, y con lentitud, ingrese al centro de la cruz formada por las rocas blancas. Tomo mi mano con suavidad y la acaricio, para luego pronunciar con voz fuerte y clara.

-He de devolver el balance una vez roto, he de enmendar mi error siglos y siglos atrás cometido. Le devuelvo al universo lo tomado para una ventaja egoísta, resarciendo así, mi pena. –y con el báculo, culmino golpeándome fuertemente en la cabeza.

Me desvanecí al instante, cayendo de rodillas. Alcance a escuchar un grito, luego, mis sentidos se apagaron. Ronde en la oscuridad, navegando todas sus aristas, enriqueciéndome de aquello que no conocía y jamás recordaría, como las respuestas a las preguntas más esenciales que alguna vez se habían hecho, ¿de dónde venimos? O ¿hacia dónde vamos? Había una infinidad de olores exquisitos que se complementaban en absoluta perfección, las mejores melodías del mundo sonando en sincronización, apreciables una por una, envolviéndose y fundiéndose en una sola canción al mismo tiempo, que crecía en mi pecho, vibrando en mis cuerdas vocales.

Algo suave sostenía mi cuerpo sin llegar a tocarlo, suspendiéndome en tiempo y espacio, generándome tranquilidad. Podía habitar en esa oscuridad por una eternidad y aun así, ansiar más de ella. Porque nunca nada era suficiente.

Nunca nada sería suficiente si me faltaba Noah, si me faltaba Sean. Si Ayla era infeliz por mi culpa y no podía regalarle otra sonrisa a mi padre. Si no podía cumplir con mi deber y mi destino.

Aquella oscuridad comenzó a sentirse incomoda, y me impulse, a través de todas aquellas cosas maravillosas que ahora se veían aterradoras, aquel mundo de fantasía real, aquella vorágine mentirosa que quería atraparme allí. El espacio pareció achicarse, asfixiándome, pero no lograba ver nada, ¿hacia dónde debía ir?

Un calor en el centro de mi cuerpo peleo, peleo con ganas ante el frio que apareció de la nada misma, estallando frente a todo lo que parecía querer lastimar mi conciencia, queriendo que olvide todo lo que amaba. Peleé por todos esos nombres que sonaban en mi mente, una y otra vez, puje el fuego fuera reiterando con fuerza… Noah, Sean, Papá, Ayla, Bastian, Nichi, Hawa…

Con un grito que surcó la noche, abrí los ojos con vehemencia, consumiendo la última gota de fuego que había en mí, alzándome en llamas como si fuera una diosa del olimpo. Estaba en el altar, y por lo que ahora entendía, había entregado mi inmortalidad. El guardián sonreía satisfecho, mientras mis amigos miraban espantados y a su vez, maravillados.

Nichi, Hawa y Winter se encontraban cada una frente a una roca blanca, dejándome a mí el lugar para marcar el norte. Era momento de lograr lo que había que lograr.

-India, debes enfrentarte a lo más peligroso, lo más destructivo que puedes encontrar. –me dijo Elder. –Es momento de pasar la prueba.

Asentí. El druida pronuncio unas palabras en aquel idioma que me resultaba desconocido, giro en trescientos sesenta grados su báculo, golpeando con fuerza el centro del altar. De allí mismo una luz anaranjada broto, hasta alcanzar figura y proporciones humanas. Continuo formándose, hasta dejar ver una réplica exacta de… mí.

-¿Qué demo…? –exclamo Winter, asombrada.

Mi clon la silencio con la mirada, de un intenso color rojo, para luego dirigirse a mí.

-Corre. –fue lo único que me dijo antes de lanzarse sobre mí. Me agache para impulsarla con los brazos hacia atrás, arrojándola lejos del altar. Mi clon volvió a arremeter, dispuesta a lastimarme. Era irrisorio, increíble, que tuviese que pelear conmigo misma. ¿Cómo combatía fuego con fuego?

La India malvada me enrosco el cuello con una soga flameante, ahorcándome, tirado hacia sí. Una vez contra su cuerpo, golpee sus costillas y pise con fuerza su pie izquierdo, moviéndome de lado, envolviéndola con la misma soga. Cuando creí que ya la tenía, simplemente desapareció la soga para golpearme en el estómago. Me tumbo enredando su pie con los míos y se abalanzo sobre mí, ahorcándome.

-¿Qué se siente morir una y otra vez? –me pregunto con una sonrisa macabra. –O mejor aún, ¿Qué se siente que la gente muera por ti? Dime India, quiero entender por qué insistes en parecer buena, cuando tú y yo sabemos bien que tus deseos son tan oscuros como los de Winter o Aydan.

-¡Mentira! –grite como pude, pues ya casi no me entraba aire. –Me importan los demás, me importa tanto, que puedo sacrificarme por ellos…

-¿Eso piensas? –se burlaba de mí. –Entonces pruébalo.

Me soltó y se abalanzo sobre Ayla, golpeándola ferozmente en la cara, sin darle tiempo a Bastian, que se encontraba a su lado, para defenderla. Corrí y la tacleé, pero no se movió. Estaba lastimando a mi mejor amiga de una manera salvaje y desprovista de algún signo de humanidad. Esa no podía ser yo, esa jamás seria yo. No podía creerlo y no quería tampoco. Levanto una mano y la encendió, dispuesta a quemar viva a Ayla. Entonces recordé… la daga dorada aún estaba tirada en el suelo luego de habérsela quitado de la cabeza a Morgan. Sin dar aviso, me lance hacia ella y sin dudarlo, se la clave a mi clon en la espalda, a la altura del corazón.

Ella dejo de golpear a mi amiga, y sonriendo, se incorporó, deshaciéndose de la daga. Sentí un dolor extremadamente punzante en el mismo lugar donde la había apuñalado y atine a tocarme. Tenía la mano ensangrentada. Mi clon arrojo a mis pies la daga y rio con ganas, y continuo golpeando a mi mejor amiga, ya inconsciente. Bastian intento defenderla, pero solo logro que lo arrojaran tres metros, impactando contra el tronco de un árbol.

Me estaba desesperando, pues por alguna razón, ella era más fuerte, más rápida, tenía más habilidades en todos los sentidos. Y si la lastimaba realmente, me lastimaba a mí. Quizás, si la mataba, probablemente…

No  lo pensé dos veces, tome la daga nuevamente y con un dolor que me quitaba el aliento, empuje a mi clon y se la clave en el corazón, retorciendo y desgarrando para asegurarme. Ella sonrió unos instantes, luego su expresión cambio, dándole paso al horror. Era como verse a un espejo. Caí de rodillas, sintiendo como mi cuerpo se iba empapando de mi propia sangre.

-No… soy un… monstruo. –dije con pesar y esfuerzo.

Mi clon profirió un grito y se esfumo, junto con mi conciencia.

Así que esto era morir. Así que aquí terminaba mi vida…

Esperaba algo distinto, algo como… no sé, sinceramente no sabía que esperar, pero definitivamente no era esto.

No creí sentirme más consciente que nunca, más intensa y poderosa, más viva… irónicamente. Mi corazón, destrozado y desgarrado, física y emocionalmente, latía efervescentemente, pujando por un momento más, por un segundo más. Noah se aparecía constantemente ante mí, sonriendo como solo el sabía hacer. Mi madre sostenía su mano, Sean, Alex… Incluso mi abuela, se veía igual que en las fotos. Todos estaban allí, esperando por algo…

Entendía que ya no había dolor, que ya no había nada más. Entendía también que había fallado por segunda vez a mi hermano, lo había defraudado. Aun así, el continuaba con esa mirada, como si yo fuera su heroína. Había amor allí, un amor inmenso e intenso  que podía sentir en todo mi cuerpo, lo levantaba y lo reanimaba, como un shock de electricidad envolviéndome.

Pronto mis pulmones clamaron por aire, ya no respiraba, pues estaba muerta. Mis ojos se desesperaron por abrirse y mis manos temblaban. ¿Qué sucedía?

Cuando ya nada tenía sentido, escuche la voz de una mujer, que resultaba muy familiar. Era imposible que ella estuviese en mi paraíso. Completamente imposible.

-Mátame si quieres, pues el ritual ya comenzó. ¿Creíste que era la única que lo haría? ¿Qué no tendrían una segunda opción? Estas perdiendo tu tiempo conmigo, estúpida.

Algo brotando del suelo y algo más que se rompía, como un hueso roto y el sonido de carne triturada llegaron a mis oídos, luego alguien me movía.

Entonces lo entendí.

¡Había funcionado! ¡Había vuelto en el tiempo!

Abrí los ojos con una alegría inmensa, Nichi, quien me estaba ayudando a incorporarme, me miro sin entender.

-¡Nichi ve corriendo con Hawa y Xian y asegúrate de convencer a los demonios elementales, pondrán resistencia! ¡Debes dirigirte al djinn, él fue quien diseño la cúpula!

-¿Y tú que vas a hacer? –pregunto confundida.

-Yo… iré  a salvar a mi hermano.

Me olvide de todo, de aquella cosa que me habían colocado en un principio encima y con mi poder al ciento por ciento, estalle con fuerza, decisión y precisión. Estaba lista, más que lista, pues sabia dónde estaba Aydan con mi hermano. Salte de rama en rama, queme arbustos a mi paso, nada me detenía. Nada.

Frene justo a tiempo, quería ocultarme, de esa manera, salvaría a Noah. Con el elemento sorpresa. Ya era de noche y el eclipse estaba a punto de entrar en su punto culmine, no había mucho donde ver, pues apenas y había unas antorchas esparcidas por allí, supuse que a Aydan no le gustaba tener fuego cerca de ella. Aun así, aun sin poder verlo, podía escucharlo, podía oír a Noah llorando desconsoladamente y mi pecho vibro ante aquel sonido. Estaba vivo, aún estaba vivo y era real, no un sueño. Tapé mi boca para que no se escapara un chillido de alegría y sorpresa o de otra manera, seria descubierta. Lentamente me fui moviendo hasta creer que estaba aproximadamente sobre Noah.

-¡Callen a ese niño de una vez! –grito Aydan sumamente irritada. –Arránquenle la lengua si es necesario, pero cállenlo ya.

Había movimiento, de aquí para allá, pies que corrían dispuestos a hacer lo que fuera que ella deseara. Me deslice suavemente por el tronco del árbol, hasta tocar el suelo con sumo cuidado, para no alertar a nadie. Tenía que sacar a Noah de allí lo antes posible, de esa manera, frustraría los planes de Aydan y seria más fácil para mis hermanas acabar con ella.

Me acerque hasta mi hermanito, que seguía llorando desconsoladamente y lo sujete con fuerza por la boca, para que no gritara mi nombre, y no pude con la sensación que invadió mi cuerpo. Creí colapsar de tanta felicidad, de tanta dicha. Estaba conmigo, estaba allí. Lo sostenía y me lo llevaría para salvarlo, para protegerlo del mundo. Lo aplaste sin quererlo, es que… una parte de mí, la pesimista, creyó que jamás volvería a verlo, a sentirlo. Bese sus cachetes, su cabecita, todo su cuerpito, sin entrar en conciencia del momento en el que estábamos. Alguien tiro de mi hacia atrás, arrojándonos al suelo. Aun así, no solté a mi Noah, jamás volvería a hacerlo.

-Pero mira quien está aquí… -Dijo la guardiana. –Parece que mi suerte va en aumento.

De un salto me incorpore, tenía mis sentidos agudizados, no sabía exactamente porque, pero pensaba aprovecharlo. Había varios druidas oscuros allí, no recordaba que en el pasado así  fuera, pero tampoco era mucho de fiar mi memoria, pues, cuando vi a Aydan a punto de asesinar a mi hermano, en lo único que me concentre era en la carita de Noah. Aquellos estaban a la espera de una orden para atacar, solo bastaba que la guardiana hablara.

-Atenla, quiero que presencie todo. ¡Y ya alístense de una buena vez, el ritual ya debería haber comenzado! –gritó.

Así que con esas íbamos. Sin miedo alguno, ya nunca más, salte ante el avance de los druidas, aterrizando sobre los hombros de uno de ellos, pateando su cabeza con audacia, lanzando una llamarada con mi única mano libre. Uno de ellos comenzó a rebolear algo así como una pelota de acero maciza, unida a una cadena, sin tener cuidado a que le daba. Los golpes continuaban, ellos se defendían con armas y yo tan solo con mi cuerpo, protegiendo a Noah de cualquier rasguño. Me sorprendían aun mis habilidades de pelea, pues nunca había practicado nada de contacto.

Con un sonoro golpe, le rompí la costilla a uno de los druidas, saltando a tiempo a esquivar esa bola peligrosa que podía acabar con mi conciencia. Me deslice cual atleta debajo de aquel hombre que jugaba peligrosamente con ese artefacto y tocándolo, lo obligue a estallar. Sinceramente, no esperaba que funcionara, pero debía intentarlo, absorber todo el calor de su cuerpo y luego impulsándolo a mi favor. Aprovechando la distracción, me trepe por un árbol y comencé a saltar de rama en rama, tal cual como había llegado hasta allí. Aydan gritaba furiosa, incapaz de hacer mucho. Su poder estaba deteriorado y sin el sacrificio, no tenía oportunidad contra mí. Una vez que me sentí segura, aterrice en el suelo con mi hermanito y corrí hasta donde sabía que estaban mis hermanas con Xian.

Los demonios elementales ya marchaban hacia el claro donde ocurriría la batalla, la druidesa no podía creer a sus ojos cuando me vio allí con mi hermanito.  Y yo tampoco a los míos cuando a lo lejos divise a mi padre y mis amigos. ¿Qué demonios estaban haciendo allí? ¡Se suponía que estaban lejos, bien lejos donde nada de esto podía perjudicarlos!

-¡Xian quédate con Noah! –le grite, entregándole al pequeño que aun lloriqueaba. Soltar su mano era aún más difícil de lo que creía, pero debía hacerlo. –Ve con mi padre y los chicos, no entiendo qué demonios están haciendo aquí.

-¿India, como…?

-¡Que te vayas!

Conseguí que me hiciera caso y emprendió la marcha para detenerlos, mientras yo me unía a los demás. Ahora podía pelear tranquila, sabiendo que Winter estaba ocupada con los demonios kelpys. Alcance a Nichi y Hawa, que lideraban el camino hacia la batalla.

-¿Estas preparada? –me pregunto la primera. –Porque esto está a punto de ponerse bien feo…

Las pazuzu volaban asesinas, mientras los djinns quemaban todo a su paso, ansiosos de sangre. Los demonios de tierra se movían perezosos pero imparables, todos preparados para cortar, apuñalar, quemar, desgarrar, matar…

Viviría esta batalla una vez más. Esta vez, con la potencia que me daba saber que mi hermano estaba a salvo. Acabaría con lo que sea por él, por mi ángel.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Ahora puedo decir que queda uno o dos capitulos mas. Intensos, eso si, preparense, no voy a decir mas xD

Les estoy regalando un cap atras del otro, me siento feliz con eso.

Espero que les guste, se que querian algo mas emotivo con Noah, pero es que la realidad es que no habia tiempo para India, tenia que salvarlo no? Pero ya les voy a regalar un poco de lagrimas, es promesa.

Voten y comenten!

Camii

Continue Reading

You'll Also Like

9.9K 1.9K 35
El reloj sigue corriendo para Devon. A falta de pruebas que lo guíen a Phillipe Raynaud, le pedirá ayuda al único sangbìbier que posee información so...
6.3K 1.4K 39
Emma, una adolescente que creció entre brujos conoce a Konrad, un príncipe demonio que huyó del inframundo curioso de descubrir el mundo humano. Ahor...
29.6K 1.8K 51
-¡Hey tú, perdedor! -exclamó Luna alzando su mano y captando la atención del castaño -¿Vos... Vos, me estás hablando a mí? -preguntó Matteo incrédulo...
471 97 16
Adrik Byerne,un chico joven que acaba de salir aparentemente ileso de la guerra,va en búsqueda de sus amigos. Y su mejor amiga.... Cuanto la amaba...