Corrió lo más rápido que pudo. Mientras Ryan disparaba y apuntaba lo que podía. Eran muchos. Mierda. Mierda. Mierda. Mil veces. Los ojos de _______________ se humedecieron, sintiendo pánico, miedo, todo a la vez. Sintió que las piernas le temblaban, volvió a mirar a atrás…
- Hey…- Justin le volteó el rostro con su mano. – no mires atrás mi amor… - ______________ se volteó, no sabía que decirle, como reaccionar. – todo va a estar bien…
Las turbinas del helicóptero se escucharon cerca. Justin paró en seco. Pensó…si seguía corriendo las llantas iban a fallarle, no esperaría eso. No. No y no. No para que se la llevaran a ella. No para que la alejaran de él. No, primero muerto. A _____________ no la tocaban. Ryan saltó de la camioneta, disparó a la camioneta rusa más cercana con éxito mientras Justin abría la puerta piloto.
- Ven. – le indicó a ____________, salió del auto primero, mientras ella se escabullía desde su asiento hasta el de Justin. Este colocó sus manos bajó las piernas de ella, cargándola. – no me sueltes. – le ordenó. _____________ asintió, apretó el cuello de Justin, escondiéndose en su cuerpo. – ¡Ryan! – gritó. – cúbreme la espalda.
Corrió. Y ella cerró los ojos. No quiso mirar. Apretaba a Justin cada vez que sentía los disparos a sus espaldas. Cada que escuchaba el corazón de Justin agitarse. Por primera vez le hubiera gustado intercambiar papeles, ser ella quién tuviera que protegerlo.
El helicóptero apareció ante sus ojos.
Al igual que diez hombres armados. Todos apuntando a las camionetas rusas, que ahora se encontraban detenidas, mientras los hombres que iban adentro, ahora apuntaban hacia el helicóptero. Unos contra otros. Una guerra. La guerra de Estados Unidos y Rusia. Con un solo objetivo. Llevarse a _______________.
Justin llegó a la puerta principal del helicóptero americano.
- Repártanse en cinco. – indicó Justin. – hay aproximadamente trescientos rusos aquí. Si van atacar va a ser completamente imposible.
- ¿Qué planea Bieber? – preguntó uno de los hombres del bando americano.
- Matarlos a todos… - habló él. – y solo hay una forma de hacerlo. - _____________ levantó la cabeza. – haré explotar la isla.
¿Qué? - murmuró ___________, con pocas fuerzas. Y Justin no tuvo tiempo de responder.
- ¡Ataquen por el frente! – le indicó al ejército de diez hombres. Y subió a ______________ en brazos hasta dentro del helicóptero.
Los disparos se hicieron cada vez más continuos. Una granada. Dos. El cielo empezaba a nublarse. El humo. Los ataques. Y Ryan disparaba. Y los rusos se defendían. Y los misiles. Otra granada. Joder. Un herido.
- ¿Estás bien? – le preguntó él. ______________ asintió. Cerrando los ojos con fuerza. Eran los únicos a salvo dentro del helicóptero. La sentó sobre el suelo, sobándole los hombros. – te amo… - se inclinó para besarle la frente. – van a sacarte de aquí…- le dijo. _____________ levantó la mirada.
- Van a sacarnos…- corrigió ella. Justin le dedicó una sonrisa triste. Decaída. Tragó saliva. ‘Los hombres no lloran’ no lloran y punto. Para entonces los ojos se le habían humedecido. La piel empezaba a erizársele… tragó aire.
- Tengo que quedarme…