Nota de autor:
Actualice antes porque los quiero, y además no podía dejarlos en la mitad de las bromas jajaja.
Así que dos capítulos de SHDUZ.
¡Becca en multimedia!
Recuerden pasarse por mi nueva historia, Las amigas son mejores que los chicos.
Bueno eso y nos leemos luego :)
10. La venganza no para
—Nos dividiremos en 3 grupos —dijo Alex mientras todos estábamos reunidos en un círculo —. Grupo A, Catalina, Esteban y yo...
—Qué raro que justo nos haya tocado juntos, Alex ¿o no? —dijo Catalina con un claro sarcasmo.
—Calla y escucha —dijo Alex, de una manera seria, algo muy extraño en él, creo que la venganza lo hace ser maduro —. Grupo B, Kevin, Nicolás y Mia. Y Grupo C, Becca y Javiera.
—¿Y que hará cada grupo? —dije dudoso.
—Querido Kevin, en estos instantes responderé a tu pregunta...
Grupo C. Becca y Javiera.
Javiera's POV:
El frio de la noche hacia que mi cuerpo temblara, aunque no estaba segura si era por el frio o por los nervios.
Nos había tocado la tarea más fácil, por así decirlo, solo teníamos que buscar los vehículos de Bruno, Daniel, Eduardo y Víctor, y rayar con los spray de color rosa fluorescente unas palabras.
—¿Tienes frio? —me pregunto Becca, creo que mis escalofríos de frio y nerviosismo eran muy obvios.
—Eso creo... de hecho, no sé si estoy temblando de frio o de nervios —sonreí nerviosamente, a lo cual ella solo asintió con la cabeza.
Seguimos buscan los autos entre la gran variedad que estaban aparcados en la calle, sabia cuáles eran los autos de Daniel y Eduardo, pero nunca había visto los de Bruno y Víctor, y aunque Kevin me los describió, no sabría decir si al verlos los reconocería.
—Te queda bien ese color de cabello —dijo Becca de la nada.
—Gracias, pero prefiero mi color natural, solo me lo he tenido rojizo para esto —sonreí.
—Okey, pero igualmente te queda bien —dijo mirándome con una sonrisa por sobre su hombro.
Pasamos por un vehículo de color azul oscuro que rápidamente me hiso recordar las indicaciones de Kevin. El auto de Bruno, era azul oscuro. Empecé a comparar lo demás y definitivamente era el de él.
—Este es el vehículo de Bruno —le dije a Becca la cual se quedó mirándome mientras yo comparaba las características.
—Lo supuse —dijo asintiendo con la cabeza.
—¿Por qué? —pregunte extrañada.
—En su placa tiene marcado "Bruno es el más sexy" —rodo los ojos.
Quise soltar una risa, era el típico chico que se creía muy mujeriego y con suerte recibía un comentario en su foto de perfil de Facebook, el cual era de su mamá.
—Bien, tenemos que escribir: me he follado a Víctor, y me ha encantado —dije leyendo un papel que Alex me había entregado.
—Okey, déjamelo a mí —dijo Becca moviendo la lata de spray.
Con las letras más leíbles y más rosas del mundo, se podía leer: "ME HE FOLLADO A VICTOR, Y E HA ENCANTADO". En el auto de Bruno.
Luego de un rato encontramos el de Víctor, y yo misma escribí lo que Axel me pidió: "BRUNO ME LA HA METIDO, Y ME HA ENCANTADO".
Chocamos los cinco con Becca luego de haber escrito en los dos autos.
Pobres chicos, se metieron con la pandilla equivocada.
—Cuéntame... ¿Cómo es tu vida? —pregunte sin siquiera pensarlo.
—Nada extraño, trabajo como Dj en lo que pueda, tengo amigos "normales" —hiso comillas con sus dedos —, voy casi siempre a la escuela. Se podría decir que tengo una vida normal, nada fuera de lo común.
—¿Amigos "normales"? —le imite el gesto.
—Sip, digamos que ni Leo ni Ignacia son personas normales, pero me alegran los días, y eso ya es mucho —sonrió.
Becca tenía linda sonrisa, parecía buena chica.
—Y... ¿tienes novio? —pregunte algo tímida.
¿Por qué mierda no pienso antes de preguntar las cosas? ¿Cómo le pregunto eso?
—Nop, digamos que es mi onda tener una relación amorosa —se encogió de hombros, acto seguido se detuvo frente a un auto que rápidamente reconocí, el auto de Eduardo.
Sin más Becca se arrodillo y espero a que le dijera lo que debía escribir.
—La polla de Daniel mide un centímetro, y lo sé porque se la he... —trague saliva sonoramente —, chupado.
Dios, creo que voy a vomitar.
Becca lo escribió y rápidamente se incorporó.
—¿Y tú?, ¿tienes novio? —dijo escondiendo un mechón de cabello detrás de su oreja.
—¿Yo?, claro que no, soy el tipo de chica que todos los chicos ven como amiga. Si algún día alguien se enamora de mí, va a ser un personaje literario, esos chicos sí que saben cómo enamorarte —sonreí.
Ella asintió y seguimos buscando el vehículo de Daniel.
Luego de unos minutos y de llegar a la conclusión de que habíamos revisado todos los vehículos y que el de Daniel no estaba. Una idea ilumino mi cabeza.
Daniel era el dueño de casa... ¿¡Por qué cojones tendría el su auto aquí afuera!?
—Vamos al garaje, ahí debe de estar el vehículo de Daniel —dije caminando a la casa.
De hecho no fue necesario entrar al garaje, el vehículo estaba aparcado frente a la puerta de este.
Saque el papel y yo escribí la última frase: "Eduardo me ha chupado la polla".
Choque los cinco con Becca luego de esto, le di un abrazo y nos separamos mirándonos con una sonrisa de triunfo.
Joder, luego de esto sentiría demasiada culpa, pero que importa hice algo que puede ser penado por la ley.
Grupo B. Kevin, Nicolás, Mia.
Kevin's POV:
A mi grupo, nos tocó el trabajo que más iba a disfrutar, hacer que pareciese que Bruno y Víctor habían tenido sexo.
Lo único malo, era que no sabía dónde cojones estaban esos dos ebrios. Por lo ebrios que son no me sorprendería que Bruno este con la cabeza metida en el escusado y Víctor este dentro de la chimenea.
—Nicolás, tu quita a las chicas que están en el sofá y busca una manta —ordene —. Mia y yo, vamos a buscar a los borrachos de Bruno y Víctor.
Antes de salir de la sala escuche como Nicolás decía, en un tono idiota:
—Hola nenas, el papi Nicolás, necesita que el sofá, así que, las quitare de ahí, no se preocupen no recibirán ningún rasguño.
—Que quede claro, él, no es mi hermano —dijo Mia una vez fuera del salón.
Bruno no fue difícil de encontrar, estaba al lado del armario con un vaso de cerveza que Javiera debió haber mesclado con esa pastilla.
Con Mia, hicimos fuerza para poder llevarlo donde Nicolás.
—Por Dios, ¿que come este intento de hombre?, ¿Rocas? —dijo Mia, ya roja de hacer fuerza.
—Algo peor, perras —conteste a su pregunta.
Debo admitir que Bruno pesaba, no era una pluma como me lo esperaba, más bien parecía un saco con diez elefantes dentro.
Dejamos al ebrio número uno en el suelo, frente al sofá y a Nicolás, el cual estaba agotado de haber quitado del sofá a las dos chicas.
—Desvístelo y déjalo solo en ropa interior —ordene.
—¿Por qué yo? —protesto.
—Yo después desvisto a Víctor, por ahora, tú hazlo con Bruno —Okey, eso no sonó muy lindo, pero se entendió.
Sin más, Nicolás empezó a quitarle la playera, mientras que Mia y yo, volvimos a la búsqueda de otro ebrio, Víctor.
Buscamos y buscamos, hasta que lo encontramos.
No me pregunten como, pero el muy idiota estaba durmiendo sobre la caja de arena de Fofo.
No sé qué me da más pena, o Víctor o la pobre mierda de Fofo, siendo aplastada por un cabeza hueca.
—Pobre caca de gato, no merecía ser aplastada por una cabeza vacía —dijo Mia mientras negaba con la cabeza.
—Lo mismo digo —la imite.
Lo tomamos y lo llevamos al sofá. Una vez allí Nicolás y Mia, acostaron a Bruno en el sofá. Y luego que Víctor estuviera también en paños menores, lo colocamos delante de Bruno, como si Bruno lo estuviera follando.
Mientras Mia fue en busca de algo para taparlos, yo acomode la mano de Bruno para que rodeara la cintura de Víctor. Se veían tan tiernos, al fin estaban juntos, y lo mejor esto vivirá en internet y en mi memoria, para siempre.
Una vez que Mia llego con la manta, les cubrimos solo la cintura con ella, así parecía que en verdad estaban desnudos.
Quien ríe ahora, putos. Esto es para que aprendan a no meterse con nuestra pandilla.
Grupo A. Alex, Catalina y Esteban.
Alex's POV:
Esto sí que lo voy a disfrutar, muajajajajaj.
—Cata, Esteban —dije volteando a ver a mi grupo —. Ustedes vayan al segundo piso y busquen a Eduardo y una chica que tenga cara de puta, y llévenlos al cuarto de los padres de Daniel. Yo iré en busca de Daniel
—¿Para qué? —dijo Catalina con los brazos cruzados.
—Después te digo, princesa. Ahora muévanse —dije mientras los empujaba hacia la escalera.
—No me digas prin... —no alcanzo a terminar la frase, ya que corrí hasta el final del pasillo para ir en busca de Daniel.
Camine por la sala donde estaban las bebidas, pero Daniel no estaba entre todas las personas.
Lo busque en el baño, en el armario y en la sala, pero nada.
Llegue a la cocina y vi a Daniel, al lado del tarro de la basura, con la boca llena de vomito.
—Esto te pasa por meterte con mis amigos —dije serio.
Lo tome de los brazos y empecé a llevarlo hasta la escalera.
Para ser sincero, no esperaba que Daniel pesara tanto, siento que estoy llevando a un hipopótamo.
Un vez a los pies de la escalera, subí solo para ir a buscar con Esteban y que me ayudara.
—Esteban —dije una vez arriba.
Y lo primero que vi fue Esteban tirando a una chica por la pierna.
—Ayúdame con Daniel. Ahora.
—Okey —dijo dejando caer la pierna y caminando hacia mí.
Bajamos y agarramos de los brazos a Daniel.
Lo subimos tan torpemente que se habrá golpeado unas diez veces en la cabeza, pero se lo tenía merecido, hijo malparido.
Una vez arriba Catalina tenia a Eduardo a los pies de la cama. Y su cara no era de felicidad, más bien era de molestia.
—¿Estas bien? —dije dejando a Daniel al lado de Eduardo.
Se quedó callada hasta que Esteban fuera por la rubia que dejo cerca de la escalera.
—No mucho —dijo al fin soltando un suspiro que sinceramente me angustio.
—¿Qué sucede? —dije cortante.
—No sabría decirte —dijo mirando un espejo que se encontraba en la habitación.
—Si sabes.
—Es que... creo que todo esto —dijo abriendo sus brazos e indicando su alrededor —, creo que no terminara bien, creo que Daniel se vengara —dijo haciendo una mueca.
—Lo sé, y sabes que conozco a Daniel tanto o más que tú. Sé que tienes algo de miedo, pero creo que ese miedo es innecesario —dije acercándome a ella —. No pienso ser un súper héroe, pero no dejare que Daniel se salga con la suya por molestar a un amigo.
—Eso es lo que me gusta de ti —dijo algo hipnotizada.
—¿Perdón?, ¿He escuchado bien?, ¿Qué dijiste que te gusta de mí? —dije sonriendo.
Un rubor se apodero de sus mejillas al darse cuenta de lo que había dicho.
—Di-dije que eso me agrada de ti, no que me gustas, al contrario, te odio Alex, te odio.
—Okey, no te alteres, princesa —sonreí para molestarla.
—Si quieres tener hijos, no me vuelvas a decir princesa —dije frunciendo el ceño, parecía molesta, pero eso me encantaba de ella.
—Y si quieres que los tengamos, no me sigas evitando —sonreí queriendo abrazarla, pero ella retrocedió.
—Gracias, muchas gracias, dejen solo al pobre de Esteban mientras el carga una perra durmiente —dijo Esteban entrando al cuarto mientras tiraba a la chica de una pierna —, ¿Qué hacemos ahora? —pregunto una vez que llego a la cama.
—Desvestir a Daniel —dije serio —, Cata, empieza.
—¿¡Que!? Ni muerta lo desvisto, hazlo tú.
—¡Ay, por favor! Lo has desvestido como 20 veces, un más no hará la diferencia.
Catalina se ruborizo y se marchó molesta.
—Bien —dije volteando a ver a Esteban —, tendremos que hacer el trabajo sucio.
Desvestimos a Daniel y Eduardo, dejándolos solo en bóxers.
A Daniel, lo recostamos en la cama con los brazos abiertos, a su derecha dejamos a la chica. Por otro lado dejamos a Eduardo con la cabeza apoyada a un lado del miembro de Daniel.
—Esteban, ¿Tienes la leche condensada? —pregunte mientras me estiraba.
—Claro —dicho esto, saco de su mochila la leche condensada que Kevin y Catalina habían comprado.
Puse mi dedo en el anillo del abre fácil, y jale, abriendo un poco el frasco. Ahora que lo pienso, no era necesario comprar un tarro grande, con uno pequeño nos bastaba.
Con ayuda de Esteban, esparcí un poco de leche condensada por el torso y bóxer de Daniel, también un poco en la boca de Eduardo.
Bajamos al primer piso de la casa para encontrarnos con los demás. Pero faltaba algo... o mejor dicho, alguien.
—¿Y Mia? —pregunto Esteban una vez abajo.
—Ya sabes lo que le pasa cuando come chocolate —respondió Nicolás.
¿Qué le pasaba a esa rubia?, ¿Se convertía en un transformer o qué?
Esteban asintió y luego suspiro.
—Fase 4. Sesión fotográfica —sonreí con malicia.
Kevin's POV:
La fase 4 consistía en tomar fotos de Bruno con Víctor, los cuales están acostados en el sillón, y a Daniel y a Eduardo. Al final decidimos quitar a la chica de la cama, no merecía que la trataran mal por estar con esos dos.
Mientras Alex y Becca, tomaban las fotos en casa de Daniel, los chicos y yo volvíamos al auto, en el cual Mia debería estar durmiendo.
Nos subimos y un silencio incomodo se formó, ya que Mia estaba roncando. Pero el silencio no duro mucho, ya que Catalina lo rompí con una pregunta.
—Javiera... ¿Me puedes comprar un helado de vainilla? —dijo tocándose en estómago.
—Uno, no creo que me vayan a vender un helado a las 5 de la mañana. Y dos, no tengo dinero —respondió Javiera acomodándose al lado de Mia.
—¿Cómo no vas a tener dinero?, si cada mes te dan 120 dólares... y solo por respirar, imposible que no tengas.
Me voltee a ver a Javiera la cual estaba roja.
¿Cómo es eso de que le pagan por respirar?
—¿Cómo es eso? —pregunte de puro intruso.
—Tal y como lo dije, a Javiera le pagan por respirar, ósea no hace ni una wea y le pasan 120 dólares. Y una que se hace mierda las manos lavando los platos sucios con agua fría, le pasan con cuea le pasan 5 —rio Catalina.
—¡Princesa! —grito Javiera.
—¡Cunita de oro! —grito Catalina.
—¡Igual amas a Alex!
—¡Igual amas a Kevin!
—¡Se pueden callar las dos! —interrumpió Mia, despertando de su sueño —, ¡Estaba soñando con pingüinos de chocolate!, ¡Y por despertarme no me pude terminar de comer al rey pingüino de chocolate!, ¡Y por su culpa quiero comer más chocolate! —dicho esto se inclinó a recoger la bolsa de compras, sacando un pedazo de chocolate y llevándoselo a la boca —, ¡Gracias por despertarme para comer chocolate!, ¡Pero aun no las perdono!, ¡Me deben un rey pingüino de chocolate!
—¿Para qué gritas? —dijo Esteban al otro lado de Mia.
—¡Para que sepan que hablo en serio!
Dicho esto las puertas del piloto y copiloto se abrieron.
Alex y Becca se sentaron en los asientos y voltearon a vernos.
—¡Fase 5! —grito Alex.
—¿Cuál es esa fase? —pregunto Nicolás.
—¡Pizza de la victoria! —respondió Alex.
—¡Y para que nos gritas, Alex!, ¡No estamos sordos! —grito Mia, aún más fuerte que antes.
Dicho esto arrancamos y fuimos a un Telepizza que había en el centro de la ciudad y aún estaba abierto.
Compramos una pizza familiar y la compartimos.
Aun nos quedaban 3 fases por completar, pero dos de esas las completaríamos el sábado en la noche.
A eso de las 6 am estábamos en el auto de Alex, el cual estaba aparcado a unas 4 cuadras de la casa de Daniel.
—Mi mamá me ha dicho que los padres salieron a eso de las 5 de la mañana, así que deberían llegar como a las 8 —dijo Alex mientras hacíamos tiempo.
Estábamos en la fase 6, cosechar frutos. Lo que haríamos es ir a escondernos entre unos arbustos de la casa que está enfrente a la de Daniel y veríamos como los padres de este, llegan y los sorprenden a todos esos jóvenes drogadictos.
—¿Pero cómo van a llegar aquí en tres horas?, si de Miami a hasta aquí son aproximadamente cinco—dijo Esteban.
—Como dije anteriormente, lo padres de Daniel hacen lo que sea por su hijo. Se compraron un jet y contrataron a un piloto para que los viniera a dejar a las 5 de la mañana —respondió Alex, como si comprar un jet fuera pan de cada día.
Después de eso, nadie durmió, y eso que nos quedaban dos horas para dormir.
A eso de las 7.45 salimos del coche y caminamos hasta la casa de Daniel. No escabullimos entre unos arbustos de sus vecinos que vivían al frente.
Era raro estar escondidos estar escondidos en unos arbustos a las 8 de la mañana, pero todo sea por ver la reacción de toda la casa.
En menos de 5 minutos, un taxi llego y de él se bajaron una señora con un abrigo rojo, pantalones de tela y tacones blancos, Y un señor vestido de traje. El taxista bajo unas maletas y se las dejo en la acera.
—Son los padres de Daniel —susurro Alex, mientras todos esperábamos el gran momento.
Caminaron a la entrada y abrieron la puerta con llaves.
En menos de 30 segundos se escucharon los gritos de una mujer:
—¿¡Por qué hay tantos jóvenes clase media en mi casa!? ¡Salgan de mi casa, pendejos clase media! ¡Amor, sácalos a palo antes de que se nos pegue lo clase media!
Rápidamente, jóvenes entre distintas edad empezaron a salir por ventanas y puertas.
Logre ver como Bruno salía con la cara roja por la ventana mientras se tapaba su miembro.
Wait. Con Nicolás lo dejamos en bóxer, ¿Por qué esta desnudo?
—Yo lo desvestí, Kevin —dijo Alex al ver mi reacción —, ni creas que se saldrían tan fácil de esta.
—Genial —rio Nicolás.
Por una parte me daba pena, no pensé que Bruno tuviera un pitufo bebe entre las piernas. Y lo mismo digo de Eduardo, el cual salió después de Bruno, por la misma ventana.
Cuando ya todo pareció cesar.
Se escuchó otro grito.
—¡Daniel!, ¿¡Pero que cochinada tan clase media has hecho!? —seguido de eso vi como Eduardo salía por una ventana del segundo piso semidesnudo y caía al piso.
Luego otra chica rubia salió por la puerta y al parecer todos ya habían evacuado la casa.
Al igual que los demás, nosotros corrimos al vehículo antes de que alguien o Daniel nos descubriera.
Una vez en el auto de Alex, todos nos abrazamos por nuestra gran misión cumplida.
OOO~=o/