-buenos días padre.-decía una joven voz femenina.-despierta, o se te hará tarde para tu viaje.-la chica se acostó a su lado y abrazó a su padre fuertemente
-mi ángel.-decía aún durmiendo satanás levantándose de la cama
-buenos días.-decía la chica mientras se levantaba y se acercaba a su padre
-Hoy estás muy atenta ¿acaso quieres algo antes de que me vaya?.-decía satanás desconfiado mientras la chica tomaba su cabello y lo cepillaba para sujetarlo en una cola de caballo
-está es la primera vez que cepillo tu cabello padre además, quería hacerlo...tú te irás por un par de años y me dejarás sola.-dijo abrahel un poco triste
-ya te dije que si me lo pides puedo quedarme, mis asuntos en el mundo humano pueden esperar...
-¿y perder la oportunidad de quedarme sola al fin? Por mi ya puedes irte yendo padre.-pensó la chica mientras abrazaba a su padre.-no te preocupes padre, estaré bien.-dijo abrahel sonriendo.-bien, ahora desvistete yo te ayudaré...
-No hija, creó que ya me ayudaste lo suficiente.-dijo satanás sonrojandose un poco
-¿en serio?...yo que quería ayudarte, después de todo No te veré en un par de años...
-no es necesario abrahel...ahora vete a tú habitación a arreglarte, se te hará tarde para ir a la escuela...
-pero si me voy no voy a estar para despedirte.-dijo la chica triste
-tranquila, ¿que son un par de años para nosotros que vivimos eternamente?.-satanás sonrió melancólicamente y le besó a abrahel en la mejilla.-además, sólo hago esto porque recién acabas de cumplir los quince. Confío en que puedes cuidarte sola, de todos modos helga está cuidandote me voy confiado en éso. Pero si te llegas a sentir sola puedes mudarte al Castillo de lilith una temporada...
En ese momento abrahel pensó en aquel chico que encontró en aquella habitación...
-no, no, no.-dijo abrahel descartando la idea de su padre.-aquí estoy perfectamente bien padre, además, no quiero agobiar a mi madre con mi presencia...
-Está bien hija...cuídate mucho por favor ¿entendido?
-Creo que eso debería decírtelo a ti padre, tú eres el que se va al mundo humano después de todo.-respondió sarcástica la chica.-adiós, te quiero.-la chica salió de la habitación y se apresuró a ir a la escuela.
...
-abrahel, me enteré que tu padre se fue al mundo humano ¿acaso es cierto?.-preguntó Charles en cuanto vio a abrahel entrar al salón
-Siempre he querido saber cómo es que te enteras de todo.-dijo sarcástica abrahel mientras sonreía
-el infierno es un lugar muy pequeño ¿no?
-no en realidad...pero, tus fuentes son confiables mi amigo, mi padre se acaba de ir al mundo humano...para mi suerte no vendrá en un par de años
-¿Te mudaste al Castillo de tu madre?.-preguntó curioso el chico
Abrahel palideció en cuanto mencionaron el Castillo y rápido contestó con un no
-¡siempre que mencionan ese lugar te pones tan pálida como un muerto! ¿cuál es la razón Abrahel?
-nada de tú incumbencia Charles, sólo digamos que vi algo que me asustó mucho y no quiero volver ahi por un tiempo, no hasta que descubra que es lo que vi...
-oh, ya veo...cambiando de tema...¿irás al lugar que te mencioné?
-sí, en cuánto terminen las clases iré.-dijo Abrahel emocionada
-con gustó te acompañaría, pero no puedo...los demonios de fuego no podemos ir a cualquier lugar ¿sabes?...si está escuela no estuviera en el centro del infierno nisiquiera podría asistir aquí. Pero te deseo suerte, desde que me enteré que había un bosque abandonado en lo que antes eran las tierras de los demonios de hielo pensé en decirte, después de todo tu eres la única que podría ir, después tu padre claro está.
-¿en verdad no hay nadie ahí?.-preguntó un poco preocupada la chica acomodándose los antojos
-no hay ni un alma, los demonios de hielo se extinguieron completamente...gracias al infierno
-cierto, olvide que eran enemigos naturales.-Abrahel sonrió en forma de disculpa hacia el chico
-ese lugar será perfecto para que nadie interrumpa tu lectura, es silencioso y el clima es agradable...al menos para ti
-gracias, realmente agradezco que hagas esto por mí...
-para eso están los amigos ¿no?.-el chico sonrió y se acercó lentamente al oído de Abrahel.-pero recuerda no decírselo a nadie.-susurró seriamente.-recuerda que aquí en el infierno no está bien visto ser amable con los demás ¿entendido?
Abrahel se llevó el dedo a los labios e hizo un gesto de silencio mientras le guiñaba el ojo al chico, éste se sonrojó y se fue a su lugar que era justo atrás que el de Abrahel, la chica se disponía de abrir un libro cuando unos murmullos la hicieron desconcentrarse
-¿ya viste a Gomory últimamente?
-sí, su cuerpo ha estado desarrollándose mucho ¡su cuerpo es el de una mujer!
-sus pechos son enormes...y sus caderas, realmente se ha puesto muy hermosa ¿no es así?
-siendo hija de lilith no me esperaba menos...pero lo único que me preguntó es ¿porque abrahel que es hija de la misma madre apenas y tiene caderas?
-tienes razón...no digo que abrahel sea hermosa pero, su cuerpo todavía es el de una niña, sus caderas no son tan anchas como las de gomory y sus pechos...bueno al menos podría decir que tiene, no tan grandes, pero los tiene ¿no?
-y que decir de sus anteojos ¡parece abuela! Y siempre se la pasa leyendo ¡que chica tan aburrida!
-shh, no hables tan fuerte que va a escucharte...
Para eso Abrahel se miraba disimuladamente los pechos
-¿que hay de malo con mi cuerpo?.-pensó la chica mientras leía
-no hagas caso a lo que dicen Abrahel, para mi tú eres la chica más sexy de toda la escuela...incluso eres mejor que las súcubos que están apunto de graduarse, para mi eres perfecta.-decía Charles completamente rojo de la cara
-gracias...en realidad no me importa mucho lo que digan, sólo lo ignoro y ya
-Sí, además Gomory es completamente hueca de la cabeza ¿que tiene de bueno éso?
-Gracias Charles.-la chica prosiguió su lectura y las clases continuaron como siempre, una vez que estas terminaron Abrahel se dirigió al bosque abandonado que Charles le había dicho, en cuanto llegó quedó asombrada por la mucha vegetación que había en el lugar, hacia un clima frío pero era un lugar completamente silencioso y relajante, Abrahel se enamoró del lugar a primera vista por así decirlo.
La chica se acomodó abajo de un pino y se dedicó a leer, desde ese día abrahel iba todos los días sin falta a leer. aunque siempre se sentía observada, pero no le tomaba mucha importancia ya que sabía bien que no había nadie en el lugar, hasta que un día mientras la chica leía escuchó las hojas de un arbusto moverse, Abrahel volteó hacia atrás y logró distinguir una figura masculina que caminaba a lo lejos, la chica, sin soltar el libro, vio como la figura se acercaba caminando, hasta que por fin pudo distinguir la figura, era un chico de su edad, con el cabello color blanco igual de largo que el de ella que sujetaba con una cola baja, tenía ojos color lila y piel Blanca como la nieve.
El chico y abrahel se observaron en silencio como por cinco minutos y el chico prosiguió su camino hasta que su figura se perdió de nuevo entre los árboles, Abrahel prosiguió con su lectura y al cabo de una hora volvió a escuchar el sonido de las hojas de los arbustos y unos pasos acercándose, de nuevo el chico apareció y éste quedó viendo a Abrahel sin inmutarse y prosiguió su camino, así sucedió un par de veces más hasta que Abrahel se hartó y le dijo al chico:
-parece que estás perdido.-dijo con su voz monótona
-no lo estoy.-respondió de la misma manera el chico
-si lo estás, llevas más de dos horas dando vueltas en círculo.-respondió abrahel
-yo he vivido aquí desde que nací, nunca me perdería.-respondió el chico sin expresión alguna
-¿eres un demonio de hielo?
-sí
-¿acaso no están extintos todos?
-no, soy el último que queda
-¿Cuantos años tienes?
-recién cumplí quince
-¿cuál es tu nombre?
-me llamo Lars, mucho gusto.