¿Qué somos en este mundo? Basta comprar nuestro planeta con la inmensa galaxia de la cual somos parte y darnos cuenta que fuera de esta hay más galaxias infinitas.
Comparado a todo lo anterior no somos nada, solo polvo de estrella y parte de un ecosistema. Todos partes de un mismo organismo.
Pero dentro de nuestra burbuja de conocimiento conformado por humanos, hay una fina línea que separa dos mundos completamente diferentes. Seres mortales, de vida corta y mentes pequeñas; por otro lado seres sobrenaturales, algunos inmortales y otros que viven más tiempo, de mentes extensas en conocimiento y destinos receptores de emociones.
Cómo ama un humano es tan distinto a como lo hace un vampiro, buscan a su compañero de toda la vida. Aferrando su existencia a esa persona, podrán pasar mil años y ese hermoso sentimiento jamás se desvanecerá o disminuirá.
Eso lo sintio Clare en su despertar, pudo sentir un enorme sentimiento de dolor y vacío en su pecho pues la persona que estaba destinada para ella se había marchado. Lo amaba, de una forma que jamás creyó que un ser podría amar a otro.
Y fue lo que sintió Bella al despertar.
La castaña rojiza estaba en el sofá sentada a un lado de Zachary viendo como el pelinegro tenía en sus enormes brazos a la infante híbrida. La pequeña niña sonreía y soltaba sonidos agudos de vez en cuando tras que el azabache hiciera una sonido imitandola.
—¿Quién es la bebé hermosa? Pequeña piraña— balbuceo como tonto.
—Sus encías pican por su crecimiento, tal vez eso explique su tendencia a morder a todos— hablaba Carlisle desde la sala anotando apuntes en su libreta donde llevaba a cabo el historial de Renesmee, desde que estaba dentro de Bella hasta ahora.
Clare cubrió su boca en cuanto la pequeña de ojos como dos bombones de chocolate la miraron fijamente, ahogó un chillido cuando tomo su pequeña manito y una imagen difusa se proyecto en su mente. Era el interior de algo donde se podían ver venas rojas, pero eso no era lo más llamativo, era la voz de ella misma contándole chistes a Bella para subir sus ánimos y humor. Podía oír la risa de ambas y un sentimiento de agradecimiento y felicidad.
Renesmee sabía quienes hacían felices a sus padres y lo agradecía. Era increíble. Imposible.
— Que bonita forma de decir "te quiero, tía Clare"— murmuró enternecida a la bebé que seguía en brazos de Zachary sentado a su lado—. Yo también te quiero, bebé hermosa.
Jacob se acercó mirando a ambos vampiros con una pequeña sonrisa, sentándose al otro lado de Zachary a una distancia prudente. Pero lo suficientemente cerca para que el radar de la híbrida lo captara y comenzará a retorcerse buscando ir con él.
Si había alguien que Renesmee amara más que estar en los brazos de Edward, ese era Jacob Black.
—Y la volvió a robar— bromeó Zachary extendiendo a la recién nacida hacía el hombre lobo quien con una sonrisa la recibió acurrucandola en sus brazos.
—Sabe quien es su favorito.
—Eres su cachorro, ¿cómo no quererte?— habló divertido Emmett del otro sofá causando la risa en Zachary.
Clare se puso de pie acercándose a las escaleras donde Jasper estaba sentado con el celular entre sus manos.
—¿Ya les dijiste a mis padres?
—Mañana iremos a verlos, dijo que haría una parrillada ya que habría buen clima.
—Puedo ir sola si quieres— habló tomando su mano para que no se preocupara por el tema del sol. Seguía siendo la única en la familia que podía controlar sus células a la exposición solar.
—No, quiero ver a nuestra pequeña— le sonrió el rubio tomando la mano que lo acariciaba para depositar un suave beso en sus nudillos pálidos—. La extraño demasiado que nisiquiera me importaría que tus padres vean como soy, suena a locura pero, así es.
—Que chistosito— lo regañó Zachary.
Alice apareció bajando las escaleras por un lado de ellos agitando un pequeño sonajero de bebé que no dudo en ir a entregárselo a Renesmee.
—Habrán dos niñas muy mimadas en esta casa— chilló feliz—. Que alegría, se siente como tener dos muñecas a las que vestir y peinar.
—Alice, no digas eso, cariño— la regañó Esme saliendo de la cocina agitando una mamadera para preparar la fórmula del bebé—. Suena feo.
—Todos saben que adoro a mis sobrinas, pero no nieguen que se verían bonitas usando un conjunto de granjeritas. ¡Cielos, tengo tantos outfits en mi cabeza que quiero explotar!
—Sí sigues así de eufórica, no dudo que vayas a explotar— murmuró Jasper abrazando los hombros de Clare que estaba sentada un escalón más abajo.
—Mi monstruito— dijo Zachary mirando con diversión a su esposa quien miraba con una sonrisa como Renesmee agitaba el juguete en la cara de Jacob.
Pasaron al rededor de una hora y media cuando pudieron sentir la presencia de Edward y Bella acercándose a la casa tras haber ido a cazar para que la vampira no sintiera tentación por la sangre de la bebé. Jacob se la entregó a Rosalie, no se agradaban, sin embargo, bastaba con saber que la bebé estaría protegida con cualquiera de ellos dos para poner una tregua imaginar en ambos.
El lobo salió para poner a prueba el control de Bella y todo marchó excelente.
La castaña entró y se sorprendió al ver el rostro de todos, sus ojos agudos ahora eran capaz de percibir detalles increíbles en todos ellos. Más belleza en cada célula que los formaba.
Clare se puso de pie acercándose a ver a su mejor amiga, sorprendida y feliz de ver como la castaña había sido abrazada por la inmortalidad. Se sintió feliz de ver que la muerte no se la había llevado y podía gozar de la inmortalidad junto con Edward y Renesmee.
—Clare— susurró con voz soñadora al ver a su amiga acercándose, sin poder evitarlo la abrazó con fuerza en el instante que la tuvo en frente logrando sentirla blanda y no dura como antes lo sentía tras ser humana. Ahora era cálida.
—Me alegra demasiado ver que estas bien— dijo con su voz apretada al ser presa de la fuerza de la neófita.
—Sí sigues así vas a romper en dos a mi esposa— bromeó Jasper causando la vergüenza en Bella quién soltó a Clare con cuidado, de ser posible estaría completamente sonrojada—. Bienvenida— la saludo al igual que el resto de su familia.
Después de todos los cumplidos al fin pudo ver a su preciada hija y se enamoro por completó de su bebé híbrida, se sintió tan agradecida de poder haber dado a luz a la hija de quien más amaba. No podía creer que algo tan hermoso hubiera estado dentro de ella, la amaba. Era su hija.
Pero no todo podía ser feliz, al igual que las emociones de felicidad aumentaban, las emociones negativas también. Bastó con saber que era impronta de Jacob para desatará una furia, asqueada de ese hecho incluso.
Clare lo entendió, no era fácil entender que era la imprimación, de hecho aún no lo sabía del todo.
—¡¿Te imprimaste en mi hija?!— exclamó con su voz temblando en ira.
—Pobrecito cachorrito— bromeó Emmett llevándose un golpe por parte de Zachary.
—Compórtate, hermano— le dijo con seriedad, seriedad que no duró mucho cuando Bella derribo a Jacob al suelo haciéndolo rodar. Una risa entre dientes se le había escapado siendo captada por Clare quien lo golpeó.
—No te rías, esto es serio— masculló preocupada, más al ver como Seth y Leah habían llegado al lugar en sus formas lobunas. Al instante avanzó bajando unos escalones preocupada de que algo saliera mal.
—Fue Nessie quien me necesitaba.
—¿"Nessie"? ¡¿Le diste a mi hija el nombre del Lago Ness?!
No pudo intervenir cuando Seth había saltado en medio recibiendo el fuerte empujón de Bella tras querer proteger a Jacob, su alfa. Todo quedaron atónitos al ver como el lobo color arena terminó estrellado contra un árbol cercano.
—Seth, lo siento— se disculpó sintiéndose mal por haber terminado golpeando al joven lobuno en su arrebato de ira contra Jacob.
Clare se acercó con cuidado al lobo el cuál se puso de pie en sus cuatro patas tratando de no interrumpir la conversación de Jacob y Bella que estaban más calmados, acarició su enorme cabeza peluda enviando una onda de vitalidad para que todo dolor desapareciera. Leah se lo agradeció con su mirada.
Bueno, no podía ser una verdadera iniciación sin un poco de acción, pensó escuchando una risa de parte de Edward.
• •
La cálida luz del día daba en el cuerpo de Clare haciendo una reacción mágica en su cuerpo, su poder de mimetismo estaba activado para evitar que sus células brillarán. Pero su piel pálida se hacía ligeramente brillosa enmarcando unos ojos dorados con llamas de fuego, unos ojos capaces de cautivar a cualquiera.
Henry, su padre la observaba con atención desde la parrilla, mirando con cautela el como su hija jugaba a las atrapadas junto a Adhara con una pelota de fútbol americano. La conocía de toda su vida, notaba los cambios que su hija había tenido, pero su esencia seguía ahí. Era su hija, solo que no como era antes. Apretó sus labios dudoso y asintió para si mismo, disipando esos pensamientos y haciendo como si nada hubiera sucedido.
Ella estaba sana, era lo que importaba.
—En cinco minutos estará todo listo— anunció con una sonrisa para que todos lo oyeran.
Dentro de la casa Jasper ayudaba a su suegra a poner la mesa y las ensaladas, mientras que Seth y Leah estaban afuera mirando con diversión como madre e hija se divertían.
Henry terminó de asar la carne y todos fueron adentro entre risas, sentándose y comenzando a comer entre platicas y risas.
—Me alegra que todo haya salido bien, nos tenía preocupado que algo hubiera salido mal— habló Vanessa cortando su carne y mirando a Clare y Jasper.
—Nos dijeron que solo fue un error de oficina, que todos los papeles estaban en orden— contestó Clare sirviendo jugo a cada uno mientras que Jasper cortaba la carne de Adhara en pequeños trozos.
—Eso es bueno oírlo— sonrió con afecto Henry observando la pequeña familia que su hija había formado a su corta edad, cada vez que lo pensaba su corazón de apretujaba. Verla con una hermosa familia, haberla visto casarse y graduarse, era más de lo que había podido desear para la corta vida que los doctores le habían pronosticado a su hija. Era mucho más y por eso prefería callar sus dudas de ciertas cosas, con que ella y todos estuvieran bine no había de que preocuparse.
—¿Después de almorzar podemos ir a dar un paseo por el bosque?— preguntó la pequeña rubia a su padre.
—Claro que sí, pero no adoptes otro animalito del bosque. Ya llevas cinco frascos aquí y en casa tienes otros diez— dijo de forma acusadora tratando de ocultar una sonrisa.
—Oh— hizo un puchero.
Clare observó a su esposo con una sonrisa, ambos compartiendo miradas cómplices. Por la mañana, antes de ir a la casa de los padres de Clare a ver a Adhara habían tenido una charla con Esme mientras cuidaban de la bebé de Bella y Edward. La mujer les había dado la idea de regalarle una mascota pequeña a la infante ya que todos podían ver la fascinación que tenia por los animalitos.
Una vez con el almuerzo finalizado, Leah y Jasper se ofrecieron a limpiar los platos sucios. Por otro lados Seth y Clare estaban ordenando la mesa quitando las cosas mientras que sus padres se habían adelantado para ir por el pequeño sendero que daba al bosque.
—¿Qué van a hacer ahora?— interrogó Seth pensativo—. Bella tiene control con la sangre, pero Renessme tiende a morder mucho... ¿No sería peligroso para Adhara?— preguntó dejando en claro su preocupación por la pequeña de rizos dorados.
Y tenía razón, la pequeña bebé híbrida tenía una fascinación por morder, quien más sufría de esto era Jacob de entre todos en la familia.
—Carlisle dice que es mejor esperar a que Nessie crezca un poco más y ver su comportamiento. Podría ser peligroso para Adhara, pero dijo que podríamos ir para que se conocieran solo que tenemos que estar atentos.
Seth hizo una pequeña mueca, el también una vez fue mordido por Nessie y no fue tan doloroso, pero era un lobo y tenía una mayor tolerancia al dolor a comparación de los humanos. No podía imaginarse que Adhara sufría una de esas mordidas de la bebé piraña, de solo pensarlo sentía un malestar en todo su cuerpo. Que llorara de dolor... Respiró hondo para calmar sus pensamientos.
—¿Desconfías de Ness?— inquirió Clare ocultando una sonrisa al ver al joven lobuno en un silencio pensativo.
—¿Tú no? Por todos los cielos, es una bebé piraña. Muerde todo lo que se le cruce.
—Oye— lo regañó lanzandole el rollo de servilletas que Seth logró atrapar cuando este rebotó en su pecho antes de que cayera al suelo—. No seas así de malo.
—No es que no me agrade Nessie, es solo que en la etapa que esta me preocupa. Crece rápido, sus dientes pican y solo quiere morder cosas— aclaró al instante.
La vampira apretó sus labios asintiendo con lentitud, a ella también le preocupaba esta etapa de la pequeña y que por accidente mordiera a Adhara.
—Bueno, supongo que no se podrán conocer dentro de un tiempo aún.
Su celular sonó en su bolsillo trasero viendo el nombre de Alice en la pantalla tras sacarlo.
—¿Qué suce-?
—Trae a Adhara a cenar, Esme está preparando pollo con verduras y puré.
Miró a Seth quien aún del otro lado de la mesa podía oír a la perfección la conversación, oído sobrenatural.
—Amm...
Alice soltó un bufido.
—Todo va a estar bien, te lo digo yo.
—No quiero que se mal interprete, pero me preocupa un poco Adhara.
—Estará bien— afirmó suavizando su voz—. De verdad, Renesmee entiende que solo puede morder a Jacob y a Edward, a nadie más.
Claro apretó sus labios pensativa mirando al lobo adolescente que tenía en frente quien alzó sus hombros sin saber que decir tampoco. Si Alice lo dice... Quizás no termine en tragedia, además estarían rodeados de seres con reflejos sobrehumanos que seguramente podrían detener una mordedura de una bebé híbrida.
—De acuerdo, iremos a cenar.
"Iremos a cenar" era una palabras que incluía a Seth y a Adhara únicamente. Tanto Jasper y Clare estaban sentados en la mesa viéndolos comer y el como Rosalie le daba papilla a la pequeña criatura de Bella. Toda la familia estaba reunida por el comedor y la sala de estar, incluso Jacob estaba sentado cenando del otro lado de la mesa.
—¿Y cómo te fue con Charlie hoy? ¿Le dijiste algo sobre...tú cambio?— preguntó la castaña puesto que hoy Charlie había venido a hablar con ella, eso y ya que Jacob le había mostrado su faceta todo a raíz de que el plan de anunciar la muerte de Bella en el pueblo tras su cambio no atrayera la atención.
Ellos tendrían que mudarse, por otro lado Clare y Jasper se quedarían solo para no separar a Adhara de los padres de la castaña rojiza.
—No, pero se quedó tranquilo. Creo que eso es lo importante, no quisiera meterlo en problemas con los Vulturi.
Clare le sonrió con felicidad sintiéndose bien por su amiga, la cruz de culpa que cargaba Bella por no poder hablar con su padre para mantenerlo alejado de ese mundo había desaparecido al parecer.
Limpió la mejilla de Adhara con cuidado ya que se había manchado un poco con puré.
—¿Renesmee es mi prima entonces?— preguntó curiosa Adhara.
—Técnicamente, sí— afirmó Clare.
—Que bueno, me gusta tener a alguien igual de pequeño para jugar. Le mostraré todo mi terrario de lombrices, dejaré que nombre a una— soltó con su voz emocionada.
Todos en la sala sonrieron.
Jasper se acercó con un vaso de jugo de plástico para dárselo a Adhara mientras Clare se hizo a un lado esta vez para acercarse a su pequeña sobrina adoptiva. La bebé ya había terminado de comer mientras que Rosalie limpiaba su boca con cuidado quitando todo rastro de comida.
—Hola, pequeña.
La criatura soltó un chillido de emoción moviéndose en su silla de comer para ser levantada, ese entusiasmo sacudió el corazón de Clare quien soltando un chilló del mismo modo la tomó en brazos.
—Eres tan linda, menos mal que saliste a Bella— bromeó causando la risa de la mayoría de la casa, exceptuando del cobrizo quien arrugó su nariz.
—¿Y te haces llamar mi mejor amiga?
—Vamos, sabes que estoy bromeando Eddie.
Clare sujetaba a la bebé entre sus brazos meciendola con cuidado mirando esos encantadores ojos de chocolate. Su sorpesa fue enorme cuando pudo sentir como la bebé con cuidado había posado su mano en su mejilla viendo una imagen en sus cabeza.
Era ella, un recuerdo de hace sólo unos minutos en donde estaba limpiando la mejilla de Adhara. Esa imagen fue tan maternal que oprimió algo en su interior que la hizo soltar un suspiró.
—Vaya...— susurró sintiéndose agradecida con la infante.
Era increíble como la bebé poseía ese don y seguía tomándola por sorpesa aún cuando esta no era la primera vez.
Era una familia con muchos talentos.
• •
Cuidar de dos niñas no era una tarea fácil... para un humano promedio. En este caso los vampiros y lobos gozaban de poder cuidar de ambas pequeñas.
Bella y Clare estaban en las escaleras de la casa viendo con diversión como Emmett y Zachary cargaban cada uno a las pequeñas en sus hombros.
Habían pasado tan solo dos meses y Renesmee ya parecía casi de la edad de Adhara. Unos tres años quizás.
Era preocupante la verdad.
—¡Corre, caballito!— gritó Adhara con emoción sobre los hombros de Emmett.
—¡Corre, cabaito! ¡Corre!— la imitó Nessie tomando sorpresivamente de los pelos a Zach y moviendo su cabeza de adelante a atrás con nerviosismo al ver que Adhara estaba ganando esa vuelta.
—¡No, hija! Eso no se hace— exclamó apenada Bella sintiendo como Clare a su lado se había doblado hacia un costado por las fuertes carcajadas que soltaba.
Zachary se detuvo sorprendido por esa jalada de pelo de parte de su sobrina, la bajo de sus hombros para tenerla en sus brazos. Una de sus manos fue a su cabeza tratando de peinar su cabello azabache, como buen pretencioso.
—Oye, ¿porqué tanta violencia?
—Lo siento— pidió apenada la niña sintiendo ganas de llorar—. No quería hacerte daño, tío.
—Yo sí, que se repita— bromeó Emmett acercándose a ellos aún con Adhara sobre sus hombros.
—¿Tú también quieres, tío?— preguntó inocentemente Adhara agarrando los cortos cabellos de Emmett y tirando de adelante a atrás. Obviamente al vampiro no le dolió, no era la misma fuerza de una niña humana y una híbrida.
—Adhara— exclamó Clare cesando su risa y cambiando su rostro a uno más serio.
—Perdón.
Ambos bajaron a las niñas, era una imagen divertida de ver a distancia a tan fornidos vampiros altos a un lado de dos crías que una apenas pasaba el metro diez.
—¿Qué tal si jugamos a las escondidas?
—No— protesto al instante la niña rubia—. Siempre me atrapan de las primeras.
—Tienes razón, ¿que podríamos hacer?— inquirió Zachary pensativo tocando su cabeza—. De preferencia algo que no me vaya a dejar calvo— sus palabras causaron gracia a las pequeñas quienes rieron al unismo.
—¡Ya sé!— salto la pequeña castaña—. Vayamos a pintar adento, a Addy y a mí nos gusta.
—¡Sí! ¡Qué buena idea!— exclamó la pequeña rubia tomando de la mano a su prima, ambas corriendo al interior de la casa pasando a un lado de sus madres quienes se miraron con una sonrisa, siempre se sentían felices de ver como Adhara y Renesmee había podido llevarse tan bien.
En dos meses habían pasado varias cosas interesantes, como los estudios clínicos de Carlisle a Renesmee para monitorear su avanzado crecimiento. Una extraña amistad entre Charlie Swan y Henry Sweety que consistía en juntarse las veces que habían partidos. Y la caída del primer diente de Adhara, esto último fue lo que verdaderamente trajo un poco de tensión en ese momento. La razón, la poca sangre que había salido tras esa caída de diente.
Paso hace unos cuatro días, ambas niñas estaban en el baño cepillandose los dientes para ambas ir a acostarse a sus respectivas camas cuando hubo un gritó que alertó a todo el mundo seguido de un llanto que reconocieron era de Adhara.
Más de ocho vampiros que estaban en distintas partes de la casa habían corrido a la velocidad de la luz para estar en frente de la puerta de baño del tercer piso de la habitación de Rosalie. Hubieron codazos incluso para poder ver que sucedía.
Se llevaron el primer paro cardíaco en su estado vampirico al ver el lavamanos con espuma dental y sangre, viendo como Nessie tenía un poco de papel de baño en la boca de Adhara para tratar de detener el sangrado.
—¿Qué sucedió?— preguntó aterrada Clare abriéndose pasó junto con Bella y Carlisle.
La pequeña rubia trató de hablar pero por tener papel en su boca salieron cosas que ninguno pudo entender, tenía gruesas lágrimas cayendo de sus rosadas mejillas y sus pequeños hombros se sacudían por el llanto.
—Tenía el diente flojo y cuando lo logamos sacar se cayó por ahí— explicó Nessie con su pequeña voz señalando con un movimiento de cabeza al lavamanos.
—Mi vida, ¿se perdió el diente?— habló con tristeza la castaña rojiza acariciando la cabeza de su hija quien asintió—. No te preocupes, las hadas siempre saben cuando a un niño se le cae el diente.
Carlisle se arrodillo frente a ambas mirando de reojo como Nessie no parecía alterada por la sangre, al contrario, parecía preocupada por su prima.
—Déjame revisar, gracias por su ayuda pequeña doctora— agradeció a la pequeña castaña quién asintió feliz, el hombre rubio quito el papel de baño notando que no sangraba ya casi nada—. Bueno, se desprendió por completo ese diente flojo. Ahora crecerá uno nuevo.
—Pero mi diente...— susurró con su voz apretada causando que varios soltaran un "oww" de lástima.
—No te preocupes, enviaremos una carta a la Asociación de Hadas de los Dientes en este instante. Y si es necesario vamos a hacer un sindicato— habló de forma dramática Zachary saliendo de la habitación.
Nessie miró a Adhara feliz al oír las palabras de azabache.
—¡Le hablara al hada de los dientes, Addy!
—¿Entonces si me traerá dinero?
• •
¡HOLA! Tanto tiempo, ¿cómo están?
Listo, volvimos con todo. Desde aquí se retoma Breath y la última parte de esta historia.
Espero les guste este capítulo y los demás, trataré de actualizar lo más pronto posible. Y también me disculpo por las faltas de ortografía que las iré mejorando en un tiempo, a veces el corrector cambia palabras.