—¿Qué opinas?— di una vuelta luego de haber salido del vestidor.
—No me gusta— negó con la cabeza.
—¿Por qué no?
—Porque no.
—Justifica tu respuesta.
—Ya lo he hecho.
—¡Claro que no!
—No me gusta y punto.
—Es hermoso, Bryce— acaricié el volado de mi vestido que caía en la parte de abajo.
—Es muy corto.
—Soy bajita. Si me pongo algo más largo me veré muy enana.
—Es muy corto— repitió.
—¿Y no te gustan mis piernas?— me acerqué a él y me senté sobre sus piernas a horcajadas para luego hacer puchero.
—Si me gustan pero no quiero que los demás las miren.
—Si tu no quieres pagar por esto, lo haré yo— le saqué la lengua y me levanté de sus piernas para luego volver al probador.
Me saqué el vestido y lo dejé sobre la banca que había, tomé mi blusa y cuando estaba a punto de ponermela entró Bryce.
—¿Qué haces?— lo miré con los ojos bien abiertos.
—¿A qué te refieres?— me acorraló contra la pared y colocó los brazos a los costados de mi cabeza. Se inclinó quedando más o menos a mi altura.
—Bryce...— susurré cerca de sus labios.
—¿Si?
—Debes salir de aquí o nos echaran.
—Sólo quiero una cosa.
—¿Y qué es?
—Esto— se separó de mi, tomó mis pantalones y sacó mi cartera para luego salir.
-¡¿Estas bromeando?!- dije riendo.
—Sabes que te amo.
Me vestí rápidamente y salí con el vestido en mano.
—Estaba tan excitada— le hablé bajo luego de ponerme a su lado.
—Lo lamento.
—¿Me das mi dinero?
—No para comprar eso— señaló el vestido en mi mano.
—Por favor...
—Busca otra cosa.
—No quiero.
—No hay manera de que te compre eso.
—Entonces vámonos porque no hay manera de que yo compre algo en Victoria's Secret.
Me crucé de brazos. Teníamos un duelo silencioso de miradas. Sonreí, la victoria estaba cerca y lo sabía. Bryce bufó entonces levante ambos brazos victoriosa.
—Andando, amor— tomé su mano y tiré de ella hasta una de las cajas.
Bryce pagó mi vestido y salimos de la tienda para luego cumplir mi parte.
—¿Por qué me hiciste eso?
—Debía ser sorpresa— dije luego de salir de la tienda de VS con la bolsa de compras en mi mano.
—Maldita.
—Me amas.
—Claro que si— besó mi frente y entonces salimos del centro comercial.
Pasamos a comer en Carl's jr y luego fuimos a su casa tal y como acordamos.
Eran las 6 y estábamos acurrucados viendo la televisión.
—Ya no estoy segura de si quiero ir a esa fiesta— Murmuré sobre su pecho mientras acariciaba su abdomen.
—Será divertido.
—Suena mejor la idea de quedarnos aquí.
—Si no quieres ir no vamos.
—Mis amigas quieren conocerte.
—Puede ser otro día si así lo prefieres.
—Creo que es mejor ahora, siempre me dicen que no salgo con ellas.
—Entonces ve a tomar una ducha.
—¿Me acompañas?
—No— negó con la cabeza rápidamente.
—¿Por qué no?— hice puchero.
—Porque no podría sólo ducharme contigo.
—Intentalo.
—No podré.
—Vamos— besé su pecho varias veces, suspiró y se levantó de la cama.
Me paré en la cama y el me dio la espalda justo delante de mi entonces subí sobre él.
Entramos al baño y me dejó parada sobre la tapa del inodoro.
Tomó el borde de mi blusa y me deshice de ella, me deshice de mi sostén y bajé mis shorts junto con mis bragas, nuevamente me cargó y me dejó en el suelo.
Me deshice de su camisa y luego de su pantalón. Él se quitó su bóxer y luego se acercó mas a la regadera luego de correr un poco la cortina.
Abrió las llaves y varios segundos después entramos. Cuando el agua estuvo a una temperatura agradable.
El chorro de agua caía sobre ambos. Me acerqué a él juntando nuestros cuerpos y rodee su cuello con mis brazos y recargue mi cabeza en su pecho mientras que él rodeó mi cintura con sus brazos y recargaba su mentón sobre mi cabeza.
—Te amo.
—Y yo te amo a ti— murmuró sobre mi cabello.