Amor Imposible

By AndyPanda-14-zzz

1.3K 148 34

Las Bestias también se enamoran... More

Prologó
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
(10)
(11)
(12)
(13)
(14)
(15)
(16)
(17)
(18)
(19)
(20)
(21)
(22)
(23)
(24)
(25)
(26)
(27)
(28)
(29)
(30)
(31)
(32)
(33)
(34)
(35)
(36)
(37)
(38)
(39)
(40)
(41)
(42)
(43)
(44)
(45)
(46)
(47)
(48)
(49)
(50)
(51)
(52)
(53)
(54)
(55)
(56)
(57)
(58)
(60)
(61)
(62)
(63)
(64)
(65)
(66)
(67)
(68)
(69)
(70)
(71)
(72)
(73)
(74)
(75)
Epilogo

(59)

14 2 0
By AndyPanda-14-zzz

Acumulando problemas

Desmond

Destruí todo lo qué había sobre el escritorio después de haber recibido las noticias, Balderik ya me ha matado a toda mi gente y ahora solo me quedaban tres de ellos para encontrar el nuevo paradero de Brigid, pero no iban a ser suficientes y no iba a tomar el riesgo de que Matías fuera por ella sabiendo que Balderik está aún peor que antes, está ves lo agarraron a él solo y pudo evitar que se trajeran a Brigid a donde realmente pertenece.

No podré traerla de vuelta con la poca gente que tengo, necesitaba a más de ellos para poder mantener este lugar de pie y para traer a Brigid y a su engendro, ya no iba a tener la piedad que estaba teniendo con ella, ya no más al ver que se sigue negando a venir.

— Tráeme todo lo que se necesita para crear a mi gente — Matías asiente yéndose rápidamente. Un año más ¿qué más da? Mientras más tiempo pase, menos piadoso voy a ser con ella y eso añadiendo la manera en que pienso dañar a su engendro.

Mara llega con mi hija en brazos, aquella que me recuerda que en un año va a necesitar de alguien para que cuide de ella y no quería que fuera Mara, mientras más tiempo estaban juntas, más podría sentir el calor de la mamá y así encariñarse con ella como para darle su amor a ella y no a la mujer que ya decidí que será su madre.

«Otro problema que resolver»

Matías regresa indicando que ya se estaba preparando el laboratorio logrando que Mara frunza el ceño, pero no hace preguntas al respecto, simplemente avanza como sino hubiese escuchado nada que le importara. Ya aprendió a no meterse en mis asuntos que solo tenían que ver con Brigid.

Me enderezo pasando la mano por mi cabello tratando de recuperar la compostura que solo por un instante perdí en un momento de enojo.

— Quiero que vayas y secuestres a la gente que creas capaz de soportar las dosis, que sean dos, recuerdo tener dos dosis disponibles para dos personas que son simples personas normales — Asiente — Y diles a los otros que se devuelvan, necesito gente aquí para proteger el lugar en caso de que la policía empiece a merodear por aquí.

Mi padre ya no estaba con vida como para ayudarme con eso, no me sirve ser su hijo si la gente como la policía siempre hacía las cosas asegurándose de que realmente éramos parte de su gente, yo ya no tenía ni cómo comprobarlo, de todas formas no los necesitaba teniendo a gente que era el doble de fuerte y el doble de rápidos como un policía cualquiera.

Balderik no iba a obtener lo que por derecho me pertenece a mi, no me importa que sea padre si de cualquier manera dejara de serlo cuando logré recomponer la cantidad de gente que me quito en el camino, estos iban a irse sobre de él con más fuerza por quitarme a mi mujer y haberla preñado sabiendo que no es su mujer.

— Señor.

— ¿Qué quieres? — Preguntó bastante molesto sin dejar de hacer mis cosas.

— Cuando la señora Brigid estuvo en el sótano — Suspira — Pude verle un anillo en la mano izquierda justo en el dedo anular — Mi cuerpo se tensa — Creo que es un anillo de compromiso.

Apresuró mis cosas pensando en que mientras yo esté vivo, ese par no va a casarse.

— Tráeme lo que te ordene — Matías asiente sin decir nada más, simplemente se va dejándome solo para empezar a hacer las dosis que necesitaba para que empiecen a traerme a tantos como sea posible, es hora de ver quien sobrevive y quien no, quien es capaz de formar parte de mi gente y quien no sirve para un carajo.

Estoy harto de estar perdiendo el tiempo, Balderik va a pagarme cada minuto que he perdido estando lejos de la mujer que quiero, de haberla tenido desde hace tiempo probablemente ya tendríamos nosotros a nuestro propio bebé, aquel que heredará cada uno de mis conocimientos y también el puesto de Vor para formar parte de los Vory v Zakone gracias a su madre y la capacidad que tiene para ser parte de ellos.

Debo decir que antes subestimé a Brigid, pero actualmente me tiene completamente impresionado provocando que me sienta aún más atraído a ella, por eso y por más tiene que estar de mi lado y no de lado de otro hombre, menos de alguien como Balderik. Su familia ha intentado por años querer exterminar a la mía, razón suficiente para querer matarlo a él y al nuevo integrante que se les ha unido en el último mes.

— Señor.

— ¿Qué?

— ¿Qué pasará con lo del ataque a Hela Ricci? — Suelto un bufido.

— Olvídate de ellos por ahora, concéntrate en esto ¿quieres? Ya después nos encargaremos de todos los Ricci cuando restauremos a toda la gente que nos fue arrebatada en el proceso.

— Los demás ya vienen en camino.

— Prepárate Matías, que quizás ahora sí vas a tener que ir con todos para ir por mi mujer.

Hela

Entro a la casa bastante angustiada y subiendo las escaleras a toda prisa hasta llegar a la habitación donde veo a Seth y a mis hijos completamente dormidos en la cama.

Suelto un suspiro lleno de alivio acercándome a esta y recostándome a lado de mi hijo Kay. Seth al sentir mi peso se levanta, voltea a verme frunciendo el ceño, él sabe que no iba a volver hasta que fuera seguro, a penas y logre escaparme de Zinov para que nadie me siguiera hasta aquí.

— ¿Qué pasa? — Pregunta al verme llorar sin apartar la mirada de mi pequeño — ¿Te hicieron algo? — Niego aún sin mirarlo. El miedo, la ansiedad, la angustia por querer llegar rogando porque no fuera tarde pensando en que Desmond me había quitado lo único que aún me hacía querer luchar — Hela — Me enderezó con cuidado para no despertar a los niños, le hago una seña a Seth para que venga antes de levantarme de la cama.

Salimos de la habitación y él cierra la puerta detrás de él antes de mirarme con confusión. Suelto un suspiro limpiando las lágrimas que derrame al venir aquí temiendo por lo peor.

Empiezo a explicarle sobre la llamada de Balderik y sus advertencias, le cuento que la casa ahora no era completamente segura ya que aún no he podido pedir que blinden las ventanas ni hagan una habitación del pánico ante cualquier peligro. Balderik tenía razón al decir que necesitan asegurar por completo la casa, Desmond ahora no era el único peligro y con estas escapadas no quería adelantar uno de ellos.

Seth me abraza queriendo disminuir mis temores, los aleja solo por unos segundos ya que al separarnos incrementan con más fuerza.

— Tengo que decirte algo, conozco a alguien que podría ayudar con la seguridad — Dice poco convencido sin saber que aquello me interesa demasiado.

— ¿Quién? ¿Podrá venir lo antes posible para terminar con lo último de la casa? — Suelta un suspiro apartando la mirada — ¿Seth?

— Cuando todos creían que había muerto — Me mira — Yo estaba con alguien que no creí que me mantendría con vida, claro que siempre fue bajo un objetivo, pero por alguna extraña razón no ha querido hacer nada desde que le dije que... — Suelta un gran suspiro haciendo que me desespere.

— ¿Quién te mantuvo alejado de mí y que fue lo que le dijiste? — Lo miro amenazante pensando en que pudo haber revelado la existencia de nuestros hijos.

— Que era padre de gemelos — Lo tomó del cuello estrellándolo en la pared, no hace ni el más mínimo intento de protegerse y no me importa hacerle daño al hombre que amo porque mi prioridad ha cambiado desde que mis hijos nacieron hace un año.

— ¿A quién se lo dijiste? — Preguntó entre dientes — ¿Es que acaso no piensas que quien quiera que sepa de la existencia de los gemelos es un peligro?

— Se lo dije al Ministro Gian Lombardi — Aquello hace que lo suelte de golpe sintiendo todo el enojo acumularse — Y antes de que explotes, trabajo para él, soy parte de la Élite y...

— ¡Cállate! — Aprieto los puños con fuerza queriendo controlarme — Me esperaba la traición de mi familia, pero jamás del padre de mis hijos que creí haber perdido tiempo atrás — Las lágrimas se acumulan, pero niego siquiera a derramar una — Regresaste y no lo hiciste para quedarte, sino para apuñalarme por la espalda.

— Claro que no — Trata de tocarme, pero me alejo con brusquedad — Estoy tratando de protegerte he incluso estoy dejando que vuelvas con aquel idiota con el que te casaste aún sabiendo que estás casada conmigo — Me muestra la argolla en su dedo.

Niego con la cabeza queriendo alejarme aún sabiendo lo que iba a decir y es que esta claro que iba a empezar a reclamar mi ausencia.

— Tu lugar es que tienes que estar aquí con tus hijos — Me toma del brazo evitando que me aleje haciéndome recordar todas nuestras peleas cuando éramos adolescentes, éramos tan tóxicos y ahora... ni siquiera sabía lo que teníamos actualmente, pero estaba claro que ya no era lo mismo de antes.

— ¡Suéltame!

— ¡No! — Me atrae a la fuerza — No sé ni cómo es que siquiera reconsidere permitir que te fueras a brazos de otro cuando en realidad debes de estar aquí — Me fulmina con la mirada aumentando la fuerza de su agarre.

— ¡Jodete! — Me suelto y vuelve a tomarme.

— ¡A la mierda con tus malditas pataletas! — Impone más fuerza sin lograr intimidarme como quiere — ¡No voy a dejarte ir porque no se me da la gana, ni ahora ni nunca! — Me besa pegándome a la pared con brusquedad sin ningún tipo de compasión y aquello en lugar de aumentar mi enfado hace que me excite en cuestión de segundos.

Rodeo su cuello con mis brazos y este me alza provocando que abrace su cintura con mis piernas. Se mueve conmigo en brazos llevándome a nuestra habitación en donde nos desprendemos de nuestra ropa con ansias y es que hace tanto que quería volver a sentir lo que Seth me provoca.

Suelto un jadeo al sentir su toque, sus besos y sus caricias en todo mi cuerpo, aunque esta vez se sienten con tanto desespero que me contagia a la hora de besarlo, de tocarlo y tratando de convencerme de que él está aquí conmigo, no es ningún sueño, no lo estoy imaginando tampoco, es real, él ahora está aquí conmigo.

Me pongo sobre él besándolo con fiereza mientras sujeto su erección cerca de mi entrada, junto mi frente a la de él rompiendo el beso justo cuando bajo en donde ambos jadeamos al sentirnos piel a piel.

— Eres y serás siempre mía, Hela Ricci — Dice al tomarme del cabello y acercándome a solo unos centímetros de su boca — Mía.

🐍

Estoy varios minutos recostada sobre la almohada aún asimilando que hemos tenido tanto sexo como fue posible, la necesidad se vio reflejada en ambos demostrando lo mucho que nos extrañamos, y es que en el proceso me di cuenta de algo muy importante que es totalmente cierto.

Y es que solo te enamoras una vez, el resto de la vida te la pasas buscando a alguien con quien sentir lo mismo. Busque en Zinov algo que me recordara a Seth, busqué en Vlad lo mismo y no pude sentirme en paz hasta ahora que tengo a Seth a tan solo unos centímetros de mi, por muy tóxico que sea no puedo negar que me hace feliz, que lo amo con todo mi corazón y con toda mi alma.

— Así como tengo la valentía de atacar — Volteo a verlo cuando hemos pasado minutos en silencio al haber acabado — Tengo la fuerza para resistir.

— Cállate — Digo al recordar cómo fue que Lev le enterró varios tiros en el pecho y que me dolieron como si me los hubiesen dado a mi. Era claro que no quería volver a experimentar aquel sentimiento de pérdida y dolor de su ausencia, no pienso permitir que mis hijos vuelvan a sentir su ausencia por todo un año.

— No voy a dejarte hacer las cosas tú sola, tampoco puedo seguir viendo que te vas con Zinov.

— No lo hago por gusto, lo hago por supervivencia y créeme que he estado prosperando como la esposa del Underboss — Se levanta bastante molesto de la cama — Si estoy con él es porque tenía en la mira al actual Ministro Lombardi, la cicatriz que tengo en la cara no para de recordarme todo lo que me hizo y saber que ahora sabe de la existencia de mis hijos solo me hace querer apresurar mis movimientos antes de que siquiera intente joderme.

— El Ministro no se acercará a ellos, ya tiene tiempo de que sabe de su existencia, de querer hacerles daño ya lo habría hecho.

— ¿Qué? ¿Ahora se supone que es un buen Ministro? — Preguntó con ironía — ¿Piensa proteger a los hijos de alguien extremadamente peligroso? Porque así me considero, alguien bastante peligrosa en caso de que le toquen un solo cabello a mis hijos, matare a cualquiera que intente dañarlos.

Voltea a verme terminando de vestirse, suelta un suspiro negando con la cabeza antes de sentarse en la orilla de la cama para colocarse los zapatos.

— El Ministro me prometió no acercarse a ellos por el simple hecho de que también son mis hijos, siempre y cuando tú no dañarás a su esposa — Suelto un bufido.

— ¿Con tal de no dañar a su esposa? Entonces ¿sí es capaz de lastimar a niños de un año solo por ser mis hijos? — Me enderezó cubriéndome con la sábana — No puedo creer que me traicionaras a mi, a tus hijos a la hora de aceptar trabajar con el Ministro Lombardi.

— Lo hice precisamente por mis hijos — Me mira — Desmond y Zinov son gente sumamente peligrosa para ellos.

— Pero tienen una madre el doble de peligrosa, no me conocen solo por mi apellido sino que también por mis actos ¿viste lo que dijeron en las noticias acerca del hijo de mi hermano? Dijeron que ya nadie iba a poder estar seguro porque la siguiente generación iba a ser peor, imagínate lo que dirán cuando sepan que he parido a dos de mi desendencia, el Ministro ahora solo está esperando el momento adecuado para joderme porque sabe que yo estaba por hacerlo porque justamente sabía que iba atacar su nuevo talón de Aquiles.

— ¡No piensa dañarte sabiendo que peores cosas vienen!

— ¡¿No ves que somos de bandos diferentes?! ¡Siempre vamos a estar en guerra!

— No, ustedes dos no son para nada distintos, la única diferencia es que el Ministro porta un uniforme que lo ayuda a cubrir su verdadero ser, él puede ayudarnos con la seguridad de la casa.

— De ninguna manera — Me levantó por completo negándome a seguir escuchando — No voy a permitir que sepa la ubicación de mis hijos y no vas a decirle nada porque de lo contrario — Volteo a verlo — No vuelves a saber de mí y mucho menos de tus hijos.

— No pienso alejarme de ellos, ni siquiera de ti, ya me canse de esta absurda guerra porque lo único que quiero es estar con mi familia.

— Quédate y no vuelvas con el Ministro.

— Lo haré si tú te quedas y no vuelves con Zinov.

Guardo silencio pensando en que si me quedo, es un suicidio para todos nosotros, incluyéndolo a él porque cuando Zinov sepa que Seth sigue vivo, lo matará junto con los hijos que hemos procreado antes de que toda la pesadilla comenzara.

— El silencio también es una respuesta — Se levanta de mala gana saliendo de la habitación bastante molesto.

Me termino de vestir en cuanto veo que esta por amanecer, tengo que irme antes de que Zinov se de cuenta de mi ausencia. Salgo de la habitación yendo directo a la de mis hijos, en donde veo a Seth recostado junto a Massimo ya que a Kay lo tiene sobre el pecho, trago grueso queriendo avanzar, pero mis ganas de entrar a la habitación me impide hacerlo así que entro en silencio para mirar a mis hijos tratando de ignorar la mirada de Seth.

— Volveré cuando sea seguro.

— ¿Y quien te dijo que voy a permitir que te vayas? — Suelto un bufido saliendo de la habitación, voy casi corriendo a las escaleras para bajarlas trotando hasta llegar a la entrada, pero antes de siquiera tomar la perilla alguien me toma del brazo regresándome a las malas.

— Te vas cuando me den ganas de dejarte ir, cuando ya no sienta nada por ti y solo tenga ganas de quedarme con mis hijos, por ahora te quiero cerca de mí y de ellos.

— Entiende que sino me voy ahora vamos a estar en peligro.

— Tengo los medios para protegerte a ti y a ellos.

— No puedo dejar a mi hermano solo — Lo miro — Él no me dejo cuando pensé que habías muerto, ni él, ni Maksim, ni la gente que está viviendo bajo el mismo techo que mis hijos, si me quedo todos ellos van a estar en peligro, incluyéndote.

— No te vayas.

— Quisiera poder quedarme, pero no puedo.

— Sí te vas...

— No me amenaces — Lo señaló amenazante — Eso no funciona conmigo y lo sabes, quiero quedarme, pero no puedo y es algo que debes de entender porque de otra manera no vamos a funcionar cuando todo esto acabe — Suelta un bufido soltándome de mala gana.

— No vamos a funcionar con esa actitud que tienes de querer salvar a todos cuando cada quien ya escogió un bando y solamente los fuertes sobreviven.

— No me digas.

— Ye te lo dije, es problema tuyo si lo aceptas o no, pero si te vas por esa puerta no voy a perdonar el que escogieras irte con otro hombre en lugar de quedarte aquí con el padre de tus hijos — Frunzo el ceño yéndome por mi otra opción provocando que me siga confundido — ¿Y ahora donde vas?

— Dijiste que si me iba por esa puerta no ibas a perdonarme, pues me voy por otra puerta y ya está.

— No estoy para tus chistes.

— No es un chiste, es cuestión de lógica — Digo abriendo la puerta trasera — Hablaremos cuando pueda volver.

Continue Reading

You'll Also Like

3.6M 160K 132
Ella está completamente rota. Yo tengo la manía de querer repararlo todo. Ella es un perfecto desastre. Yo trato de estar planificada. Mi manía e...
112K 11.6K 39
Como motociclista consagrado, Thiago Huster lo tiene todo: mujeres, éxito deportivo y la admiración del público. Sin embargo, su pasado inestable y t...
17.5K 2.1K 36
El destino del diablo y mafioso más grande de Londres, Thomas Stanley Holland y la suicida ___ West, se ha visto manchado por un pasado cruel y mist...
235K 11.9K 63
"𝙀𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙚 𝙮 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙝𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖" "-𝙔 𝙖𝙡 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡 𝙚�...