Amor Imposible

By AndyPanda-14-zzz

1.3K 148 34

Las Bestias también se enamoran... More

Prologó
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
(9)
(10)
(11)
(12)
(13)
(14)
(15)
(16)
(18)
(19)
(20)
(21)
(22)
(23)
(24)
(25)
(26)
(27)
(28)
(29)
(30)
(31)
(32)
(33)
(34)
(35)
(36)
(37)
(38)
(39)
(40)
(41)
(42)
(43)
(44)
(45)
(46)
(47)
(48)
(49)
(50)
(51)
(52)
(53)
(54)
(55)
(56)
(57)
(58)
(59)
(60)
(61)
(62)
(63)
(64)
(65)
(66)
(67)
(68)
(69)
(70)
(71)
(72)
(73)
(74)
(75)
Epilogo

(17)

10 2 0
By AndyPanda-14-zzz

1/4

Adiós Isla, adiós Alaska

Brigid

— Eres un cachorro con muy mal carácter — Digo al ver a Hannibal comerse la pata de la mesa de madera de manera agresiva.

Termino de servirles la comida así que dejo los platos en el suelo y el que viene corriendo es Stripes, le acaricio un poco el pelaje antes de enderezarme y salir de su lugar. Hannibal no tarda en unirse a Stripes para comer como si llevara días de hambruna.

He estado muy al pendiente de ambos, aún es un poco difícil acercarme a Hannibal ya que no sé deja querer, es un tigre bastante orgulloso y con carácter fuerte. Tiene niveles de enojo bastante grandes para un ser tan pequeño como él.

Los dejo solos por ahora, más tarde volvería para pasar tiempo con ambos. Salgo del almacén y veo a todos los hombres de Balderik rondando de un lado a otro por el lugar, desde que le dije a Guido sobre la nota y de quien me la entrego ha estado más atento, no me deja ni un minuto cada que salgo de la cabaña.

— Buenos días — Saludo a todos y ellos devuelven el saludo con cortesía. Estaba comenzando a adaptarme a tenerlos en todos lados, pero prefiero a cierta persona para que ronde alrededor de mi sin estar con la preocupación de si está bien o no.

— Señorita Brigid — Volteo a ver a Guido.

— Buenos días para ti también Guido — Abro la puerta — ¿Qué pasa?

— ¿Necesita algo? — Se alisa la ropa antes de llevarse las manos detrás de él — ¿Todo esta en orden?

— Por supuesto Guido, todo esta en perfectas condiciones, no tienes que preocuparte por nada ¿está bien? Deberías de tomarte un descanso al igual que los demás, estoy segura que por el momento nada malo sucederá, de ser así ya habría sucedido algo, conozco bien a Desmond y te aseguro que de querer hacerme daño ya lo habría hecho.

— Es mi trabajo mantenerla a salvo, el señor Ricci no estaría contento con que la deje desprotegida, discúlpeme si la agobio todo el tiempo, solo hago lo que se me ordena.

— Te comprendo Guido, no te preocupes — Suspiro cruzándome de brazos y recargándome en la puerta — Pero comprende que conozco bien a Desmond y... probablemente solo fue una advertencia.

— Es por eso que estamos en alerta todo el tiempo, con los Jäger al saber que usted esta aquí... no es para nada bueno.

— Lo sé — Digo tratando de mantener la compostura, no quería que esto me ganará, tanto tiempo trabajando en mi para no temer y no iba a dejar que todo fuera en vano — Ahora solo hay que esperar a que vuelva Balderik para empezar con los planes — Asiente en silencio — Y descuida Guido, estoy perfectamente bien, gracias.

— Para lo que se le ofrezca — Dice antes de marcharse. Cierro la puerta y me encamino a la cocina para preparar la comida, no tenía nada que hacer así que quería hacer la comida para mi y los demás para entretenerme un poco.

Saco todo lo que necesito de los gabinetes y empiezo a hacer lo que tengo en mente, un platillo que años atrás preparaba con mi padre. Me entretengo en la cocina queriendo que me salga tal cual me salía antes, tanto que ni siquiera me doy cuenta de lo que pasa a mi alrededor ya que también había puesto algo de música para estar más concentrada y animarme un poco los ánimos.

Dejo que se cosa la carne por lo pronto y me encargo de preparar la salsa y la sopa que tanto le encanta a Balderik.

Terminando me dispongo a llamar a Maksim y como siempre no obtengo suerte para poder comunicarme con Hela, al parecer ella y Seth estaban bastante ocupados como para atender las llamadas, pero estoy bastante feliz por ambos ya que estaban recuperando el tiempo perdido, se lo merecían. Maksim incluso los ayuda a entretener a los escoltas para que puedan obtener aunque sea unos momentos a solas.

— ¿Y qué más me dices? — Pregunto antes de dejarme caer sobre el sofá con una bolsa de papas en la mano — ¿Ya conociste a alguna turista sexy? Es una noticia que estoy ansiando por escuchar, Maksim.

— Y sigues con lo mismo — Suelta un bufido haciéndome sonreír — La mujer para mi no esta en esta isla, Brigid, créeme cuando te digo que estoy a poco de rendirme.

— No seas pesimista, estoy segura que tarde o temprano encontrarás al amor de tu vida.

— Sí claro y mañana recibiré la noticia de que soy un superhéroe — Logra hacerme reír — No te burles de mi ¿está bien? Igual estoy pensando seriamente en que estar soltero no es malo, soy una persona bastante cool y el tener pareja podría dañar esa imagen.

— Estoy segura de que si tienes pareja podrías ser una persona mucho más cool.

— No Brigid, créeme que por alguna razón es que no encuentro el amor, vamos, solo piénsalo — Niego con diversión — Además estoy feliz de que mi hermano tiene a su pareja perfecta — Suspira — Y por como veo su relación, te aseguro que pronto obtendremos buenas noticias, probablemente mi hermano este pensando seriamente en unirse a la organización de Balderik para no estar alejado de Hela, será un completo idiota si se aleja por segunda vez de ella.

— No creo que cometa el mismo error dos veces, el profesor no es un cobarde.

— Ya vas comprendiendo ¿eh?

— Al parecer conocí bastante bien a mi profesor.

— Bueno, en ese caso nos vamos a estar viendo las caras todos los días.

— Y será bastante divertido, al menos ya no voy aburrirme demasiado como lo hago ahora — Hago una mueca — Extraño mucho que Balderik este aquí.

— Dios mío, espero que no estés experimentando el apego emocional.

— Por supuesto que no, pero dime ¿no extrañarías a alguien a quien amas? No lo ves en absoluto así como tampoco hay comunicación, además de que estoy muy preocupada por él.

— Al parecer olvidaste lo que te dije — Mi cuerpo se tensa al escuchar aquella voz que reconocería en cualquier parte.

— Bueno, ya escuche que llegó aquel por quien tanto estabas llorando, querida Brigid— Escucho a Maksim en el teléfono mientras que yo comienzo a girarme lentamente hasta encontrarme con aquellos ojos verdes que tanto había echado de menos...

«Balderik»

— Te dije que siempre volvería a ti.

— Ay el amor — Suspira Maksim — Los dejo porque no quiero un trauma más a la lista, adiós guapa — Cuelga la llamada y justo me levantó para ir corriendo hacía los brazos de Balderik. Mi pecho choca contra el suyo y él no duda en alzarme provocando que rodee su cintura con mis piernas. No pierdo el tiempo en preguntas, simplemente le doy una inspección rápida con la mirada antes de besarlo con intensidad.

Su aroma, su toque y su voz me hacen sentir tan aliviada de tenerlo aquí, lo había extrañado tanto. Beso cada parte de su rostro y no me importa verme tan dramática, mis sentimientos por él eran reales y no pierdo la oportunidad para demostrárselo.

— Te amo, te amo, te amo — Le digo una y otra vez antes de aferrarme a él, su agarre se intensifica de solo escucharme decir esas palabras, sé lo que provocan en él y no voy a desaprovechar en volverlo loco también — Te extrañe muchísimo.

— No seas dramática, Brigid — Dice en tono divertido — Ya estoy aquí y no me paso nada ¿lo ves? — Asiento acariciando su cabello mientras me embriagaba de su aroma tan varonil.

Acaricio su cuello con mi nariz antes de hacer el camino de besos que llega hasta sus labios. Lo beso una y otra y otra vez sin haberme percatado de que nos trajo a la habitación.

— ¿Te duele algo? — Pregunto tratando de quitarle la ropa de encima, pero él se ríe antes de soltarme dejándome en la cama — ¿Qué pasa? ¿Qué es tan gracioso? — Me hago la loca mientras observaba como se desnudaba de la cintura para arriba dejándome ver cada cicatriz que se gano al estar en aquel lugar, algunas heridas ya estaban por borrarse por completo de su piel.

— Es gracioso ver como tratas de disimular tus ganas de mi — Se acerca a mi haciendo que nuestras narices se rocen — No te contengas, cariño, demuéstrame lo mucho que me extrañaste... en esta cama — Lo atraigo hacía mi sin perder tiempo. Uno mi boca a la de él dándonos un beso lleno de desesperación y deseo, el toqueteo es imposible de hacer a un lado cuando siento las manos quemarme por las ansias de tocar cada parte de su cuerpo.

Sentía el libido por los cielos, estaba preocupándome más por estarme volviendo una ninfomana con Balderik cerca y estando lejos era imposible para mi no recordar todos esos momentos tan excitantes. Recordar la manera en que se mueve tan brutal dentro de mi, sus besos, mordidas y lamidas en el cuello y la mandíbula, sus marcas en cada rincón de mi cuerpo.

— Extrañe todo esto — Jadeo al sentir sus dedos estimulando mi entrepierna — No te atrevas a irte de nuevo.

— ¿Y perderme más de esto? Claro que no, cariño.

Hela

El pecho sube y baja de manera irregular por la respiración tan agitada. Seth estaba de la misma manera junto a mi, con las mejillas sonrojadas y los labios entreabiertos con la respiración agitada.

Ha sido una tarde bastante entretenida. Desde que Seth me propuso matrimonio, me siento poseída por el diablo de la lujuria, no sé si por la felicidad de estar con la persona que quiero o por querer recuperar todo el tiempo que pude haber estado así con él. Conozco mi mundo y quiero aprovechar estos momentos para aferrarme a esto, tener recuerdos que me mantengan de pie.

Me enderezo abriéndome de piernas sobre él, quien cierra los ojos y suelta un quejido pasándose las manos por la cara tratando de quitarse el exceso de sudor.

— Me vas a matar, mujer — Sonrió divertida antes de empezar a repartir besos por su pecho — Me vas a dejar seco — Suelto una carcajada.

— Te dije que ahora serías tú quien me iba a pedir que parara — Sonríe divertido tomándome de las caderas. Me refriego sobre él comenzando a sentir su dureza.

— Ya, pero tenemos que conseguir pastillas para el día siguiente, no creo que sea momento para un Jones Ricci — Suelto un suspiro recargando mi barbilla en su pecho.

— Tranquilo, tengo la inyección — Asiente mientras hace círculos con sus dedos sobre mi espalda — ¿Tú si quieres ser padre? — Preguntó curiosa, probablemente antes éramos más jóvenes, más ignorantes sin saber lo que de verdad queríamos, pero ahora éramos adultos, hemos madurado tanto en este tiempo que estuvimos alejados, ambos ya deberíamos de tener en claro lo que de verdad queremos.

— Un hombre que sabe lo que quiere, lo hace — Me abraza — Yo te quiero a ti Hela, siempre has sido tú.

— Pero eso no contesta mi pregunta, eso solo me asegura que de verdad me amas, pero... ¿de verdad quieres una familia? Y ¿Conmigo?

— Quiero todo contigo. Quiero que seas mi esposa y sí, también quiero que me hagas padre en algún momento — Sonrió — ¿Te acuerdas de los planes?

— Dos niños y una niña. Christian, Michael y Asya — Sonríe — Una familia de cinco en Roma, los dos criando a nuestros hijos lejos del mundo que me rodea — Hago una mueca — Siento que ahora sería más complicado ¿Sabes? Esta situación me tiene muy preocupada.

— Eres fuerte — Me besa la coronilla — No dudes de tus capacidades, estoy seguro de que podremos salir de esto, nada dura para siempre. No todo siempre será negro.

— Así como tampoco todo siempre será blanco.

— Es un balance, así es la vida.

— ¿Y de verdad crees que nuestros planes se logren cumplir?

— Por supuesto, ahora estamos juntos ¿no? Y ambos creímos que jamás volvería a suceder — Asiento concordando con él, supongo que solo era paranoia, trauma por lo que sucedió con el Coronel.

— ¿Proseguimos con el siguiente round? — Suelta una carcajada apretando mi cuerpo con el de él — Ya has descansado demasiado con esta conversación — Me enderezó nuevamente tratando de conseguir una nueva ronda, ya ni siquiera sabía qué número era este ya que mi futuro esposo era bastante bueno para hacerme perder la cuenta.

— Ven acá — Cambia la posición colándose sobre mí y abriéndome las piernas para acomodarse entre ellas. Veo cómo toma su erección antes de restregarlo en mi entrada haciéndome suspirar.

Toda la tarde estuvimos haciendo lo que mejor sabemos hacer, hasta que la noche llegó obligándonos a dejar el lugar que nos hemos apropiado, un lugar bastante cerca de donde Seth me propuso matrimonio.

Nos fuimos a nadar un poco para quitar el aroma a sexo antes de llegar a la casa y no perturbar a la gente que vivía ahí, sobre todo a Maksim que al parecer estaba comenzando a mirarnos de una manera muy extraña como si quisiera leernos la mente para saber lo que hemos estado haciendo. Por ahora no usaba la argolla porque queríamos revelar la noticia cuando mi hermano estuviera aquí, será una gran noticia, una muy buena ya que mi hermano fue el principal al darse cuenta que Seth y yo aún seguíamos queriéndonos como la primera vez.

Al llegar a la casa la cena ya estaba preparada y ya estaban esperando por nosotros para comenzar a comer. La abuela de Brigid ha estado muy atenta conmigo, supongo que también ya estaba sospechando algo entre Seth y yo por la mirada que nos dedica al vernos entrar.

— ¿Cómo estuvo la caminata? ¿Comieron algo en el camino? — Pregunta la señora Elowyn mientras corta su pedazo de carne.

— Bastante agotador — Suspira Seth — Hela esta bastante bien y ya lo ha demostrado — Sonrió divertida percibiendo el doble sentido de sus palabras — Debo decir que ya tiene mucho más energía que yo.

— No quiero ni imaginarme — Habla Maksim provocando que las mejillas se me calienten — El verte sufrir los entrenamientos de mi hermano, suele ser bastante rudo, ya no te duele nada ¿verdad, Hela? — Pregunta y Seth parece que vuelve a respirar.

— Ya nada duele, en absoluto — Sonrió tratando de disimular mis nervios.

Tocan la puerta un par de veces, es Maksim quien se levanta de la mesa para ir a ver que es lo que necesitan los hombres que envió mi hermano para mantenernos vigilados.

— ¿Qué sucede? — Escucho a Maksim mientras le doy un pedazo de carne a la mascota de Brigid.

— Lamento interrumpir la cena, pero el señor Ricci ha ordenado que todos aborden el Jet — Dejo los cubiertos en la mesa al fruncir el ceño un tanto confundida.

— ¿Por qué? ¿Qué pasa?

— El señor Ricci se los explicará todo cuando lleguen a su destino, por favor tomen todo lo que puedan, tenemos que irnos ya.

Seth se levanta de inmediato y lo sigo por detrás para empezar a meter las cosas a las maletas. No pregunto, ni digo nada, simplemente me muevo con rapidez sabiendo que esto no era normal y siempre acertaba con que estaban a punto de suceder cosas bastante malas para nosotros.

Le entrego una de las maletas a Maksim para luego ir a ayudar a la señora Elowyn, ella seguramente no estaba nada contenta con este movimiento, sé lo conforme que estaba de estar aquí, parecía un lugar tranquilo, pero si mi intuición no me falla... este lugar ya no iba a ser para nada tranquilo y seguro cuando nos fuéramos de aquí.

Entro a la habitación de la señora y la encuentro haciendo maletas a la vez que se limpia las lágrimas que resbalan por sus mejillas. Aprieto los labios tratando de contener mis palabras, no era el momento para hablar, probablemente estaría enfadada conmigo también porque no solo mi hermano es el culpable de haber entrado a la vida de estas personas solo para joder a la persona que nos jodió años atrás.

La señora Elowyn no dice nada cuando ve que le ayudo a empacar, ni siquiera me mira y solo confirma que también estaba molesta conmigo. Quisiera poder cambiar la situación, pero no tenía tanto poder como para hacerlo.

— Ya dejen lo demás, ya tenemos que irnos — Habla Seth desde el umbral de la puerta — Ya Maksim se ha llevado a la fuerza al perro — Escucho como Elowyn suelta un gran suspiro.

— De acuerdo, ten — Le entrego la maleta — Adelántate.

— De acuerdo — Se va dejándome a solas de nuevo con la abuela de Brigid, quien ahora mira la habitación con nostalgia antes de tomar sus maletas.

Quisiera decir 'lo lamento' pero no iba a servir de mucho cuando el daño ya estaba hecho. No habían palabras para este tipo de situaciones y tampoco es que yo fuera la más indicada para decirlas, así que solo guardo silencio caminando detrás de la señora que avanza mientras mira a su alrededor, supongo que aquí hizo buenos recuerdos con Brigid mientras que yo...

— ¿Siempre será así? — Pregunta en cuanto salimos de la casa y los hombres comienzan a escoltarnos por el camino — Estar siempre ocultándonos, es bastante agotador... — Dice con la mirada en el piso.

— No siempre será así, pero por ahora lo es — Hago una mueca — Yo... — Suspiro — Sé que no es el momento y tampoco soy la más adecuada para decirle esto, pero... lamento mucho que usted y Brigid estén pasando por esta situación, sé que nos culpa demasiado a mi y a mi hermano, pero... si pudiera cambiar las cosas, lo haría sin dudarlo.

— Tienes razón Hela, ahora mismo no es el momento para hablar de esto — Asiento en silencio.

Atravesamos la isla hasta llegar al lugar donde estaba el Jet, alcanzo a ver a Seth al final de las escaleras mientras hablaba con los hombres nuevos que habían llegado hace unas semanas. Maksim seguramente ya estaba arriba del Jet con Fang.

— Permítame — La señora Elowyn y yo le entregamos las maletas a los hombres para que se encarguen de ellas. Elowyn se sube al jet sin mirar ni decirle nada a nadie.

— De acuerdo — Escucho decir a Seth, suelta un gran suspiro pasándose las manos por el cabello.

— ¿Qué es lo que pasa? — Pregunto acercándome a él mientras los demás ya estaban terminando de subir las cosas al Jet.

— Desmond Jäger nos ha encontrado.

Continue Reading

You'll Also Like

179K 16.2K 35
El último recuerdo que la neoyorquina Neveah Tipton tiene de su padre son los viejos atardeceres donde el la llevaba a cabalgar y las competencias de...
1M 52.1K 58
La desesperación en Azul Hernandez, empezó cuando la última de su grupo de amigas quedó embarazada. El impulso invadió su cuerpo, provocando que una...
1.9K 198 6
𝐒𝐄𝐎 𝐉𝐎𝐎𝐑𝐈 | ❝ hace unos días quería morir y ahora estoy haciendo todo por sobrevivir. ¿irónico, no? ❞ ━━ female oc x all of us are dead cast ...
6.8K 824 86
Perfecta, es la palabra con la que todos describen a la coronel alemana más conocida del mundo, bueno frente a todos no está lejos de serlo. Es vali...