Aunque Delilah sabía que el tren iba en dirección al final de lo que fue el mejor año de su vida, estaba dispuesta disfrutar cada momento del camino.
Estuvo un buen rato con Susan, Hannah y Justin, jugando y volviendo a celebrar su triunfo como casa. Luego estuvo con Hermione, Ron y Harry, los cuales se pusieron a explicarle a Ron el giratiempo y lo que se perdió mientras estuvo inconsciente en la enfermería. Incluso llegó a pasar a saludar a Draco brevemente.
-No sé por qué debemos recorrer el tren de nuevo, te dije, son sólo puros compartimientos- dijo Harry detrás de ella.
-Eso ya lo sé, tonto- lo regaño Delilah- Sólo quería tener un momento a solas- explicó- Quería hablar contigo- agregó
-Oh- dijo Harry- Okay ¿Qué ocurre?- le preguntó
-Quiero que me cuentes de tu amistad con Draco el primer año- dijo yendo al grano
Harry se quedó sorprendido y Delilah creyó que tal vez fuera a reclamar, pero se volteó a ver por la ventana, ella esperó hasta que estuviera listo.
-Lo conocí como dos semanas antes de entrar a la escuela- comenzó- Estábamos probándonos batas y, comenzó a hablarme, creo que estaba emocionado de conocer a alguien más que asistiría a Hogwarts- explicó- Me dijo que se llamaba Draco Malfoy y que lo buscará llegando a Hogwarts, y eso hice- se encogió de hombros
-En el tren conocí a Ron y nos hicimos amigos, cuando llegamos a la escuela reconocí a Draco y lo busque, después Ron me contó de su familia y su reputación- la miró- Pero, no lo sé...- dijo Harry
-¿No le creíste?- preguntó ella
-No, sí le creí, Ron no tenía por qué mentir- comentó- Pero, yo acababa de descubrir que era mago y resultaba que todo el mundo creía que era un salvador, un héroe por lo que pasó con Voldemort- le recordó- Pero yo sólo era yo, no era lo que todos decían-
-Entonces, creíste lo mismo de Draco- completó Delilah
-Sí- confirmó él- Creí que sus padres o su apellido podían no significar nada y, continuamos siendo amigos. Me agradaba mucho, me la pasaba muy bien con él- dijo con una sonrisa nostálgica- Prometió mandarme cartas en las vacaciones, pero, no lo hizo, luego lo vi en el Callejón Diaggon con su padre y me ignoró por completo- dijo molesto
-Cuando entramos a la escuela lo busque varias veces y, fue terrible conmigo, con Hermione y Ron- agregó- Me di cuenta de que todos los demás estaban en lo correcto y yo me había equivocado, me sentía como un imbécil, porque todo el mundo me lo advirtió- dijo molesto- Supongo que no quería que tú pasarás por lo mismo- agregó intentando explicar su comportamiento de todo el año.
-¿Puedo hacer una pregunta?- dijo ella y Harry asintió- ¿Será que, tal vez, te dolió más haberlo perdido como amigo, que haber estado equivocado?- le preguntó
Harry se quedó pensando, viendo las montañas pasar a su lado.
-No lo sé- dijo él con honestidad- Sólo se que ya no somos amigos y eso es todo- terminó Harry
Delilah no le diría la verdad de lo que había pasado ese verano para que Draco le dejará de hablar a Harry, puesto que no era su lugar y él lo odiaría. Pero le gustaría que ellos dos se quitaran lo testarudo y orgulloso y hablarán sobre ello.
-Ya que me sacaste a estar solos- dijo Harry cambiando de tema- Quiero mostrarte algo- dijo buscando en el bolsillo de su chamarra- Sirius me mandó una carta- sonrió sacando el sobre- Dice que, promete estar en contacto y que en cuanto todo esto se solucione, seguimos invitados a vivir con él- dijo con una sonrisa.
Delilah sonrió al ver la alegría de Harry con solo un pedazo de papel, Harry siempre había tenido la esperanza de tener más familia que los Dursley y su sueño se había cumplido, aun si no pudiera estar con él por el momento, mantenía su esperanza firme.
Delilah pensó en lo emocionada que se puso cuando escuchó a Dumbledore mencionar a sus verdaderos padres, lo sorprendida y confundida. Había dicho que quería descubrir a sus verdaderos padres, pero el año había sido tan caótico que había dejado su investigación de lado.
Delilah quería esa misma emoción que Harry tenía en esos momentos.
-Harry- dijo ella llamando su atención- Próximo año, pase lo que pase, tienes que prometerme, que haremos lo que sea para descubrir quienes eran mis padres- le pidió en voz baja
-Por supuesto Del- dijo Harry inmediatamente- No creo que sea tan difícil, sólo debemos concentrarnos más, ya viste lo que dijo Sirius- contestó- Dijo que lucias familiar, tal vez deberíamos estar buscando fotos en anuarios o periódicos- sugirió.
-Sí- dijo Delilah observando la carta de Sirius en sus manos, pensando en los ojos grises oscuro de él- Tal vez sí me veo familiar- dijo en un susurro de esperanza
-Próximo año- le prometió Harry
Delilah lo miró con confianza y sonrió a sus palabras.
-Próximo año- repitió ella
Cuando el tren comenzó a detenerse, todos comenzaron a despedirse una vez más, emocionados de ver a sus familias pero tristes de dejar a sus amigos. Una vez que bajaron de este, Delilah tuvo la oportunidad de conocer a los padres de sus amigos.
Justin era idéntico a su padre, alto, delgado, pelo castaño y una sonrisa carismática, era obvio que era popular entre los padres porque todo el mundo lo saludaba en cuanto lo veía, justo como Justin en la escuela.
Los padres de Susan eran ambos bajos y adorables, se emocionaron mucho en cuanto vieron a su hija y la cargaron en brazos diciéndole lo mucho que la extrañaban, se veían muy amables, justo como Susan en la escuela
Los padres de Hannah eran altos y rubios, Hannah se parecía a ambos. Eran atractivos y en buena forma, se veían energéticos y alegres, justo como Hannah en la escuela.
Sus amigos les presentaron a sus padres, y Delilah sonrió al pensar lo parecidos que eran los tres; se preguntó que si sus padres siguieran vivos, tal vez ella también se parecería a ellos.
-"Te ves familiar"-
Recordó las palabras de Sirius Black. Eso esperaba.
-Debo irme, el tío Vernon acaba de llegar- dijo Harry acercándose a ella y señalo al hombre obeso que lo esperaba a la distancia, lucía sorprendido de ver a Delilah ahí
-Ah, no extrañaba ese rostro- se burló Delilah
Harry la abrazó con fuerza y acarició su cabello.
-Prometo mandarte una carta cada día- dijo él en su cuello
-Prometo visitarte- dijo Delilah- Esté donde este, iré a ti- dijo ella apretándolo más fuerte.
Harry se separó de ella y con una última mirada, camino hacia donde estaba su tío, el cual seguía observando a Delilah con asombro.
Delilah se sentó en el piso, con su equipaje al lado de ella, recargada en una columna, Hagrid no le había dicho exactamente a quien tenía que esperar, lo cual, decidió solo esperar.
-Srta. no puede quedarse aquí, necesito que se levante- dijo uno de los guardias acercándose a ella.
-Sólo estoy esperando a alguien- dijo Delilah señalando sus cosas
-Esta área es para personas que van a subir o bajar del tren, si tiene que esperar debe ser afuera- le avisó
-Oh, oficial, no se preocupe, viene conmigo- escuchó una voz hablar y Delilah volteó con sorpresa.
-Profesor Lupin- dijo Delilah en completa sorpresa, se levantó inmediatamente y el oficiar se retiró al ver que ella se levantaba- ¿Qué hace aquí?- le preguntó confundida
Lupin se veía diferente a como ella lo había visto en la escuela, no traía un traje, sino un suéter ligero color beige y unos jeans, se veía más relajado y descansado.
-¿Hagrid no te dijo?- preguntó él- Voy a acompañarte a tu hogar- explicó él
-Oh, claro, sí- dijo Delilah cayendo cuenta- No lo sé, sólo no pensé que sería usted-admitió con una sonrisa- ¿Tomaremos otro tren o usaremos polvos flu? Tengo la dirección de mis padrastros- explico
-Tal vez- se encogió de hombros Remus- O podemos usar mi coche- sugirió sacando sus llaves
-Queda un poco lejos Francia, en coche profesor- se burló Delilah
-¿Quién dice que vamos a Francia?- se burló Lupin guardando sus llaves.
Delilah lo miró confundida, no comprendía de que hablaba él.
-¿Viviste en el Callejón Diaggon antes del inicio de clases no?- le pregunto Remus- Pues, sólo necesitabas una autorización de un adulto y supervisión- le recordó- Eso lo hacía Hagrid, pero ahora Hagrid es profesor- dijo él, Delilah asintió- Pero yo no soy profesor- dijo Remus encogiéndose de hombros
Delilah se quedó sin palabras, incluso creía haber olvidado volver a respirar. No iba a regresar, no tenía que regresar con ellos.
-Te dije que haría algo al respecto- le recordó Remus cuando vio lo sorprendida que se encontraba- Tus padrastros firmaron un permiso, les dijimos que era más fácil de esta forma no involucrarlos en asuntos de magia, para que sepas que no estás haciendo nada incorrecto- aclaró él
Pero Delilah seguía sin reaccionar.
-Vamos- dijo Lupin tomando el equipaje de ella
-Profesor...- dijo Delilah anonadada
-Ya no soy profesor- se burló él y la dejo pasar en frente de él- Puedes llamarme Remus ahora- sugirió con una sonrisa.
Delilah apenas si podía creer que eso estuviera pasando, tal vez el verano no sería tan malo como pensaba.