Rea se levantó con los rayos de sol dándole de manera directa en la cara. Su rostro iluminado por el sol era una bonita imagen, todo lo contrario a cuando le daba el sol normalmente, lo que hacía que hiciera una mueca nada agradable.
Se extrañó bastante al notar como estaba ella sola en la cama, si su memoria no le fallaba Damiano se había quedado toda la noche.
Se levantó y sentó en el borde de su cama, pensando en todo y nada a la vez.
- ¿Te has levantado ya? - preguntó una voz masculina. Rea esbozó una sonrisa alegre y corrió al sitio de donde procedía la voz.
- Sí - fue lo único capaz de pronunciar la chica. Sus sentidos estaban centrados en la imagen que tenía delante.
El dios griego italiano -aka Damiano- estaba en su cocina solo con unos pantalones y un delantal, una imagen sexy y divertida al mismo tiempo.
- Espero que no estés cocinando con aceite - rió Rea. Sabía que si le caía una gota de aceite en la piel a Damiano se quemaría, pero prefería conservar esa imagen para siempre.
- Esto es postureo, vamos a desayunar magdalenas de tu despensa - sonrió Damiano señalando a Rea acompañado de un fugaz guiño.
Rea se acercó al chico y le dio un gran y duradero beso. Este no era pasional ni desesperado, si no que era dulce, tierno, y mostraba todo tipo de sentimientos.
Damiano levantó a Rea haciendo que las piernas de esta rodearan su cintura con cuidado. El italiano la sentó en la encimera, mientras él ponía la mesa.
- ¿Te ayudo? - preguntó Rea mirándolo. La verdad era que no le apetecía ayudarlo pues se había levantado hace apenas diez minutos, pero tampoco iba a ser maleducada.
- Ya está casi todo - le respondió Damiano mirándola a los ojos. El hombre se acercó a ella y le puso las manos en la cintura.
- ¿Que pretendes? - le susurró Rea al oído. Damiano se estremeció un poco. El problema aquí era que ambos eran provocativos y atractivos, por lo que ninguno se daba por vencido.
- ¿No te apetece nada para empezar el día con buen pie? - le dijo Damiano, dejándole caer cierta idea que tenía en la mente desde que Rea se había despertado. Dormir abrazados había sido un total plus, pero aún tenian que saber si conectaban de otra forma.
Rea lo besó con fuerza. La chica introdujo su lengua en la boca del hombre lo suficiente para que no fuera incómodo. Por su parte, Damiano le mordió el labio inferior, cosa que hizo a Rea gemir un poco, en un volumen que tan solo podían escuchar ellos dos. El beso podía considerarse hasta agresivo.
Damiano la levantó llevándola hacia el salón, mientras no paraban de besarse. De vez en cuando el italiano dejaba un beso en el cuello de la chica.
- Eso deja marca - comentó Rea mirando su cuello. Como había pensado tenía un gran chupetón en la parte lateral del cuello. No se preocupó demasiado, más tarde vería lo que haría.
- Esa es mi intención - respondió Damiano con una sonrisa atrevida. Los besos que el cantante le proporcionaba fueron bajando hasta el escote de la noruega, quien de vez en cuando dejaba escapar un sonido de placer.
Un teléfono sonó. Rea se percató de que no era el suyo, dado que si lo fuera estaría sonando un pitido bastante desagradable. Le gustaría cambiarlo por alguna canción de 1D pero sabía que si lo hacía se pondría a cantar la canción en vez de contestar.
- ¿No lo coges? - preguntó Rea confundida.
- Ahora mismo no es mi plan - respondió Damiano con una sonrisa. Comenzó a levantarle la camisa a Rea, pero un mensaje de contestador los interrumpió.
- Damiano, estamos ya en el estudio ensayando el adelanto para las semifinales, ¿Donde estas? - ese era Ethan, quien parecía un poco agobiado. - O vienes o le digo a Rea que duermes con la luz encendida - Rea rió un poco antes los gritos enfadados de Victoria. Damiano suspiró cansado ante la insistencia de sus amigos. Más tarde mataría a Victoria, quizá ni siquiera llegaba viva a la final. - ¿Está Rea? - la noruega quería morir de ternura ante las palabras de Thomas.
El grupo italiano dejó de hablar, dando por finalizado el mensaje del contestador.
- Ve ya, que tienes una actuación que hacer esta noche - le dijo Rea. Por supuesto que quería quedarse más tiempo con Damiano, pero tanto ella como él debían ir a sus respectivos trabajos. - Además yo debo prepararme para la noche de hoy.
- Estaré deseando verte - le contestó el italiano dándole un último beso en la mejilla.
Este cerró la puerta indicando su salida.
Rea se tumbó en la cama de un salto, pero inmediatamente se levantó al fijar su vista en la hora.
Debía estar en la reunión antes de la semifinal en quince minutos.
Escogió una falda negra, una camisa blanca de tela fina y un jersey de cuello vuelto de color negro. Tenía que admitir que esta última prenda de ropa le quedaba como anillo al dedo. Era pegada de manera que resaltara su cuerpo, pero esto no lo había incómodo de llevar.
Agarró sus llaves y corrió hacía el ahoy Rotterdam. El hotel estaba cerca del sitio donde se organizaba el festival, por lo que con un poco de suerte llegaba a tiempo.
Al llegar se sentó al lado de Leo. Buscaba con la mirada a Allan, pero no lo encontraba. Sabía que a veces Allan tenía la cabeza en las nubes, pero también sabía que por nada del mundo se perdería esta reunión. ¡Era la primera semifinal!
- ¿Estamos todos? - el jefe de Rea escaneo la sala en un abrir y cerrar de ojos. - Perfecto.
- Primero y principal - continuó el hombre. - Nos han informado que a la empresa se le ha dado el privilegio de una entrevista privada con los representantes.
Una chica morena levantó la mano, pero no le dieron el turno de palabra que empezó a hablar. - ¿Y Lucas?
- No me importa - contestó el jefe con expresión obvia. - Como decía antes de que me interrumpieran, podréis tener una entrevista privada con los representantes. Cómo sois diez, cada uno podrá entrevistar al menos a un representante. Por desgracia, han sido ellos quien han elegido por quien ser entrevistados en base a las ruedas de prensa.
Rea esperaba que alguien la escogiera. Tenía la esperanza puesta en varias personas, aún así nunca se sabía que iba a pasar.
Un hombre alto se acercó al jefe de Rea susurrándole algo al oído.
- Venga, ¡Trabajar! - los empleados no sabían que tenían que hacer, si no sabían a quien iban a entrevistar no podían preparar las preguntas. - Rea, ven un momento.
A Rea se le paró el corazón, ¿Iba a decirle algo bueno o malo? Quizá fuera un ascenso, o quizá la habían pillado con måneskin y estaba despedida.
Rea se acercó temblorosa a donde Barnie -su jefe- se encontraba.
Como si fuera una película, Barnie tiró un papel en frente suya con dramatismo. Rea lo observó por encima, parecía una especie de periódico.
¿Sería una noticia importante a tener en cuenta en las semifinales? No lo parecía.
- ¿Que es? - preguntó Rea confundida. No pretendía leerlo hasta que no le dieran permiso.
- Léelo, a ver qué te parece.
«Rea Nikolai, la periodista que se aprovecha de el famoso grupo italiano måneskin para realizar su trabajo»
Por Lucas Wagner
Rea abrió los ojos con sorpresa, hojeando las fichas con rapidez. Había fotos besándose con Victoria, Thomas, Ethan, Damiano... Inclusive había varias imágenes de Rea conversando con los chicos en las respectivas citas que había tenido con ellos.
Lucas. ¿Porque hasta cuándo estaba fuera de combate seguía destrozando todo lo que quería?
- Si el título fuera cierto me parecería una genialidad de tu parte, pero dudo bastante que tu cortita mente te de para pensar en esa genialidad - "cortita tu pichula" obviamente Rea no iba a decirle eso, pero sus impulsos la detenían poco. ¿Porque cuando alguien hacía su trabajo bien sin recurrir a lo sucio era cortita? ¿Desde cuándo?
- Perdona que entienda, ¿Porque esto es relevante? - preguntó Rea lo más respetuosa posible. La verdad lo pensaba, ya tenían a esa famosa chica que había sido fotografiada con Damiano, no necesitaban más.
- ¿En serio hay que explicarlo todo? - Barnie echó su cabeza para atrás con asco. - Es obvio, este acercamiento te puedo costar la carrera.
Rea parecía bastante nerviosa, no se había currado 16 años de estudios para que por una tontería perdiera todo por lo ha trabajado. Con la valentía que pudo preguntó - ¿Entonces porque no lo ha publicado aún?
- Dos razones bastante importantes. Una, aunque en las fotos quede claro que ocurre, nadie va a leer algo que ha escrito un criminal. Dos, si ahora mismo le enviara esto a la delegación estarías despedida de inmediato. Pero... - Rea esperaba con todo su corazón que ese pero fuera bueno. - 15 de 19 representantes te han elegido para entrevistarles. Sinceramente no entiendo que te ven, pero gustas. Y eres bastante buena consiguiendo información aburrida.
«15 de 19 representantes» Eso era una auténtica barbaridad.
- ¿Entoces...? - preguntó Rea esperando una respuesta de parte de su jefe.
- Tendría que pensármelo. La noticia de que Damiano tiene pareja se extendería como la espuma, pero te necesitamos para al menos terminar este proyecto - Rea contenía las ganas de dar saltos. Por una estupidez estaba a punto de perder su trabajo, pero por el esfuerzo duro que había hecho tenía una última oportunidad para demostrar lo que podía hacer. - Ahora vete, ya me has dado muchos problemas por hoy.
Rea no sabía que emoción expresar, ¿Alegría, alivio, enfado, molestia?
No lo sabía, lo que si sabía es que lo daría todo por conservar su puesto.
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¿Que tal el capítulo de hoy?
Lucas cállate ya, nadie te quiere.
Espero que os haya gustado, hasta el próximo capítulo <3