paparazzi ; måneskin

xvi

Victoria observaba el rostro de Rea, quien dormía plácidamente.

Tenía expresión cansada y se veía bastante indefensa, a pesar de Victoria creer que si la despertaba fácilmente podría darle más de un puñetazo.

La rubia sonrió al percatarse que Rea llevaba una de sus camisas anchas, le quedaba muy bien.

Recuerdos de ayer se venían a su mente a cada momento. Guardaba esa escena con cariño.

La alarma que tenía puesta Victoria para levantarse todas las mañanas sonó. Intento apagarla lo más rápido que pudo pero cuando lo hizo ya era tarde.

- Si no fueras tú, el hecho de que me estás mirando mientras duermo me daría mal rollo - comentó Rea, sentándose en el colchón que compartía con Victoria.

La castaña se acercó a darle un pequeño beso en la mejilla a Victoria, quien esta vez era la que se sonrojaba.

«Ojala levantarme así todas las mañanas» pensó Victoria para sus adentros. ¿De verdad había pensado eso? Suponía que sus sentimientos por Rea se había fortalecido desde la noche anterior. Ya no era tan solo algo físico.

- ¿Que tienes que hacer hoy? - preguntó Victoria con curiosidad. Quería que la chica le contestara "nada" y pudieran quedarse así el resto del día, pero sabía que eso era imposible.

- Trabajar - respondió Rea, recibiendo una risa de parte de Victoria quien le pidió más detalles. - Tengo que ir a varios meeting con periodistas, y también a ver las pruebas de sonido y toda la cosa.

- ¿Cuando terminas? - preguntó Victoria haciendo caricias en el brazo de Rea.

- Sobre las diez, ¿Porque? - Rea parecía confundida cuando Victoria se colocó encima suya.

- Me encantaría verte de nuevo - susurró Victoria. - ¿Que te parece a las once en mi habitación?

- Me gusta, ¿Pero tú no tienes que trabajar? - preguntó Rea con una ceja alzada. No quería dar la impresión de que no quería estar con Victoria, era tan solo que no pretendía que por ella Victoria descuidara sus otras obligaciones.

- Intentaré hacer un hueco - Victoria dio un suave beso en los labios a Rea, quien correspondió sin pensarlo.

- Entoces a las once aquí - contestó Rea con una sonrisa. - Si no te importa, voy a cambiarme.

- ¿Porque no lo haces aquí? - cuestionó Victoria, sacándole una risa a Rea. - Tampoco es nada que no haya visto ya.

- Porque si lo hago es muy probable que no llegue al trabajo a tiempo - se burló Rea, recibiendo un bufido de parte de Victoria.

- Como quieras - le contestó Victoria con un tono de pesadez.

Mientras se cambiaba, a Rea comenzaron a venirle millones de pensamientos negativos a la cabeza.

No quería hacer daño ni a Thomas ni a Damiano. Sabía que estos le habían dado libertad, pero lo que estaba haciendo era abusar. Abusar de su comprensión con la situación.

No pensaba que lo de anoche había sido un error, porque se sintió muy bien. Pero había muchísimos factores en su contra.

Primero, sus trabajos. No lo hacía, pero podía dar la sensación de que Rea se aprovechaba de Victoria para conseguir información, y eso sería tan criticado por la gente que hasta podría perder su trabajo. Más tarde, en su decisión final, ¿Haría daño a alguno de los chicos? No quería que por una tontería se rompiera su amistad; eran personas maravillosas que quería tener en su vida.