iv

3.6K 290 222
                                    

Hoy no era como otras noches. Hoy Rea no venía con ganas de que la tierra la tragase y morir lentamente.

Al fin su amiga le había dicho de quedar por Rotterdam, por lo que esta noche iba a ir con ella a un famoso club que había abierto hace poco.

Estaba emocionada, pensaba que tras tantos días de trabajo se merecía un descanso de la monótona rutina, por lo que la salida le emocionaba especialmente.

Se dispuso a vestirse; nada ni muy cómodo, pues tenía el fin de que se notara que había ido arreglada; ni muy incómodo, porque sabía en donde acababan las fiestas y no quería volver demasiado cansada y tener que llegar al hotel en tacones.

Casualidad, pero justo al terminar la pantalla de su teléfono se iluminó.

lauren <3
¡Estoy abajo! ¿Quien sabe? Quizá un representante se enamora de mi a primera vista, gana eurovisión, nos casamos y me hago famosa.

Rea sonrió ante mensaje. Acto seguido agarró su cartera dispuesta a salir.

En el camino a la salida se encontró a algunos representantes, que la saludaron con amabilidad. Cierto era que a todos les parecía una excelente persona, era alguien tan alegre y dispuesta a ayudar que su presencia te alegraba el día.

— ¡Vas preciosa! – le dijo Efendi antes de irse corriendo a subir las escaleras.

— Lo mismo digo – le guiñó el ojo Rea. Sabía que había quedado con Andreas.

De hecho este último y Rea tenían una increíble relación, era una de las pocas personas con quién el hombre podía hablar su idioma natal. Además de que ambos tenían preferencias similares, por lo que siempre encontraban algo de lo que hablar.

Rea salió de sus pensamientos al escuchar un gritillo agudo.

— ¡Rea! – dijo la rubia emocionada. Se dirigió a su amiga emocionada, para darle un abrazo enorme.

— ¡Por fin has buscado hueco! Ni que tuvieras novio... – se burló Rea. Sabía que ese era un pique que tenía Lauren; la chica quería pareja pero por más que buscara no encontraba.

— Habló – dijo Lauren con indignación. Su amiga no había tenido novio desde los 18, su trabajo le complicaba mucho las relaciones, dado que siempre estaba moviéndose. – ¡Tienes que contarme todo! ¡Que estás en Eurovisión dios mío!

Ambas habían tenido una obsesión con eurovisión desde que eran muy jóvenes. Lauren veía la final con emoción e interés, pero Rea se veía hasta la preselección de cada país.

— Es una pena que Eric Saade no viniera al final por Suecia, me lo hubieras presentado – se lamentó Lauren.

— Oh – le contestó Rea secándose una lágrima falsa. – El de Suiza te encantaría.

— ¡Pues presenta! – le reclamó la de ojos color miel.

— Ni de broma que me despiden – Lauren puso su boca en forma de "o". – Cambiando de tema, ¿No estoy guapísima?

Rea dió una vuelta sobre si misma, mientras que Lauren le silbaba.

— Vale, ¿Pero no lo estoy yo más? – preguntó Lauren con una sonrisa repitiendo el giro de Rea. La rubia llevaba un vestido rosa pastel que se ajustaba a su figura y tono de piel.

— Pareces americanos, siempre queriendo ganar – Lauren soltó una risa estrepitosa.

Lauren agarró con cariño el brazo de su amiga, comenzando a caminar hacia el bar. Eran las nueve. Sumando que en esas fechas no se hacía de noche tan pronto como en invierno, sin problema podrían ir andando a esa hora. 

paparazzi ; måneskinМесто, где живут истории. Откройте их для себя