xviii

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— Yo digo que te pongas el pintalabios rojo – Leo daba pequeños saltos en la cama de Rea. Él y Allan se encontraban en el cuarto de la chica ayudándola a prepararse para su cita. – ¿Porque tu cama es de mejor calidad que la mía?

— Porque tengo más dinero – en seguida ese comentario recibió varias risas. No se lo creía ni ella.

— Tienes que ponerte el vestido negro. Para complementar su estilo rockstar – comentó Allan, refiriéndose a Damiano.

— Si ya te dije que me iba a poner el vestido rojo – Rea sacó de su armario un bonito vestido rojo, el cual parecía prácticamente nuevo.

— ¿Entoces para que nos invitas? – preguntó Allan con falsa indignación. Como le gustaba un buen drama.

— Error. No os he invitado, os habéis apalancado – Rea imitó el sonido de una bocina, recibiendo un par de miradas asesinas de parte de los chicos presentes.

— Damiano es buena gente, pero no lo veo el indicado para ti – Leo se tumbó en la cama de Rea destapando las sábanas. Sabía que después Rea le obligaría a hacerla de nuevo.

— A mí me gusta el guitarrista rubio, el que parece drogado – esta vez era Rea quien quería cargarse a su amigo; en estos momentos enemigo.

— ¿Thomas? No veas cómo te informas de los grupos – Rea alzó una ceja cabreada. No le gustaba que hablaran así de él, aunque sabía que Allan no tenía mal fondo.

— ¡Ese! – en seguida el comentario recibió una queja de parte de Leo.

— ¡Ni de coña! Team Victoria – el chico chilló tanto que aquello parecía su clase de secundaria.

— Tú lo que quieres es un rollo bollo – Allan se posicionó al lado de Leo, quien había comenzado a leer una revista de prensa rosa. – ¿Quien diría que la chica anti-cotilleos leería prensa rosa?

— Mira el nombre del reportaje del final – le indicó Rea desde el baño, dado que había comenzado a cambiarse.

— ¡No me jodas! – Leo parecía shockeado al ver lo que la chica le había indicado – ¿Esta es Iris? ¿La Iris que trabajaba con nosotros?

— Aja – asintió Rea, recordando a su compañera perfectamente. En el momento que la ascendieron a un puesto en Estados Unidos todos supieron que llegaría muy lejos.

— ¿Enhorabuena? Solo era una periodista normal con dinero – Allan parecía enfadado, todos sabían que el chico no se llevaba muy bien con Iris desde que esta comenzó a salir con su exnovio. – Y dejarme deciros que eso nos falta a los tres.

— Envidioso – exclamó Leo con rapidez. Por desgracia Allan llegó a escuchar esto y le dio un tortazo en la cara.

— ¿Y bien? ¿Que os parece? – Rea salió del baño preparada dando una leve vuelta sobre si misma.

— ¡Estas muy guapa! – dijo Leo con una bonita sonrisa, cosa que Rea agradeció.

— Meh. Estarías mejor con el vestido negro – Rea le tiró una almohada a Allan, quien recién había hablado.

Alguien tocó varias veces a la puerta, sorprendiendo a los tres jóvenes que estaban dentro del piso.

Allan se acercó a mirar viendo quién era el que estaba tras la puerta. – ¡Menudo maromo el que tengo delante!

Rea abrió la puerta dejando entrar a Ethan en la habitación. El moreno se sorprendió al verla tan arreglada. Le parecía tan guapa, lo único que deseaba era besarla delante de la gente, una pena que no fueran nada. Aunque pensándolo mejor… Damiano lo haría. O no. No sé.

paparazzi ; måneskinWhere stories live. Discover now